Partida Rol por web

La huérfana calculó que Konrad bien podía contar con la ayuda de unos cuarenta o cincuenta hombres, aunque desde luego no tenía forma alguna de saberlo. No obstante, sus observaciones no le indicaron cuál de ellos conocería su secreto, aunque no dudaba que seguramente lo tendría muy bien guardado para que nadie lo descubriera.

Cuando Josef le pidió a Imanu que comiera en su habitación, Leonor se extrañó ligeramente y se preguntó si la desconfianza de los hombres del vampiro no iría más allá de mera curiosidad por su color de piel. No fue hasta que no se quedaron a solas y el norteño le hizo aquella pregunta tan directa, que la muchacha no empezó a intuir qué era lo que pasaba allí realmente.

-Yo nunca le he visto robando nada – Comenzó a decir – Pero la vida en las calles no es fácil y a veces uno hace cualquier cosa por poder sobrevivir. Si vas a acusarle de ladrón, tendrás que meterme en el mismo saco, puesto que tampoco es que yo esté libre de pecado a ese respecto ¿Puedo saber por qué lo preguntas? Si es por el dinero que le faltan a tu señor, es cosa mía, puesto que él me prometió 15 grossos como pago por cada chica pelirroja que le trajera hasta dar con la que buscaba, y eso es lo que hice. Ahora que no se queje porque no haya querido cumplir su palabra. - Respondió totalmente airada, mostrando el orgullo característico de las venecianas.

“Yo no lo acuso de nada. Al contrario yo lo defiendo, pero quiero tener la seguridad de que no estoy defendiendo a alguien culpable.” Se defendió rápido a si mismo para que la joven no entendiera mal lo que pasaba. “Haber parece que han desaparecido algunas cosas de los hombres y muchos miran con suspicacia a tu amigo Imanu, claro yo me creo que no lo hace. Incluso luego hicimos una búsqueda sin que diera cuenta en donde duerme y nada.” Le explico pareciéndose sentir algo sorprendido con su otra revelación.

“¿Le robaste 15 grossos a nuestro señor?” pregunto pareciendo preocupada por ella. “Él me conto que le robaste algo, pero en verdad había pensado que se refería a otra cosa cuando dejo por entendido que lo dejaría pasar.” Confeso con media sonrisa ante la muestra de orgullo que tal vez revelo mas de lo que debia.

Aunque rápidamente se puso serio. “Sabes más allá de eso, quiere verte y que vos hables con él.”

-Ummmm… realmente la primera regla de aquellos que no tienen ni donde caerse muertos es que no se roba donde te dan de comer ni donde uno duerme. Yo no creo que Imanu sea el culpable ¿Nohay otra persona más de la que puedas sospechar? ¿Quien limpia las habitaciones quizá? – Preguntó algo preocupada, dispuesta a averiguar quien estaba detrás de todo esto.

Cuando Josef usó aquella palabra tan fea refiriéndose a ella, la hermosa pelirroja se defendió haciéndose la ofendida – Yo no le he robado nada. Tan solo he cogido lo que es mío por derecho, además de que le advertí que lo haría. Tu señor es quien me robó mi tesoro más preciado que nunca volveré a recuperar. Tendría que estar agradecido de que no le desplumara por el agravio. – Respondió con el ceño fruncido, aun más enfurruñada que antes.

Cuando el extranjero se puso serio y le dijo que Konrad deseaba hablar con ella, su corazón dio un vuelvo sin que supiera exactamente por qué. Una parte de ella ansiaba verle por encima de todo, pero su parte más racional se impuso aprovechando su enfado, mientras respondía – Antes quiero saber qué te ha dicho. ¿Hará algo con los sectarios? ¿Acogerá a Imanu sin hacerle daño?

“Es una buena regla, muy parecida a una que tenemos en el norte.” Comento pareciéndolo aceptar como una razón suficiente para dejar de sospechar de Imanu. Se quedó meditando un rato antes de contestar. “Por esa misma regla y el honor de nuestro pueblo es que no veo como alguien de nosotros robe a un compañero de armas. En especial porque podría pedirlo sin mas.” Le contesto estando seguro de descartar al gran grupo de guerreros. “Quienes limpian son las trabajadoras de esta posada, aunque robarle a clientes como nosotros no creo que sea lo ideal.” Opino aunque no estaba tan seguro que fuera imposible.

