Partida Rol por web

Itzala logra subir a duras penas: arañado, cansado y en resumen hecho polvo. Pero al menos esta arriba.

También hice una apuesta sobre tí mago. Pero seguiré tu consejo de mantener la boca cerrada y no te diré a lo que aposté. Como ves no suelo perder. Cogió la moneda de Jaali y se la metió en el bolsillo mientras miraba como se las apañaba Itzala con la cuerda. Gracias al cielo Jonova le echó una mano porque aquello tenía toda la pinta de acabar en tragedia.

Hubo un tiempo en el que te hubiese sacado esa informacion directamente de tu mente (*)- le responde el mago - Ahora, la verdad, me da lo mismo. Seguro que tienes la cabeza llena de chistes como el de antes y, sinceramente, prefiero darte otra moneda antes que volver a sufrirlos.

Logro subir a duras penas, mis manos tiemblan debido a que no están acostumbradas al esfuerzo físici, estan todas enrojecidas y la piel se desprendió en algunos puntos, mi huesos parecen desmoronarse por dentro pero aún asi me paro lo más erguido posible, veo que el enano se está burlando de mi con una cancioncita de tonada infantil, con el seño fruncido le digo:

- Escúchame enano, tu podrás parecer un mono de circo afeitado, pero hay otros que somos más sofisticados y no estamos para andar perdiendo el tiempo trepando como animales.

Dicho esto me alejo lentamente del borde y comienzo a limpiar el polvo de mi ropa.

Escúchame enano, tu podrás parecer un mono de circo afeitado, pero hay otros que somos más sofisticados y no estamos para andar perdiendo el tiempo trepando como animales.

Doble o nada a que no llega hasta la montaña - susurra Jaali a Harve

Ni como un animal ni tan siquiera como una señorita... - responde Dorwas sonriendo. - Si necesitas ayuda, estaremos dispuestos a volver a ayudarte pero a este paso tendremos que cobrarte un plus por ineptitud.

Se gira hacia Jonova.

¿Hacia dónde, encanto?

- Ja! ¿Cobrarme por ayudarme? Ya veremos quién le cobra a quién. Tú careces por completo de elegancia y no entiendes nada de sutilezas, no distinguirías una "señorita" ni aunque la tuvieras frente a ti. Hasta ese tipo - señalo hacia el barranco refiriéndome a Diegen, que ún no subió - con aspecto de gnoll constipado parece tener más clase que tu.
 

Doble o nada a que no llega hasta la montaña - susurra Jaali a Harve

Hecho. cogió dos monedas de un bolsillo y se las pasó a otro.

 perdiendo el tiempo trepando como animales

Los animales trepan mejor...- musitó Jonova.

¿Hacia dónde, encanto?

¿Encanto? - Jonova se giró en la dirección a la que se dirigía Dorwas. - ¿Te refieres a mí?. Hay que esperar a Diegen. ¡Todos a tirar!

Bueno, no se si esto de la pared de piedra ha servido para unir al grupo. Podría haber empleado el caminito de al lado que no hacía falta escalar, pero pensé... ¿Una tarea en común para que todos nos unamos y aprendamos a colaborar? ¡Sí!... Se lo pensó mejor. Si no se están matando es que ahora trabajan mejor juntos. Aunque sólo sea un poquito.*

E igual de irritable que una damisela durante su luna roja... - termina Dorwas mirando a Itzala y meneando la cabeza con resignación para darse cuenta, tras las palabras de Jonova, que aún faltaba Diegen.

¡Muchacho! - le llamó desde arriba. - ¿Va para mucho?

Como Diegen aún no sube me acerco al borde del barranco y grito:

- ¡Oye apúrate o Harve se nos muere de viejo aquí mismo, no tenemos mucho tiempo! ¡Y no te olvides de amarrar la mula antes de subir! - pienso que subir el peso de toda la mula más los objetos que lleva será una tarea sumamente difíci o imposible, mirando hacia mis compañeros les digo - si a ese tipo se lo está comiendo un grupo de gnolls yo no voy a bajar a buscar sus huesos.

- No hay grupo de gnolls que pueda con Diegen. - comentó Jonova con seguridad. - ¡Menos hablar y más tirar!

E igual de irritable que una damisela durante su luna roja...

