Partida Rol por web

Kurt, tras el último impacto cae semidesmayado. Algo consciente de su alrededor, era incapaz de reaccionar. No era dueño de su cuerpo, no era capaz de nada. Su visión limitada a como había quedado orientado tras la caida, le permitía ver patas y cuerpos de bichos derribados. Una derringer tirada en el suelo y un compañero que se debatía entre las llamas.

Por favor, por favor. Que sea rapido y no duela.

Rezaba para si. No sabía si lo que pedía era la muerte, no sabía si lo que pedía era regresar a casa pronto o qué, pero estaba claro que su alma soñaba con estar lejos de allí.

Por favor, por favor, por favor, por f.....

El tanker había caído, ya solo quedaba una enorme masa humeante, los oídos le pitaban habían utilizado la mayoría de las granadas que les quedaban, pero habían eliminado a ese temible monstruo. 

Respiró jadeando, cuando vió como caía pero el enemigo no daba tregua un par de obreros seguían hostigándoles, por suerte la armadura aún resistía los embites. Entonces fue cuando volvió la vista otra vez, y entre el hueco que dejaba ver, el cuerpo de Becerra cubierto de ácido asomaba por encima de los cuerpos de bichos que yacían en la cueva, aunque parecía que aún le quedaba un halo de vida. No podía soportar mucho más, poco a poco estaban cayendo los miembros de la Heat.

Entonces la voz del capitán le mantuvo de nuevo alerta, tenían que salir de allí como fuera, pero iba a hacer todo lo posible por  sacar a todos los que pudiera. ¡Orden recibida capitán! ¡Acabemos y nos marchamos!

¡Hikawa!, ¡ intentaré mantener a estos bichos a raya ve a por el blister haz lo que sea necesario para acabar con él! , esperó a que Hikawa se moviera, entonces se separó un par de metros cambió el modo de la morita para volver a disparar balas, recargó lo más rápido posible y lanzó una ráfaga esperando acabar con los dos obreros.  

Soltó el gatillo, volvió la vista hacia su infante médico tenían que darse prisa en evaluar la situación lo más rápido posible, de nuevo otro infante Tesla también había caído, y Miller estaba cuerpo a cuerpo con otro obrero, como un acto reflejo dijo, ¡ Bell ayuda Miller con ese Bicho! , ¡Miller evalúa a los heridos lo más rápido que puedas!  - quizá esto pudiera tomarse como un acto de rebeldía hacia el capitán, pero no podía dejarlos allí de cualquier manera, eso era algo que los de inteligencia jamás comprenderían.

¡Dragonstone , Cooper  ! acabad con esos bichos, y haced movimiento defensivo hacia Miller. ¡Nos iremos por allí, por ese túnel! , - sea donde sea que nos lleve - pensaba, ahora mismo alejarse de allí lo más rápido era lo importante.

Becerra corría como alma que acompaña el diablo hacia su objetivo, abatir al tanker y con ello poner a salvo a sus compañeros, era su único pensamiento. Logró salir del combate cerrado con el bicho que se encontraba con él, la garra de este rozó la espalda del soldado mientras este escapaba en el último instante.

Ya delante del gigantesco animal, Mark alzó el arma y deseando que esto acabará con su enemigo, olvidó que otro de los 'hijos de puta' estaba dispuesto a acabar con su vida antes de que este pudiera hacer nada. Un chorro de ácido cubría rapidamente las manos y parte del casco del soldado, pero cuando el dolor comenzaba a ser tan insoportable que parecía que perdía la consciencia, el deseado proyectil salía de su arma y impactaba con éxito en la bestia.

Nos vemos en el infierno compañeros ... pero espero que no sea pronto!!!

Fue el último pensamiento consciente de Becerra antes de perder el control de su cuerpo y yacer en el suelo inmóvil ante el cadáver del tanker.

Escuchar la confirmación del capitán asegurando el éxito de la misión era el mejor aliento que podrían ofrecerle al novato. No tanto las duras palabras que ahora intentaba asimilar, de qué habían servido sus vidas entonces. Lo que más le lamentaba era saber que ellos no pudieron si quiera sentir esa pequeña satisfacción de haberlo conseguido, ese mínimo orgullo para saber que ha merecido la pena. Sólo quedaba acogerse a esas vidas que no estaban en juego, pero que de una forma u otra habían salvado, o al menos, retrasado su trágico desenlace, con suerte poco relacionado con ese desconocido imperio arácnido.

