Partida Rol por web

La Amarga Cruzada[inconclusa]

SEGUNDO CAPITULO: INVIERNO INFERNAL (I)

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16/07/2009, 20:04
Sólo para el director

 

PRIMER ACTO: ESCARCHA EN LA VID

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01/08/2009, 15:16

PRELUDIO:

 

 

La cuarta cruzada ya esta en marcha y con ella las espadas se están dejando ver. El milita Christi no es exactamente la maquina engrasada que sus lideres habían deseado, un ejercito indisciplinado con escaso poder central era muy difícil de manejar. El mal ambiente entre los Venecianos y los Francos ya había causado disturbio en la ultima semana de noviembre y que había llevado a una lucha abierta en las calles. A los barones les llevó toda la mañana calmar a sus tropas, y aunque las bajas fueron pocas, el daño ya estaba echo.

 

Zara vive en un estado de terror contenido. Los ciudadanos están pasando del estado de conmoción que vino con la caída de la ciudad a la hosca aceptación de un pueblo conquistado. El hecho de que los venecianos les haya vencido los pone furiosos, contenidos solo por la represora brutalidad de sus secuestradores. Los ciudadanos se preguntan como han sido capaces los cruzados, encargados por el propio Papa para extender el Cristianismo, de invadir una ciudad cristiana ¿Por qué han saqueado los cruzados los lugares sagrados, llevándose los adornos mas valiosos como trofeos? ¿Que los ha obligado a quemar el monasterio de los hermanos bizantinos hasta las cenizas, sin dejar nada a salvo de la antorcha? Estas preguntas permanecen en el aire como un grito ahogado en la noche. A pesar de estas preguntas, muchos zarayos son incapaces de hacer nada excepto arroparse en sus capas y rezar para que solo sea un mal sueño.

 

La frustración zaraya no ayuda a suavizar a los cruzados: Aunque los lideres venecianos están contentos con la impotencia de sus rivales, muchos de los que tomaron la cruz dudan de los acontecimientos del mes pasado. La condena de Inocencio III por el ataque, ha hecho creer a muchos que han sido excomulgados y que el propósito de su viaje ha sido en balde. Los venecianos se niegan a aceptar esta condena sin una bula papal, pero los francos temen por sus almas. Agravando esta inquietud esta la deuda sin pagar de los franco a Venecia mientras que el botín de Zara es cargado en los barcos venecianos, dejando muchos cruzados con la sensación de que han sido utilizados y engañados. Los disturbios de noviembre todavía persisten en la memoria.

 

El aumento de la población de la ciudad junto con la llegada de los meses de invierno esta afectando a la moral de todos. El racionamiento de las reservas de comida afecta mas a los zarayos que a los cruzados, ya que la mejor comida va para los invasores antes de llegar en cuentagotas a los habitantes propios de la ciudad, Este acuerdo no hubiera sido tan problemático si la cosecha del año no hubiera sido tan escasa, pero ni siquiera el pescado, normalmente abundante, muere el anzuelo como antes. Los recientes ataques a los almacenes de comida han desestabilizado la delicada balanza. Con la amenaza de posibles altercados, la frágil paz alcanzada por los lideres cruzados podría romperse en cualquier momento.

 

 

 

SOBRE ZARA:

 

Zara es la ciudad mas grande de Dalmacia, una región de la costa adriática de los Balcanes junto con algunas islas. Básicamente es un delgado brazo de tierra clavado entre el mar y los Alpes Dinaricos, las altas montañas que la separan del resto de los Balcanes. El tiempo clemente de Dalmacia y la cantidad de puertos naturales la convierten en un enclave importante para intentar controlar el acceso de los barcos al Adriatico. Este hecho la convierte en una región estratégica para muchas ciudades italianas, especialmente para Venecia al norte del mar.

