Soren refunfuñó.
-Está bien. Si queréis esperar, esperaremos. Tranquilo Orsik, ya tendrás tu oportunidad de machacar algunas cabezas.
Mientras estabais discutiendo cuál sería vuestro próximo paso, un sepulcral silencio se hace en el exterior. La reyerta se ha paralizado de repente y, cuando os silenciáis intentando entender qué pasa, un poderoso rugido os hiela la sangre. Algo ahí fuera ha puesto "orden" entre humanos y gnolls. Algo que probablemente sea mucho peor que la escena que habíais atisbado.
Tirada oculta
Motivo: Bajas Humanas
Tirada: 1d8
Resultado: 4 [4]
Tirada oculta
Motivo: Bajas Gnolls
Tirada: 1d4
Resultado: 3 [3]
Tirada oculta
Motivo: Altas Gnolls
Tirada: 2d8
Resultado: 11 [8, 3]
-¡Sh, sh, sh!--azuza Rurik a sus compadres al escuchar primero el silencio y después el fuerte rugido--Pero... ¿qué carajos ha sido eso? ¡Anda! Pues igual hay suerte y al final resulta que "mamá" ha vuelto a casa.
Soren tragó saliva. Si semejante rugido provenía del líder gnoll, en esos momentos no supo determinar si habían tenido suerte o no de que este regresara.
-Voy a echar un vistazo-dijo.
Era lo justo. Seguía invisible, y había que aprovecharlo.
Si se me hubiese acabado la invisibildiad, entonces espero.
Si se me hubiese acabado la invisibildiad, entonces espero.
Cuánto duraba?
Soren se asoma y ve una verdadera carnicería. Un buen número de humanos y algunos gnolls están desparramados por el suelo y más de media docena de nuevos gnolls se han unido a la reyerta.
Pero lo más inquietante de todo es que Gnaragg y su bestia han hecho una pavorosa aparición que han puesto sin duda orden.
Él no es un gnoll cualquiera, su presencia es amenazante y soberbia. Su bestia, que Soren no logra ver con claridad a pesar de su privilegiada infravisión, posee un aspecto de un elegante felino con el pelaje negro azulado. Posee seis patas y lo más extraño es que dos tentáculos surgen de sus hombros, cuyos extremos acolchados están cubiertos de protuberancias puntiagudas. Sus ojos brillan con una espantosa malevolencia persistente.
Soren había visto suficiente para evaluar el desafío que significaba acabar con el líder. Volvió raudo junto a sus compañeros y describió lo que había visto.
-En mi opinión, si queremos tener alguna posibilidad, tenemos que pillar al líder solo. Y a ser posible, sin esa bestia. Si no es posible esto último, pues nada, pero al menos que esté alejado de sus hombres. Todavía quedan muchos en pie, y les veo capaces de luchar hasta la muerte por él, aunque sólo fuera por el miedo que provoca.
El ladrón se mesó la barba.
-¿Quizá esperar hasta la noche, cuando estén descansando? El problema es que aún así, el ruído del enfrentamieno alertaría a los demás.
-En cuanto entren a las cavernas se van a percatar de que algo va mal--apuntó el abjurador enano tras escuchar las indicaciones del invisible Soren--Aunque yo preferiría hacer frente a lo que sea aquí dentro. Sin duda, en las cuevas estamos más protegidos y resguardados de la infecta horda gnoll que a campo abierto.
Soren confirmó lo que sospechábamos el temible rugido había sido emitido por Gnaragg. Nuestro objetivo había aparecido.
—Rurik tiene razón en que podemos luchar mejor aquí dentro. Podemos aprovechar los espacios y los pasillos a nuestro favor, pero como bien dice Soren lo ideal sería emboscarlo a solas...— Orsik intenta pensar en algo que puedan aprovechar y de repente suelta
—¡La concubina!— dice mirando a los demás enanos.
—Gnaragg no sabe que esa asquerosa está criando malvas, y si él está aquí posiblemente quiera hacerle una.. vi-si-ta..— esto último lo dice levantando las cejas con cada sílaba —¿Qué opináis?.. eso sí, esperando que no se lleve a su mascota con él, porque a saber cómo se comportan estas apestosas bestias—
Dando el plan de Orsik por bueno, Rurik asiente convencido:
-De acuerdo. Y si se trae al felino, cenamos gato con almendras... o gato agridulce, lo que prefiráis.
-¿Vamos? ¡Venga! Antes de que se calme la cosa y se internen en las cuevas.
-Buena idea Orsik. Apoyo el plan de esperar donde estaba la concubina. Quizá podamos emboscarle.
—¡Perfecto! Buena idea, vamos rápido y preparémonos para la fiesta —comenta ilusionado Groac'h.
A los pocos minutos de preparar vuestra emboscada, notáis la presencia del líder de los gnolls y de su bestia. A todas luces, Gnaragg se ha percatado de que algo no va bien y ha traído a su "mascota" a investigar qué es lo que pasa.
Cuando aparece en la caverna de su concubina, no parece muy afectado al ver su cadáver pero sí de ver como "unos sucios enanos" se han infiltrado en su morada.
¡Ahora dejaréis de ser una molestia! - grita con una voz gutural - ¡Moriréis y no seréis más que un bocado para él!
Cuando señala a la bestia, algo extraño ocurre para vuestros ojos. No podéis determinar con seguridad cuál es su posición en la caverna.
Motivo: Iniciativa Gnaragg
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+3)=6 [3]
Motivo: Iniciativa Bestia Trémula
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+2)=8 [6]
Soren sigue invisible. Tiramos iniciativas.
-¡Bla, bla, bla! Chacho, no sabía que los perros hablasen--le suelta un codazo Rurik al monje cósmico.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+1)=19 [18]
Llegó la hora de la verdad. Este era uno de esos momentos donde Soren dudaba si había merecido la pena dejar el trabajo en las calles.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+4)=8 [4]
—Ya veremos quién lo cuenta al final, ¡caraculo! —Le espeta Groac'h.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+1)=10 [9]
Ahora o nunca, pensó.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+3)=22 [19]
—¡Deja de ladrar y lucha!—
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+1)=20 [19]
22.- Gulgram
20.- Orsic
19.- Rurik
10.- Groac'h
08.- Soren
08.- Bestia Trémula
06.- Gnaragg
Pues venga, vamos comenzando.