Partida Rol por web

- Saludos mi señora, como bien ha dicho mi compañero Clevor, soy Travok, fiel servidor de Moradin y herramienta de sus actos.

El gnomo estaba maravillado por aquella maravillosa obra de arquitectura. No perdía ni uno solo de los detalles, las abarcaba todas, una belleza así debía retenerla en su memoria. Estaba maravillado por todo lo que veía. Su boca se abrió cuando pudo ver a la delicada dama. Quedó paralizado con las facciones de la semielfa. Había oído historias de seres que eran mitad elfo y mitad humano y esa era la primera criatura que veía  con esas características. Aquella dama tenía los mejores rasgos de ambas razas. Quedó deslumbrado.

Al ver a sus compañeros presentarse, no duda en adelantarse. Con un movimiento torpe el gnomo hace una reverencia que resulta un poco cómica y habla con la voz muy baja, creciendo en intensidad poco a poco. Se siente un poco abrumado.

- Mi nom-bre es Ke-llom Wyrem y os damos las gracias por la bienvenida.

- Encantada de conoceros - responde la Dama de Fuego lunar cuando os presentáis, haciendo una reverencia - Por favor, seguidme. Tomad asiento y poneos cómodos.

La semielfa os guia hasta una de las habitaciones laterales, una sala grande con chimenea, dos sofás amplios y varios sillones al rededor de una mesita donde hay una bandeja con pastas y frutos secos. La decoración es sumamente exquisita, con una alfombra de vivos colores y cortinas de fina seda. La mujer toma asiento y llama al sirviente para que traiga vino dulce y te caliente.

- Como ya habréis observado, o más bien sentido, estamos siendo azotados por un extraño temporal. Conforme pasan los días el frío es cada vez más intenso y ya están empezando a helarse algunos de los campos situados más al norte, cerca del Bosque Terrible - la semielfa hace una pausa dramática mientras os mira a los ojos a todos y cada uno de vosotros - Si esto sigue así los cultivos morirán en los campos y el próximo Día de la muerte del invierno de Aguas Fuertes será mucho más que simbólico...

En el momento en que la dama pronunció "por favor, seguidme", el guerrero levantó la cabeza y se puso de pie. En silencio la siguió e hizo gala de cortesía al sentarse en uno de los sillones. Preferiría haberse quedado parado. Luego tomó unos sorbos del vino dulce ofrecido, estaba claro que ya había quedado más que satisfecho en la posada. Luego escuchó con cuidado las palabras pronunciadas por la noble muchacha y habló En el camino hasta esta ciudad hemos sido testigos de que el mal no es solamente tiempo frío... hizo una pausa Los muertos se han levantado, y hemos oído un nombre que probablemente esté relacionado con la causa: Draigdurroch. Al decir esto dejó que sus ojos se encontraran con los de ella, sin apartarlos, firmes, como estrellas en el horizonte.

Sadrik que no había probado bocado en el desayuno hizo una pequeña reverencia y se sirvió un te y un par de dulces.

Mi señora, es obvio para todos que este frío no es natural pero no hemos podido encontrar a nadie, de momento, que pueda darnos una pista sobre su verdadero origen. Sabemos que es feérico  - dijo mirando a Kellom de reojo - pero me refiero a su motivo, ¿Hay alguien detrás de esto? ¿Hay alguien interesado en que esto ocurra?

Las preguntas de sus amigos eran las que quería pronunciar, así que de momento se mesaba la barba con los ojos cerrados en posee de reflexión a todo lo que escuchaba.

La semielfa observa con curiosidad a Sadrik tras su intervención y le dedica una dulce sonrisa - Maese Ojodeascua, he de deciros que si conocéis el nombre de Draigdurroch, apostaría el cuadro más valioso de mi colección a que os habéis encontrado con Curuvar el Descarado... en cuanto a tus preguntas, confiaba en que vosotros pudieseis ayudar a responderlas. No se quién puede estar detrás de todo esto y mucho menos los motivos que pueda tener... - responde la Dama de Fuego lunar cabizbaja, mostrando una sincera y profunda preocupación.

- Ciertamente, coincido con vosotros en que se trata de algún tipo de magia feerica. Muchos creen que es culpa de las hadas malignas, pero dado que el frío y las ventiscas parecen venir del Bosque Terrible, yo me inclino más por que la causa de todo esto esté relacionada con la torre del viejo Draigdurroch - la mujer hace una pausa para servirse una taza de te y darle un sorbo - Nadie ha visto a ese brujo loco desde hace 30 años, cuando una maldición cayó sobre su torre y la sepultó en hielo. Solo hay que sumar dos más dos... una torre helada en medio del Bosque Terrible y es justamente de allí de donde proviene este inusual tiempo frío...

Señora de vuestras palabras infiero que nos estáis pidiendo que vayamos hasta la torre para investigar.

¿Qué más sabéis del lugar? Si no hay crónicas fidedignas ¿Hay alguna leyenda que explique qué pasó allí?

- Lo que es seguro que hará falta ropa de abrigo y si pudiera ser, efectos mágicos para combatir esas temperaturas.
Comenta el enano, después de a ver estado escuchando la conversación.