A Josef le agarro un poco por sorpresa la sorpresa pero entendió muy bien que no había utilizado bien las palabras. “Si, lo siento por recordártelo. Pero igual aunque entiendo que estés enojada tendrías que tener cuidado. Me imagino que se lo advertiste pero supongo que no lo tomo enserio.” Le comento aunque decidio mejor zanjar ese asunto lo mas rápido posible.

Asintió primero antes de contestar con palabras. “Imanu es un huésped ahora, así que tiene toda la libertad de quedar cuanto quiera o irse de aquí. Solo se le pide que no agravie de alguna forma a mi señor, ya que eso negaría cualquier derecho al asilo y defensa en caso de alguien de afuera que quiera dañarlo. Son costumbres de nuestra tierra, así que es algo seguro.” Le explico a la joven sin mentir en ningún momento y posiblemente aliviando algo de peso en su hombro. “Sobre los sectarios, le sugerí tu idea aunque prefiere no meterlos a terceros hasta tener una buena idea de que sea seguro. Por lo demás ha mandado a algunos a explorar cerca del sitio y por lo que se ha hablado un poco con Imanu. Aunque dice que necesita hablar con vos para terminar sus planes.” Comentaba como si repitiera palabras dadas por si líder que de nuevo dejaba en intriga a la joven.

-Desconozco quien ha podido ser, pero te ayudaré a intentar averiguarlo – Respondió decidida, sabiendo que si creían que Imanu era el ladrón, seguramente no le dejarían permanecer en ese lugar y tendría que tratar de ganarse la vida de nuevo solo en las calles de Venecia.

Ante la respuesta de Josef con respecto a los susodichos grossos, Leonor suavizó un poco el semblante antes de responderle con algo menos de enfado en su mirada, pero con un poco más de tristeza – Si no se lo tomó en serio no es mi problema. Yo se lo repetí bien clarito… y varias veces, he de añadir. Aunque supongo que es muy fácil no tomar en serio a una mujer... sobre todo si es tan joven y vulnerable como yo.

Ante la mención de las normas con respecto a su amigo de piel oscura, la dama de cabellos de fuego asintió un par de veces justo antes de responder – Espero entonces que tu señor sea alguien justo que no se deje agraviar por menudencias, puesto que cualquier veneciano podría tergiversar esas costumbres en su propio beneficio.

Arrugó la nariz ante la mención de que Konrad deseaba hablar con ella. Algo le decía que el encuentro que tuvieran no sería para hablar precisamente, aunque prefirió reprimir el cosquilleo que sentía su corazón ante aquella idea, y centrarse en lo realmente importante - ¿Cuándo desea verme? ¿Te ha dicho algo más? Lo cierto es que no se si le has contado algo de nuestra conversación y que sabes que soy una chica – Respondió algo pensativa.

“No es que no acepto tu ayuda. ¿pero tienes tiempo para estas cosas?” pregunto aunque casi en seguida parecio responderse a si mismo en su mente. “Aunque seguro haras tiempo para ayudar a un amigo, bien no te lo voy a impedir aunque hazlo sin llamar mucho la atension que unos cuantos los vieron llegar juntos así que imagino que los tendrán como que se conocen.” Comento esperando que entendiera que en ese momento la podrían acusar de ladrona por el simple hecho de conocerse con Imanu y además no era como si diera la mejor impresión con lo sucia que estaba. “Veamos puedo señalarte la habitación que robaron, pero lo demás deberías hacerlo vos a menos claro que quieras que te diga algo mas.”

Josef ahora mas que antes se sentía incómodo con aquella respuesta, incluso tal vez algo enojado porque cerraba sus puños. Pero no parecia dispuesto a refutar las cosas que decía la joven. “Puede ser, pero son diferentes costumbres. No es lo mismo que te echen aca que en el norte donde si no tenes abrigo suficiente podes morir de frio en algunas horas o ser devorado por una bestia salvaje. En el caso de tu amigo, esto podría ser lo único que lo salva de sectarios.” Fue lo único que devolvió cuando le comento sobre la personalidad de los Venecianos.