 

 

 

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01/08/2009, 15:31

Notas de juego

Bueno arrancamos con el segundo capitulo. Esperemos que podamos ir mas rapido que en el primero. Antes que nada:

  • Los px los podeis gastar cuando querais, me contestais por privado con los gastos.
  • Los gastos en las fichas los modificareis vosotros (para que vean que me fio de ustedes ;) )
  • Empezaremos el capitulo con las reservas de sangre al completo y la salud restaurada al completo tambíen.
  • Durante este capitulo intentaremos mantener un mejor ritmo, asi que si un personaje tarda demasiado en contestar lo hare momentaneamente pnj para que los demas jugadores no se queden estancados.Por supuesto esto no quiere decir que no se avisen las ausencias.
  • Disfrutad de la partida esto comienza a ponerse interesante ;)

Alguna duda hacedla en la escena Fuera de juego

INTRODUCCION AL CAPITULO:

Todos os dirigis juntos hacia Zara, asi que el primero que escriba en esta escena debera describir vuestra situación.  Y los demas haran su introducción a raiz de la primera introducción que alguno de vuestros compañeros haya realizado. Ya luego yo ire entrando en acción.

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02/08/2009, 10:38

 

La travesía va tocando su fin, tras unos días de agitada marejada y fuertes vientos, comunes entre las islas itálicas en los meses de mayor frío la costa de Dalamacia comienza a vislumbrarse a lo lejos, tal vez antes para aquellos con dones de la sangre.

La tranquilidad se ha respirado en el barco durante el viaje, o eso al menos parecería al ojo no entrenado. La realidad es que la tensión era palpable en el ambiente, tenso, aunque los modales y la cortesía propia entre inmortales han jugado un papel importante.

Muchos de mis compañeros de viaje son vampiros, cainitas, hijos de la estirpe del primer asesino, y comparten un destino conmigo. Eso solo hace que las conversaciones sean mas cuidadosas, los actos controlados, por temor a descubrir las intenciones propias, o cualquier arma usada en contra de uno en un futuro, lejano o no tanto.

Viajo acompañada de mis dos doncellas y un guardaespaldas, que aun sabiendo lo fútil de su presencia ante posibles ataques de mis compañeros de viaje si me otorga parte del status que merezco.

Hemos partido de Venecia tiempo después que los cruzados, al parecer la deliberaciones vampíricas fueron una pantomima, hecho que enfurece a más de uno, aunque solo sea jugar a otro juego con las mismas piezas. Ahora tomamos el viento alegremente buscando acercarnos a las costas, a la ciudad de Zara, para unirnos a la cruzada y tomar los barcos que el rey de Hungría ha prometido a la misma.

Un ligero resplandor se lleva dibujando en el horizonte durante las últimas horas, cerca de la ciudad. Presagio de algún terrible acontecimiento o de posibles beneficios para los mayores depredadores de la noche?

 

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02/08/2009, 10:48

La cubierta se halla tranquila, las últimas luces del día hace poco que se ocultaron tras el horizonte de Italia, dejando el camino expedito para las criaturas como nosotros.

Me sorprende ver otra figura en la cubierta, inclinada sobre la baranda, oteando la lejana línea costera que nos ha embarcado, y más allá, en la dirección en la que posiblemente se encuentre Jerusalén.

Al acercarme algo más puedo reconocer la figura del caballero hospitalario, enfundado en su librea, orgulloso de sus tradiciones y ordenanzas. Un compañero al menos educado y culto, dentro de la caterva de gente de bajos clanes o sin ningún interés por lo social.

No es mal momento para iniciar conversación con quien podría ser un importante aliado en la empresa de recuperar Jerusalén, aunque conocidos es por todos los intereses ocultos de las órdenes.

Acercándome, engalanada con un vestido de terciopelo rojo, con ribetes blancoazulados, nada apropiado para un viaje marítimo, expuesto a las inclemencias del tiempo, y dejando atrás a mi protector con un levísimo gesto de la mano enguantada me acerco al cainita.

-Buenas noches, Frey Ramiro, ¿contemplando nuestro destino? Acaso no es veleidosa la Fortuna, tras tantas desventuras obligándonos a perseguir a los simples mortales, a sus duques y reyes de opereta? Pero vos seguro que sabréis más de ello que yo, involucrado como estáis en las estructuras mortales. Por casualidad habéis podido estar en alguna otra Cruzada mi señor? Una experiencia así podría ser muy valiosa en el futuro.