La voz del cabo golpeó con fuerza sus delirantes pensamientos con voz potente. Su cabeza se alzó entre jadeos para localizar su objetivo mientras retrocedía unos pasos ¡Blister… blister, lo tengo! Una rápida y concentrada ráfaga fue descargada del cañón de su rifle con desesperación, pues era de las pocas oportunidades que tendría ya. ¡Aquí ammo! Solicitó automáticamente aún a sabiendas que serían pocos los camaradas que tendrían la libertad suficiente para proporcionársela.

Alice salió de su estupor cuando la explosión de las granadas reventó al tanker de dentro afuera. Pedazos de vísceras salieron disparados y el calor de las explosiones le abofeteó la cara. Aún estaba algo agitada pero ya era ella misma y reparó en el obrero que tenía delante. Si sus compañeros no acababan con él temía no poder salvar a O'Connor y al resto.

Por suerte, a pesar de haber quedado paralizado tras la aparición del tanque, mis compañeros lograron hacerse rápidamente cargo de él, lo cual me ayudó a volver a ser consciente de la situación... y la herida que el obrero que tenía delante acababa de hacerme por quedarme quieto, también ayudó.

Maldición- me dije, aunque no tenía muy claro si maldecía al bicho que me había atacado o a mí mismo, y tampoco me preocupe por ello. Ahora tenía que subsanar en la medida de lo posible mi error, con eso en mente, me agaché rápidamente al suelo, recogiendo el morita aun a riesgo de exponerme a un ataque, impulsándome hacia atrás en el momento en que lo tuve en mis manos. El recuerdo de lo que había visto, de ver al sargento caer y a tantos de mis compañeros tendidos en el suelo aun me afectaba, prueba de ello era el temblor de mis manos al sostener el morita... pero eso no me impidió apuntar a los bichos que tenia justo delante y apretar el gatillo hasta que se agotaron las balas.

En medio de una batalla, a veces no hay tiempo para pensar y debes actuar por instinto, un segundo demás puede costarte la vida o las de tus compañeros. Pero sabía que la desicion que había puesto el sargento en mis manos merecía tomarme cada instante necesario para pensar con claridad. Levante mi arma y comencé a correr hacie Testa, intentando no resbalarme por el agua o los instestino del Tanke. Sabía que el desgraciado tendría una oportunidad de rebanarme la cabeza, pero no podía permitir que acabar con Miller. Así que me acerque hasta casi poder tocarlo, levante mi arma casi sin apuntar, con la respiración agitada y con un el leve temblor de mis mano, aún así no podía fallar asi que apreté el gatillo.

Libere la carga mortal de balas, esperando poder matar al insecto antes de que el lo hiciera conmigo o uno de mis hombres.

Tras un esfuerzo final, el ultimo bicho enemigo había caído a manos de la medico Miller, quien notando que a pesar los obreros caídos el blister aun seguía en pie, se dio prisa a acabar  con él aun a costa de sus heridas.

Con el Blister fuera de combate, el grupo de infantes sobrevivientes del escuadrón Heat tenían una nueva misión que cumplir, salir de allí con vida, y eso podría no ser nada fácil. Tenían a cuatro compañeros al borde la muerte y otros como Hikawa y la propia Miller se encontraban mal heridos.

El tiempo era ahora su enemigo, era claro que no podrían soportar otra batalla de igual intensidad y de hecho la próxima podría aun ser peor. Para salir de allí tenían tres opciones posibles, regresar por donde habían llegado e intentar buscar una salida; introducirse en aquel hueco liberado al derretirse los témpanos y buscar una salida a través de él; o finalmente salir a la superficie por donde los bichos habían llegado y de forma suicida intentar abrirse paso a través de los bichos que se aproximaban.

La ultima solución era la menos viable, sobre todo por que sería imposible combatir de tal manera con 4 infantes incapacitados. No obstante lo importante ahora era rehacerse, atender a los heridos e idear un plan que pudiera sacar de allí con vida, sino bien a todos, al menos a la mayoría.

Tesla balbuceaba en su estado de semi-inconscienca. No era capaz de articular, no era capaz de moverse, pero en su foro interior le daba las gracia a Kallon por haber evitado que un bicho le arrancara el brazo.

Entre esas palabras inconexas, se notaba como un canto, como un poema.

Estaba rezando.