“Yo no le he contado nada mas que lo necesario, en si no sabe lo que yo se. Mas porque luego de decírselo le habría dado un golpe.” Confeso de nuevo cerrando con fuerza su puño. “Le dije que querías que se cuidara a tu amigo y que volverías para negociar con él de dia. Eso no pareció muy adecuado por el trabajo que se encuentra haciendo.” Termino de aclarar antes de sus pirar. “Por eso me dijo y me insistió, que te digiera que quiere verte esta noche. Para negociar sobre el trabajo que harán con él y los honorarios que recibirán ambos. Mas haya de ello se quedo tranquilo, aun cuando le recordé que debía lidiar con los sectarios.”

-Imanu me importa, y no me gustaría que se le acusara de algo que no ha hecho – Respondió confirmando las suposiciones de Josef con respecto a su amigo – No te preocupes que procuraré no llamar la atención, aunque me ayudaría saber desde cuando hace que faltan cosas y quien más tiene acceso a las habitaciones de los hombres…. Y si, tener acceso a la habitación que robaron será de gran ayuda, muchas gracias – Respondió bastante contenta de poder ayudar de alguna forma, aunque sin tener una idea aún de con qué se iba a encontrar.

-Si mi amigo no tiene cobijo aquí, no te preocupes que yo cuidaré de él sea como sea y le defenderé de los sectarios si hace falta. Igualmente supongo que no habrá que llegar a eso, porque ninguno hará nada inapropiado – Respondió suavizando un poco el tono de voz para que el norteño se sintiera tranquilo y para dar por zanjada esa pequeña diferencia de opinión.

Ante las explicaciones sobre las acciones de su señor, Leonor no pudo evitar sorprenderse cuando el hombre mencionó su deseo de darle un puñetazo al vampiro. No obstante, permaneció en silencio escuchando todo cuanto decía hasta que el final.

-Te agradezco todo lo que has hecho por mí. Dile que acudiré a hablar con él aunque hubiera preferido darme más tiempo antes de tener que volver a verle. De todos modos imagino que no puedo huir toda mi vida de lo que pasó. – Afirmó encogiéndose de hombros – Dile que estaré aquí a las nueve y que espero que me invite a cena – Finalizó prefiriendo ser ella la que impusiera las condiciones de su inminente cita, a pesar de saber que todo aquello no era más que una forma de intentar hacerse la dura a pesar de lo rápido que le latía el corazón.

Asintió varias veces viéndose algo complacido por lo que decías y posiblemente contento que fueras como él pensaba. “Bien. Las cosas faltan desde ayer cuando vino tu amigo y por eso lo ven como el culpable. Creo que muchas personas, entre nosotros no registramos las cosas de los otros luego están los que trabajan en la posada incluidos el posadero. Luego claro alguna mujer que hayan pagado también tendría acceso pero el hombre no pidió ninguna ni lo hicieron sus compañeros de habitación.” Le respondió a la mujer de la mejor forma que le parecía a él, luego les dio unas indicaciones para que llegara desde esta habitación a la del crimen.

Te miro y pareció pensar en decir algo cuando mencionaste que lo cuidarías de cualquier cosa pero finalmente pareció captar que ponías fin a eso.

Ante tus ultimas palabras negó. “Nada que agradecer, es lo mínimo que podía hacer.” Comento primero dejando una pausa para terminar de escucharte. “Le dire eso mismo, todo y tambien le comentare la suerte que tiene al tener tu atension pequeña.” Le dijo medio con media sonrisa antes de ponerse serio de vuelta. “¿Necesitas algo mas?” termino preguntando dispuesto a ver que proponía ella.

Leonor escuchó las explicaciones que le daba mientras intentaba saber quién podría haber robado en las habitaciones de los hombres. Estaba casi convencida de que Imanu no podía ser el culpable, puesto que, además de la premisa de que no se roba en la casa donde se come, su amigo estaba tan agotado por todo lo que había ocurrido, que lo más seguro es que hubiera estado durmiendo como un tronco hasta el día siguiente sin enterarse de nada.

