Partida Rol por web

Soker deja lo que estaba haciendo y acude con rapidez en la dirección en la que van sus compañeros.

El enano avanzó fuera de sí, descargando toda la frustración que había acumulado en los últimos minutos. En cuanto llegó a la sala, saltó los primeros metros, girando sobre sí mismo, dispuesto a acabar con la vida de tantos kobolds como pudiera, antes de que sus compañeros comenzaran a quitarle la diversión:

-¡Muerte, lagartijas!- gritó el demente explorador mientras descargaba su hacha contra el que parecía el jefe de los kobolds.

El golpe de Geon no consigue traspasar la armadura del kobold.

Tekdur, encolerizado por los gritos que se acaban de escuchar y envalentonado por la carga de Geon alza su escudo, empuña con fuerza su hacha y carga en pos de su compañero contra el Kobold que tiene más cerca.

- ¡¡¡¡Estos bichos color fango sí que no se librarán!!!!

Al entrar en la habitación y percibir la escena se distrae por la visión de la niña acorralada, lo que entorpece la precisión de su ataque.

Tekdur asesta un enorme tajo al kobold, pero aun se mantiene en pie.
¡Mira Kimi vienen al rescate gracias a los dioses! el mediano retrocede y agita un trozo de lana mientras canturrea. El kobold que parece el líder parece marearse.

Los kobolds comienzan a acercarse. Dos tratan de golpear a Geon sin éxito.
Otros dos corren hacia Tekdur, uno de ellos pincha levemente con su lanza al bárbaro.
Los dos de la esquina siguen amenazando a la niña.
¡Estar quieta ssssaquito! dicen.

Soker se mueve hacia el interior de la sala mientras saca la espada corta.

Finn comienza a descargar flechas sobre los kobolds desde el pasillo, intentando acabar con rapidez con ellos, antes de que sepan que les ha atacado.

El primer disparo de Finn no acierta porque no consigue ver del todo bien al kobold, sin embargo, el segundo se clava justo en el pecho del pequeño monstruo que se tambalea muy malherido.
El lider de los kobolds se lleva la mano a la cabeza como mareado ¡Mallldito mediannno!

Rumuk, viendo la amenaza que se cierne sobre los pequeños, se lanza a por uno de los kóbolds. Desafortundamente, tanto apresuramiento es malo para su puntería...

Viendo cómo Los kobolds venían hacia él, la sonrisa de Geon se ensanchó de lado a lado:

-¡VENID, LAGARTIJAS! ¡SANGRE PARA EL SEÑOR BAJO LA MONTAÑA!- gritó el enano, mientras interceptaba al primer atacante.

Su hacha de batalla se desviaba de un golpe mortal en el último instante, para guiar el asta atacante por debajo de su sobaco izquierdo, mientras el hacha de mano se deslizaba sobre esta hasta frenar contra el cuello del desdichado. La carga del kobold se frenó en seco, mientras el explorador recuperaba su arma dispuesto para despiear al siguiente oponente:

-¡VENGANZA PARA EL LIBRO DE LOS AGRAVIOS!- bramó de nuevo, mientras tomaba algo de distancia táctica, colocándose espalda contra espalda con Tekdur.

Geon no perdona y con un poderoso hachazo termina con la vida de uno de los kobolds.