Partida Rol por web

Le resulto una tarea titánica llegar al destino acordado en el tiempo previsto, más aún tras su terrible amputación.

Las últimas horas tuvo una fiebre intensa, que le hacía sudar y temblar al mismo tiempo, necesitaba cuidados con urgencia o moriría. Pero su deber era más fuerte que el dolor, que las ansias de no morir. El deber y el honor lo eran todo. Ese mantra se repitió hasta que llegó al lugar adecuado.

Como un alma en pena, entró al pueblo, parecía ya más un cadáver que una persona, la carne parecía habérsele pegado a los huesos, y su caminar era cuanto menos, errático.

No supo el tiempo que tardó en encontrar el lugar designado, pero cuando finalmente llegó, vio al escorpión recostado en una columna, con la armadura hecha un amasijo medio deforme de hierro y cuero, con el kimono rasgado en múltiples sitios, cubierto de sangre principalmente enemiga, aunque la propia también manaba de ciertas heridas de distinta gravedad. Lo úncio intacto era su máscara, aquella maldita máscara demoníaca. No hizo falta que Kôkatsu dijese ni una mísera palabra. El escorpión asintió y avanzó cojeando hacia él.

El mundo para el cangrejo se volvió negro y se derrumbó sobre el suelo. Inconsciente.

THE FUCKING END

¿REALLY?