Partida Rol por web

Mientras le hablas la mujer se dedica a preparar el baño con jabones y aceites aromáticos, cuando te desnudas trae un cubo de madera con agua humeante y con una esponja te limpia el cuerpo para que no llenes el agua de la tina de inmundicias. Cuando dices "nos conciernen a ambos como gatos que somos" te sonríe y te hace un gesto para que entres a la tina.

-Ambos gatos, has presupuesto mucho, y aunque acertado no has sido preciso, eres un gato especial, boreal tengo entendido, y aún así un civilizado súbdito del Rey. -Acompaña la inflexión de la última frase quitándose la ropa y sentándose sobre ti enfrentada dentro del baño. Mientras se lava la cabeza, el cuello y los brazos te habla. -En efecto mi trabajo se complementa con ser una agente. En cuanto a lo que me pides... tranquilo, eso no va a pasar hoy -dice con una sonrisa que te quiebra cuando no puedes evitar que tu cuerpo reaccione al suyo. -Si prefieres me quito... como decía, lo que me pides es simple, esta ciudad vive de este evento, pasa vacía casi todo el año, y todo el año trabaja en los preparativos para la corte. Aquí hay demasiados peligros, pero también hay hombres y mujeres muy nobles. Los miembros más jóvenes del Loto son fieros idealistas que de conocer la verdad de sus superiores se consumirían en una ola de muerte. Cuídate de Askuro, está involucrado en demasiados problemas como para ser un hombre íntegro. Kedal es un misterio aún, pero se dice que tras la apariencia conciliadora y amable hay una ambición imparable apoyada por una inteligencia igual de temible.

Después de jugar un poco contigo cede a tus encantos y te hace liberar toda la tensión acumulada de las últimas semanas.

Limpio y tranquilo vas a comprar un juego de ropas, encuentras una toga elegante, color terracota con volutas castañas que hacen un patrón de pétalos en espiral. Elegante pero no exquisito, un poco áspero pero eso a ti te da igual.

Al llegar a un pequeño local de fármacos encuentras divertido que además de las hierbas, aceites y otros procesados ordinarios, tienen también artículos de compleja elaboración.

-Un alcohol que no huele ni sabe, pero desinfecta, arde y embriaga. 90 ciclos

-Unos polvos que en contacto con el agua se hinchan absorbiendo grandes cantidades de agua y quedando como una piedra seca. 200 ciclos

-Una piedra que puede acumular la luz de la luna y que al mojarse la libera con el mismo brillo. 430 ciclos

-Una botella que contiene un gas que arde en una nube de elevada temperatura en contacto  con el aire. 110 ciclos

-Un analgésico que no tiene el efecto de aturdimiento habitual, solo elimina el dolor y acelera la regeneración. 140 ciclos

Cuando se piden voluntarios, soy uno de los primeros en reaccionar. Y con mi voz rebosante de confianza sentencio:

-Yo iré en representación del clan de la golondrina.

...

Tras entrar Deno en la sala y exponer la situación, alcanzo a decir:

-¿Cómo de grave es su estado?

Visto que no hay ningún protector más del gato, creo que me veo en la obligación de presentarme ¨voluntario¨ para ese trabajo del que habláis Kelda. -Digo esto situado en un segundo plano en la sala. Tras terminar la frase, todo el mundo se gira hacia mi.Se escuchan murmullos en la sala e incluso Morome expresa cierta sorpresa aunque no se aprecia demasiado por su seriedad. -¿Será este el motivo de mi llegada a la corte?¿Era necesario un protector del gato y me han elegido a mi? Ya me han metido en otro lío, no salgo de uno y ya tengo otra cosa más de la que preocuparme. En fin, si así lo deseáis, serviré en lo que pueda a la misión. Unos niños no merecen estar sometidos a esas condiciones, os honraré con mi ayuda. Mientras digo esto, avanzo lentamente hacia el centro de la sala donde se encuentran Morome y Kelda mientras le doy bocados al bollo que llevo en la mano, lo que en parte desconcierta a la mitad de la sala. Con el último mordisco, sacudo mis manos, las limpio en uno de los paños que llevo conmigo cuya finalidad era expresamente esa y me detengo ante Kelda.

- Si no fuera por una joven estudiante que le socorrió en la calle, tras el ataque, Dagio llevaría varios minutos muertos ahora mismo. Con ayuda de los sanadores de palacio seguro que sobrevivirá, pero me inquieta no saber quién ha sido su atacante.- Comenté a Ganikusi mientras continuaba reponiendo mis fuerzas, tratando de deducir qué escena había interrumpido. El sujeto cuya cara no había visto en los días previos y que comía un bollo parecía haberse ofrecido como defensor de la facción de los gatos. ¿Qué era aquello que comentaba de unos niños desvalidos?

