Partida Rol por web

Aquel dragón escuchaba atentamente lo que tenías para decir. No tenía que conocerte para darse cuenta de como estabas por su presencia y el peligro de como podría reaccionar: Así era él, alguien calmado y amable, que como perdiese la paciencia no habría quién le pusiese un alto.

-Debo admitir que no me esperaba para nada este encuentro, al menos no tan pronto... Pero viendo que necesitas mu ayuda, no veo por que no darte una mano -respondió cruzando los brazos sobre su pecho mientras mostraba una sonrisa alentadora. -. Suponiendo que no me equivoco, te refieres a las Runas Mágicas de las hadas, ¿verdad? -nunca habías escuchado de algo como eso, pero por alguna razón intuías que eso era lo que te interesaba. -. Varios años atrás, seguramente poco antes de que nacieses, las hadas realizaron un invento bastante... interesante. Concentraron magia en distintas piedras echas especialmente para eso: las piedras eran lo suficientemente frágiles para quebrarse cerrando el puño, y bastaba con esparcir los restos sobre alguien para que notase sus efectos beneficiosos. El problema es que resultaba ser bastante peligroso en no hadas, especialmente en los humanos: si se usaban muchas de estas piedras en un solo individuo, sucedía un efecto en cadena que hacia que todos los poderes se multiplicasen uno tras otro hasta que el cuerpo no podía más y se rompía por si solo. Con estos resultados, las hadas descartaron el proyecto, y buscaron otras formas para contener la magia y poder brindarla al resto de razas; de momento, no he escuchado avances al respecto...

Si lo que decía Yveroth era verdad, que seguramente lo era, ya tenías una información valiosa sobre las herramientas usadas por los bandidos.

-¿Puedo preguntar cual es el interés en esa vieja y peligrosa idea? La verdad, me sorprende que sepas de su existencia: los involucrados se encargaron muy bien en que la información no saliese al público... Ya que te estoy hablando de algo de lo que no debería hablar, seria justo que me informases un poco de tu situación.

Perceval sabía bien que Sutera tenía razón, por lo que no pudo hacer más que suspirar pesadamente antes de volver a tomar asiento sobre su cama.

-Comprendo bien la situación en la que estoy, y agradezco mucho que crean en mi, pero... Entiendo cuando el destino me quiere decir algo: nadie puede ser libre de todos sus pecados, aunque en mi caso estoy seguro de que no he cometido alguno que deba pagar... -volvió a suspirar antes de dejar caer su vista la suelo. -. No comprendo que sucedió. Yo estaba con la princesa, y entonces ese caballero llegó a preguntarme cosas, entonces, entonces... -el jujin hizo una larga pausa, y poco a poco sus ojos se fueron abriendo al darse cuenta de una gran verdad. -. Yo... Lo tome... El medallon, se lo arrebate... Y salí corriendo...

Cuando uno pensaba que la piezas podían empezar a encajar, salían más cosas a la luz que ponían todo de cabeza.

-Y-Yo... -el viejo animal no pudo aguantar más y se llevo ambas manos al rostro, apoyando los codos sobre las rodillas. -. E-Esto no es posible...

Las palabras de Cytla llegaron a la princesa aunque esta no quisiera, y a pesar de no haber respondido durante varios segundos, durante los cuales Baeric le explicó a la pelirroja que era mejor dejar a la princesa a solas, finalmente Artanis abrió la puerta.

-Si no sois útiles para quitar la culpa de Perceval, los lanzaré por la ventana... -amenazó fríamente antes de apartarse y así permitirles entrar. -. ¿Que rayos queréis saber? Perceval es inocente, y punto. El nunca haría nada malo, mucho menos en mi presencia. Todos se dejan llevar por los rumores sobre él, pero yo puedo confirmar que todo es mentira... -aseguraba cruzando los brazos delante de ella y desviando la mirada hacia un lado con una expresión de molestia. -. ¿Acaso dudáis de mi?

El caballero retrocedió levemente para poder mantener el equilibro cuando ambos se le tiraron de esa forma; por suerte no tuvo muchos problemas para atraparlas entre risas, antes de escuchar sobre la situación.

