Partida Rol por web

Damarah ve con orgullo como sus compañeros derrotan al orco. la satisfacción le invade por dentro, pero solo durante un segundo. Intuye que habrá más enemigos en la fortaleza y teme que los ruidos les hayan alertado. Sin perder un instante se dirige hacia la salida para ver si alguien ha salido de las otras puertas.

Kax, las llaves; Iveliös, ven conmigo y escucha si viene alguien ; Hug, cúrate con la poción, mi poder es ya muy escaso. Pike, busca más llaves o algo útil que pueda llevar el sargento.

Kaxhastrox vió como sus compañeros derribaban al jefe orco, ahí van seis mi señora que tu abrazo sea eterno, se abrió la capa y volvió a colgar la ballesta en el arnés de su cadera. Cogió el cayado que había quedado apoyado en la pared, se acercó hasta el gancho del que colgaba el manojo de llaves y las cogió.

EL bárbaro se sentó sobre el cadáver del orco que recién había muerto. Le arrancó un diente y se lo guardó en la mochila Precio muerte, llevarte a otro mundo! Sacó su poción y se la bebió a tragos largos. Ya encima aburrido encima del orco siguió mirando algún objeto que le interesara, simplemente de recuerdo. ¿Quizás su espada? la observó, ¿sería buena? No tuvo tiempo a usarla... ¿Quizás dinero?

Pike registro la habitación en un inusual pero metodico silencio intentando encontrar cualquier cosa que les fuese de utilidad, la noche avanzaba y no les quedaba mucho tiempo, tenian que abrir la puerta y tenian que hacerlo rapido.

Quizás luego hablase con el paladin o con algún monje sabio, le preocupaba la satisfacción con la que habia matado momentos atrás.

 Haciendo caso a lo que dice el paladín, Iveliös le sigue y trata de escuchar si se acerca alguien que pueda querer atacarles, o pueda tratar de tenderles una trampa.

Kaxastrox coge las llaves y todos se reunen en la sala que contiene las cuatro puertas: aún faltan por abrir las puertas norte y oeste. (al principio llegaron desde la puerta este y los orcos estaban en la puerta sur).

Por su parte, Pike y Hug se quedan atás registrando los cadáveres, no consiguen muchos objetos de valor, salvo algunas monedas que pagarán las cervezas si todo sale bien después de esta noche!

Damarah tiende la mano a Kax para que le de las llaves y se acerca a la puerta norte

Iveliös, prepara tu arco. Voy a abrir esta puerta.

El paladín probó  las llaves hasta encontrar la correcta. Abrió la puerta lentamente no más de un palmo, observó y escuchó el interior sin introducir la cabeza mientras se cubría con su escudo. Permaneció unos segundos en esa posición, sujetando el pomo de la puerta con una mano por si tenía que cerrarla rápidamente.

Hug se levantó pesado de encima del orco y fue a ponerse junto a Damarah, ya que daba por hecho que los elfos no sabían abrir puertas y necesitaban a Hug para estas tarea. Con gestos de asentimiento y las manos en posición de "no cunda el pánico" tranquilizó a sus amigos elfos, apartó un poco a Damarah, para ser él quien abriera la puerta, le dio unas palmadas en el hombro y se puso en posición de entrar

Pike se guardo las monedas en uno de sus bolsillos y acudió a la puerta que estaban a punto de abrir un momento pego su oreja a la puerta en busca de ruidos que indicaran que alguien venia por culpa de la pelea

Cuando el paladín extendió la mano, Kaxhastrox le entregó el manojo de llaves, se recolocó la capa y la capucha, y salió otra vez hasta la sala vacía. Mientras Damarah e Iveliös se acercaron a la puerta norte, él se quedó a una distancia prudencial esperando, le adelantaron Hug y Pike y cada uno hizo lo que mejor se le dá.

"Bien hecho Sira, ése ha sido un buen golpe" le transmitió a su amiga mientras esperaba a que abriesen la puerta.

 Tal y como ha indicado Damarah, Iveliös prepara el arco por lo que pueda haber tras la puerta, intenta averiguar si detrás de esa puerta puede haber algún enemigo que esté esperándoles.