La proclama del gato la sorprendió, Golondrina, Loto, Oso y Gato se habían proclamado, estaba obligada a decir algo. Así que se levanto lentamente. Era lo que tocaba. Además congraciarse con Kelda podía ser útil.

Hizo una reverencia para  tomar la palabra, la reverencia iba dirigida a la presidenta de la cámara, la dama Morome.

- Excelencias, hasta donde tengo entendido no hay protectores de mi clan aquí, como servidora de la corona, si me  permitieran dicho honor y no hubiera ningún impedimento para ello, me gustaría unirme a dicha comitiva en representación del clan Nutria. - 

Luego llego Deno con aquella interrupción tan inesperada como dramática y hubo un instante de confusión y conversaciones cruzadas, lo que estaba claro era que debían atender a ese hombre.

Muchas gracias, muy amable. Perdón mi desconocimiento sobre el canjeo de los bonos, pensé que aquí no podría hacerlo. Con su permiso, iré a prepararme. Me gustaría que no se entrara a limpiar mi habitación en mi estancia, soy algo quisquilloso con la limpieza y lo haré yo mismo. Dije con una pequeña reverencia y salí hacia la tienda de sastres.

Primero alquilaría ropa de gala, acorde a mi presupuesto, y después, iría a la casa de flores donde se me ofreció un baño económico. Acostumbraba a limpiar mis pertenencia y a mí mismo en arroyos, por lo que un agua atemperada podría ser útil para poner mis pensamientos en órden.

Caminé a la tienda de sastres, donde de forma protocolaria esperé mi turno y hablé con quien estuviera allí, dejandome aconsejar sobre la ropa típica, sin olvidar mis conocimientos sobre etiqueta. Al obtener mi ropa, debidamente empaquetada, pagué y fuí al baño. Era importante poner esa ropa sobre un cuerpo limpio, por eso primero alquilé la ropa. Agradecí sus servicios y partí un par de calles hasta el baño.

Buenos días, necesitaría un baño, y un pequeño aposento donde cambiarme de ropa. Dije al entrar, pagando también los servicios y ofreciendo alguno de los dos bonos restantes si el dinero no era suficiente. Planteé la estrategia a seguir, no me habían dado ninguna pauta, por lo que debía ser consecuente con lo que decía. Una mala mentira podría desembocar en un fallo en mi misión, y la guerra era un buen aliciente para que fuera una verdad enmascarada.

Estuve un tiempo más o menos largo en el baño, hacía mucho que no tenía esa sensación, no necesitaba lujos pese a que mi familia, tenía un poder adquisitivo suficiente respecto a la media del pueblo, con uno de mis dos progenitores en un buen cargo y el otro con un oficio digno. Además, el maestro nunca me ofreció mucho dinero, pero suficiente para no depender de mi familia en mis escasos gastos.

Tras relajarme lo suficiente, fuí al aposento y me vestí, mirando al espejo como esas ropas, incómodas respecto a lo que acostumbraba, me daban una imagen muy diferente a la que yo representaba. Que unido al protocolo que aún recordaba me ofrecían una buena primera impresión.

Me despedí amablemente de los que regentaban el lugar, y partí hacia el convite.

Aparecí casi el último, había visto de lejos a alguno pidiendo una camilla para un herido, había escuchado la discursión, y la presentación de algunos representantes de los clanes. Todo en silencio. Miré en particular al representante de la golondrina, Debía ser quien aceptara mi voluntariado en primera instancia, pues si no, los que estaban por encima de él no lo harían.

Buenos días, mi nombre es Senca, provengo de tierras de la golondrina, mi presencia aquí aunque casual es afortunada, pues ante un problema del reino, quiero servir.

Me presento como voluntario si el excelentísimo Kelda así lo acepta y con la espero aprobación del honorable Ganisuki, Después de esperar a que el hombre que representaba mi clan acabara de inspeccionar el estado de la ayuda al hombre herido, Provengo de Dafel Exu, ciudad que como muchos sabréis acoge una escuela de magistrados y aunque no formo parte del servicio del Rey, me presento como firme y leal sirviente de la corona para acabar con cuantos problemas se presenten.

Pese a ser un desconocido, todos podrían observar que aunque no formara parte de ninguna de las dos ramas de la corona, había tenido como mínimo un proceso de aprendizaje en protocolo y oratoria.[*2].