-Vaya... Me enteré de lo sucedido con el amigo de la princesa y todo lo sucedido hoy; conociéndola, es normal que no quiera hablar con nadie, a menos que demuestren que quieren ayudar a Perceval... Tal vez hablar a través de la ventana sea buena idea -aconsejó pensando en que podían hacer. -. Por otro lado, no se hasta que punto sea bueno que ustedes dos la vean en estos momentos... No estoy exagerando si digo que es capaz de lanzar a un caballero desde la ventana de su habitación si la hacen perder el tiempo o enojar más en un momento como este; en vuestro caso, a saber que les podría hacer, recuerden que es muy buena luchadora... Es un riesgo a correr... ¡Pero eso ya es cosa vuestra! -añadió mostrando una gran sonrisa. -. Yo ya me largo a casa a descansar. Se vienen mis últimas semanas como caballero, ¿saben? Deseo disfrutar un poco con mi familia en mi casa antes de que llegue mi retiro. Si ven a mis hijos, ¿podrían decirles que los espero en casa? Lo agradecería mucho.

-Aclarate de una vez, ¿lo hiciste o no?- Feris no era precisamente paciente y ya estaba dedicando una mirada asesina al jujin que parecía decir cada vez una cosa distinta, casi estaba por acercarse a las barras para incitar a que hablará rápido cunado calló en un detalle.- Espera, si dices que lo hiciste, y la princesa estaba contigo cuando pasó, ¿Por qué cojones ella te defendió si te vio robarlo? ¿tanto aprecio te tiene que miente por ti?

Sonreí con picardía cuando vi abrir la puerta a la princesa con mis palabras, amenazandonos por tirarnos por la ventana -Como que podrías... pero muchas gracias por dejarnos pasar- al principio lo dije en broma, pero el agradecimiento era sincero. Seguramente ahora lo estuviese pasando mal.

Quiero saberlo todo- le respondí a la princesa una vez ingresé en la habitación de esta. Me había quedado muy claro que Perceval era alguien importante para la princesa... quería averiguar porque, porque confiaba tanto... y también cosas sobre el tema del colgante, pues la princesa había estado presente.

La princesa preguntó si dudaba de sus palabras apartando la mirada, desde luego esto le incomodaba -Princesa, no es nada personal... pero yo dudo de todo- le respondí con sinceridad y tranquilidad -Soy mercader, mi trabajo básicamente es dudar de cualquier historia que me venda alguien a la hora de que le compre un producto... y a partir de eso investigar para desmentirla o confirmarla- le expliqué a la princesa -Perceval tiene rumores bastante gordos sobre él, la excusa de que podría querer vengarse de la corona es totalmente válida... pero a la vez, tanto el medallón de Muramasa como vuestra confianza ciega en él hacen que no me la crea- le expliqué a la princesa con mucha calma, para no molestar a la princesa que tenía un humor voluble.

Así que... empecemos con esas dos preguntas: ¿Porque confias tanto en ese jujin princesa? ¿Y recuerdas algo de cuando "supuestamente" Perceval robo el colgante?

Si algo les caracterizaba es que compartían una personalidad 

- Bueno, supongo que ha sido pura casualidad que justo yo necesite una información que tú podrías tener.

Se encogió de hombros sin querer ahondar sobre lo apresurado que podría haber sido el encuentro o no. Al menos parecía estar dispuesto a mostrarse colaborador, con suerte todo sería fácil. Abrió los ojos como platos cuando le dijo lo de las runas mágicas de las hadas. No le había descrito el poder pero había sido suficiente para adivinarlo.

Escuchó la explicación sin interrumpirle. Sí, eso era justamente lo que buscaba. Describía los efectos del hombre que les había atacado hoy. 

- Como ya te dije, como Caballero Diamante no puedo ir relevando información alegremente sobre el reino de Aztora.

Esta era la primera vez que mencionaba su nuevo rango, salvo que el se hubiese enterado por su cuenta la última vez que hablaron aún no había ascendido. Se quedó unos segundos en silencio antes de suspirar.

- Pero te puedo decir que no tengo intención de utilizar las runas. Me he cruzado más bien con alguien que las ha utilizado para luchar contra mí. 

Traga saliva. sabe que no se va a quedar contento con esa respuesta, pero tiene que intentarlo.

