Partida Rol por web

Seguía los pasos del sargento por el puente mientras escuchaba sus ordenes, tras unos cuantos pasos más ya estaba en el otro lado aun así algunos todavía quedaban por cruzar. 

Ya habéis escuchado al sargento en marcha y tened los ojos bien abiertos.- se movió hacia el capitán estaría en esa posición de la formación, Becerra, no desancles la lizard hasta que O'Connor haya cruzado, temía que los quejidos del puente fueran presagio de algo más y no quería tentar más a la suerte. Bell tu y yo avanzaremos junto al capitán.- 

Empezó a mirar el kit mecánico que antes se había roto el anclaje de la tapa, aprovechó estos segundos mientras los infantes terminaban de cruzar para intentar repararlo.

¡Recibido! Contestó decidido, pero miró hacia atrás con cierto rechazo a la orden, no le entusiasmaba separarse en terreno hostil. Avanzó entonces con cautela, probando los diferentes visores hasta encontrar aquel en el que veía su entorno con mayor facilidad. Estaba preparado para actuar, pero optó por avanzar con cuidado, esperando que el resto tuviese la misma precaución de no alertar al enemigo en tan delicado momento. Su mente se ocupaba intentando discernir el motivo de la urgencia del capitán por encontrar su objetivo aún cuando sus hombres no estuvieran preparados. 

En un fatídico segundo siente como pierde el apoyo de sus pies y resbala de espaldas sin posibilidad de afianzarse a nada. De repente, se encuentra rodando y gritando de terror mientras se precipita al vacío absoluto pero una última esperanza lo retiene en seco varios metros más abajo.

-¡Woah, woah woah! ¡Joder!- Un fuerte tirón le confirma que se ha detenido a plomo cuan largo se ha dado de sí el Lizard Line. De no haberlo afianzado antes de cruzar habría seguido cayendo hasta estrellarse contra el fondo. Afortunadamente solo ha quedado colgado como una morcilla.

Suspendido en la inmensidad de la grieta todo es oscuridad y mientras se balancea de un lado para el otro las dimensiones de la caverna le generan un vertigo terrible.

Temiendo que el cable ceda en cualquier momento se dispone a trepar de nuevo aceptando de buena gana cualquier ayuda de sus compañeros. Una vez arriba la situación mejora por momentos, el miedo a caer de nuevo le hace ir con mucha precaución pero demasiado lento. -Mierda, esto se va ir al garete en cualquier momento...¡Ya voy!-

Tras el traspies en el primer intento, Becerra sigue tras Miller para cruzar el puente. Tras alcanzar el otro lado, responde a las ordenes recibidas por el sargento y el cabo.

De acuerdo dejo la lizzard hasta que llegue Bumag, señor.

Miller tú hacia la derecha y yo a la izquierda cubriendo el puente. 

Bumag, date prisa esto parece que no va a aguantar mucho.

Miller asintió ante las órdenes del Sargento.

-Si, señor!

Los gritos y lo precario del estado del puente la exortaron a cruzar mas rapido y Alice sintió como trastabillaba irremediablemente.

La decisión de dividirnos no me terminó de convencer. Si bien, órdenes eran órdenes. Asentí en silencio y preparé la morita. Luego comencé a caminar con el grupo adelantado, atento a posibles bichos. Al menos, si venían, estaríamos preparados para mantenerles a ralla mientras volvíamos a reagruparnos. La boca del túnel que estaba al frente cada vez brillaba más. Estaba convencido de que ahí estaría el bicho cerebro. Y el exhausto estado del capitán era un indicativo de ello.

A la orden señor- le contesté al cabo en cuanto escuché sus instrucciones, a pesar de que no me hacía mucha gracia el hecho de separarnos... pero una orden era una orden, y no era quien para discutirla, por lo que, con el morita en los brazos, avancé junto al sargento.

Si nos están esperando, las cosas se van a poner muy feas- pensé mientras avanzaba con todo el cuidado del que era capaz para tratar de no alertar a quien quiera que pudiese estar esperándonos a la vez que permanecía atento a cualquier señal que pudiese indicar una trampa.

Señor, estoy perdiendo la señal- le digo mientras trasteo con la radio -estoy haciendo todo lo posible  pero no puedo hacer milagros con este cacharro!-

Sin dudas estaba perdiendo tiempo valioso, mis dedos iban y venían intento coger con mayor fueza -si la comunicación viene aún mas cortada, tendré que ir inventandome la mitad- Cabo, le sugiero que le diga a los hombres que revisen las municiones y los modos de visión. Se que son cosas básicas pero he conocido a cada uno...-

Escuche bien? - fingiendo ignorancia -  flecha rota, eso quiere decir que una compañia entera ha sido comprometida sin esperanzas de salvarse por si sola, en otras palabras, con declarar una flecha rota se ha solicitado un apoyo masivo de artilleria para cubrir a la compañia comprometida aun  arriesgadose dañar a la compañia aliada....

