Partida Rol por web

Orsik se limpia la espuma cervecera que le ha quedado en el bigote con el brazo, echa un vistazo a su hacha y la coloca en su cinto, a continuación se coloca el escudo en la espalda con la idea de que de esta forma le será más cómodo para cabalgar.

—Señor..— se dirige al Vizconde Wilfrick —..lamento que se vaya a perder la escena más divertida que haya visto usted jamás. Un grupo de enanos al galope sobre corceles— sonrie Orsik

—Chicos..— dice al resto de sus compañeros —..aquel que llegue sin caerse tiene una sesión con Durga "La Morcillita" pagada de mi bolsillo..¡jajaja!—. A continuación da un último trago de cerveza y se prepara para partir.

-Durga... ¡Qué recuerdos! ¡Ja, ja, ja!--ríe socarronamente Rurik.

Tras un ligero descanso, os ponéis en marcha con los caballos proporcionados por Wilfrick. No es vuestro método de transporte favorito pero la urgencia mandaba en vuestra visión y así, con ciertas dificultades anatómicas, pusisteis rumbo al Bosque Gnarley según las indicaciones de los comandantes.

Os lleva 4 horas al galope desde el campamento principal de la Hueste Justa hasta los bordes del Bosque Gnarley.

A lo largo del camino hacia el este, se pueden ver evidencias de enfrentamientos pasados: granjas quemadas, ganado sacrificado y cadáveres de soldados. De repente, suena una corneta a lo lejos.

Al coronar una colina baja, veis a los exploradores montados de la Hueste Justa luchando con exploradores orcos fuertemente armados.

Soren masculló improperios la mayor parte del camino. Estaba pensando en el callo que seguramente le saldría en el culo cuando escuchó aquel cuerno y divisó la batalla.

-¡Allí!-exclamó señalando-. Parecen aliados en problemas, ¿vamos?

El ladrón lo preguntó de forma retórica, pues ya estaba listo para espolear al caballo y acercarse al combate con intención de ayudar a los exploradores. Aunque no era para lo que habían venido aquí, ahora formaban parte de la Hueste Justa, y por lo tanto aquellos eran sus compañeros.

Como el resto de sus hermanos, todo el camino fue rezongando... Se miró los pies y pensó que prefería ir andando con ellos que verlos colgar... Malditos humanos y sus caballos... Sin embargo, el grito de Ojoagudo lo sacó de sus protestas. Aliados en problemas, intentó espolear el caballo sin pensar en que podría acabar en el suelo con un fuerte golpe.

—La verdad es que sí —dice Groac'h melancólico, después de escuchar al mago.

El viaje la resulta poco menos que un suplicio al enano, que odia a los malditos caballos, sea cual sea su estatura.

—Espero que liquidar al liche compense semejante ignominia.

Una vez sobre el terreno, la acción parecía haber dado comienzo, así que sin dilación, instó a los suyos a acercase, como Soren había dicho.

-¡Venga!--espoleó Rurik a su montura--¡Son pieles verdes! ¡El que menos mate paga la siguiente ronda!

—¿Sabes que es lo que desayunábamos todos los días en la milicia?— dice mirando a Rurik —¡Menudillos de Orco! ¡Jajaja!...acepto la apuesta..—  A continuación dirige su caballo en dirección a la pelea. 

Cuando os aproximáis y desmontáis vuestros caballos, os dais cuenta de que se trata de orogs y no de simples orcos.

Por desgracia, mientras os apresurabais a llegar a la zona, dos humanos han caído aunque también uno de los orogs.

-¡Vaya! Pues sí que vienen bien pertrechados los inmundos--se sorprende el abjurador enano.

—Qué asco de bichos inmundos. ¡A por ellos! —Grita Groac'h

Orsik se coloca el escudo, y blandiendo su hacha se dirige hacia la batalla.

Saltando del caballo, se dispuso a cargar y ayudar a los humanos.

Sin pensar, avanzó presuroso hacia las criaturas. Ya había caído uno de los orogs pero dos humanos yacían en el suelo.

No caerán mas. 

El único golpe certero de Gulgram se estrelló con una recia armadura completa que portaba el orog.

Orsik avanza hacia uno de los orog con el hacha en una mano y el escudo en la otra.

—Ven aquí cariño, tú vas a ser el primero..— le dice en tono burlón mientras intenta asestarle varios golpes.

Vuestros primeros ataques contra los orogs no estaban siendo en absoluto efectivos.