- ¿Tú eras uno de los implicados en al investigación? 

Pregunta al darse cuenta de que es una información muy escasa que no se compartía fuera de la gente que había investigando. 

-Nosotras queremos ayudar - intervine rápidamente después de oir a Alessandro - Hay algo que huele muy mal, y conocemos bien todo lo que ha acontecido con respecto a Perceval, es por eso que hemos visto algo que no encaja, y queremos tratar de ayudar y encontrar el que es, sea para bien... o para mal - Aquellas últimas palabras las dije un poco alicaida, pues si bien no me quería dar por vencido en mi positivismo, había aceptado que si Perceval era culpable, no insistiría más. - Da igual si nos lanza o nos encierra en botes, sabremos encajarlo porque queremos ayudarla. Además, no entiendo porque con nosotros será peor. Si somos adorables - No podía evitar decir aquello

Me giré a Fio y le pregunté - ¿Crees que nos oirá si gritamos desde fuera de la ventana? Podría entrar con un portal pero... no lo considero oportuno en este momento - Sin embargo mientras estaba evaluando la situación con mi hermanito Alessandro nos atrajo la atención con un hecho que, si bien podrían conocerlos muchos, hasta entonces había ignorado aquello - ¡¿Que te retiras?! P-pero... No puede ser... - Mis alas cayeron al comprender que una de las pocas personas que nos animaba y apoyaba a ser como eramos se retiraba como caballero - ¿Vendras a visitarnos de vez en cuando? ¿Podremos visitarle? ¿Y quedarnos a dormir? Feris puede compartir cama con Fio y yo con Sutera y Elizabeth. - Aunque en parte la intención era inocente pues no quería que dejaramos de vernos, siempre era buen momento para tratar de hacer de celestinos. - Y si, les daremos su mensaje.

Me giré finalmente hacia Fio asintiendo debido a que deberiamos seguir con el plan de hablar con la princesa - Intentemoslo hermanito. Seguro que nos recibirá - Esperé antes de alzar el bueno al visto bueno de Fio para ir directos a llamar la atención de la princesa a través de la ventana

Entendía bien lo que decía Alessandro, después de todo había sido muy importante para la princesa el hecho ocurrido en la mañana así como muchos otros en el pasado y que estuviera irascible no era nada nuevo. Dejó que Faith hablase aunque no estaba muy seguro de lo que decía ella, después de todo el no le había defendido frente a la princesa si no que al contrario por culpa de su propio caos interno lo había apuntado e incriminado descaradamente. 

Prefirió no decir nada hasta que la noticia de Alessandro les cayó como plomo, siendo que el también hizo caer las alas hacia abajo mientras lo miraba con tristeza. - ¿Ya no te veremos más?... Se suponía que solo era un rumor falso... Los colores se le subieron rápido a las mejillas y las alas se alzaron de nuevo, completamente tenso mirando a su hermana. - ¡F-Faith!... ¿Que.. ¡Que dices!? Zarandeó las alas con nerviosismo y se vio obligado a alzar el vuelo para poder seguir el ritmo de su hermana. - ¡O... otro día nos vemos! Se despidió rápidamente del hombre con un cariñoso beso en la mejilla y voló corriendo hacia su hermana, siguiéndola. - Pero... ¡Pero a mi me odiará! Le dije cosas feas delante de ella... Es mejor que entres tú y... Se lo expliques o... algo... 

De cualquier modo ya iban de vuelta en dirección a ver a la princesa.

Rei picatonamente al escuchar a mi hermano tan exaltado - Los chicos con los chicos y las chicas con las chicas. O... ¿Acaso estas aceptando por fin tu lado femenino? Sabia yo que acabarias aceptandolo algun dia - dije finalmente metiendo a Fio en una encerrona, pues sabia que ambas cosas le avergonzaba mucho, pero al mismo tiempo que solo una de las dos aceptaciones tendria consecuencias permanentes. Me gire hacia Alessandro mostrandole una sonrisa complice.

