Partida Rol por web

La esfera del mago quema a los esqueletos cercanos, Collwyn remata la faena abriendo el craneo del que queda cerca. El fuego mágico de Pecham falla al esqueleto.

La hacha del dracónido vuela certera y rompe las vertebras del esqueleto, la cabeza sin nada que la sostenga cae al suelo y rebota un par de veces antes de detenerse.

Un par de esqueletos se mueven hacia el guerrero y Gryg y tras dejar caer los arcos les acuchillan con las espadas largas.

El resto tira las espadas y se mueven por el fondo del mercado usando sus arcos, un par de flechas vuelan certeras hasta el mago. La que disparan al brujo falla.

El clerigo oscuro se situa entre sus tropas y lanza un conjuro (Bolster Undead), los esqueletos quedan rodeados por una luz oscura, ahora parecen más dificiles de alcanzar.

Maldita sea, no se retiran... piensa la elfa al ver que la banda de Pecham no solo no huye sino que hace frente a los no muertos. En ese caso no puedo permitir que lo hagan mejor que nosotros o acabarán por hundir la reputación de la guardia aquí en los barrios bajos.

Ha tardado más de la cuenta en actuar distraida con estos pensamientos, pero cuando lo hace no pierde un segundo y se lanza de cabeza contra sus enemigos, colocándose en primera línea de combate y atacando al grupo que rodea al que parece ser el líder de sus atacantes.

¡A por ellos! Su grito de batalla va acompañado de una gran explosión de luz frente a ella cuyo origen parece ser su símbolo sagrado. Cuando la luz se apaga uno de las figuras vestidas de negro que acompañan a los no muertos tiene el cuerpo lleno de quemaduras.

Un acolito deja caer la ballesta y alza la maza mientras se mueve hasta que sus pies pisotean los huesos del esqueleto 4 caido en combate. Aprovecha que flanquea a la elfa para darle un buen golpe en la cabeza que la deja algo aturdida y se desplaza una casilla mientras grita al otro acólito - ¡a por el dracónido!

El otro acólito da una orden a los chavales - no os alejéis, mientras señala con la mano a su izquierda para que se muevan allí - despues sigue las ordenes de su compañero y logra impactar con la maza en la escamosa cabeza de Gryg que también queda aturdido. Aprovecha el impacto para desplazarse cinco pies.

El clerigo oscuro era el objetivo, y no queria dañar a los niños asi que decidi mover la esfera directamente delante de el, y abrasarle, unas llamaradas se acercaron a sus ropas y empezaron a lamer poco a poco la armadura mientras ese inmundo ser gritaba de dolor. y decidido a acabar con el mantube la esfera para el siguiente asalto al tiempo que decia, Cuidado no os hacerqueis mucho al Dark cleric si quereis que no os queme.

Pecham continua con su carrera, particularmente no es una persona que se suela quedar quieta en combate, cae del salto con el que ataco fallidamente al esqueleto y se acerca al acolito (17,23) al cual con unas palabras maldice, mientras que su cuerpo permanecia entre sombras por su constante movimiento.

-Que tus entrañas hiervan con las heridas de mis ataques-. dice al pasar cercano a la bestia que habia herido a su compañero.

estrategicamente su instinto decia que tenia que ir por el Clerigo Oscuro, pero su corazon le decia que tenia que apoyar a su compañero, y casi siempre ganaba lo pasional en èl.

Luego de pasar por detras del Acolito 2 decide ponerse a cubierto por donde estaba su compañera, saltando unos pequeños trastos y luego cayendo con un pequeño giro por el suelo, para terminar agazapado con su pierna izquierda doblada y su pierna derecha estirada.

Sin perder tiempo hace girar dos pequeñas gemas en su mano y con eso un fuego de color violaceo (Witchfire) aparece por un isntante por encima de esta, para ser lanzada contra el acolito 2 con ventajosa posicion (desde su flaco izquierdo).

Mientras miraba si acertaba su golpe le dijo a su compañera.

-Debemos apoyar a nuestro compañero, ataca al esqueleto esta sobre èl. Luego nos preocuparemos por  lo que nos haga el que esta frente nuestro.

Con un enemigo frente a él y otro a la espalda, Colwyn empezo a temer que lo flanquearan, asi que optó por embestir contra el esqueleto, empujandolo hacia atras. De esa forma, si el acólito quería flanquearle, tendria que separarse de Rhoswen, lo que daria la elfa el respiro que necesita.