O tambien podria significar que perdimos un arma termo nuclear, ya que es el significado mas reciente de ese codigo.....

Bien, han conseguido romper nuestras líneas defensivas.

Vamos a darnos prisa, y ver si sirve de algo todo lo que estamos haciendo. Palmetazo en la culata del Morita. Esto no estaba nada claro si le daba ánimos al arma o a si mismo, pero había que poner toda la carne en el asador. Estaba ansioso por fundir los últimos cartuchos y ver si todo lo sufrido tenía sentido. Había que ganar, ganar o morir.

El avance se estaba tornando demasiado lento y el capitán se mostraba ya seriamente agotado, probablemente no podría soportar estarlos ocultando por mucho mas tiempo y ni siquiera estaban cerca aun de realizar el asalto final con la guarida del cerebro. Si el capitán les fallaba antes de que ese momento llegase, su ataque se vería comprometido y probablemente hordas de bichos caerían sobre ellos antes de que siquiera lograsen acercarse al cerebro.

El ultimo en cruzar era Bumag y de hecho era el ultimo ya en encontrarse sobre el debilitado puente; el cual cabria decir daba muestras claras de una falla estructural por lo que si bien Bumag lograría cruzar, era desaconsejable intentar atravesarlo en caso de regresar por el mismo lugar.

Del otro lado ya se encontraban también Miller, Stone, Tesla, Becerra y el sargento Corbec. Este ultimo se habìa apresurado de hecho a repartir órdenes desde el momento en que estaba por llegar del otro lado y en base a las ordenes del capitán Sugufu, no esperó mas y decidió movilizar a una parte de sus tropas mientras dejaba atrás a Miller y Becerra a la espera de Bumag.

Avanzando al frente del grupo de vanguardia y en completo sigilo se encontraban Hikawa y Cooper quienes casi por instinto, fueron los primeros en cambiar su modo de visión ante la cantidad de luz que se veía frente a ellos o que al menos les cegaba el modo de visión.

La respuesta al porque de esto no les tardo en llegar. El grupo se había adentrado en lo que parecía ser una cueva congelada; había hielo por todos lados y ese hielo causaba un reflejo brilloso que era el responsable de que la visión ultravioleta quedase anulada.

Ahora avanzaban con luz natural, pero aun estaba demasiado oscuro como para que no tuvieran problemas al avanzar, no obstante, el prender las lamparas podría implicar delatar su ubicación actual y con ello poner en riesgo toda la misión. El grupo retrasado avanzaba detrás y se acercaba con velocidad debido sobre todo a la ligera pausa impuesta por Hikawa y Cooper al enfrentarse al problema del cambio de visión.

Ahora frente a ellos, pasando el túnel congelado en el que se encontraban, parecía estar una bóveda de hielo tras la cual parecía haber una salida a la superficie helada de Galdonia VI. Una ligera brisa llegaba hasta la ubicación en la que ahora se encontraban, lo cual confirmaba que aquella luz al fondo del túnel debía ser ciertamente la salida.

El capitán, adelantándose a su posición ordeno a todos mantenerse en silencio y solo comunicarse a través de la radio. -Mas adelante- dijo, -en esa bóveda, se encuentra el cerebro. El momento ha llegado-.

Al fin me libraré de este modo de visión maldito. La última vez no fue tan malo, pero hoy me ha dado un dolor tremendo de cabeza el sistema en UltraVioleta. Kurt puso rodilla en tierra yobservó por su visor para tener clara la situación de donde se metían.

Avanzó en cabeza junto al resto del grupo, sólo detrás de los exploradores que iban abriendo camino. Poco a poco, la luz proyectada por los muros de hielo hizo inútil el uso del visor térmico, por lo que tuvo que cambiar a uno más adecuado. La tensión se mascaba en el ambiente y notaba como su respiración se iba acelerando. Agarró con más fuerza si cabe su morita, hizo una última revisión al cargador para comprobar que todo estaba correcto y se preparó lo mejor que pudo ante lo que se podrían encontrar. – Preparado señor. – respondió por el comunicador del traje.