 - Estoy preparado para cuando decidas abrirla finalmente. Le susurra al paladín.

El mediano asintió con la cabeza al no escuchar nada a través de la puerta. El Paladín encontró la llave que abría la puerta y la abrió apenas un palmo, al ver que no había nadie en la habitación, abrió la puerta por completo.

Descubrieron que se trataba de la armeria: Escudos, armas, arcos, yelmos y armaduras atestaban la habitación, sin duda a este cuarto acudirían a armarse la milicia en caso de una revuelta.

Ahora solo quedaba la puerta oeste por explorar. ¿Dejan las armas atrás y se aventuran a la puerta oeste? ¿No les trae buena espina tantas armas y deciden abandonar la fortaleza?.

Mientras inspeccoinaban la sala, El paladín fue inutilizando los arcos que encontraba cortándoles la cuerda. Además, Damarah quería dejar cerrada la puerta de la armería atrancada para que los orcos no pudieran armarse una vez empezara la revuelta. Pero antes quería saber lo que había tras la puerta que faltaba por abrir. Tenía la esperanza de encontrar prisioneros con vida a los que poder armar.

Cuando todos salieron, El paladín cerró la armería y entregó las llaves a Pike  para que abriera la puerta oeste. Damarah se posicionó frente a la puerta con el escudo bien fijado y cubriéndole, a la espera de lo que pudiera aparecer. Hizo un gesto a Hug para que le acompañara y al resto para ver si estaban preparados.

MIentras el medino abría le susurró: ¿ Podrías inutilizar la cerradura de la armería por si tienen más llaves? ¿ te llevaría mucho tiempo?

Al abrir la puerta de la pared norte apareció ante los compañeros una sala llena de armas, Kaxhastrox soltó un suspiro, dejó de prestar atención a esa sala y se preparó cargando la ballesta y mirando hacia la única puerta que permanecía cerrada.

- Ya tenemos la dirección a seguir. - murmuró más para sí mismo que para nadie en particular mientras esperaba a que los chicos acabaran con el registro de la habitación.

Al cabo de un momento Damarah salió de la estancia seguido por el resto y se dirigió hacia la puerta de la pared oeste, el joven de los ojos azules fijó su mirada en la puerta, en el punto donde aparecería su camino y esperó que estuviese despejado.

Me temo que no mi buen amigo Damarath pero si se me ocurre algo cuando todos han salido de la sala coloco una espadaen el dintel de la puerta Hug, un empujoncito aquí por favor 

Hug iba siguiendo a Damarah cuando un suspiro le hace retroceder. Era el bueno de Pike que quería hacer de las suyas "Un empujoncito aquí" No sabía bien para qué, pero si quería descubrirlo tenía que hacerlo... Así que eso hizo metió un empujón e hizo lo que Pike le había ordenado. Sin saber que había hecho preguntó al mediano que quería exactamente hacer.
Eso para que ser? Hug no entender!

Eso es para que no puedan abrir la puerta y coger  las armas, Hug tendra mucha diversión con hombres que solo huyen ante el poder y la fuerza de Hug consideraba que explicarle al barbaro como la cuña hecha con la espada iba a mantener bloqueada la puerta por la presión ejercida era una perdida de tiempo, mejor no llenar su gran cabeza con ideas que no podia manejar

  Iveliös estaba impaciente por continuar su travesía a través de la fortaleza y seguir dando caza a esos inútiles orcos, deseaba ver la sangre de esas infames criaturas esparcida por todo el lugar, le encantaba darles caza, se relamía con sólo pensarlo.

  - Bueno, ¿continuamos? Estoy impaciente por seguir cazando orcos, mi arco no ha probado lo suficiente su puntería.

Hug sonríe a Pike, luego escucha al elfo y rie... Quien va ganando? refiriéndose a los orcos muertos, echa una mirada de desconfianza al mediano Espero ser yo! Imposible que fuese el elfo. Acto seguido se coloca donde Damarah le había solicitado y espera respuestas.

Mientras el mediano y el bárbaro se entretenían con la puerta de la armería, Damarah hizo un gesto a Iveliös para que escuchara al otro lado de donde estaban, aunque el paladín también agudizó sus sentidos intentando escuchar algo también.