   Gryg no podía creer como se iba desarrollando el combate... se encontraba peleando hombro con hombro con la sargento local de la guardía, el duro golpe de la criatura lo volvio en sí y enseguida intento atacarlo con más fuerza que precisión.

   Regresa por donde viniste si no quieres terminar hecho polvo.

   "A veces el compartir la batalla es clara señar de... bueno no pienses en ello, no ahora".

El combate se recrudece, los enemigos comienzan a rodear a los soldados que intentan resistir su embestida.

No me importan los soldaditos, ninguno de ellos

Aunque me digo esto, no puedo evitar desde mi posición , desviar la mirada hacia mi hermano. Ha acabado fácilmente con un esqueleto con un simple movimiento de su espada y sin vacilar, encara a los que tiene delante. ¿Por qué me preocupo? Hacía mucho que no le veía y creía haber superado su marcha, pero el verme tan distraída en un momento crucial, me hacía ver cuan engañada había estado.

No, no es eso, simplemente me ha sorprendido verle así, tan de sopetón. Nada más, es todo

Mientras discuto conmigo misma, la situación se complica, los enemigos rodean a Gryg que ahora lucha codo con codo con la sargento del pelotón. Me dispongo a ir a ayudarlo cuando Pecham utiliza su extraña magia para socorrer a su amigo. Durante un segundo me quedo paralizada, teníamos un plan, ir por el líder y sin embargo, ahora nos encontrábamos abandonando cualquier idea en pos de simplemente salvar la vida ¿Como es posible que este grupo de no-muertos nos estuviera dando semejantes problemas? Maldigo la barrera que "protege" la ciudad mientras pienso que hacer. Pecham ha abandonado el plan, más si yo lo hago, puede que más adelante nos encontremos con graves problemas. Entonces tomo una determinación, Desenvainando mi espada, tenso los músculos de las piernas y me impulso con velocidad contra el esqueleto que nos corta el camino hacia el que parece el líder. La criatura me ve, se encara hacia mí, más no me preocupa, si hay algo cierto es ue los esqueletos no son muy listos, cuando casi he legado a su altura, freno en seco, elevo una pierna hacia delante mientras que con la otra me impulso para girar al tiempo que me agacho, con ello realizo un giro de 360 grados a fin de engañar a la criatura facilitándome el impacto. Cuando el giro se completa, empleo esa energía adquirida con el movimiento para descargar una fuerte estocada ascendente desde el costillar hasta la cabeza de la criatura con una ligera inclinación de hoja, esperando que la fuerza del impacto destroce todos los huesos que encuentre y caiga ante mí.

De conseguir hacerle caer, solo tengo una idea en mente. hacerle una señal a Pecham para que entienda que tiene vía libre hasta el clérigo oscuro mientras yo, desde esa posición, intento ayudar a Gryg. Mientras mi golpe se produce, con un incierto final, ruego a la Avandra que esté haciendo lo correcto y mi ataque tenga resultado, pero ante todo, ruego porque Gryg no caiga por mi acción

Por favor amigo, aguanta un poco, solo un poco más

El clerigo oscuro sufre las quemaduras con estoicismo, aunque no se da cuenta que su capa ha empezado a quemarse.

El fuego del brujo estalla en plena cara del acólito que tan solo recobra la visión para ver como el hacha del dracónido se estampa en su cara en una maniobra que la pareja hace ya sin pensar.

Collwyn trata de quitarse de encima el esqueleto, pero éste esquiva habilmente el ataque del guerrero.

La ligera, pero afilada, hoja de la ladrona raja los huesos como si fueran mantequilla. El esqueleto cae partido en dos pedazos.

La bola de fuego convierte en una antorcha al esqueleto que estaba cerca. La capa que había ardido por estar cerca de la esfera le produce quemaduras al clérigo oscuro que maldiciendo se retira del calor. Y entona unas palabras con las que sus heridas casi se cierran del todo.

Los esqueletos se lanzan contra vosotros con espadas largas. Al guerrero lo atraviesan dos, pero se mantiene en pie aguantando el chaparrón. Gryg tambien es acuchillado y aunque se mantiene en pie está maltrecho.

El clérigo oscuro se concentra en su nemesis, en su brazo se forma un halo oscuro que lanza contra Rhoswen, pero Avandra está con ella y el ataque falla.

