Partida Rol por web

El sacrosanto silencio, violado por las palabras de sus vecinos retornó, pero se imponía romperlo otra vez.

-¡Sí!,  Makuro sama, partiremos hacia Hima, respondió con enérgica convicción, flexionando su espalda hacia adelante para hacer una reverencia de afirmación.

Parecía ser que la acción iba a tener lugar antes de lo que pensaba.

Repasó mentalmente sus conjuros de combate escogiendo los que consideraba más apropiados para la situación. Confiaba en demostrar sus capacidades para mayor gloria de su escuela y su familia. 

Espero poder visitar la ciudad mañana, si necesitamos conseguir provisiones imagino que Moshi-sama no me pondrá ningún impedimento para que las adquiramos en el mercado. Siempre es agradable perderse en lugares nuevos, nuestras islas son magníficas, pero te limitan. El continente es digno de explorar y conocer.

Animado por la respuesta de Moshi-sama, respondo con voz alegre:

-Entonces debemos conseguirlas, si queréis podría encargarme yo de reunir los suministros, salvo que queráis ver vos mismo todo lo que esta ciudad tiene para ofrecernos. Pero imagino que estaréis tan cansado como yo tras el largo viaje, Moshi-sama. Siendo totalmente sincero, no veo el momento de darme un baño y quitarme el polvo del camino. ¿Iremos directamente al castillo?

-Demasiado joven.- Dijo para sí mismo en voz baja aunque pudiste oirlo. -Iremos al castillo. Nos presentaremos ante el señor y mañana podrás explorar la ciudad mientras haces las compras. Yo seguiré el protocolo y permaneceré en castillo a ver que noticias hay de sus vecinos unicornio.-

Seguís adelante por entre las calles de la ciudad en dirección a la fortaleza. Veis como los artesanos cierran sus tiendas y los campesinos y comerciantes recogen sus puestos pero Moshi Hohime se detiene de repente ante dos campesinos que recogían sus puestos.

-¿Cómo has dicho?- Le dijo un poco grosero Hohime al campesino.
Estos, viendo vuestra condición de samuráis se inclinaron de inmediato en una profunda reverencia. Hohime volvió a insistir. -Te Pregunto de nuevo, ¿Que ha pasado?.-

-Señor...- comenzó a decir uno de ellos. -Es tal como lo habéis oido. Un monstruo ha atacado una aldea al este de aqui.-
-Dime más.- Exigió Hohime.
-Pues...-comenzó el campesino pero el otro intervino. -La verdad es que hace un mes que la situación está descontrolada. Nunca ha pasado nada en la aldea pero ultimamente la gente desaparece y solo se encuentran trozos de ella y sangre.- 

El cortesano prosiguió su camino mientras meditaba. -Joven Tsuruchi- dijo algo mas animado. -Tu Damyo, me confesó que había un segundo motivo para que vinieras en este viaje.- Sin dejar tiempo a que pudieras preguntarlo, Moshi Hohime te lo cuenta. -Quería que aprendieras las artes del comercio y, según tengo entendido, no te gustan mucho los barcos por lo que también decidió que aprendieras de caballos. Necesitamos buenos jinetes en el clan que puedan darnos ventaja en una batalla tierra adentro. Pues bien, esta será tu primera lección de comercio, procura siempre que tu reputación te preceda.- Moshi Hohime se echó a reir.

-Hablaré esta misma noche con el Daimyo y le propondré la ayuda.- Inmediatamente cogió una pluma y se puso a escribir solicitando audiencia con el señor del castillo.

Tras escuchar las sabias palabras de Moshi-sama, mientras paseamos en dirección al castillo, una idea comienza a fraguar en mi joven mente.

Si diese caza a esa bestia, sería bueno para mi reputación en mi clan y fuera de él. Además, seguro que podría obtener algún tipo de recompensa, y eso es algo que estoy seguro que Moshi-sama puede lograr, el es un reputado cortesano en el clan, y ha sido instruido en tales artes. Si, seguro que él podrá lograr un buen trato. Y seguro que puedo congraciarme con Moshi-sama haciendo referencia a mi nuevo papel en el clan, aunque sea un modo de eludir las nuevas obligaciones temporalmente.

-Moshi-sama, me siento honrado por los esfuerzos del clan para encontrar el lugar ideal para un humilde samurái como yo. No soy digno de tantas atenciones, yo estoy aquí para servir al clan, me manden a cabalgar la tierra o el mar. Pero me alegran los planes que se me han asignado.