 

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02/08/2009, 14:26

Notas de juego

Bueno como veis Alieonor ha dejado una buena introduccion. Todos estais a bordo de ese barco que esta llegando a Zara a pesar de cada uno tenga sus ideas y propositos vuestro siguiente paso es comun, estar en Zara para uniros con la Cruzada.

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03/08/2009, 03:20
Kristóf Vlaszy

Kristóf despierta temprano. Aunque ya llevaba vastante tiempo viajando por mar, aun no se acostumbraba al movimiento del barco. Cuando ya está totalmente despierto sonría, pensando en que si fuera mortal, la travesia maritima lo marearía. No obstante, otra sensación lo embarga. un hormigueo de exitación que no sentía hace tiempo. Se trataba de la cercanía a sus tierras ancestrales, el hogar de sus antepasados mortales magiares y de los inmortales Demonios. Su unión con la tierra era evidente, esta lo llamaba.

Asi, dejando que su escudero ordenara las cosas - sin siquiera darle una orden -, Kristóf sale a la cubierta para contemplar las costas de Dalmacia. Desde ahí ya podían verse los barcos de los venecianos en Zara.
Esa ciudad de mercaderes se salio con la suya. Los cruzados hacen su trabajo sucio.Piensa el caballero, sin haber en sus cabilaciones rastro alguno de reproche moral. Era simplemente la constatación de un hecho.
Así, con cierta satisfaccion, Kristóf se queda ahi, a la espera de que alguno de sus compañeros aparezca.

Notas de juego

Hola a todos. El personaje esantiguo, pero el jugador nuevo. Espero hacerlo bien.

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03/08/2009, 15:53
Edward Gotrich

 

Hacía unos minutos que me había levantado. Lo justo para comprobar que la vestimenta me queda adecuadamente ajustada y comenzar a hojear el diario para repasar los hechos acaecidos en Venecia. Levanto la cabeza al sentir el incremento de actividad en la cubierta y me dispongo a subir a la cubierta.

Al llegar a la puerta retrocedo y ciño la espada. Los acontecimientos de Venecia me han hecho reconsiderar el ir sin armas.

Subo a cubierta y veo a Aliénor y Kristóf apoyado en la borda de estribor mirando el horizonte donde se distingue alguna cosa. La renovada actividad de la tripulación y que sólo lleven las dagas me hace suponer que es la costa a la que nos dirigimos.

Una vez he llegado a su lado me apoyo también en la amura. Buenas noches dama y caballero. ¿Sabéis si llegaremos durante esta noche finalmente a nuestro destino?

 

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05/08/2009, 09:08
Luccius Sedentian

Tras colocarme mis humildes ropas encima subo a la cubierta a admirar la noche y su profundo negro que hace que el mar, se confunda en una oscura mancha negra con el cielo y que tan solo se distinga este ultimo por el brillo de las estrellas, las cuales miro ensimismado durante unos minutos, luego, reparo en la presencia de mis tres compañeros a los que saludo desde mi posición con la mano en un gesto de cortesía pero no me acerco, me quedo mirando las estrellas y al frente, donde vislumbro la costa que al parecer es nuestro nuevo destino.

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05/08/2009, 17:20
Mihali de los cuatro vientos
Sólo para el director

A la espera de la llegada, me acomodo en la cubierta de la nave en un rincon más bien solitario. Mientras espero, consulto las runas y escucho atentamente los presagios de la naturaleza procurando vislumbrar lo que esta por acontecer.

Notas de juego

Tirada??

Edito, ¿Tengo que hacer alguna tirada? En caso negativo, ¿Que soy capaz de ver?

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06/08/2009, 14:07
Rembrand Lucius van Wagon (Lud)

Lucius contempla la gélida estampa de Venecia al abandonarla. El dolor de la impotencia le corroe. Sin embargo, no todo está perdido. Tal vez más pronto que tarde llegue a saber qué es lo que ha sucedido, y, lo que es aún más importante, por qué.