Por todo ello, hizo un recuento de quien tenía acceso a ese cuarto y luego siguió a Josef hasta la sala, para tratar de encontrar alguna pista delo que allí había ocurrido, fijándose muy bien en las puertas y ventanas para comprobar si habían sido forzadas o en cualquier cosa que le llamara la atención y que pudiera ser sospechosa.

No pudo evitar sonreír ante las palabras del extranjero, el cual la anteponía a ella frente a su señor, a pesar de que la conocía desde hace no mucho – Jajaja, yo no diría que tiene suerte. Más bien todo lo contrario, puesto que pienso hacerle la vida imposible… O al menos, bastante menos tranquila de lo que desea. – Le aseguró con un guiño de complicidad justo antes de añadir. – Necesitaría saber qué ha desaparecido exactamente y si a alguien más de tus hombres le faltan cosas. – Finalizó, mientras repasaba la habitación.

El norteño largo unas pequeñas carcajadas. "No debería reírme de esto o mi señor." termino diciendo aunque una sonrisa seguía dibujada en su rostro. "Sera mejor que se la hagas imposible, aunque con cuidado. No sé qué planee en esa cita o si lo has cautivado lo suficiente para dejar pasar ciertas cosas, pero no te olvides que es un líder. Un líder no debe verse débil." Comento con algo más de seriedad antes de ponerse a pensar.

“Estoy casi seguro que solo fueron monedas que tenía guardado, por lo demás ahora que lo dices uno de los hombres me conto que extravió un anillo de plata que tenía.” Respondió antes de dejar que la pelirroja se retirara.

Siguiendo las indicaciones de Josef llegaste al presunto cuarto y tras asegurarse con algún método que estuviera vacía la habitación, se metió en ella comenzando su trabajo de investigación. Una rápida investigación la llevo a darse cuenta que no hubo ninguna clase de forcejeo en la puerta o ventana. Respecto a cosas que llamaran su atención eran en su mayoría vestimentas y dibujos del norte pero nada que diera una sospecha, por otro lado el lugar estaba claramente desordenado.

Leonor sonrió al ver por fin a Josef de buen humor. Le había costado lo suyo que dejara a un lado esa expresión culpable donde la veía como una víctima y se hacía responsable de lo que le había hecho su señor. Ahora posiblemente pensara que era bastante temeraria o que estaba algo loca, pero al menos no tendría que cargar con la pena de algo que habría pasado de todos modos… Al menos tenerle a su lado le hacía sentir más protegida y menos utilizada e indefensa, por lo que se lo agradecía de corazón.

-Gracias por los consejos. No te preocupes que no es mi intención faltarle al respeto. Te confieso que me da… algo de miedo. El suficiente como para tratar de no hacerle enfadar. Igualmente… ¿crees que alguien como él podría verse débil a mi lado? Agradezco tus halagos, pero no creo ser capaz de algo así. – Finalizó, confiando en que esto le tranquilizara y se diera cuenta de que sus intenciones no eran otras que intentar encontrar el lado humano que creía haber visto en el vampiro.

Una vez que ambos se despidieron y la joven revisó la habitación, Leonor se dio cuenta que quien fuera que robó en ella, no la había forzado en ningún momento. Por ahora desconocía si aquellos hombres dormían sin echar la llave, pero si Imanu hubiera entrado a robar, seguramente existiría alguna marca en la madera, aunque fuera mínima. Aquel que lo hizo debía tener acceso libre a la habitación y quizá había aprovechado la incorporación de ellos al grupo para poder robar sin ser acusado.

La joven miró de arriba abajo todo, intentando encontrar huellas o alguna marca u objeto olvidado que pudiera darle una pista. Se resistía a creer que no pudiera encontrar nada relevante, por lo que trató de aferrarse a cualquier mínima pista que le diera algo más de información.