Por un momento, Rhoswen pierde la noción de donde se encuentra, un hilo de sangre baja por su frente y le nubla la visión. Cuando se frota los ojos la realidad vuelve a golpearla en la forma de la cara del acólito que hay frente a ella, que sonríe después de haberla herido, y en las figuras de los esqueletos que le acompañan.

No piensa con mucha claridad, pero algo se le hace raro... ¿desde cuando los no mueros van acompañados de niños y de humanos encapuchados...? en cualquier caso no tiene mucho tiempo de pensar en ello, se encuentran rodeados. No puede hacer otra cosa que sujetar con fuerza su símboo sagrado y rezar una plegaria a su diosa, pero algo falla, tal vez no haya puesto suficiente énfasis en su oración debido al aturdimiento, el caso es que nada ocurre, y ahora lo único que se interpone entre sus enemigos y ella es el dracónido al que momentos antes estaba tratando de encarcelar... Avandra, ¿porque me abandonas ahora...?

Las pregarias de la elfa no llegan a Avandra, pues no logra la fuerza suficiente como para expulsar a ninguno de los esqueletos que aún quedan.

Pecham al ver al Draconiano en mejor situación se había tranquilizado y por mas que no lo admitiera estaba agradecido que Nia ignorara su orden, pues ahora les había quedado el camino libre para llegar al clérigo, aunque todavía quedaba un detalle.

En sus venas sentía un cosquilleo, algo que ocurría cuando una criatura con su maldición caía inconciente, es como si parte de la esencia de la persona maldita llegara a él para poder usarlo como parte de su poder.

-Ahora vamos por ti, engendro del Mal!!-, dice en voz alta para llamar la atención del Oscuro.

 Se lanzo, como bien sabia hacerlo, contra el clérigo. Dio unos cuantos paso en diagonal subiéndose a un pequeño estante que había quedado como una rampa para deslizarse lleno de jugo de vegetales aplastados por el jaleo ocurrido, haciendo mas fácil el descenso sin necesidad de moverse y al caer rodó, nuevamente en diagonal, para quedar agazapado contra la pared, donde apenas se podía vislumbrarse su silueta, pues las sombras que envolvían su cuerpo se entremezclaban con las sombras ofrecidas por la muralla.

Ya no hablaba, toda su mente estaba concentrada en sus próximos pasos, de eso dependían todos.

Pronto un proyectil de color violáceo surco el aire con dirección hacia la parte alta del cuerpo del clérigo (dibujo un vuelo ascendente por estar agazapado) para evitar que este dañara a los niños... su tiro no había contado con mucha precisión, pero si como la distracción que necesitaba para su siguiente paso.

Dejo que ese cosquilleo que sentía desde hace unos segundos se liberara justo antes de sentir que se desvaneciera por completo y la silueta que se veía en las sombras se desvaneció por completo, para volver a aparecer en la retaguardia del clérigo al lado de 2 de los 3 niños tomándolos por el hombro y con la otra mano pidiendo silencio.

Ya su movimiento se había completado, con esto dejaba al clérigo siempre a merced de alguno:

-Si se volvía hacia él, la bola ganaría la espalda y Nias el flanco.

-Si se mantenía en su posición el ganaría su espalda en el próximo asalto.

   Gryg sentía hervir su sangre, aún así no le nublaba la visión del campo de batalla, tan sólo incrementaba su fuerza. Golpeo con rabia al esqueleto que tenía enfrente, luego tan sólo se movio en diagonal para dejar espacio libre a una carga directa a su objetivo principal, sabia que a sus espaldas estaba la guardia y un par más de los objetivos fáciles pero a él sólo le interesaba ese, un blanco el cuál sus compañeros ya se habian perfilado y que Gryg habia recibido la orden de derrotar.

   Un gruñido fué todo lo que se sintió al terminar su movimiento... AAAGHHH... "Espero que la triste guardia no me obligue a... distraerme".

El clerigo tenia que caer, no podia dejar que siguiera haciendo mas daño y no iva a permitir que unos ladrones de tres al cuerto quedaran como los vencedores, asi que seguiria usando la bola contra el clerigo y sin tocar a los niños, si algun bandido se ponia en su camino eso era problema suyo, el ya lo habia advertido, aunque intentaria no hacerlo.asi que mueve la bola con la mente colocandolo al lado del clerigo y lebantando la mano en direccion al clerigo le suelta todo su poder abrasando de nuevo su armadura, sin apagar aun la esfera me preparo para el prosimo ataque si hace falta para acabar con el.