Partida Rol por web

Vaskalinsvel se levantó aturdido. El golpe había sido tremendo y le dolía el tobillo derecho, seguramente se lo había torcido. Elrohir lo ayudó a levantarse tirándole de la ropa, mientras le preguntaba cómo estaba.

- Sobreviviré. Creo.- dijo, llevándose una mano a la cabeza.- Un momento, ¡maldita sea! ¡Maldito bicho!

Elrohir lo miró con preocupación, pero el gnomo no se quejaba de sus heridas. Estaba mirando al suelo consternado, donde su tabaco estaba desparramado por todo el suelo.

- Se va a enterar...- dijo por lo bajo. Las llamas que aún refulgían en sus manos brillaron con más fuerza, al igual que sus ojos.

Tras moverse al interior de la guarida de la bestia o su puesto de caza, nada se sabía de Abrosthor y su espléndida criatura. Luego Durma recargó su arco y pidió a sus compañeros que mojasen con aceite un trozo de tela y lo pusieran en su flecha. Karasu esperó mirando al mismo lugar que Durma, el agujero por el que había atacado la criatura la primera vez, lo mismo que Tarcil con su espada en mano observando el agujero a 60' de altura, Vaskanisvel tras estrellarse contra el suelo sin poder haber sido atrapado en el aire por el guerrero se levanta y concentra su poder curador para sanar a todos aquellos a su alrededor, mejorando su estado de salud. Por último Elrohir se preocupó del clérigo gnomo. Justo en ese momento de tensión un nuevo filamento, esta vez desde el agujero a 40' por el que los compañeros creían que debía continuar su camino, surgió disparado de nuevo contra el gnomo de lava, parecía que su calor llamaba a aquella extraña criatura. De nuevo el filamento se enganchó en el clérigo y lo hizó hacia arriba 10'

Escuchas gritos desde abajo, de la parte donde se encuentran tus compañeros.

Karasu permanecía atento a lo que pudiera ocurrir, y en ese momento otro filamento sale de repente del agujero de la pared y atrapa de nuevo al gnomo de lava.

Otra vez no... -susurra mientras su espadón sale volando a cortar el apéndice.

Compañeros, creo que deberíamos alejarnos de la zona para para pensar cómo hacer frente a estas criaturas... -dice en voz más alta mientras daba un paso atrás.

La espada voladora del mago falla pr muy poco su golpe, pero no consigue dañar el hilo que se lleva a Vaskanisvel que sigue su curso hacia las alturas.

Os internáis en la caverna excavada en la roca, dónde podéis ver restos de comida, ropas, esqueletos de animales y también de humanoides. Más adelante parece que del suelo emerge algo de luz diurna.

¡NO! Elrohir vio como el gnomo era arrastrado justo desde su lado desde un poco mas adentro del agujero en la pared, sin perder un segundo se lanzo a atraparlo, cuando lo tenía noto como la fuerza de la criatura era enorme de modo que no detuvo su carrera acercándose a la pared mientras empujaba a su compañero, un hueco, todo cuanto necesitaba, saco el sai de su cinturón y en un solo movimiento lo clavo con fuerza en el agujero enganchando el filamento en medio, un giro de muñeca basto para dejarlo bien sujeto  Tarcil, Durma, Bajemos esa cosa 

Harto me tiene este insectoide. Y cuando veo como atrapa otra vez a nuestro Gnomo igneo, mas de una maldición se me escapa por la boca mientras corro a ayudar a Elrohir en su intento de derribo.
Parece que estemos pescando, es lo que se me ocurre.
Pero la prioridad, es evitar que Vaska haga otro viajecito pared arriba.
Sobre todo, por que no se yo que tal le sentaría aterrizar otra vez de la misma manera.

Una vez entras en la caverna, vuelves a estar sobre tu montura y no bajo ella. Avanzáis hacia la luz a ver si conecta con otro túnel, y efectivamente hay otro túnel.

Sales y miras. Ves un pasillo. Su suelo.

Puedes ver como aquel ser que escapó o uno igual, no puedes ver desde aquí que esté herido está en el borde del hueco.

El elfo consigue clavar el hilo que sube a Vaskanisvel en la pared con su sai, o al menos mantenerlo allí. Acto seguido Tarcil se lanza a ayudarlo mientras Durma hace lo propio.