-Señor, aprecio vuestro consejo,pero yo siempre había escuchado que un buen comerciante es aquel que es capaz de ver sus oportunidades al momento, y que es capaz de aprovechar esa oportunidad.
Para que veáis con que entusiasmo recibo vuestro mensaje, por favor, escuchad lo que he de decir-y hago una reverencia hacia él al a vez que digo esto.

Tras asentir Moshi-sama, continuo:

-Se porque estoy aquí, y ahora conozco los planes que hay para mi en el futuro, pero acabo de ver una oportunidad que no deberíamos dejar pasar. Estoy seguro de que alguien tan sabio como vos sabréis aprovechar lo que voy a decir para mayor provecho nuestro, y del clan.

Por lo que dicen los campesinos, hay una bestia suelta asesinando gente impunemente, y a ningún señor le gusta que pase eso, disminuye la producción, y perjudica al comercio. Yo soy un bushi de la escuela de cazadores de recompensas Tsuruchi, y he sido adiestrado para dar caza a hombres y bestias, independientemente del entorno. Por favor, sama, usad la reputación de mi dojo para lograr un buen acuerdo con ese señor, un acuerdo que nos enriquezca al clan y a nosotros, y yo daré caza a esa bestia.

La bestia se ha acostumbrado a la sangre humana y ya vuelve a por ella. Hima necesita cazadores. comentó Naoko con un tono perdido de quien habla para si. Y luego abrió la carta.

Moshi Hohime asintió. -Has aprendido bien. No solo este señor obtendrá una ayuda de un experto arquero, si no que la noticia llegará a oidos del clan unicornio y nos abrirá nuevas oportunidades.-

Al llegar a las puertas de la fortaleza, pedís una audiencia de asilo nocturno. Solo queda esperar a que os llamen.

La caligrafía era buena, de una mano experta. Tu Damyo te convoca para hablar con él. Tu padre te observa. 

-Naoko,- dice -Ten cuidado.- 

Sus palabras resuenan en tu mente mientras camináis hacia la fortaleza, preguntándote que habrá querido decir.

-Si dejas que vuele el ruiseñor, cantará.- Las palabras de Kuni Tsuraemon eran más acertadas que nunca. El viejo proverbio había dado sus frutos. Una oportunidad se presentaba ante vosotros.

-Si ofrecemos nuestra ayuda para acabar con la bestia, el león no podrá ignorarnos.- Con una nueva esperanza os dirigís hacia la sala para comenzar los acuerdos.

Así que estás queriendo decir Kuni Tsuraemon que a los leones hay que ponerles por las nubes para que les caigamos bien y consigamos lo que queremos no?? nos interrumpe la conversación unos ruidos un samurái del clan (...). coge de la mano a una joven mujer, la regaña un poco y empiezan hablar entre ellos como si se conocieran bien y estuvieran saliendo juntos.creo que seria bueno comentar lo que hemos escuchado con el resto del grupo y tomar entre todos una decisión, de ayudar ha estos 2 enamorados y a su pueblo, vayamos

Esa noche la sala de audiencias estaba más repleta de lo normal. Dos representantes del clan Fénix con aspecto de shugenjas esperaban pacientes. Tres representantes del clan Dragón, Un Bushi con aspecto desaliñado, un monje Togashi y una mujer claramente cortesana estaba sentados a un lado, dos cangrejo, uno de ellos sumamente enorme, esperaban de pie un tanto impacientes y dos viajeros del clan de la Mantis, que claramente acababan de llegar a la ciudad.  

Mientras esperabais la decisión del Daimyo a vuestras proposiciones podéis ver como llegan dos personas más, un hombre adulto y una joven con el Mon del clan del león en sus vestimentas. El hombre adulto pasa a la sala de audicencias mientras que la joven espera pacientemente con vosotros.

Poco más tuvisteis que esperar hasta que el *Karo del Daimyo os hizo pasar, a todos. De repente la sala se llenó. Podéis ver a Ikoma Takaru sentado sobre una alfombrilla con su Daisho al lado y actitud pensativa. A su lado se sientan su Karo y el hombre adulto que entró antes.

-Como todos sabéis- comienza diciendo -una bestia está asolando la aldea de Hima. Nuestros rastreadores no han hallado a tal bestia pero sí su rastro. Según se dice la bestia es un oso. Un oso con la fuerza de diez hombres y ojos rojos.- Algunos murmullos surgen en la sala pero son acallados inmediatamente. -Son momentos difíciles, pero las fortunas han tenido a bien juntar nuestros destinos y vuestras ofertas de ayuda son bien aceptadas. Sin embargo me siento en la necesidad de contribuir a vuestra causa sin permanecer de brazos cruzados.- El Daimyo levanta su mano derecha señalando con su abanico hacia alguien de entre vosotros. -Matsu Naoko, serás la representación de nuestro clan para esta misión. Que las fortunas guíen vuestros destinos. Saldréis mañana al alba.-

Con estas palabras deja concluida la audiencia dejando el destino de Hima en jóvenes manos. 

