Partida Rol por web

Agradeciendo los cuidados de sus compañeras, Magni repone sus energías comiendo y bebiendo, además de hacer algo de ejercicio con sus armas para mejorar su coordinación y que en el próximo combate pueda acabar con el mayor número de enemigos sin sufrir mucho. Y así espera para emprender el camino nuevamente hasta aquel bosque infestado de peligros.

Esta vez en la posada si necesito descansar mas de unas horas, ese combate había sido intenso, incluso cuerpo a cuerpo que no era su fuerte, no tubo más remedio que utilizar su espada y escudo. Realmente no habían salido del todo mal, podían estar satisfechos, habian terminado con una de las 2 amenazas, por lo menos las de un camino. Brom se veia enfadado, pero no era algo que lo preocupase, era el estado natural del enano, siempre que tuviese fuerzas para protestar todo estaba bien.

Bajo las escaleras ya recuperado saludando a todos con su perenne sonrisa traviesa -quizas si a alguno os sobra dinero.... Deberia comprar mas vendas, yo me lo gaste todo en nuevo armamento para ayudar cuerpo a cuerpo, si fuese necesario y nuevas flechas-

Después de un merecido descanso, con las heridas cerradas y la barriga llena, me encuentro de muy buen humor. Por regla general, comer, beber y descansar es lo que más nos gusta a los medianos, y por ese orden. Así que cuando Tandas comentó que estaba son blanca, me pilló con buen pie.

- Ah, Tandas, buen amigo, que tú estes bien armado es una inversión para mí. No es que sea rico ni mucho menos - Me apresuro a aclarar. - Pero algo de oro para vendas y flechas sí que tengo. Como decía mi santa madre, ir de compras alegra el espíritu, vamos a ver si reponemos nuestros botiquines y munición. Y ya de paso, creo que me compraré una espada, al final, llevar una hoja el doble de larga me hará el doble de letal, calculo. Y da una estampa más gallarda.

No pudo menos que asentir y sonreir al mediano, ese pequeñajo siempre conseguia sacarle una sonrisa, si bien no era muy difícil que sonriese, ya que solia tener muy buen humor y hacer muchas bromas, una sonrisa sincera 100% es lo que conseguia el mediano, con sus historias y respuestas -pues de compras se ha dicho, tranquilo no comprare nada que no sea estrictamente necesario - le guiño. 

Pone la bolsita con 39 monedas de oro en la mesa.

-Desconte una de oro para suplementar algunas vendas. Pero el resto si les hace falta para lo mismo o completar lo que haga falta.

Aporta Timel que despues de la paliza en el bosque con los lobos se habia mantenido muy silenciosa esos dias. La verdad casi ni la cuentan pero la elfa agradecia que al menos habian tenian la buena fortuna de acabar con un enemigo primero antes de ir al corazon del bosque con dos enemigos y el puñetero monolito. Eso le llevaba dando vueltas en al cabeza hacia dias y preferia que acordaran que hacer antes de volver a estar en la encrucijada del bosque.

-?Entonces esta vez iremos tras los orcos solamente o al corazon del bosque?

La contabilidad del grupo estaba bastante buena de momento y Magni aporta para la compra. 

—Unas treinta monedas de oro para vendas y más, y si queda, aportaré para la protección que desea Brom, todavía nos quedan los orcos y con ellos seguro necesitaremos más recursos para enfrentarlos.

Tras un par de días, en los que os recuperáis por completo y realizáis algunas compras. Llega de nuevo el momento de continuar con vuestro trabajo. Y al amanecer del tercer día, tras un buen desayuno, os encamináis de nuevo al bosque. Pasáis el puente y tras un rato en en camino, entráis en el oscuro bosque. De nuevo, a pesar de ser un bonito día, con solo alguna nube en el cielo, en el interior del bosque, la luz es escasa y todo esta en la penumbra.

