En el almacen hay sobre todo herramientas de minería bastante descuidadas.
Soker juguetea con un pico, lo mira, lo desecha y mira a Geon y Finn.
¿Qué habéis visto en lo que nosotros hemos estado arriba?
Geon había fallado por muy poco, sorprendido ante la repentina agilidad de aquella criatura. Posiblemente su protesta había salido incluso más de la frustración que del haber dejado escapar al engendro que, con suerte, mataría a algún kobold todavía. Venciendo su pesar por la pieza perdida, sin embargo, respondió a Soker de mala gana:
-La salida del nordeste lleva a una caverna natural en la que están usando picos y palas. Una mina o nuna ampliación de madriguera, supongo; seguramente para eso raptan gente... esclavos. La del norte, acaba en un paso estrecho; puede que sea la salida de la chimenea que vimos arriba en la fragua del bicho de las cadenas.- indicó el enano, sirviéndose del hacha para señalar.
Tirada: 1d20(+7)
Motivo: hachazo preparado
Resultado: 5(+7)=12
Pues no le di al escaparse, supongo, salvo que la armadura natural de ese bicho sea patética.
¿Dónde podrá estar el chico que falta? dice Rumuk barajando las distintas alternativas que se presentan.
-Miremos en la mina.- dice Geon, mirando primero con desconfianza hacia los lados, ante la repentina huida del bicho, y luego avanzando con decisión hacia el lugar en que reposa la piedra de silencio, para volver a contar con la pequeña defensa.
Posiblemente ahora tengan que avanzar los enanos delante, dado que la luz podría alertar a los kobolds, así que el activo enano no espera a una segunda opinión. Mientras avanza, indica:
-Alguien debería de revisar la angostura norte... Si esto se pone feo y tenemos que salir todos por el caldero, no será agradable en absoluto.- indica con la cabeza hacia el lugar al que se refiere.
Pues eso, que Geon avanza ya mismo, como es habitual. En esta partida se debate menos, XD.
Última oportunidad de decirle algo antes de que entre en el rango de la piedra y ya no escuche (ah, me encanta este conjuro; voy a tener que ponerme niveles de clérigo).
Al norte hay un pasillo estrecho y al este están las minas.
Ya sabeis que dos salidas hay.
¿Por dónde quedará la morada de estos kóbolds? ¿Tras las minas o más allá de ese pasillo estrecho?
Si en la mina hay esclavos humanos es posible que tengan iluminación y que podamos echarte una mano...
Dice Soker mientras se levanta de su posición tras registrar el almacén.
No obstante, recordad que los kobolds querían a los niños para un sacrificio no para trabajar, así que no creo que se encuentren en la mina.
Creo que los tres minutos del conjuro de silencio han pasado hace rato. Entre el combate, subir y bajar del caldero, exploraciones...
Pero vamos, Nacho dirá...
El enano asiente ante las palabras de Soker y señala adelante, antes de encaminarse hacia la zona desde la que había escuchado ruidos percusivos.
De camino Geon se acerca a la roca encantada y al agarrarla, se da cuenta de que escucha perfectamente las conversaciones y respiraciones de comentarios de sus acompañantes:
-Tu magia está fallando, Rumuk.- dice tirando a un lado despectivamente la piedra -Ten cuidado, no pase en un momento peligroso.- añade evidenciando que el poder místico no es lo suyo, mientras toma unas maneras mucho más silenciosas al avanzar hacia la gruta más ancha con precaución.
En realidad creía que eran 10 minutos por nivelm, aunque posiblemente sea 1/nivel, como dices. Un lapsus. Aun así, me parece perfecto que sea así, porque el hecho es que Geon tiene más bien poca idea de magia.
¿Hay luz en la zona de la mina, Nacho?
En cuanto se disipa el conjuro escuchais mejor el sonido del golpeteo de los picos contra la piedra. La mina no está iluminada, lo mismo sucede con el pasillo del norte.
¿Hacia qué lado crees entonces que estarán los niños, Soker?, pregunta Rumuk, bastante indeciso acerca de qué dirección tomar.
Siempre podemos interrogar a alguno de los guardias de las minas. Seguro que si liberamos a los esclavos el barullo nos puede venir bien.
Dice Soker pensativo
El camino del norte no sabemos donde lleva, puede llevar a la guarida o puede llevar vaya usted a saber donde. La mina es tiro fijo...
Geon asintió y avanzó hacia la hoquedad, sigiloso, con la intención de informar al resto de lo que les esperara.
Pues a explorar se ha dicho.
De nuevo veis al explorador enano irse a hacer la guerra por su cuenta.
Avanzas sigilos hacia la mina kobold.
Llegas a una cueva natural enorme. Allí te ocultas tras la pared. Ves dos salidas a 30 pies, una al norte y otra al sur. Un feo kobold de color rojo, con el morro achatado por un golpe que debió recibir hace tiempo. El kobold grita a 6 otros en su idioma. Los seis esclavos pican con frenesí.
No pongo el mapa para que no lo vean tus compañeros.
Estoy esperando que conteste Geon.
Siento el retraso, pero con los problemas de conexión desde el curro, debí de saltarme la notificación. Estoy contestando.
Al contemplar a los esclavos arracimados en torno a aquel aborrecible supervisor, la sangre de Geon hirvió con fuerza. Recordó por unos instantes el kobold que sus compañeros habían liberado con anterioridad, y no pudo reprimirse en su furor. Con decisión, aferró el arma de Druinga con ambas manos, mientras cargaba contra el kobold sin piedad. Había llegado la hora de redimir unas cuantas almas. Había llegado la hora de la sangre.
Tirada: 1d20(+9)
Motivo: druingazo en carga parcial, a 2M
Resultado: 13(+9)=22
Tirada: 1d8(+7)
Motivo: daño Druingazo
Resultado: 6(+7)=13
No me puedo reprimir... si no empezarán que si dialogamos y no sé qué. Mejor matanza. Si tengo la sorpresa, carga parcial. Si el tipo está demasiado lejos de mí, entonces me abstengo.