Y sin sentido del ridiculo - añade Jaali meneando la cabeza con incredulidad ante las ultimas palabras de Itzala - Nunca pense que diria esto enano, pero hay alguien en Golarion que hace que parezcas no rematadamente idiota.

Se vuelve hacia el bardo

La mula no sube. Todos lamentamos que tengas que dejar a tu novia ahi abajo pero es lo que hay. Tambien has dejado lo poco que te quedaba de dignidad y no parece que te importe mucho.

¡Oye apúrate o Harve se nos muere de viejo aquí mismo, no tenemos mucho tiempo! ¡

Harve exasperado cerró los ojos, negó con la cabeza y colocó la palma de la mano en la cara. Suspiró ante la incredulidad que le suponía semejante nivel de idotez concentrada en un solo ser y sobre todo en que el "buen hacer" divino se hubiera concentrado en la remota posibilidad de que el bardo se hubiera cruzado en su camino tan grande como era Katapesh. 

Nunca pense que diria esto enano, pero hay alguien en Golarion que hace que parezcas no rematadamente idiota.

Y que tú no parezcas el mayor bocazas de todos los reinos, incapaz de decir mayores tonterías por minuto...

Dorwas se queda entonces callado, mirando a Jaali y aparta la mirada incómodo mientras tira de la cuerda.

Diegen vuelve de su patrulla, refunfuñando para sí mismo.

El viejo este me ha dejado colgado... me he tenido que hacer la patrulla yo solo. Pero qué c*****s, si es lo que yo quería...

No ha oído ruido de batallas ni gritos de ayuda, así que vuelve confiado en que todo el mundo estará ya arriba. Todos? No! El bardo se resiste ahora y siempre a subir, enganchándose en todas las rocas mientras el enano tira con fuerza desde lo alto y prácticamente lo sube como si fuera un fardo. Incluso desde abajo se ven los cortes y magulladuras del pobre elfo y la sonrisa satisfecha de Dorwas.

Cuando Itzala está por fin arriba, Diegen hace bocina con las manos y dice: "Pasad la cuerda de nuevo. Voy a intentar recuperar lo máximo posible de la carga de la mula".

Usando una especia de hatillo grande con una lona, Diegen mete dentro los objetos más necesarios con que cargaba el noble animal (*). Una vez Dorwas la ha subido todo sin mucho esfuerzo, le lanza la cuerda de nuevo. Diegen se ata la cuerda alrededor de la cintura y sube... CONTINUARA (**)

Una vez Dorwas la ha subido el hatillo de lona sin mucho esfuerzo, lanza la cuerda de nuevo hacia abajo. Mientras tanto, Diegen susurra unas palabras al oído de la mula:

- Parte ahora con palabras de protección que guíen tu camino. Eres un animal sabio, y mucho has aprendido en Nueva Kelmarane. Busca tu camino hacia los lugares donde encuentres buen pasto, y llega en buena hora al palacio de la Princesa Almah o a cualquier otro lugar que desees ir.

Diegen ve a la mula partir mientras piensa: Allá va! Ahora tiene tantas posibilidades de escapar a los gnolls y de llegar a casa como nosotros. Después se da la vuelta, se ata la cuerda alrededor de la cintura, y observa la pared de piedra. Vamos allá.

El paladín se va agarrando a los salientes a medida que sube sin problemas, usando sus fuertes piernas para impulsarse en dirección ascendente. Su cuerpo recuerda todavía todos esos años en que la capacidad de subir y bajar por paredes verticales podía ser la diferencia entre comer un día más o pasar hambre en una esquina oscura.

No siempre he sido un paladín de Sarenrae.

Sin necesitar ayuda, el semielfo llega a lo más alto del risco en un periquete. Sin necesidad de descansar, dice mientras se desata la cuerda:

- Listo. Sigamos. Cuanto antes partamos, antes lligaremos. Al menos tenemos la siguridad de que nadie nos atacará por ritaguardia...

¡Venga, muchacho, que hemos visto a Bethel subir más rápido para conseguir pretender a alguna muchacha! - grita Dorwas mientras tira con fuerza de la cuerda, nada que ver de cuando subía al bardo. - ¿O no te acuerdas cuando quiso cortejar a aquella muchacha de Ver'Hona? Julia o algo así se llamaba...