Clevor desvió su mirada hacia Sadrik cuando éste habló, su cara poco expresiva mostraba un cierto desagrado por la pregunta del Tiflin Preguntando lo que acabo de responder... para luego agregar presurosamente Lo del abrigo es importante, quizá con unas pieles de oso podríamos soportar el terrible frío de la torre. Lo otro que nos podría ayudar es el acceso a alguna biblioteca donde pudíeramos consultar tomos de historia.

- Eh? acaba de hacer una mueca extraña Clevor? Pensó para si el enano. Hacia poco que conocía al humano, pero alguna cosas si que sabia. Era un buen embajador del gremio, en batalla era seguro que cualquiera querría a su lado, sabia como elevar la moral a la tropa, era buen táctico y que un orco muerto era mas expresivo que aquel muchacho. Que quería significar esa expresión? Tendría hambre? No creía, había tomado el primer desayuno, pero para los humanos ya era eso suficiente, estos humanos... hasta los medianos sabían que eso no era suficiente. Tendría gases? uhm... podría ser...
En su cara se reflejaba el desconcierto que le creaba la estatua de marmol que Clevor llamaba como su cara

- Sería el lugar más indicado por el que empezar a investigar todo este asunto, maese Sadrik - responde la Dama de Fuego Lunar con una sonrisa de oreja a oreja -  Me temo que no hay más que habladurías y conjeturas sobre lo que le ocurrió a Draigdurroch y su torre. Es algo que Curuvar y yo hemos comentado muchas veces - hace una pausa para dar un sorbo al té - Sabemos que el enano Draigdurroch estaba inmerso en algún tipo de investigación secreta... creía que el Bosque Terrible guardaba alguna fuente de energía sin explotar o algo por el estilo... - la Dama de Fuego lunar vuelve a dar un sorbo a su taza de té y la posa delicadamente en la mesa - No se cómo ni por qué desapareció el viejo enano, pero de eso hace ya 30 años. ¡Quizá si exploráis el lugar, podréis sacar a la luz sus investigaciones y podáis dar con el origen de este invierno adelantado!

- Si necesitáis ropa de abrigo seguro que encontráis en la tienda "Curiosidades de Garwan" - añade la mujer cuando Travok y Clevor intervienen - desde obras de arte, hasta ropas elegantes... e incluso componentes de todo tipo para rituales mágicos - dice finalmente guiñándole un ojo a Sadrik.

Mi señora, vuestros silencios valen tanto o más que vuestras palabras.

Dijo Sadrik entendiendo que la semielfa los mandaba a la aventura sin siquiera ofrecerles información a cambio de poner sus vidas en peligro. El gesto del mago se endureció al sentirse engañado y con un tono un poco más alto del debido en compañía de alguien de clase alta espetó:

Gracias por ofreceros a pagar cuanto necesitemos de esa tienda, un gran lider no escatima para proteger la vida de su pueblo o sus sirvientes.

Kellom se sentía incómodo con toda aquella perorata, sólo podía pensar en lo ruborizado que estaba y su incapaz para articular palabra alguna. ¡Cuántos acontecimientos le esperaban!

- ¿Frío? - tragó saliva.

Bueno, ya se estaba desinflando un poco. Un poco de frío tampoco viene mal, que no se diga que un gnomo aventurero que ha vagado por las cumbres nevadas tiene miedo al frío. Nada que una buena piel no solucione.

    Sombra escuchaba la charla, aunque no parecía prestar mucha atención. Él era un hombre de acción, y odiaba este tipo de conversaciones con miembros de la realeza, especialmente cuando se trataba de una elfa cursi como la Dama Fuegolunar. Con suerte estarían pronto en camino y tendría oportunidad de acuchillar la garganta de algún enemigo. Ese era el tipo de conversación que a Sombra le gustaba.

Clevor no llegaba a comprender el tono y el atrevimiento de Sadrik, para él era evidente que era la primera vez que trataba con la realeza y que poco le interesaba dejar al gremio bien parado. Otro merecedor del apodo El Descarado... prácticamente interrumpió el último comentario en tono de reclamo altivo que daba el mago Lo que intenta decir el buen Sadrik es que seguramente nos encargaremos nosotros de la negociación en dicha tienda de curiosidades. Doy por hecho que el propietario se tomará a gusto el saber que vuestra gracia lo ha recomendado.

La semielfa se queda sin palabras durante unos instantes y dedica una mirada fría y severa al tiflin - Soy una buena líder - responde con tono airado, pero sin llegar a alzar la voz - hago todo lo que está en mis manos para que mi pueblo no siga sufriendo. Por eso estáis vosotros aquí. Fuisteis contratados para una tarea y se os pagará a su debido tiempo, cuando halláis cumplido vuestro deber. Pero ni se os ocurra abusar de mi hospitalidad. - La mujer respira hondo y trata de relajarse. A continuación se dirige a Clevor - Maese Garwan es un enano razonable, a buen seguro os hará algún tipo de rebaja si sois tan amable con él como lo habéis sido conmigo, maese Clevor.

Sadirk miró al suelo y se puso rojo, aún más de lo que él ya era. Dió un paso atrás y no se atrevió a abrir la boca ni para pedir disculpas.

- Bien dijo el enano mientras se frotaba las manos - Vamos a los hechos. Entonces señora, si cree que ya tenemos todo lo necesario para partir, iremos hacer las comprar y a empezar la misión. Algunos también desea decir algo a la Gran Dama Lunar?