Yo los sigo intentando hacer el menor ruido posible.
Tras la arboleda una voz de niña solloza tras los árboles.
No me hagais daño por favor, por favor, por favor.
Cuando os acercais con cuidado llegais a ver una niña bajita, cuya edad no distinguis bien (entre 12 y 15 años) de pelo castaño y ojos verdes acurrucada junto a un árbol mientras abraza un oso de trapo.
De esta no me han puesto dibujo, asi que tiro de la niña de national geografic.
Namarth guarda la flecha en el carcaj y se cuelga el arco de la espalda.
Tranquila, bonita, no te haremos ningún daño, hemos venido para ayudarte. ¿Estás sola o hay más niños contigo?.- Dice Namarth sonriendo mientras se acerca a la niña.- ¿Tienes hambre?
Solo estoy yo, no hay nadie más. Tengo mucha hambre la niña rompe a llorar.
- Que alguien atienda un poco a esta niña susurro a los demás.
Quizás haya que buscar un sitio para pasar la noche.
Y si esta niña, como parece es del grupo de desaparecidos...
- Cuando la niña se recupere deberíamos tratar de conseguir que nos cuente algo y después deberíamos devolverla a la aldea, no es una buena compañía y no podemos dejarla sola.
-¿Niña, los bichios lagarto se han llevado a tus amigos? ¿Cuántos? ¿Por dónde? Si no los encontramos se los van a comer.- dice Geon, en su línea diplomática.
Mis amigos murieron en el fuego, hace muchos días, señor enano. Aun veo sus caras quemándose.
Parece que la niña se pone a llorar de nuevo.
Los... los ... los lagartos se llevaron a los otros.... los de la fogata. A su casa bajo el monasterio
- Rumuk, échale un vistazo a esta criatura. Creo que si lleva tantos días pr aquí necesitará tus servicios.
Saco mi odre de agua y le ofrezco un poco.
- Bebe, niña, tendrás sed. Y tranquila, con nosotros estás a salvo de los lagartos.
-¿Ah, pero esta no es de las desaparecidas? ¿Cuánto decías que hace que se quemó ese lugar, Soker? No sé... son todos muy iguales. Si almenos tuvieran una buena nariz enana, o una barba incipiente... ¡bah! Bueno, ahora ya sabemos dónde están los críos y las malditas bestias escamosas. ¿Salvamos a esos cachorros de humano?- pregunta Geon con ganas de decapitar algunos kobolds.
¿Cómo es que no te has acercado al pueblo desde el incendio? ¿Qué ocurrió? ¿Cuál fue la causa del incendio?
Volvamos las ruinas y campemos, está anocheciendo y deberíamos darle a la niña algo de cenar. Mañana por la mañana hablaremos con ella, con la barriga llena lo verá todo un poco menos oscuro. ¿de acuerdo?
-Como los demás queráis. Pero si mientras alimentamos a la cría los kobolds deciden alimentarse a sí mismos con los niños, no seré yo quien se lo explique a los padres... Al menos deberíamos acercarnos un poco y ver si podemos advertir las intenciones que tienen para con sus prisioneros.- replica Geon, dispuesto a plantar dura batalla para rechazar la posibilidad de derramar sangre kobold.
Geon, tranquilízate, tenemos la posibilidad de averiguar cuanto hace que se fueron, cuantos son, hacia donde se dirigen... y sobretodo, tenemos que cuidar a esta niña. Además, creo que los kobolds no comen niños, seguramente los querran para otra cosa, probablemente mano de obra para algo.- Finn mira a su alrededor.- Por otra parte está anocheciendo y no sabemos si son una fuerza superior a nosotros, podrían emboscarnos.
Tiene cojones la cosa, en la "Era de los Gusanos", yo soy el que quiere atacar y tu el que me para. XDXDXDXDXDXDXD
Podemos ir hacia el monasterio y acampar de camino si es que es necesario, estaríamos ganando tiempo.
- ¿De verdad quereis ir hacia esos Kobolds con una niña como invitada de excepción?
Propongo que acampemos, obtengamos información de la niña y mientras unos duermen, alguien vuelva con la niña al pueblo y regrese.
Claro, que ese alguien no estaría muy descansado al día siguiente...
Cuando Soker comienza a bombardearla a preguntas, ella se pone a llorar.
Luego comenzais a discutir.
Mientras discutis la niña permanece callada, limpiandose las lágrimas con la manga.
Está claro que en ese estado no le vamos a sacar nada... digo intentando que la niña no oiga nada.
Es lo que intento deciros desde el comienzo, y la información que esa niña posee es vital para nosotros. Dejando a parte que no pienso organizar una incursión llevandola con nosotros..- Grita en susurros Finn, para que la niña deje de oirlos discutir.- Tranquila, bonita, ahora te daremos de cenar.
-Está claro que con nosotros no la podemos llevar. lo mejor sería que se la lleven Soker y el clérigo al pueblo, con nuestros respetos, en cuanto amanezca; son los más "cosmopolitas". Los demás descansaremos aquí también y nos acercaremos al monasterio al despuntar el alba. Examinaremos la zona alrededor del campamento kobold y pensaremos lo que hacer. Los demás podrán reunirse con nosotros en el monasterio.- entonces se vuelve hacia el elfo -Pero si se comen a los niños, te recordaré que te lo dije, elfo; esos seres son mezquinos hasta más no poder. Si supieran que nos molesta que les hagan daño a los niños, los masticarían sin tragar solo para vernos sufrir.- acto seguido se vuelve hacia las ruinas, intentando calmarse y añade -Si nos vamos a quedar, examinemos entonces ese sótano. Me parece mucho mejor opción que dormir aquí a la intemperie.- se rasca la barba unos instantes y prueba otra vez -Si el lugar es acogedor, podríamos dejar aquí a la niña incluso, mientras nos aseguramos de que los otros estén bien. Prefiero que los del pueblo no metan sus narices en este asunto, hasta que no pongamos sobre seguro a los niños. Podrían cagarla y querer venir a linchar kobolds. Los lagartijos matarían a los críos, que son una carga demasiado pesada como para poder huir, y pondrían pies en polvorosa. ¿Tú que dices, enana?- pregunta Geon a la niña finalmente.
Tengo miedo. No conozco a nadie en el pueblo. Vosotros habeis sido buenos conmigo. No quiero que me dejeis sola alli. Se donde han ido los lagartos. Dejadme ayudaros. Dice con voz melosa.
Luego fija su atención en el Urgrosh de Geon. Que arma más curiosa, no he visto nada parecido. ¿Es enana?