La marcha es mucho más fácil que la primera vez que vinisteis, pero es dura, y pasan las horas. Hacéis un descanso, que aprovecháis para comer un poco. No habéis sido atacados por lobos, como en la anterior ocasión, pero en algunas ocasiones, os ha parecido oír y ver, algún animal cerca. Y en muchas ocasiones, habéis tenido la sensación de estar siendo observados. Y por la tarde llegáis de nuevo a aquella encrucijada de caminos. Al norte el más transitado, y con recientes huellas de orcos, a la izquierda el que os llevó hasta la guarida de los lobos, ahora con muy pocas huellas recientes. Y a la izquierda uno en el que hay muchas huellas de orcos, y alguna de lobos.

Tenéis que decidir el camino a seguir.

Vuestro turno.

Como en un sueño repetido, allí estábamos de nuevo. El mismo bosque, la misma encrucijada. Iba el primero, avanzando en silencio y dejando las historietas para los demás. No estaba de humor, ya que había recibido heridas en cada una de las veces que habíamos combatido y salido con vida a duras penas. Me olía que esta iba a ser la última vez que volvería a dar el mismo paseo hasta la posada de Faston. Los demás habían comprado algo de equipo, pero yo no pude cambiar de armadura: no tenía ni el dinero ni el tiempo suficiente. Tal vez en un futuro...

-"Ya estamos de nuevo aquí. Supongo que querréis ir a la derecha para ver qué pasa con los orcos, ¿no? Y hacerles esa emboscada que dijisteis..." Dije enfilando por ese camino sin ni siquiera mirarles.

-¿Y a este que bicho le ha picado? Ahh seguro que tiene resaca, ya le dije que a su edad no era juicioso beber de la manera que lo hacem

Pregunta Tímel enarcando una ceja, de forma general y sin esperar respuesta de nadie precisamente, viendo a Brom refunfuñar encaminandose hacía el sendero de los orcos.

La elfa extendió el brazo pillandolo con el cuello de la ropa dándole un ligero jaloncito.

-Eah espérate guapo que a lo mejor se quieren ir a ver tu piedra misteriosa.

De todas formas, cavilaba la elfa, mejor seguir juntos y no separarse mucho por si acaso.

Se encuentran nuevamente en el bosque y Brom desea entrar en acción cuanto antes. Así que Magni le sigue de cerca para que juntos vuelvan a ser la primera línea del grupo. Esta vez seguro será mucho más difícil el combate, pero su hacha y martillo están preparados para enfrentar a los orcos.

La guerrera de fe miró las huellas con detenimiento, agachándose con su pesada cota, y poniendo sus guantes sobre aquel suelo lleno de huellas. Después se irguió y habló a todos: - Vale, pues vayamos, la guarida de lobos ya la hemos destruido, así que no merece la pena gastar más de nuestro tiempo. Esperó un momento a que los demás se decidieran, no obstante, de mientras ya había sacado su escudo y su maza pesada, no quería que la cogieran de imprevisto.

Caminaba cabizbajo detrás del grupo, mientras sopesaba mi bolsa, que lamentablemente era muy muy ligera. Un pícaro pobre es un pícaro triste. Tratando de animarme a mí mismo y también al resto del grupo, comenté: -Bueno, los orcos son más letales, fieros y crueles que los lobos, pero tienen una cosa de la que los animales carecen… ¡tesoro! Y lo único mejor que salvar al mundo, es salvar al mundo y conseguir oro – Terminé con una sonrisa. No sé si habría animado al resto del grupo, pero desde luego la posibilidad de conseguir botín me había animado a mí. – Y aunque prefiero que la decisión sobre a donde ir recaiga en gente con más experiencia que yo – digo mientras cabeceo hacía los enanos y la elfa, que sin duda me sacarán más de un siglo de edad – preferiría acabar con los orcos que explorar la piedra mágica. Al menos, hasta que descubramos como sacar provecho de ese trasto. Aunque también es cierto que un orco te puede soltar un hachazo por menos que nada, y aún no he visto que un menhir ataque a nadie…

En esta ocasión la mayoría piensa que lo mejor es seguir el camino en el que hay fundamentalmente huellas de orcos. Tras un buen rato y avanzando con muchas precauciones, llegáis hasta un pequeño claro, en el que sin lugar a duda ha tenido recientemente lugar un combate. Sangre en el suelo, fragmentos de armaduras, armas rotas. Y los restos, no muy viejos de dos grandes hogueras, en las que han incinerado cuerpos.

