Partida Rol por web

Y a la llamada del recién llegado a la mansión, alguien responde, desde lo que parecía ser un cementerio familiar:

¿Es usted señor Karl?

Del interior del cementerio se acerca un hombre bien vestido, de unos 43 años, de voz tranquilizadora y seductora y con un acento británico bastante marcado.

Tras él y también mirando hacia el exterior del cementerio se halla un hombre de mediana edad, con bigote y un traje pulcramente planchado, mirando fijamente hacia el recién llegado.

Y el recién llegado no es Karl.
Es otro hombre, mucho mas joven que se dirigía pausadamente hacia el cementerio.

Miro al nuevo algo extrañado.

-Hola?, quien es usted?

Hola, mi nombre es Ricardo R. Escribano. Busco a Edward Shuben. Recibió un encargo del señor Van Laaden para elaborar un informe sobre la casa. Yo soy su colaborador.

Me dirijo hacia él cordialmente:

Mucho gusto en conocerle, señor Escribano. No sabía que el señor Shuben tuviera un colaborador.
Permítame que me presente, mi nombre es Ray Pember, escritor, y éste es mi colega John West, anticuario. Como seguramente sabrá el señor Van Laaden también nos contrató junto a Shuben para investigar la casa.
Lamento decirle que el señor Shuben no se encuentra aquí.
Ayer por la noche, mientras los tres entrábamos en la casa por primera vez, le dio como una especie de ataque de pánico. Vio algo, gritó y salió corriendo hacia el bosque. Nosotros intentamos seguirle, pero le perdimos el rastro, estaba oscuro y no conocemos el bosque. Nos hubiéramos perdido también. Decidimos pasar la noche aquí. Esta mañana hemos vuelto del pueblo junto con provisiones y esperábamos que regresara. Mientras estábamos investigando las habitaciones y el cementerio por si había algo raro, pero de momento no hemos encontrado nada.

¡Me dejas helado! No me esperaba una cosa así. Debería de ir al bosque a buscarle, por si le ha ocurrido algo. Ahora que es de día sería un buen momento.

-Si creo que tienes razon, pero no creo que este ya por aqui, ten en cuenta que fue ayer a primeras horas de la noche, no creo que ande cerca.

Uyyy que éste también se nos asusta...

Le hablo calma y sosegadamente para tranquilizar a todo el mundo...

Calma amigo, no se nos vaya a perder usted también... El bosque no lo conocemos pero podemos echar un vistazo, a ver si encontramos algun rastro.
Si no encontramos nada podemos volver al pueblo a avisar al sheriff...
Por cierto, cómo ha llegado hasta aquí? En coche?

Y vamos hacia el bosque...

En el bosque no encontráis ningún rastro.
Mala suerte.

Difícilmente te encontrarás a Yuggoth. Yuggoth es un lejano planeta que vosotros los mortales conocéis como Plutón.

Pero a Yog Sothoth si que le podéis encontrar. Eso si, os advierto que suele ser un poco antipático la primera vez que uno se lo encuentra.

Damos vueltas por el bosque sin ningún resultado...

Señores, está claro que el sr Shuben no está por aquí. Seguramente estará en el bar del pueblo explicando a los ciudadanos el susto que se llevó. Aunque si queremos asegurarnos mañana por la mañana podemos ir otra vez al pueblo y preguntar si lo han visto, quizá encontró el modo de regresar a Grand Rapids...
Ahora lo único que podemos hacer es volver a la mansión y continuar las investigaciones.
No se preocupe, sr.Escribano, su colega está bien, tengo ese presentimiento, y mis presentimientos nunca me han fallado!- digo despreocupadamente.

Diganos, su apellido es español, no? Es usted de allí?

Así es, nací en una ciudad del norte de España. ¿Conoces España? ¿Has estado alguna vez?

Estuve hace algunos años, pero en el sur, en Granada, ya sabes, la Alhambra, los moriscos...
Pero desde que se instauró la dictadura de Primo de Rivera no me han venido ganas de volver, la verdad...
Y qué le trae a los Estados Unidos?

Vine por estudios, y después de unos años por aquí conocí al señor Shuben y empezé a colaborar con él en sus investigaciones.

Así es usted psicólogo? Qué interesante!...
Ha visto al señor Maurice Van Laaden? Nos contó que de niño le despertaba en plena noche su abuela, cantándole o recitando algo en una lengua desconocida y le causó grandes pesadillas. Aquí, en esta casa. Es curioso hasta qué punto las vivencias de un niño pueden ser recordadas, y siendo éste ya adulto continúan atormentándole en sus noches..., no cree?

Desde luego que si. Y cambiando de tema... ¿Han inspeccionado la casa? ¿Han visto algo interesante?

En realidad no hemos visto mucho. La casa fue erigida por el tatarabuelo de Maurice, Erich Van Laaden. No hay electricidad, pero sí agua.
Como ve tiene dos pisos y sólo hemos estado en la planta baja. En ésa cabaña de ahí viven Karl y su mujer Hildegard, que se ocupan del mantenimiento de la mansión. Parece ser que no saben nada de los fantasmas, aunque eso es algo que no me creo del todo. En el hivernadero aún no hemos estado. En la planta baja hay algunas habitaciones y un pasillo que da la vuelta y da a la parte trasera. En la parte de atrás hay otra cabaña y el cementerio familiar que estábamos inspeccionando cuando usted se presentó.

Escucho la conversacion esbozando una sonrisa.

Miro de reojo el cementerio nunca me han gustado ni nunca lo haran.

-Seria un honor que nos acompañara a seguir explarando la casa sr Escribano

Bien! volvamos a la casa! No hemos visitado el hivernadero, no? Podemos echar un vistazo y después recorrer las habitaciones de la mansión...
Y voy para allí, caminando alegre de saber que al menos somos tres los investigadores.