Tras despedirnos de el como correspondia y salir volando en direccion hacia la ventana de la princesa, repre en la respuesta de Fio yendo mas lento. Tras pensarlo por un momento negue con la cabeza - Da igual. Somos hermanos y lo hacemos todo casi siempre juntos. Conseguire hacer que nos vea a los dos, y si te quiere echar a ti, tendra que echarme a mi tambien. Dejamelo a mi hermanito, esta vez me toca ser responsable de todo lo que ocurra ahi dentro

Finalmente seguí el camini hasta la ventana siendo que me estampe contra ella para luego dar golpes a la misma - Princesaaaaa. Solicitamos hablar con usted un asunto acerca de Perceval - esperaria a ver si con eso era suficiente para que abriera, pero si no llegaba a abrir terminaria de decirlo todo - Creemos que podria ser inocente 

-¡N-No! ¡Ella nunca haría eso! Yo me enfadaría por verla manchando su imagen por mi... -dijo el jujin que, inconscientemente, había retrocedido al fondo de su celda por la presencia de Feris cerca de los barrotes. -. Y-Yo lo robe... Ella... Seguramente cree que no soy culpable...

Perceval mantenía la mirada baja. Desde su lugar, Feris podía notar que las palabras del Jujin detonaban nerviosismo y confusión, pero cierta seguridad respecto a lo que decía, como si dijese la verdad pero sintiese que hubiese algo mal con ello.

No pudo evitar suspirar decepcionado cuando defendías tu posición como caballero diamante respecto a la información que podías dar, pero en su rostro se pudo notar un leve alivio cuando escuchó que no era para usarlas.

-Hm... Interesante... Me pregunto como ese alguien las consiguió...

Tras tu siguiente pregunta, soltó una pequeña carcajada antes de apartarse un poco un mechón de cabello del rostro, desviando levemente la mirada de una manera un tanto egocéntrica.

-Pues si, soy uno de los involucrados, y uno de los que se opuso al invento. Me encargue personalmente de asegurarme de que toda existencia de las Runas Mágicas desapareciese, pero parece ser que alguien que guardaba el secreto no lo supo hacer bien... ¿No me equivoco si digo que aquel que utilizó las runas contra ti, lo hizo por motivos contra el reino y no por una simple prueba? -no tenía que ser muy inteligente para deducirlo, pues seguramente en otros casos hubieses esperado a conseguir la información poco a poco; esta vez, la situación requería todos los datos lo más pronto posible. -. Últimamente han habido problemas entre el reino de los enanos y el reino de los elfos y hadas... en especial con esta diminuta raza de seres voladores: si no me equivoco, existe una organización que se encargaba de los negocios entre enanos y hadas para progresar en una combinación de magia y tecnología, pero existe un grupo de criminales que esta en contra de dichos inventos. ¿Tiene algo que ver con lo sucedido?

La ceja de Ameline alcanza cotas insospechadas cuando el dragón corrobora sus sospechas afirmando que él estaba en la investigación de las runas. Apretó los dientes pero se guardó la reacción hostil para sí, devolviéndole una sonrisa divertida. 

- Veo que sigues siendo transparente para mí.

Cuando dice lo del reino aprieta los labios trazando una finísima línea con ellos mientras se pasa la lengua por los dientes buscando las palabras adecuadas para respoderle. Tenía que reconocer que le había leído la mente, pero al igual que ella dedujo que él había participado en la investigación, el podía deducir su implicación con el reino de Aztora. 

— Totalmente acertado. 

Cuando le preguntó por los criminales su respuesta fue un suspiro resignado. - No puedo afirmarlo con seguridad. No hemos interrogado a ningún implicado.

Y no mentía, aunque obviamente se olía que era esa organización después del ataque que les hicieron hace unos días y que precisamente fuesen hadas. Pero eso era información confidencial. 

- Pero suponiendo que tengas razón...¿Quien podría estár moviendo hilos para que una organización de criminales tenga un arma secreta y prohibida? Algo me dice que conoces la respuesta.. Y sino me equivoco no es del reino de las hadas, es alguien de fuera que juega a hacerlo pasar por rebelión interna. 

Una organización de criminales no iba a conseguir de la nada un arma de tal calibre cuyo conocimiento llevaba años oculto. Se trataba de algo mas gordo. El problema era saber quién movía los hilos. 