Cerca hay una entrada a una cueva, en la que también hay indicios de combate, esta ha sido abandonada, y hay algunos restos de comida, trapos y algunos utensilios abandonados. Al parecer la cueva era el lugar donde vivían muchos orcos, tal vez un clan entero. Al fondo, veis una hoguera que se esta apagando, una vieja orca, ciega, herida y enferma, Acaricia a un par de tristes lobeznos, que acaban de perder a su madre.

Al acercaros, la vieja orca, mira en vuestra dirección, y podéis ver que esta en las últimas, poca es la vida que le queda. No así a los dos pequeños lobeznos, que aun están en buenas condiciones.

La orca, tras unas sangrientas toses, trata de hablar, aunque sus palabras, roncas y débiles, son muchas veces cortadas por los accesos de esa fea tos:

-Pieles blancas….¡Tened cuidado! Togrum el negro, es malvado, ha traído….la ruina sobre mi clan. Gok Cabeza de Piedra, el líder del clan, fue,,,,,atraído con promesas de riquezas a estos bosques. Pero solo muerte y locura encontramos. El maldito colmillo ….del diablo, ha perturbado la mente de muchos grandes guerreros del clan. Y la locura se extendió,……. muerte, lucha, el clan destruido. Algunos huyeron, muchos ….murieron. Yo muero ahora, y ….os aviso. Cuidado con Togrum……-

Tras lo cual, un fuerte acceso de tos, para de forma abrupta, quedando inmóvil el cuerpo de la anciana. Siendo el único movimiento el de los dos pequeños lobeznos lamiendo sus manos.

Afuera el sol sigue sigue avanzando en su camino, acercándose poco a poco el atardecer.

Vuestro turno

- Vaya nunca pensaría que una orca nos alertara del peligro, siempre se aprende algo nuevo. Pobres cachorritos... debemos de matar a ese jefe, ahora estará supongo más diezmada su tropa o no. Dicho esto, la hermana con escudo y maza sacada se acercó a la entrada de la cueva en sigilo. - ¿Quién quiere ir el primero?, comentó pues sabía que su armadura podía alertar al enemigo más que pillarlos por sorpresa.

La visión de aquellas piras me trajo recuerdos de otros tiempos, cuando combatía entre las filas de mi glorioso thane. Mi cara pasó del enfado a la nostalgia y de esta a la pesadumbre. Salí de mi ensimismamiento cuando la orca habló.

-"Está claro quién va a ir el primero. ¡HUMMM! Parece que ese cabecilla llamado Togrum ha acabado con la vida de parte del clan y nos ha ahorrado una batalla. Vayamos de una vez al maldito monolito." Comenté.

Me dirigí hacia la salida de la cueva y antes de salir me giré hacia los demás.

-"Encargaros de acabar rápidamente con esos lobeznos. Ahora son muy monos, pero cuando sean mayores tratarán de matar a cualquiera que pase por aquí." Dije y me volví para seguir mi camino hacia la salida.

Tímel hincó una rodilla junto a la vieja orca con un rictus sombrío desdibujando sus bellas facciones.

-No, por favor Brom que nadie lastime a estos cachorros. Son parte de la naturaleza y merecen repoblar su manada, y si serán fieros y peligrosos solo estarán siendo fieles a su esencia.

Pidió la elfa levantando el rostro buscando apoyo en las miradas del  resto del grupo. Aunque no estaba segura si dos lobeznos podrían sobrevivir solos. "Ojalá tuviera trato con animales o afinidad con ellos, tal vez Tandas por su condición de cazador pudiera adoptarlos…"

Tímel luego se puso en pie pensativa.

