Partida Rol por web

Un gran edificio de piedra descansa en un cul de sac de roca, en un hueco de la montaña. Muestra claros indicios de estar abandonado y poco cuidado; el techo ha perdido parte de las tejas, y lo que otrora fueron unas orgullosas puertas dobles centrales, ahora descansan sobre un montón de madera. Los restos de una gran campana y la monumental pieza que la hacía sonar, domina el centro de un patio enlosado que precede al edificio de piedra.

Karasu contempló mara maravillado los restos del edificio milenario. A pesar de llevar siglos abandonado conservaba gran parte de su grandeza.

Pero no podía despistarse en estos momentos, quién sabe qué peligros podrían estar esperándolos. Alzó el brazo en el que tenía posado Sukeiru, y éste salió volando para reconocer la zona.

Tenemos que encontrar un lugar donde refugiarnos y descansar digo con la voz fatigada si algo nos ataca ahora estamos perdidos mientras miro el edificio no puedo dejar de pensar en el demonio del que nos hablaron ¿seran mas bestias como la que nos encontramos? el peso de la mochila parece haberse multiplicado y las piernas no me responden adecuadamente

Por un instante, la insaciable curiosidad propia de los gnomos hizo que Vaskalinsvel se olvidara hasta del cansancio. ¡Menuda campana más grande, tenía que verla más de cerca! Sin pensar en nada más, y haciendo caso omiso de los comentarios de sus compañeros, se adelantó saltando como un chiquillo, para inspeccionar más de cerca aquel prodigio de hierro forjado.

A pesar de decirles que no se expusieran, han decidido seguir a un ritmo que no pueden. No estan preparados para algo asi, necesitan descansar les guste o no, se que puede hacer  la falta de oxigeno.

Me arrodillo para mirar la zona cercana del camino por si hubiera huellas, animales o tal vez de ese demonio que nos han dicho.... 

No te parece ver nada inusual que pudiera advertirte.

Vaskalinsvel avanza sin pensar en los peligros hacia el patio, subiendo a la zona enlosada en busca de la enorme campana de bronce y los trozos de madera del enorme tronco con un relieve delicadamente tallado que hacía de mecanismo para golpearla y hacerla sonar.

El patio está rodeado por una columnata de madera pintada de rojo que ha sufrido las inclemencias del tiempo y no ha recibido los cuidados necesarios para su mantenimiento, así como dos coloridos muros de colo rojizo.

El muro norte está decorado con un intrincado mosaico de monjes caminando por las nubes, y un par de escaleras flanquean el muro, accediendo a un alto porche en el que podéis ver tres puertas.

—¡Espera Vas...! —gritó Karasu, extendiendo la mano para sujetar a su compañero gnomo. Pero Vas se movió demasiado rápido.

Karasu desenfundó su Nodachi. Si alguna criatura los sorprendía no quería estar desarmado.

Niego mientras sigo a nuestro flameado gnomo por si le ocurriera algo. Aun asi me quedo un paso justo por detras, por si las moscas...

Vask deberias esperar un poco

Vas se acerca a la campana, por mi parte mi atención esta cautivada por el mosaico de modo que empiezo a bordear los restos para observarlo mejor es hermoso  y ciertamente lo es, algo tan hermoso debe ser guardado para la posteridad, me determino en realizar una copia tan pronto este el lugar asegurado.

De repente un extraño ser sal corriendo desde el borde de la terraza donde se había mantenido oculto, es una especie de simio de color blanco que lleva una lanza en la mano que corre y os mira de manera aterradora.

Karasu se cubrió los ojos con el Nodachi en cuanto notó el poder que emanaba de los ojos de la criatura.

mientras observo la pared y sus dibujos algo me llama la atención, al girarme una especie de mono blanco armado con una lanza ¿que es eso? digo mientras saco mi arco

No te pasa nada, resistes la mirada del ser.

-¿Qué es eso? ¿Un mono blanco con una lanza? ¡Qué gracioso!- dijo el gnomo, que no podía evitar mirar hacia cualquier nueva curiosidad.

Tan solo Karasu no intercepta su mirada con el ser que acaba de aparecer, al resto no parece afectarle lo que quiera que intente el simio blanco.

Durma avanza hacia el simio blanco con la lanza en la mano intentando asestar un golpe al mismo

Un violento golpe de la bárbara Durma parte al simio por la mitad sin dejarle hacer nada más.

Durma responde con prontitud ante el extraño ser ahora muerto por el violento golpe me acerco un poco para mirarlo mejor