La mar se muestra brava, y los vientos gélidos de noviembre se clavan como dardos en su moribunda piel. Pero nada de todo esto parece conmover a Lucius. Sus ojos arden en un fuego de venganza, percibiendo a lo lejos las hogueras de la destrucción, los ríos de sangre, los gritos y lamentos de los supervivientes. Toda esa vida desperdiciada en fútiles luchas, en vanaglorias de señores que ni siquiera llegan a manchar su espada.

Sin embargo, allí estaba, cubierto con toda su armadura, engrasada con cuidado para evitar que el salitre pudiera oxidarla y destruirla. Nada había peor para una armadura que una larga estancia cerca del mar. Su talar blanco resplandecía en la oscura noche; Su león rojo parecía vivo, como si quisera saltar de su pecho y hacer que todo fuese consumido en el fuego de su ira.

Como una hoja suspendida en el viento, dejó que el barco le llevara a un destino desconocido, no elegido por él y nunca deseado. Pronto llegarían a Zara, en la costa de los orgullosos guerreros dalmantinos. En esas tierras la paz era un lujo del que siempre se habían visto privados. Sólo los romanos llegaron a dar algo de tranquilidad a sus gentes. La cruz, como signo de muerte, se cernía de nuevo sobre sus cabezas.

Su director espiritual pasaba largas noches a su lado. No hablaban, pero parecía que no era necesario. Ambos sabían que pronto habría muchas muertes que lamentar, y que difícilmente podría decirse que el sacrificio merecería la pena. El oro, como un castigo divino, sería llevado de un sitio a otro. Pero... esa no era la única razón por la que se hacía una cruzada... Asegurar el paso a los peregrinos que se dirigían a la Ciudad Santa debía ser algo más que una escusa.

Alguna vez intentó conversar con alguno de sus acompañantes, pero no se sentía lo suficientemente afable como para que aquellas conversaciones llegaran a pasar de un saludo cortés. Pronto se convertirían en compañeros de armas, y eso los hermanaría de un modo que ningún otro vínculo podría igualar. Pronto. Pronto llegaría el tiempo del saqueo a los cristianos y la traición a la cruz. Pronto se convertirían en bandidos. Pronto. Pronto las doncellas dejarían su virtud, de buen grado o forzadas a ello. Pronto. Pronto los niños llorarían a sus padres caídos, mientras sus madres desaparecerían entre los extraños recien llegados victoriosos. Ya casi podía oler todo eso.

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11/08/2009, 13:46
Frey Ramiro de Urgel

La salida de la ciudad de Venecia me había dejado una mala sensación en el cuerpo. Tras varios días tratados como vulgares asesinos, alejados de la lucha que realmente me importa, de los intereses Hospitalarios en Tierra Santa, marchamos hacia Zara con nuestra inocencia más que probada... Pero eso no me reconforta. El misterio del asesinato, y los verdaderos motivos que indujeron a que se produjera no han sido desvelados. Parece que lo único que necesitaba Narsés para seguir manteniendo la pantomima de que es él quien mantiene el orden en su ciudad era una cabeza de turco.

Muerto el asesino no hacen falta más preguntas...

La costa adriática se recorta en el horizonte, y unas tenues luces en ella nos indican que nos estamos acercando a nuestra siguiente escala, Zara. Zara; primera ciudad en sufrir la avaricia de los llamados "Soldados de Dios" en esta nueva Cruzada. Tienen como excusa el intento de proporcionarles una vida mejor, fuera del yugo de "falsas religiones"; mas realmente sometidos al yugo de la Cruz. Priman aquí los deseos de poder de los invasores, sometiendo a la población a sus intereses, desvirtuando el ideal de la Cruzada.

Pero aquí estoy yo también, buscando beneficios para mi Orden. ¿Me convierte esto en un hipócrita? ¿Se preocuparán realmente los Hospitalarios del bienestar de los habitantes de las regiones en las que se instalen? No tengo motivos para creer lo contrario, pero...