Akemi no dijo ni una sola palabra en toda la reunión, pero sí intercambió miradas interrogativas con Tamori y Toushiro. A la salida, aclararían todo esto. Pero mientras Tamori no dijera otra cosa, su cometido era otro.

Sí escuchó, en cambio, con mucha atención las palabras del Daimyo. ¿Un oso con la fuerza de diez hombres? ¿Qué clase de brujería era esa? Desde luego, por honor quería combatirla.

Hai, Daimyo-sama. Traeré honor y la cabeza de la bestia a su sala, y protegeré a quienes os aman y viven para vos. Dijo Naoko llevando la frente al piso. No podía contener la emoción de su priera mision: sabía que su hermano no estaba haciendo otra cosa mas importante, asique la habían elegido a ella especialmente para esto. Era la primera vez que ella estaba primera antes que su hermano, y el orgullo insano le subia por las entrañas.
Respiró varias veces para tranquilizarse, y luego se alzó, preparandose para hacer una última reverencia e ir para tratar de prepararse para la excursión. Necesitaba trampas, y de las grandes.

Así que al final si que marchamos a buscar a la bestia, espero que Moshi-sama lograse un buen acuerdo. Lo que no me gusta tanto es que nuestro líder vaya a ser una Matsu. Comprendo que al ser territorio del León, un miembro de ese clan sea quien tome las riendas del grupo, pero los que son famosos por su liderazgo son los miembros de la familia Akodo. 

Las Matsu por otro lado tienen fama de feroces y temerarias guerreras... ¡Qué no respetan a los hombres! Si ese es el caso, nos esperan unas duras semanas por delante. Rezaré al salir de aquí a Osano-wo para que no sea así, y para que me de fuerzas para dejar al clan en buen lugar durante la cacería.

Mientras aguardo a que termine la reunión, me fijo en los rostros de aquellos que van a ser mis compañeros, tratando de descifrar sus reacciones a lo que aquí se cuenta.

vaya una reunión en un salón de reuniones bien yujuu que emocionante, solo cortesanos/as, concubinas y Shugenja ningún guerrero de verdad, escucho atentamente todo lo que cuentan de que tenemos que ir a por un oso que es más fuerte de lo normal, pero para eso están los cazadores y tampoco parece que han conseguido o son unos inútiles o ese animal es demasiado listo y entonces sí que seria un gran honor dar caza a esa bestia.veremos como son los otros integrantes del grupo, pero que la líder sea una mujer no me gusta nada de nada,espero que no se ponga  a llorar cuando vea una araña

La audiencia termina siendo más corta de lo que se esperaba, demostrando que las relaciones entre personas tienden a ser más efímeras aun que su silencios. La espera del Daimyo fue tranquila, pero sus palabras sonaron con la fuerza de la marea al golpear las olas. Se podía destilar el son de palabras racionales y de buenas intenciones para la cooperación, por lo que siento la luz de la esperanza filtrarse por entre las nubes de la dificultad, pero el Tao de Shinsei nos enseña que cuanto más cuesta conseguir algo, más se aprecia.

El Daimyo da la retirada, por lo que le doy una reverencia pronunciada y salgo de la habitación junto con el resto de miembros del Clan del Dragón. Estamos de acuerdo con que participar será un honor y estoy feliz de con esto acerca el objetivo de la paz y la íntima colaboración con la familia Ikoma.

Al salir, veo a los presentes y espero por si desean reunirse para planificar algo o si simplemente puedo ir a meditar un poco para acallar mi mente y leer un poco de las mileenramas para ver como están los presagios de nuestra próxima empresa.

La reunión fue breve y concisa, al jóven Fénix le quedaba claro que aunque los León agradecían la ayuda de otros clanes, querían tener el mando de la situación.

Esta es sin duda una buena ocasión para probar mi valía al clan, piensa emocionado.

Despide con una reverencia apropiada al daimyo y sale de la habitación, siempre un paso por detrás del veterano Isawa.

Una vez fuera y tras una cortés salutación con los demás asistentes, en especial con la joven Matsu, inquiere sobre los preparativos de la misión.

empiezo andar hacia la persona que ha sido nombrada líder del grupo, avanzo hacia ella lentamente y a la vista de la gente podría considerarse torpemente. Miro hacia abajo tu ser la que nos vas a liderar en la caza de la bestia?-espero unos 3 segundos- pues va siendo hora de reunir el grupo no?