Inesperadamente consigo fijar la señal y me vuelvo a comunicar con los hombres del fuerte -Aquí Bell, del escuadrón Heat. Estamos cerca del objetivo. En cuanto tiempo entrara en acción el código Flecha Rota?-

El capitan estaba silencioso y taciturno; y el sargento estaba mas callado que un muerto. Solo esperaba que Cabo, o algún otro, pudiera llevar la voz de mando el resto de la misión -Aún nos falta lo peor-

Una punzada en sus ojos hace que de un golpe rápido en el visor, cambie la ultravioleta a modo normal. La cueva estaba iluminada de forma extraña, la luz inundaba toda la sala reflejándose en todos los espejos de hielo de las paredes, y al fondo estaba la salida.

Había llegado el momento, esta sala era lo único que los separaba de su objetivo, el cerebro que debían capturar e "interrogar". Las noticias de Bell, no eran nada buenas por arriba estaban pasando peor que mal, se podía hacer una pequeña idea de lo que estaba ocurriendo, pero intentó despejar la mente y pensar con claridad. Las miradas de sus amigos no quizá no lo reflejaban, o quizá si o simplemente fuera un reflejo de sus mismo miedos.

Activó la radio y habló despacio, Bien muchachos, al otro lado está nuestro objetivo, esa escoria deforme que tenemos que capturar y sonsacar información,  dijo al saber que el capitán había confirmado que ahí estaba el cerebro. Nuestro objetivo es mantenerlo con vida el tiempo suficiente para que el capitán pueda exprimirlo, así que nuestra prioridad es despejar la sala y proteger al capitán y a Bell que es quien tiene que enviar los datos. Hizo una pausa mientras avanzaba siguiendo la formación en dirección a la siguiente sala. Allá arriba están haciendo lo imposible para que nosotros tengamos más posibilidades.  No vamos a dejar que toda la sangre que está corriendo arriba sea en vano. 

Miró a sus compañeros, después al sargento y le hizo un gesto con la cabeza sabía que todos avanzarían sin dudar hasta el infierno, es más ya habían hecho ahora solo podía esperar dar la talla y no fallar a ninguno de sus hermanos. 

Reincorporándose junto con sus compañeros Becerra ocupa su puesto cambiando su reparado visor a su posición normal, mientras espera ordenes. 

Señor, no dejaremos a nuestros compañeros sin su justa venganza. Haremos pagar con sus vidas a este infecto enemigo.

Responde el soldado por la radio, mientras ocupa una posición para intentar otear el interior de la caverna esperando detectar la segura emboscada que les estaba esperando.

Ya me esperaba la luminosidad en la sala, aunque no quitó para que tuviese que entrecerrar los ojos mientras cambiaba a modo de visión normal. Escuché la voz sosegada y reconfortante del cabo, que me llenó de orgullo. Era cierto. Muchos compañeros habían dado la vida para darnos la distracción necesaria para llegar hasta allí. No podíamos dejarles caer. No sólo los infantes que habían descendido con nosotros por el tunel, sino muchos más, sobre nuestras cabezas. Y el código de Flecha Rota estaba claro que significaba que la cosa había ido peor de lo esperado. Me golpeé el pecho, orgulloso, y respondí a mi superior.

- Sí, señor.

Repasé mi inventario, comprobando cuántos cartuchos de Morita me quedaban. No quería sorpresas en aquel momento.

Todo el esfuerzo hasta ahora había sido poco para lo que les esperaba, salvo por el capitán quién parecía haber dado más de lo que se podía permitir. Desde que avistó la bóveda sospechó que su camino a salvo terminaba justo frente a su objetivo, sólo la imagen de la gran explosión que portaba le aliviaba frente a la de hordas de bichos dirigiéndose hacia su posición por cada entrada a la bóveda.

La desesperación el llevaba a encontrar al cerebro antes de que consiguieran protegerlo de la única esperanza de la Flota para no perder el control de otro planeta en el universo. Dónde te estas metiendo cigarrón...

Muy bien muchachos, buen trabajo!!

El Sargento felicito a sus hombres desde el regocigo de estar cerca de su meta y que los soldados  no tuvieran partes separadas del cuerpo, tomo un trago de su petaca en un descanso, el resto se lo tomaria de un trago al acabar con el bicho principal que seguro seria el mas feo de todos los que hubiera.

Ok chicos , el capi ha hecho su parte , ahora no toca a nosotros hacer limpieza para que Ninke pueda hacer su lo suyo, espero que no sea una lucha de cerebros en plan ajedrez , seguro que se dara toda la prisa que pueda que nosotros resistiremos hasta entonces