Partida Rol por web

Mos Eisley no ha sido la misma desde hace unos meses. No sabes exactamente qué ocurrió, pues la principal fuente de información de la ciudad es La Cantina, y como todo el mundo sabe, Wüher no tolera droides allí. Aún así, gracias a tus habilidades para los idiomas, has podido entresacara los Jawas, esas extrañas y molestas criaturas que en más de una ocasión han puesto sus ojos en tu cuerpo, que la Alianza Rebelde estaba metida en el ajo.

En todo caso, tus que haceres diarios te mantienen ocupado y ajeno a problemas distintos de prestar la debida atención a tu amo. Te resulta extraño imaginar qué hacía antes de contar contigo, pero en todo caso tu trabajo no es del todo desagradable, si bien preferirías hacer de traductor en algún palacio o lugar similar.

Estás inventariando el material. Es una actividad rutinaria y tediosa, pero tu amo lo ha ordenado y no hay mucho más que decir. Aún así, tu programación está siendo claramente desperdiciada.

Las órdenes de tu amo son claras: debes hacerte con un turbo propulsor para su T-16. Para ello, debes acudir al “Crash Site Memorial”. Sólo te queda decidir si regateas con los comerciantes Jawa del lugar, o buscas allí por tu cuenta.

Las órdenes de mi amo son claras: he de conseguir un turbo propulsor para su T-16, aunque el amo parace haber olvidado que me ha encargado también realizar un inventario del material guardado en su almacén. Teniendo en cuenta que el amo suele enfadarse a menudo, mis cálculos me dicen que resultará mejor suspender el inventario de momento para dedicarme a la nueva tarea.

Si hubiese sido programado para expresar sentimientos, mi máscara facial reflejaría desagrado al dejar el refugio del almacén y salir a la polvorienta Mos Eisley. Necesitaré una buena limpieza para eliminar los restos de arena de mis juntas. El sol incide con fuerza en mi recubrimiento y los senso-receptores me indican que la temperatura es de 45º.

Emprendo el camino hacia el Crash Site Memorial, en busca del grupo de comerciantes Jawa que suelen reunirse allí. Sólo espero no perder mucho tiempo con estos sub-humanos. Me reuniré con su jefe y le comunicaré las necesidades de mi amo...

Sales de la tienda y llegas hasta los Jawas con los que tendrás que negociar. Ajustas tus receptores acústicos para desempolvarlos. Estás utilizando tu habilidad de Lenguas, por lo que tu código de habilidad es 5D, el mismo de tu atributo de
Conocimientos. Haz la tirada de 5d6 a ver si sacas 12 o más.

Tus receptores parecen haber expulsado el polvo del desierto de este maldito planeta. El Jawa te pide un momento y tú, con exquisita educación, atiendes a su petición. Al fin y al cabo, el buen trato al cliente es de agradeceren un lugar de mala muerta como Mos Eisley.

Por fin te atiende el Jawa. Adapta su velocidad en el habla de manera casi insultante. Dominas más de tres millones de formas de comunicación, y la suya no es ni mucho menos la más complicada de todas ellas.
Dejas a un lado tu enfado e inspeccionas la mercancía que te ofrece. Por supuesto, la parte más difícil de todo esto llega justo ahora. Esas pequeñas criaturas del desierto son grandes negociadoras, y tu programación no es la más adecuada
para regatear.

Estás utilizando tu habilidad de Negociar, por lo que tu código de habilidad es 2D+1, el mismo de tu atributo de Percepción. Así que ahora tienes que tirar los dados a ver si lo has hecho bien. Recuerda añadir 1 al resultado de los dados.

Tras unos minutos de espera en los que no hago otra cosa que notar como el sol recalienta mis receptores térmicos el jefe Jawa se dirige y comienza a parlotear en su dialecto.

Afortunadamente, entre los más de tres millones de formas de lenguaje que tengo en mi programación se encuentra el primitivo dialecto de los Jawa, al igual que los del resto de formas de vida conocida del planeta.

La criatura parace ignorar mi pedido y comienza a mostrarme auténticos montones de chatarra, como varios droides astromecánicos, condensadores binarios baqueteados por el uso y llenos de polvo. Repito nuevamente la petición de mi amo y tras varios minutos de pasear por entre las piezas polvorientas, llegamos a una serie de contenedores de los cuales el Jawa extrae el impulsor T-16 que busco.

El Jawa menciona una cantidad tan elevada que le pido que me lo repita porque lo interpreto como un error de mis audiosensores. Sin embargo, la cifra se repite.

Las instrucciones de mi amo eran precisas al respecto en cuanto al precio máximo a pagar e intento negociar con la criatura...

Parece que a regaña dientes, pero el Jawa acepta la rebaja del precio que le habías hecho. Te entrega el turbopropulsor para el T-16 de tu amo. Es el momento adecuado para revisar el apartado, antes de que ese Jawa te la juegue y le entregues los créditos.
Sabes bien cómo actuar, y ser precavido ya que esa pícara forma de hacer negocios la has visto incluso en tu
propio amo.

Tras transmitirle la oferta de mi amo, la criatura Jawa acepta aunque no parezca muy contento por ello. Antes de dar por finalizada la transacción inspecciono el impulsor.

En apenas unos nanosegundos, accedo a mis módulos de memoria y visualizo una reconstrucción virtual de un impulsor T-16. Con calculada minuciosidad, comienzo a repasar sus especificaciones...

Tus habilidades superiores en el diagnóstico del turbo propulsor para el T-16 de tu amo reflejan un fallo grave en el mismo. Expresas tu descontento al Jawa y te marchas de vuelta a la tienda. Una vez allí, transmites lo ocurrido a tu amo, que pretende pagar su frustración contigo, a través de un disparo con su bláster.

Nunca podré comprender el comportamiento humano pienso al ver la reacción de mi amo al transmitirle mi informe.

Afortunadamente, su enfado le hace poco preciso y el blaster deja un boquete humeante en la pared a mi espalda

Esquivas el disparo, y parece que la calma vuelve a reinar en el ánimo de tu amo. Aún así, tu amo te anuncia que vas a ser vendido de inmediato. Poco tiempo pasa antes de que un grupo de hombres, miembros de la Alianza Rebelde aunque no se lo desvelen a tu amo, cierren el trato con tu amo. Parece que la lucha contra el Imperio espera.

Una inocente compra te ha llevado a la Alianza Rebelde. Sólo esperas que tu programación te mantenga ileso en esa loca lucha.
 

FIN