Cojo alguna piedra pequeña que haya por la sala y la introduzco en los huecos por si se abriese alguna puerta secreta o alguna historia. Si veo que nada ocurre y que no hay nada, hago un gesto a mis compañeros de que sigamos adelante.
-Dichosos bichos de la humedad... es por esto que los enanos mantenemos bien canalizada el agua. Seguro que la culpa la tiene el pozo por el que entramos.- rezonga Geon sin mucho sentido, mientras limpia su hacha en los restos de las criaturas -¿Y qué son estas piedras, Soker?- dice Geon, agachándose para verlas en detalle.
Lo cierto es que iba a decir pícaro y sabía que era humano, mientras lo pensaba, pero el jugar otras 4 partidas de D&D con 4 pícaros medianos, desde antes que esta, me jugó una mala pasada.
Nacho, si procede, me puedes tirar una tasación enana para las piedras, por fi?
En realidad, en el altar están los huecos que debería haber para unas gemas que habrán arramplado los kobolds, estoy intentando ver si colocando alguna piedrecita se abre algo, aunque lo mismo sólo sacamos el bonus de la fase cuando tengamos las gemas de verdad...
Pues si aquí no tenemos la llave, tendremos que buscarla por las otras salas. Parece que habrá que barrer ;)
Cuando veo que soker no encuentra nada vuelvo a la puerta de la habitación.
Hago un ademán para que soker pase delante, pero si no viene me dirijo al pasillo, hacia el norte.
Y dale con el explorar a tope todas las salas.
¡Que somos aventureros, no cartógrafos!
Vamos, el enano parece impacientarse. Finn sigue a Tekdur, guardando su espada y posando una mano en la empuñadura de la daga de plata.
Tras no haber tenido mucho éxito con el templo derruido continuáis vuestro camino examinando el pasillo. Al fondo podéis ver que está al aire libre a causa del derrumbe, llegando a la zona de los murciélagos.
Observáis dos puertas al norte y la de salida al patio al sur.
-No me gustan esas puertas; rezonga el enano. No dan un buen ángulo de disparo. Deberíamos usar el pasillo largo al que dan para retirarnos y asaetear a cualquier oponente, si resulta haber una horda de kobolds en el interior.- propone tras unirse al resto, habiendo recuperado su hacha -Las otras tres puertas están cerradas?- pregunta señalando hacia atrás.
Cerradas están. Candadas solo se ha comprobado una.
Antes de entrar en la boca del lobo miremos que hay en las otras habitaciones. Por lo que sabemos nos superan en número, deberíamos trazar un plan y para eso es necesario conocer el terreno.
En serio, tíos, no sabemos que coño hay a nuestro lado. Si estuvieramos jugando en mesa ya lo hubieramos mirado, porque solo son unos segundos (minutos?) pero como jugamos on line y es más lento parece que sea toda una odisea.
Abro la puerta que está al norte de 4, hala. :-P
Geon, ¿podrías determinar si los rastros van hacia alguna de las puertas en concreto?
Soker hace este comentario antes de que nadie pisotee las posibles huellas del pasillo.
El rastro va hacia la puerta al norte vuestro. Tanto las de lobo como las de kobold.
Estoy de acuerdo contigo, Geon: esas puertas y el pasillo hacen que sea una sala difícil de atacar pero fácil de defender. El elfo tiene razón cuando sugiere que debemos mirar qué queda a nuestras espaldas.
-Sobre todo cuando esta puerta- comienza Geon agachándose para comprobar algo sobre las baldosas -Parece que es a donde fueron nuestra amiga peluda y esas ratas apestosas reptilianas.- advierte Geon parando al grupo y bajando el tono.
Acto seguido señala a Finn y Soker, y a las puertas de atrás, mientras se aposta en la esquina, presto a disparar si aparece algo por el pasillo, cubriéndoles.
Presupongo que la información que os estoy dando es de la de la izquierda exclusivamente, pero no confirmo... Nacho.
Le echo un vistazo a la puerta que dice Geon con todo el sigilo del que soy capaz.
Además quiero ver si los amigos de los niños han dejado alguna sorpresita en el pasillo.
Vamos que busco trampas a diestro y siniestro.
En especial en la puerta que ha dicho Geon.
Finn se acerca a la puerta al norte de la entrada, trata de abrirla, pero está atascada.
Con un leve empujón la abre al final, parece que estaba atascada con una silla. Hace mucho tiempo que no se abre esta sala.
En el interior se ve el cadaver ya seco y momificado de un enano que porta en una mano un vial de cristal vacío y en la otra una nota en pergamino.
Sus ropajes están raidos y en su cinturón lleva un pequeño martillo de plata, con un yunque dentado grabado en su interior.
Soker se acerca a la puerta y la examina, la abre con cuidado y solo un poco. La puerta se puede abrir en ambos sentidos. Dentro puede ver un antiguo escritorio, que ha sido arañado por varios sitios. Hay restos de pelo gris y de huesos por todos los lados. Tras el escritorio hay dos lobos que están dormidos y que no se han percatado que el pícaro ha entreabierto la puerta.
Tirada oculta
Tirada: 1d20
Motivo: (1/2)
Resultado: 15
Tirada oculta
Tirada: 1d20
Motivo: (2/2)
Resultado: 3
Coloco el plano solo en este post.
Cuando Rumuk ve el estado del cadáver, musita una breve plegaria por el descanso de su alma. Parece que se enfrentaron a un oponente formidable. Sólo así se explica que pudiesen ser vencidos.
Después, se arrodilla junto al enano y, cuidadosamente, trata de arrebatarle el pergamino.
Espero que de este cadáver no salga otra plaga de arañas...
El pergamino está en enano.
Tras recoger el pergamino, Rumuk lo analiza, pero parece que no es capaz de entenderlo. Mmm. No conozco este lenguaje, pero yo diría que es enano. Se lo enseñaremos a Tekdur y Geon, comenta al tiempo que se lo muestra a Finn.
Después, examina el vial vacío y le echa un vistazo al resto de la sala en busca de cualquier cosa que contribuya a explicar la muerte del enano. ¿Tal vez se encerró aquí para protegerse de algo?, piensa en voz alta recordando que Finn tuvo que forzar la entrada.