Partida Rol por web

Después de dar un respingo de sorpresa, Dain contesta a todo pulmón:

-¡Tres enanos y dos gnomos! ¿Y en ese lado?

¡¡¿Qué qué?!! - Responde la voz furiosamente antes de abrir la puerta precipitadamente. Tras la puerta,  un enorme humanoide con cabeza de toro y cuyo pelaje está teñido de sangre.

¡INTRUSOS! - Ruge el minotauro al ver vuestra comitiva.

Brob escucha la voz y reacciona con rapidez

—¡Repámpanos, un toro con el rabo a la altura de mi cara!

Cuando la deforme criatura cayó, nada más importaba en el mundo para el gnomo. Comenzó a moverse alrededor de ella tomando notas. Murmullos ininteligibles surgían de sus pequeños labios. Apenas se percató en que los enanos comenzaron a moverse de nuevo... Sólo la exclamación de Brob, lo sacó de su ensimismamiento. 

- ¿Oro? ¿Un oro aquí bajo? - Habló más para sí mismo - ¡¡Ero ver, ero ver!! ¡¡Qué emocionante!!

Después de guiñar un ojo a Glohrim, Dain agarra el mazo con ambas manos y aguarda a que su interlocutor abra para atizarle.

-¡Un hombre toro!--replica Dain al minotauro antes de propinarle un fuerte golpe con el mazo en el costado.

Aunque el minotauro tenía cierta cobertura de la pared y de lo estrecho que era el quicio de la puerta. Dain acertó con su primer mazado. Aún así, el minotauro parecía muy robusto y sus heridas no parecían muy serias. El segundo mazazo falló.

Brob se queda algo aturullado ante la presencia del monstruoso bovino, así que reacciona lanzando un poderoso relámpago.

Brob se aparta del minotauro a todo correr, dando la espalda al bicho con imprudencia.

Tras el potente rayo que impactó de pleno en el minotauro, éste aprovechó el descuido de Brob para propinarle un tremendo hachazo.

Para su sorpresa, la otra puerta se abrió de par en para para revelar otro minotauro tras ella. Con gran furia descarga su tremenda hacha sobre el gnomo.

Resoplando con los ojos inyectados en sangre, el minotauro herido sale del pasillo para enfrentarse a Dain, propinándole un hachazo y bajando la guardia en consecuencia.

Un intento combate estaba frente a él, a unos pocos pasos pero el pequeño túnel era una trampa mortal... No podía hacer nada y estaba ansioso por ver a las criaturas con cuernos. 

- No eo, no eo - Gritaba mientras brincaba. 

Viendo que no podría hacer nada por ayudar a sus compañeros, murmurando imprecaciones retrocedió e intentó desviar su atención del combate hacia el cadáver de la misteriosa criatura por partes.

Glorhim se quedó estupefacto ante los tremendos golpes que le había propinado el minotauro al gnomo.

—¡Broooob! ¡Broooob!— grito el enano temiendo los efectos del brutal ataque. Enfurecido, el paladín alzó su martillo contra el minotauro más cercano, y que parecía bastante herido, intentando propinarle unos golpes letales.

—¡Pagaréis por esto bestias inmundas!—

Después de los ataques el paladín retrocedió hasta la sala anterior, situándose a la izquierda de la entrada.

Furen se movió al espacio que había dejado el paladín, y desde allí tuvo una mejor perspectiva de la situación, que no era nada buena.

-¡Estamos en un cuello de botella, aquí somos vulnerables!-gritó Furen justo antes de conjugar un hechizo.

Lanzó el sortilegio a Brob, para tratar de estabilizarlo, y seguidamente se retiró para secundar la opción de replegarse.