Miller obervó como el Blister caia bajo el plomo de sus balas pero apenas podía pensar por el dolor del ácido, que se estaba comiendo su armadura y su carne. La médico se apresuró a echar cuerpo a tierrra y a a quitarse el ácido como podía, a toda velocidad.

Podía notar como el fuego también se abría paso hacia su piel y la quemaba. La situación iba a ponerse fea si no se quitaba de encima aquello.

Los chillidos aguods de los bichos, y el estruendo de los disparos de morita cesaron, de pronto un silencio sepulcral les invadió. Habían resistido la oleada de bichos que había llegado para proteger a esa masa amorfa que era el cerebro, toda la caverna estaba repleta de cuerpos de bichos, pero lo habían pagado caro, demasiado caro.

Muchos de sus compañeros, estaban debatiéndose entre la vida y la muerte, y lo que era peor aún no sabía si iban a ser capaces de llevarlos de vuelta a la Sirius. Pero había que actuar rápido, los bichos no eran un enemigo paciente, y sabía que si no salían pronto de allí enseguida llegarían nuevas criaturas, y entonces cualquier oportunidad de volver se desvanecería. La situación era complicada, tenían tres rutas de escape, pero ninguna lo suficientemente clara como saber si eran viables, necesitaban información, entonces intentó trazar un plan para poder sacarlos a todos.

- Cooper enhorabuena eres cabo, hasta que mueras o encuentre alguien mejor.  Tú y Dragonstone moved a los que estén estabilizados hacia Miller, y ayudadla en lo que podáis, y apagadle el fuego de la armadura. Después intentad recuperar lo que podáis de nuestros compañeros.

-Miller, estabiliza a los más graves - aunque cuando volvió la mirada 'Doc' ya estaba en camino, como si le hubiera leído la mente. En cuanto estén estabilizados, quiero que eches un vistazo a Hikawa, Dragonstone y Cooper, y miráte eso también, la armadura reflejaba que la infante médico tampoco estaba en perfectas condiciones.

-Hikawa, evalúa ese túnel que se ha abierto, intenta encontrar algún tipo de rastro que nos indique si es una ruta viable. En cuanto lo tengas claro, mira bien las paredes, busca el sitio idóneo para poder detonar una mina que selle el túnel tras nosotros, a O'Connor le quedaba una mina.- esperaba  que no se la hubiera apostado con alguien la noche anterior

-Bell, intenta contactar con las fuerzas de Sirius más cercanas, la comunicación será complicada pero inténtalo, en cuanto tengas la conexión, intenta triangular nuestra posición con otra señal quizá eso nos pueda orientar un poco en esta tumba helada. -  sabía que la idea era algo descabellada, pero tenían que intentar cualquier cosa con tal de salir lo mejor parados posible. 

Si no encontramos nada mejor, intentaremos escapar por ese túnel de ahí, atravesar los bichos es inviable, y el camino de vuelta por donde hemos venido es inestable.  Todos, el cuchillo tiene un kit de primeros auxilios, así que utilizadlo.

Decía mientras intentaba avanzar entre los cadáveres de arácnidos, en busca de los cuerpos de sus compañeros caídos, llego hasta el cuerpo de McNealy, aún humeante, casi no pudo contener las ganas de vomitar, aún así lo consiguió, alargó la mano y recogió las identificaciones. Después llegó el turno al Sargento, e hizo lo propio, recogió su identificación, que guardaría junto al resto de los caídos. Revisó las pertenencias del sargento, recordaba que le había hablado que les había sonsacado una camilla a los de intendencia, quizá pudieran utilizarla. Mientras rebuscaba, se le ocurrió algo que no había pensado antes, los psíquicos tenían algo especial quizá pudiera ayudarle en algo eso, y preguntó al capitán:

Capitán Sugufu, señor, ¿puede captar a algunos de los nuestros o alguna cosa ?, ¿algo que pueda decirnos si ese túnel nos lleva al exterior?, al capitán se le notaba cansado, casi extenuado, y no sabía si podría hacer algo o si directamente lo ignoraría pero su vida también estaba en juego.

Todo lo que otros de sus compañeros le había contado le venía a la mente al soldado, luces blancas, compañeros caído que le recibían con los brazos abierto o flash-back del pasado que le situaban en aquel fuerte helado del que creía que no iba salir de ninguna manera.

Pero poco a poco las pulsaciones de Becerra se iban reduciendo y la vida se le escapaba a cada instante, no podía más que esperar a la parca para que le acompañara en este último viaje que iniciaba mientras yacía sangrando en el suelo. 