“Algo de miedo siempre es bueno pequeña, es lo que nos permite seguir con vida.” Le dijo para alentarla y que no lo viera como algo malo al menos hasta cierto grado. “No me parece posible si te digo la verdad, pero ya sabes hay otra gente en este mundo.” Comento sin saber cómo responder a la pregunta de la chica en parte porque le faltaba lado conspirativo en él.

La búsqueda de la joven la hizo pensar en las investigaciones de los guardias cuando ocurrían crímenes y como al final no era algo frecuente que hallaran correctamente al culpable con lo que terminaban hallando. Pero hasta ahora no se había dado cuenta lo complicado de inspeccionar una escena, habiendo tenido suerte en las anteriores o la ayuda de seres que no deberían estar ahora mismo con los vivos. Tal vez debía intentar otra forma de investigación ya que no se encontraba avanzando.

Nada de lo que encontró en aquella habitación le sirvió para nada, por lo que finalmente desistió de seguir intentándolo y prefirió continuar su investigación en otro lugar diferente al que estaba. Lo cierto era que si lo desaparecido eran unas monedas, sería un asunto muy difícil de probar, puesto que todo el mundo tenía algún número de grossos indeterminado, pero quizá el anillo de plata podría darle una pista más válida de la identidad del ladrón.

Con esos pensamientos en la cabeza, salió del cuarto sin ser vista, dispuesta a sacar alguna pista entre los hombres que el vampiro había traído consigo. Su primer paso sería hablar con Imanu e intentar averiguar si poseía aquel anillo de plata. Realmente dudaba mucho que él fuera el ladrón, pero nunca estaba de más descartarlo.

Como entro salió, sin que nadie la viera. Tal vez fue su suerte que no tardo demasiado en la habitación que como Josef había dicho pertenecía a unos cuantos de sus compañeros que no verían con buenos ojos a Leonor husmeando. Pero eso poco importaba ya que habia salido bien y ahora bajando las escaleras se dirigía a la mesa donde habia dejado a Imaru y donde seguía estando, solo.

“Leo…” saludo con media sonrisa. “Ven, come un poco conmigo.” Comento aunque lo bien pudo haber dicho era que pasara un tiempo con él. “Supongo que los asuntos personales salieron bien o que al menos saliste bien de ellos.” Comento el joven suspirando y al escuchar la pregunta de ella.

“Vos también desconfías de mí. En serio porque les robaría?” te pregunto indignado antes de responder. “No robe ningún anillo de plata.”

Cuando salió de aquel cuarto, Leonor aun seguía algo inquieta por no haber encontrado nada que la ayudara con su investigación. No obstante había dejado a Imanu demasiado tiempo solo, por lo que realmente le apetecía pasar algo de tiempo en su compañía y quizá compartir un poco de comida a su lado.

-Si, al menos no me he metido en ningún lio más, y no parece que los sectarios anden por ahí buscándonos desesperadamente – Respondió ante su pregunta de qué tal le había ido el día mientras aceptaba de buen grado algo de comida de su plato.

-No desconfío de ti en absoluto, sino todo lo contrario. De hecho le he dicho a Josef que voy a intentar atrapar al ladrón que quiere cargarte el muerto de sus fechorías – Replicó con total sinceridad ante la respuesta del muchacho.

“Eso es bueno. Yo tambien sali junto a Josef y no parecia que hubiera nadie mirándome raro. Aunque bien tal vez son de esos grupos que se muevan mas de noche.” Comento tambien compartiéndole su perspectiva de lo que pasaba afuera. Le acerco algo de su comida que era pescado preparado hace poco. “Te encontraste con Sabino?” pregunto curioso sin decir su razon.

Sonrio aceptando sin duda alguna tus palabras. “Tampoco te hagas mucho problema Leo, sabes como son estas cosas siempre habrá esa sospecha por nosotros. Si te habrias quedado tal vez te habrían culpado a vos o a ambos.” Respondió resignado encogiéndolo los hombros antes de tomar mas de su comida. "Tal vez deberia irme."

Mientras continuaba comiendo un poco de pescado recién hecho que Imanu le tendía, Leonor escuchó las respuestas de su amigo con sumo interés. La pregunta sobre Sabino la pilló un poco por sorpresa, por lo que, tras pestañear, la joven pelirroja le respondió algo confundida.