-Glock era el cabecilla del clan, el que trajo a su pueblo al bosque tras promesas de poder y riquezas. Puede que siga vivo, puede que no.

Ese otro nombre no obstante, Togrum el negro, me suena al embaucador, el que sedujo al pueblo orco; sospecho que pueda ser un mago jugando con sus marionetas orcas y con la vida natural de los lobos. Y lo sabía el colmillo del diablo no puede ser otra cosa que el monolito, es mágico y afectó las mentes de los guerreros orcos que terminaron matándose entre ellos, puede que incluso su magia sea lo que haya creado los huargos. Debemos ir con cuidado y no caer bajo los efectos mágicos del condenado monolito.

¿Hermana Madelina, tienes alguna bendición o protección mágica para lanzar cuando estemos cerca de la susodicha piedra?

Asintió -Estoy con Timel, estos pequeños no suponen una amenaza, es mas, sin el influjo de la piedra, ni de los orcos, solo haran lo que todos los lobos, proteger su territorio, yo voto por dejarlos ir- miro a la elfa -los demas de su manada los acogerán, no temas por ellos, no pueden estar mejor que con los suyos-​ le habría encantado quedarse con los lobitos, pero ahora mismo no podia, quizas si a la vuelta siguiesen alli.... - por lo que nos ha contado esta mujer.... Se le veia muy triste por lo que le estaba pasando a su pueblo, ese tal Togrum, tiene pinta de ser un chaman y no son tan tontos como los guerreros, menos este que parece haber podido engañar a todos, aunque según decia la anciana.... Su número esta mermando- se le ocurrió una idea bastante loca, miro sobretodo a los enanos -igual si acabamos con ese chaman.... Podamos hablar con su jefe, si aquí solo han encontrado muerte... Igual no les importe irse, una vez destruido el chaman y el monolito, los orcos son nómadas, no permanecen en un lugar mucho tiempo, a menos que el sitio les ofrezca algo, y este solo les ha traido desgracia-

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- Sí claro tengo una bendición en mi lista de conjuros también uno protector, pero no sé si afectará para no controlar la voluntad o afectarla, son conjuros de defensa y ataque, ataque en cuanto a armas, y defensa en cuanto armadura, por lo que dice de una afectación mental, no tengo. 

Magni estaba confundido pues asumía que los orcos que azotaban al pueblo pertenecían a un mismo clan, pero iba a ser que no. Por lo menos el número de enemigos se hacía más pequeño y tendrían más oportunidad ahora de sacar la amenaza del bosque. La insistencia de Brom por el monolito terminó convenciendo al joven minero, sabía de la pasión que despertaban las piedras en los de su raza era natural pero a él solo le interesaban las piedras y los metales preciosos, los que tenían maldiciones y cosas por el estilo no eran lo suyo.

—Busquemos el monolito —dice Magni dejando la decisión de encargarse de los cachorros de lobos a los que son más afines a los animales—, si descubrimos de trata su poder quizá resolvamos el problema de los orcos y demás peligros de este bosque. 

- Vaya, ¿Timel, entonces el Colmillo del Diablo es el monolito? Igual si lo rompemos liberamos a algunos orcos de la furia homicida. No a todos, claro, algunos son así porque sí. Muy brutos. – Parloteo mientras tranquilizó a los lobeznos. Cuando veo que están un poco más calmados, les doy un poco de la carne seca de las raciones de viaje.  – Pero que animalitos tan monos, son como peluchitos, todo peludos y blanditos – Pongo los ojos como el gato de Sherk mientras digo. – Deberíamos quedárnoslos. Son como perros, más o menos. Pero más chulos. Vaaaa Tandas, nos los llevamos. Si encontramos una manada de lobos ya los dejamos para que los adopten, pero dejarlos aquí solitos, no podemos.

Mientras los lobitos se comen la carne, registro a la anciana chaman por si tiene algo de interés. Y si al final se dejan, me los llevaré conmigo.