Alice terminó de apagar el fuego y quitarse el ácido y se apresuró a asistir a Durand, al cual realiza un masaje cardio-pulmonar e inyecta adrenalina para que su corazon recupere el latido. Durand no reacciona, asi que, tras otro intento, Miller opta por estabilizarlo en su camilla.

A continuacion se dirige a Becerra y procede a hacer lo mismo. Estudia sus heridas, las cauteriza y grapa e inicia el masaje cardio pulmonar. Esta vez la cosa funciona y Alice siente el alientoby el pulso debil del infante. Dos estables.

A continuacion llega el turno de Tesla. No tenemos mucho tiempo asi que hago lo mismo pero, para asegurarme, lo meto en la camilla.

Los infantes seguían un poco conmocionados, la escaramuza había sido extenuante pero no podían quedarse quietos debían continuar. 

Vamos, hay que darse prisa. ¿Hikawa , Bell podeis decirme alguna cosa? - decía por el comunicador mientras intentaba recuperar lo que podía de sus compañeros. Levantó la mirada, buscando a su médico, pero guardó sus palabras, ahora lo mejor que podía hacer era dejarle hacer su trabajo aunque sabía que no todos podrían salir de allí. 

La batalla había acabado, al menos de momento. A pesar de todos los bichos que se habían lanzado contra nosotros, habíamos logrado cumplir nuestra misión y acabado con todos ellos... y sin embargo, no podía sentirme feliz por ello. Tan solo la mitad de los miembros del escuadrón seguíamos de pie, el resto estaban muertos o heridos de gravedad. Y por si eso no fuera suficiente, los bichos podían volver en cualquier momento.

Esperemos que no queden muchos más aquí abajo- pensé mientras me quitaba de encima el acido del blíster, que seguía colándose por los huecos en la armadura... aunque la verdad es que lo dudaba. Fue entonces cuando escuche al cabo, es decir, al sargento.

¡Sí, señor!- le dije, respondiendo de forma automática a causa de la sorpresa, puesto que dicho ascenso no era algo que esperase, sino más bien al contrario. Pero no era el momento de pararse a pensarlo, había demasiado qué hacer si queríamos salir de allí con vida, por lo que tras tratarme las heridas con el mini-kit del cuchillo y cambiar el cargador del morita, fui a por el hawkeye que había tenido que soltar antes.

Vamos Dragonstone, ayudemos a Miller- le dije a este una vez me guardé en la mochila el hawkeye.

Aquí Bell, del escuadrón Heat. Hemos completado la misión y nos preparamos para salir de aquí. Alguien me copia?- pregunto mientras intento ajustar la señal para mejorar la recepción. 

Tras una dura y sangrienta batalla, las tropas del escuadrón Heat intentaron reorganizarse para posteriormente sanar sus heridas e intentar salvar los miembros del escuadrón que se debatían entre la vida y la muerte. Con la ayuda de una de las camillas con las que el escuadrón contaba, se pudo estabilizar a Durand, el cual pasaba a estar por el momento fuera de peligro al igual que O’Connor. Lamentablemente, Durand había sufrido graves daños en su pierna derecha y esta tendría que ser amputada o en el infante se desangraría hasta morir; y no solo eso, Durand escupiendo continuamente sangre por la boca parecía sufrir una hemorragia interna cuyo origen era desconocido.

Para Tesla y Becerra la situación no era alentadora. Tesla aunque no parecía tener ninguna herida de gravedad, seguía debatiéndose entre la vida y la muerte debido a las múltiples heridas. Becerra por su parte había perdido el ojo izquierdo y su brazo izquierdo destrozado casi había sido cercenado por completo.

Por si esos fueran pocos problemas, los infantes del escuadrón Heat aun tenían que encontrar la forma de salir de allí con vida lo mas pronto posible y con el mayor numero de compañeros heridos.

-No están fácil sargento Stone- respondió el capitán mientras empezaba a concentrarse. –No puedo ver un lugar que no conozco o en el que nunca he estado y no puedo ubicar la presencia de personas si no se exactamente a quien busco. Buscar a las tropas que combaten en la superficie es algo que tendrá que esperar- Señaló el capitán quien se notaba claramente cansado por el continuo esfuerzo.

-Vienen más bichos, estarán sobre nosotros en un minuto, puedo verlos afuera de la cueva. Son muchos-.