-¿Con Sabino? Aun no le he visto desde lo que pasó, y realmente espero que esté bien ¿Por qué lo preguntas?

Ante la sugerencia de que se fuera de allí, la joven negó rotundamente con la cabeza - ¡De eso nada! Si te vas de aquí le estarás dando la coartada perfecta al verdadero culpable y se habrá ido de rositas. Tenemos que intentar averiguar quién ha sido y desenmascararle, y tenemos que hacerlo de forma sutil. ¡Además! Este plato está delicioso y pienso hacer que comas comida caliente mientras pueda. ¿Alguna pista de por dónde empezar? – Preguntó mientras le guiñaba un ojo para darle confianzas.

Imanu pareció sorprenderse y divertirse por la sorpresa de la joven, aunque espero a que ella respondiera antes de explicar sus razones. “Es que como se dice por ahí…estamos en el mismo bote. También el pequeño. Por lo que deberíamos juntarnos en algún momento para charlar de esto. Al menos así lo pienso, que te parece?” le pregunto tomando algo del pescado sin saborearlo demasiado antes de comerlo.

Suspiro pareciendo no contento con esa negativa, aunque por otro lado tampoco se había visto contento de abandonar este lugar. Sonrio divertido ante la mención del pescado. “Es rico eso no te lo niego. Pero como haremos para resolver algo asi, no tengo ideas para encontrar pistas…de donde venia era mejor ignorar ciertas cosas.” Comento confesando algo que no era verdadero solo para el gheto donde habia vivido él sino para lugares donde Leonor tambien habia dormido. “Aunque si conoces alguna forma estoy dispuesto a ayudarte.”

Mientras la conversacion se realizaba tranquila y parecia auncon algo tropiezos avanzar, la pequeña no podia sacarse de la cabeza que algo de lo que habia dicho Imanu le habia sonado algo extraño. Pero no podia terminar de hacerse a la idea de que se trataba.

-Dime Imanu ¿Has visto a Sabino y al pequeño después de lo que pasó? Lo cierto es que estoy preocupado aunque no le guste demasiado a ese chico… Me encantaría saber que no les hapasado nada malo – Respondió mientras tomaba otro trozo de pescado, pensando que quizá su amigo de piel tostada estaba ocultándole alguna cosa.

Ella sabía el tipo de persona que era Sabino, y estaba casi convencida de que si andaba por los alrededores, bien podía haber sido él, quien le robara a los extranjeros. No obstante, no quiso contarle sus sospechas a Imanu de aun. Entre otras cosas porque de momento no tenían ningún fundamento.

-Bueno, lo ideal sería encontrar ese anillo de plata, puesto que el oro es algo que no se puede rastrear. De momento mi plan es hacernos amigos de estos hombres y escuchar sus conversaciones sin perder detalle a cualquier cosa que lleven. Si podemos colarnos en sus dormitorios para buscar cualquier cosa sospechosa, mejor que mejor.

El chico no tardo en negar con la cabeza, aunque se había notado un poco que le extraño la pregunta. “El último momento en que lo vi fue en el patio delantero de la casa de los cultistas, mientras me llevaban. Como te había dicho antes.” Le respondió recordándole a la joven la última conversación extendida que tuvieron. “Si a mí tampoco me cae bien parece muy soberbio a pesar de que es un niño de la calle, pero por otro lado el más pequeño podría no pareció salir con esa actitud. De cualquier forma a mí también me gustaría saber que están bien” comento suspirando y concentrando la mirada en su parte del pescado.

Imanu sé quedo escuchando el plan de la joven, asintiendo levemente pareciendo de acuerdo con lo que planteaba ella. “Tienes razón aquel añillo debería ser mas fácil de encontrar. El problema seria hacernos amigos de estos hombres, que a mi me parece que varios ya me tienen como el culpable tal vez vos solo en ese caso vayas mejor.” Comento aportando de su parte en las ideas de la joven. “Respecto a colarse en los dormitorios del resto…”susurro mirando a los costados para comprobar que nadie los escuchara. “Puede ser peligro, estas seguro que queres hacer esto por mi?”