Interrumpo mis razonamientos al percatarme de la presencia de mis compañeros en la cubierta del barco. Curioso grupo... cada uno con motivos distintos para participar en esta campaña, pero todos unidos por el fin. Aliénor d’Aquitaine se dirige a mi, iniciando una conversación; pero debido a lo absorto que me encontraba en mis pensamientos no me percato de ello salvo de la última pregunta. Me incorporo y procuro que no se note ese despiste, contestándola a lo que me pregunta.

Notas de juego

Sigo luego, que ahora tengo cosillas que hacer...

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11/08/2009, 18:01
Frey Ramiro de Urgel

Absorto en mis pensamientos no me percato de la presencia de Alienor a mi lado, iniciando una conversación. Sus primeras palabras quedan confundidas con el rumor de las olas golpeando contra nuestra embarcación, pero alcanzo a distinguir la última pregunta que me formula. Yergo mi cuerpo y me giro hacia mi interlocutora. Su frágil figura, iluminada por las linternas de a bordo, destaca entre la de los hombres de guerra rudos que embarcaron en un principio junto a nosotros.

¿Qué es lo que traerá a esta mujer a una guerra como esta? De todas maneras, hay infinidad de razones que pueden llevar a un cainita a Tierra Santa

-¿En otra Cruzada? No, mi señora. Ingresé en la Orden poco después de la anterior; pero sí que he estado defendiendo nuestras posesiones en Tierra Santa hasta...- Un gesto mezcla de dolor y pena surca mi rostro mientras recuerdo la pérdida de nuestra mayor fortaleza -hasta que debido a las sucias artes de los Templarios fuimos expulsados del Krak de los Caballeros; nuestra mayor fortaleza en Siria. Poco después la recuperamos, pero... prefiero no volver a ella.

Un silencio acompaña mi última frase. Prefiero no recordar los sentimientos que me embargaron aquella vez, cuando fui expulsado de lo que consideraba mi hogar.

-Pero por mi experiencia puedo asegurarle una sola cosa sobre las Cruzadas. No es más que una gran guerra, en la que los poderosos utilizan la religión y el miedo de los pobres para conseguir mayores riquezas. Son fanáticos religiosos que luchan por enriquecer a aquellos a los que sirven...

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11/08/2009, 21:32

La niebla envolvía las orillas de la costa Dalmata, mientras la Luna se esforzaba por brillar y atravesar esa capa que impedía que su claridad adornara la noche.

Las velas del barco resonaban una y otra vez, los vientos estaban cambiando. Los marineros guiados por un joven navegante pero bastante experimentado corrían de un lado para otro. Amarrando nuevos cabos y moviendo las velas para tomar el ultimo soplo de aire necesario para llegar a la costa de Zara.

 

A medida que el barco se adentra en la bruma podéis observar la costa y sobre ella la ciudad. Una ciudad abrazada por el mar y respaldada de fondo por los montes. Es una ciudad de casas bajas y humildes, sobre los que destacan una Iglesia cuya torre campanario se alza por encima de las demás edificaciones.

 

La luz del viejo faro arde en el puerto donde los barcos permanecen mecidos por un mar en movimiento.
 

No parece haber nadie pero cuando el barco esta casi llegando podéis ver a gran cantidad de soldados de la cruzada.

 

No muy lejos del puerto hay un campamento con carpas y fuegos donde los soldados descansan o charlan. Mientras que otros van y vienen por la ciudad.

Podéis ver a algún que otro lugareño, que va de camino a casa, pues a esas horas los ciudadanos están ya en sus hogares.
 

El barco llega a tierra y los marineros preparan todo para el desembarco. Vuestras posesiones están muy pronto en tierra dispuestas para ser transportadas.

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13/08/2009, 22:42
Edward Gotrich

Una vez han acabado de descargar nuestras cosas en el muelle me dirijo al sobrecargo que supervisa la operación. Avanzo lentamente con la mejor de mis sonrisas de amabilidad dando tiempo para que algún otro tripulante le avise.