— Entiendo que esta es una petición delicada pero... el velo ya se ha corrido y el conocimiento de las runas se está compartiendo con organizaciones criminales... ¿Quienes estaban implicados en la investigación? Y....

Parece meditar una pregunta, pero no cree en las casualidades. — ¿Uno de los implicados no será un Jujyn llamado Perceval, verdad?

¿Y si el Jujyn estaba siendo el objetivo y les estaban engañando usando a la princesa? A lo mejor era un desvarío, pero sino explicaría muchas cosas.

Algo que se notaba en la expresión de Ameline es que confiaba plenamente en que Yvieroth. En sus preguntas, su mirada y sus gestos no había ninguna sospecha del dragón, sino una confianza casi ciega. 

Baeric no pudo evitar mostrarse sorprendido al ver como las palabras de Cytla sirvieron para convencer a la princesa de darles una oportunidad, pero no tardó en recuperar la sonrisa para acompañar a la pelirroja al interior de los aposentos de Artanis.

-Como bien ha dicho Cytla, solo queremos aclarar el problema y defender al lado correcto. Mi confianza esta puesta plenamente en usted, pero es el trabajo de un caballero desvelar los hechos -aclaró el caballero grifo para que la princesa no tuviese dudas de que solo querían ayudarla a revelar la verdad tras todo el asunto.

Artanis se quedo parada de espaldas a la ventana de la habitación, la cual estaba cerrada, con los brazos cruzados mientras les escuchaba.

-¿Porque no debería confiar en él? Me he dedicado a escuchar su vida y aprender de él. A pesar de que todos le tachasen de culpable por distintos actos, él confiaba en que yo no lo culparía de nada. Él no es culpable, no puede... -su mirada decayó momentáneamente antes de suspirar y responder la siguiente pregunta. -. Perceval no robó el colgante... -aseguró nuevamente apretando un poco uno de sus puños.

Entonces, se encontraron con la sorpresa de alguien golpeando desde el otro lado de la ventana.

- Princesaaaaa. Solicitamos hablar con usted un asunto acerca de Perceval. Creemos que podría ser inocente -gritó una voz femenina de un hada desde el otro lado.

Casi que se podía ver la vena de ira marcada en la frente de la princesa. Aún así, decidió ir hacia la ventana y abrirla de par en par de un fuerte manotazo...

-Tranquilos, tranquilos. Me voy del castillo, no le da ciudad. Claro que podrán ir a visitarme -sonriente, despeinó un poco a Fio antes de reír. -. Estoy seguro de que Feris no tendrá problemas en abrirte espacio en su cama, pero que sepas que suele dormir abrazado a algo, así que ten cuidado de que no te vaya a confundir por una almohada -tras comentar eso, no pudo evitar más sostener la carcajada. -. ¡Cuídense, hadas! ¡Mis saludos a su majestad, la princesa!

Mientras se alejaban, Alessandro se despedía con la mano energeticamente. Fue una conversación corta, pero bastante agradable. Entonces el caballero diamante rojo se propuso a continuar su camino.

Ya en la ventana, Faith se acercó lo suficiente para escuchar que la princesa hablaba con alguien del otro lado. Aún así, no tuvo reparos en intentar llamar la atención de Artanis...

Los gritos de Faith seguramente serian escuchados por la princesa. Lo que el hada no esperaba era que Artanis abriese las ventanas de par en par con un manotazo, propinando así un buen golpe en el rostro a la chica que volaba del otro lado. La princesa no parecía nada arrepentida de tal acción.

-Conque ahora AMBOS creen que es inocente -era claro a lo que se refería, pero igualmente dirigió su mirada fulminante hacia Fío, quién volaba detrás de Faith. -. ¿Acaso tu no eras el primero que estuvo en contra?

Más atrás de la princesa también estaban Baeric y Cytla presentes. Seguramente también se las arreglaron para llamar la atención de la princesa y permitirles una conversación en un momento como ese.

Escuché con atención las palabras de la princesa sobre aquel jujin... y después de su explicación, seguía teniendo mis dudas -Princesa... si la única prueba con la que cuenta es su plena confianza en él... he conocido a gente que se aprovecha de esas cosas- terminé diciendo seria -Si es inocente, a de haber cosas más tangibles... ha nombrado el colgante, y es una de las cosas que no me cuadran y de las que me gustaría preguntarle, ¿me podríais hablar sobre e...?- iba a preguntarle si podía decirme más cosas de ese hecho... pero nos interrumpió una voz tras la ventana.