Me presento también como herrero, podría antes de la comitiva ayudar o revisar si se va a dar algún tipo de equipo a los que formen parte de ella. Me temo que el taller del que vengo está demasiado lejos como para ayudar económicamente o con material a los aquí presentes, pero cualquier ayuda es poca ante los problemas de toda la sociedad.

Antes de que nadie pueda darse cuenta estoy a su lado. Y sin alzar mucho la voz.

Recupera el aliento Honorable, ahora estás en lugar seguro

Espero aliviar el peso de Deno y sus nervios. De seguro los demás asistentes a la sala lo inundarán de cuestiones y necesita tener la mente clara.

Espero que el saberse escoltado por un aliado lo ayude a relajarse.

Bajando aún mas el tono de voz de la manera mas educada posible.

Si bien sus honorables estaban presentándose voluntarios para partir a tierras del Oeste y asi, pacificar la región.

Yo mismo me he presentado voluntario.

- Entiendo.- Le agradezco a Gaaru tanto su apoyo como la información que me facilita el entender algo mejor la escena a la que asisto, soy un mero espectador y me pregunto qué relación puede tener esto con aquello que me estaba ocupando hasta el momento. Sea como fuere no tengo nada más que decir a esta gente a no ser que tengan alguna duda sobre el magistrado, no sé cuanto más les puedo contar, peor aún así le susurro como contestación a Gaaru. - Tal vez debamos hablar después. El magistrado estaba investigando cuando esto nos ha sorprendido.

-Aplacemos un momento la situación. El protector Deno es un hombre con lazos fuertes, tan fuertes que han despreciado la etiqueta, y eso aunque reprochable es admirable. -la mujer vestida de tonos lilas revela una cantarina y hermosa risa -No quiero oír un murmullo de desaprobación, un magistrado ha sido herido de gravedad a pocas calles de aquí y eso es intolerable. Aplazo oficialmente la vista hasta que los protectores me aseguren que el asunto se ha resuelto.

Varios intentan reprochar, pues consideran un ultraje la situación, pero antes de que la dama diga nada el propio Kelda interviene

-No puedo pedir a la ciudad que prescinda de sus guardianes cuando el crimen la atormenta. Secundo con toda mi voluntad lo dicho por la dama Morome y al que se oponga le ruego que mida bien cuanto de sus intenciones quiere revelar.

Vi cómo la egnte se iba desperdigando por la sala una vez que se dio por concluida aquella reunión. Me sentía extrañamanete culpable ya que se había dado a entender que había sido mi aparición la que había terminado con aquel proyecto entre las distintas casas, convirtiéndose nuestras circunstancias, las de los protectores y magistrados de la ciudad, en una prioridad que ni yo mismo sabía cómo abordar. Esperaba no haber entorpecido los proyectos de Gaaru, peor... Peor a fin de cuentas yo no había decidido nada de aquello: ni que se hiriese a Dagio ni que mi interrupción modificase los quehaceres de palacio.

Aquello había acabado de momento, pausado temporalmente. Menos mal por que no quería seguir ignorando aquel tema, se volvió a los protectores y testigos.

- Honorables ¿Que sabemos del agresor? ¿Se puede hacer publica la naturaleza de vuestras investigaciones? - Preguntó Ammatam a Deno.

Aunque el silencio no es completo, me permite oír el murmullo que se produce al otro lado de la sala. Oigo suficiente como para saber que cada instante que pasa incrementan las probabilidades de fracasar, pues las pistas se desvanecen rápidamente. Pese a que no me apetece demasiado, rastreo el reguero de sangre que dejó el magistrado Dagio con el fin de encontrar a quien perpetró el ataque. Que pereza, pero cuanto antes terminemos con esto antes continuaremos nuestro camino y antes completaremos la misión. Además, no me viene mal demostrar mis habilidades ante esta... gente.

Estabas cerca de Thegren, no por un motivo concreto, es una cara conocida y conviene tener cerca a alguien de quien al menos sabes el nombre. De repente con una elegancia que no esperabas del hombre que tuvo el descaro de comer mientras hablaba a una dama de la familia real, desaparece, al haber estado algo atento a lo pasado te das cuenta que sale del salón muy apresurado.

Cita:

- Magistrado Ammatam, podría sugerir un lugar con menos público, no querria perturbar aun mas la paz de esta audiencia.

Mas bien no me interesa que nadie más sepa de la conspiración en la que estamos envueltos, ya ha atacado a varios de nosotros. Y no pienso permitir que se escape ni el mas pequeño detalle dentro de nuestro circulo