-Señor contramaestre. ¿Sería tan amble de indicarnos como llegar al barrio veneciano y algún lugar de confianza donde hospedarnos?-espero pacientemente sus recomendaciones para expresarle mi agradecimiento.

-Muchas gracias señor… disculpe no recuerdo su nombre y no podría indicarle a quien le debe el alojamiento en la carta de agradecimiento por las bondades del viaje al Príncipe Narses.

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14/08/2009, 16:21
Arbhaan

Los viajes en barco no son de mi agrado. Odio estar confinado en un espacio tan reducido. Gracias al cielo que ya hemos llegado.

No obstante, el panorama no mejora mucho, ya que salimos de una ciudad para entrar en otra. Recojo mis escasas pertenencias - Viaja ligero, pues nunca sabes donde te llevará el camino - y bajo del barco para poder por fin sentir tierra firme bajo mis pies.

Recorro el puerto con los ojos de un cainita en una ciudad que no es la suya. Mi mente cataloga instintivamente todo lo que pueda ser una amenaza y descarta lo que no lo es.

- Me dirijo a mis compañeros cainitas - Quizás para evitarnos futuros problemas deberíamos ir a presentar nuestros respetos al príncipe de la ciudad. Después podremos dedicarnos a buscar hospedaje, si os parece.

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14/08/2009, 17:38
Mihali de los cuatro vientos

-Tienes razon, compañero, le tengo bastante aprecio a mi pellejo y creo que es lo más sensato que podemos hacer.

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15/08/2009, 11:02
Sólo para el director

Antes de escribir otro post podrias decirme lo que se sobre la organinacion cainita en este momento aqui?

Si hace falta tiro conocimeinto de la sociedad cainita

Cargando editor
15/08/2009, 20:41

Notas de juego

Antes que nada te aviso que puedes mantener la conversación del barco con Frey simultaneamente con el desembarco y lo demas que vaya ocurriendo hasta que la termineis, asi aligeramos.

Y a tu pregunta... Bajo tu conocimiento sabes que aquella ciudad estaba gobernada por un Principe llamado Gari, del clan Malkavian. Conoces que ese lugar es un punto estrategico en el adriatico y que su economia se basa en ese punto como pilar fundamental.

No es extraño de esperar que la llegada del ejercito de la Curzada halla debilitado mucho su Principado.

Narses no os comento nada sobre vuestro destino y vosotros tampoco preguntasteis.

No he querido adelantarme a describir perfectamente el estado de la ciudad actual puesto que acabais de desembarcar. Podeis tener vuestra idea aproximada pero en cuanto comenceis a adentraros y a conocer la ciudad observareis con mas detalles cual es la situación.

Si mas adelante hay algo que no te haya quedado claro, no dudes en volverme a preguntar. ;)

Cargando editor
16/08/2009, 10:15

Así que este joven caballero parece guardar recuerdos dolorosos de Tierra Santa, ¿por qué habrá vuelto entonces? Será de aquellos cainitas que visten los colores que una vez ostentaron en vida por vanidad o seguirá perteneciendo en realidad a la Orden? Al menos se ve que es un ser apasionado, con fuertes convicciones…

 

Sonrío antes las últimas palabras del caballero, asintiendo cortésmente.

 

Los poderosos siempre buscan su propio beneficio mi señor, tanto en la guerra como en la paz, y aquello que quede aplastado bajo la bota del rey no tiene muchas posibilidades de sobrevivir. Al menos las cruzadas garantizan a sus caballeros un lugar en el paraiso, y la oportunidad de dar rienda suelta a los instintos más bajos del hombre bajo bula papal. ¿No es irónico?

 

Contemplo la devastación que se ha producido en Zara, independiente prácticamente de la cruzada, y luego de nuevo a mi interlocutor.

 

Por otra parte, entiendo que los caballeros del Temple son acérrimos enemigos vuestros, así que ¿cómo es que viajáis con uno de ellos sin ningún inconveniente, máxime cuando él también estuvo en Tierra Santa por aquellos días de la caída del Krak?