Obviamente, la reconocí, y mi cara cambió a una de molestia -Joder, son peores que un par de moscas cojoneras...- pensé en voz alta. Porque es evidente que si había una, la otra estaría por ahí también. No reprimí la sonrisa que me salió al ver a las hadas recibir el portazo en sus caras y las palabras de dudas de la princesa -Si es que... estas hadas son muy raras...- terminé diciendo, negando con la cabeza acercandome a la ventana y a la princesa -Vamos a ver Zipi y Zape... ¿porque venís a molestar y ahora dudáis de que Perceval sea culpable? ¿No sois vosotros los que teníais ganas de encerrarle? La princesa no esta de humor, y ya tiene bastante con aguantarme a mi como para que encima os unáis vosotros...- les pregunté a la pareja de malcriados... ains, no me caen bien, no puedo evitar dirigirme a ellos así.

Sali volando por el golpe una pequeña distancia para ser sorprendida por las acusaciones de la princesa, que su bien tenia razon, no podia dejarlo estar asi, por ello cuando tuve la oportunidad me acerque lo maximo posible dejando tras de mi a Fio mostrando cara de preocupacion, medio miedo y tristeza - Por favos su majestad dejeme que se lo explique - pero antes de que pudiera hablar de nada, la misma que intento agredirnos con monedas antes, interrumpió siendo que nos acusaba como todos. Queria negar el hecho de que fue nuestra experiencia y conocimiento el que prejuzgo, pero es que era asi. Ignore a la peliroja y me arrodille en pleno aire sin entrar aun a la habitación

-Le ruego, princesa, nos disculpe a mi hermano y a mi por nuestra forma de actuar contra Perceval, pero lo que hablo antes por nosotros fueron los años de experiencia que teniamos con quien fue su cuidador. Ya son nas de doscientos años donde hemos podido ver y vivir la vida de muchos reyes y caballeros, y fue en especifico con los problemas que acontecieron alrededor suya cuando Fio estaba mas cabreado e impotente. A el le importa muchisimo la vida de la realeza, entonces es normal que tras aquellos sucesos en donde Perceval se vio involucrado con usted, que mi hermanito ya no sea capaz de fiarse de Perceval. A eso sumele nuestros elementos, Fio es el hada de la oscuridad y el caos, el solo es capaz de visualizar el lado negativo de las cosas, mientras que yo solo soy capaz de ver el positivo. - termine de decir mientras me incorporaba y abrazaba a Fio

-Es por eso que Fio y yo siempre estamos juntos. El me hace no ser tan ingenua como para confiar en todos, pero al mismo tiempo yo le hago ver los resquicios de luz que envuelven todo eso malo. - pause un momento para que asimilara en primer lugar nuestra disculpa y razón por la que estabamos alli y de la propia disculpa - Pero es por esos mismos años de experiencia en los que conocemos a Perceval, que cuando le registramos nos resulto extraña su reaccion. Extraña para bien. Perceval os quiere, y eso lo tenemos todos presente, tanto que al ser perdonado yo esperaba que hubiera aprendido a una de dos, no volver a traicionar a la realeza, o ser un mejor delincuente... Y me parece que no ha aprendido lo segundo - esperaba que con esas palabras la princesa entendiera a lo que me referia

-Su reaccion fue la de un hombre inocente al que le habian incriminado, y os quiere mucho como para romper la confianza del rey y su perdon. Asi que si, creo fervientemente que es inocente, y que el culpable es alguien que tiene algo en contra de Perceval y al mismo tiempo tiene que ser cercano a el, tanto como para colarle el colgante de Masamune entre sus ropas, como para meter todos los documentos en su casa. Perceval es inocente, lo siento dentro, y por ello pienso hacerme responsable de todo lo que se haga para demostrarlo, pero para ello princesa le ruego que nos de su permiso, y nos conceda su ayuda - tras tan largo discurso mire a la princesa completamente decidida e esperanzada, aunque con un tanto de miedo a poder ser rechazada