Partida Rol por web

La Corte

La Corte de los Secretos

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27/04/2010, 14:51
Director
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27/04/2010, 14:56
Director

No era muy temprano cuando Griselda abrió los ojos, pero tampoco era muy tarde. Se desperezó y buscó en la mesita sus gafas. Cuando consiguió enfocar la vista vio que la sátiro ya se había levantado y había dejado su cama sin hacer. Quizás algo extrañada de que no la hubiera avisado, la pooka se levantó para salir al pasillo. Le hacía falta llevarse algo de comer a la boca, y después le tocaba enfrentarse a la cruda realidad e ir a hablar con Silveria, su amiga. O eso quería creer.
Los pasillos del feudo se encontraban vacíos, y al pasar junto a la habitación donde dormía Venace vio que la puerta estaba entreabierta y que no había nadie. Parecía como si la tierra se los hubiera tragado a todos. Pero sus temores desaparecieron cuando al llegar a la cocina encontró a los dos troll desayunando. El líder del feudo emanaba un aire paternalista que jamás habría mostrado con nadie más, y la chiquilla se mostraba agradecida, aunque no quería beberse la leche. Cuando la vio la saludó con una tímida sonrisa, bastante impropia de la Infaltil alegre y chillona que solía ser. Pero era normal estaba débil y cansada.

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27/04/2010, 15:45
Griselda

Griselda sonrió a Dévona y corrió a darle un beso en la mejilla.

- ¿Cómo estás, guapa? Se te ve mucho peor. Estupendo. - Le acarició el pelo y miró a Venace. - Buenos días, jefe. ¿Dónde están todos? No ví a Leona subir a abajo...

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27/04/2010, 19:50
Director

La niña sonrió brevemente y bebió del vaso bajo la atenta mirada de Venace. Después de haberle dado un buen trago el troll se giró hacia la pooka, satisfecho.
- Ya la ves, sana como una manzana. Mas o menos. Pero Cassia dijo que tenía que comer para reponer fuerzas.
Se levantó para darle dos besos y le ofreció asiento en la mesa.
- Pues no la he visto. Supongo que madrugaría mucho. Y el resto irán llegando luego, todavía es temprano. ¿Qué tal os fue a noche?

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27/04/2010, 23:54
Griselda

Griselda sonrió a Dévona.

- Sí, claro, tiene que ayunar mucho para sentirse mejor. Venace, creo que será mejor que hablemos de eso en público. ¿Vamos fuera?

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29/04/2010, 16:06
Venace

Venace asintió mientras la chiquilla ponía cara de no entender nada.
- Si, claro.
El troll se levantó y salió de la cocina haciéndole un gesto a Griselda para que fuera primera. Una vez fuera, sin alejarse demasiado de la puerta, solo lo suficiente para que se Dévona ponía el oído no entendiera, Venace la miró serio.
- Bien. Cuéntame. ¿Sabes ya quién ha sido? ¿Fue Bocanegra?

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29/04/2010, 16:13
Griselda

Griselda negó con la cabeza.

- Sí. Acusó a Cassia, pero sin pruebas. Así que opino que deberías encerrar libre a Silveria, mientras buscamos pruebas que la acusen directamente. No debe ser muy difícil. Luego hablo con Leona y nos ponemos a ello.

Luego apoyó su mano en su brazo, en gesto cariñoso.

- Si se te ocurre algo, dímelo. Pero bueno... ¿Y tú cómo estás? ¿Peor? - preguntó sonriendo.

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03/05/2010, 20:22
Venace

Venace torció el morro indeciso por las palabras de Griselda.
- Si, si. Ya ves como está, berreando. Pronto estará mejor. - hizo una pausa y miró a la pooka analizando lo que iba a decir antes de hablar - Entonces, ¿Cassia es la culpable? Vaya... Bueno, supongo que quizás confié demasiado en ella. Haced lo que tengáis que hacer tu y Leona entonces.

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04/05/2010, 00:55
Griselda

Griselda asintió.

- Pero sé dónde ha ido... ¿Sabes dónde puedo ir a esconderla? No la ví esta mañana en la habitación...

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04/05/2010, 01:05
Director

Negó con la cabeza.
- Se fue antes de que nos levantásemos. No tengo ni idea. Igual fue a buscar a los Infantiles.

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04/05/2010, 01:20
Griselda

Griselda asintió.

- Pues la espiaré aquí, supongo. ¿Hay café? - dijo sonriendo y volviendo a la cocina.

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04/05/2010, 09:10
Director

Volvieron dentro donde Dévona estaba sentada de brazos cruzados mirándoles con el ceño fruncido, quizás algo ofuscada porque no la hubieran dejado participar en la conversación. A demás, en su estado tampoco podía levantarse a cotillear.

No mucho más tarde, mientras Griselda se tomaba aquel ansiado café junto a Venace, apareció Leona llevando de la mano a Tuerca y Hermes, los cuales se tiraron a abrazar a la pequeña troll. Pero el grito de Venace les frenó, y se tomaron con mas calma eso de saludar a su amiga.

- Estaban ansiosos por venir – comentó sentándose a la mesa mientras los pequeños se saludaban.

El troll regañó a Dévona cuando esta insistió en apartar los vendajes para enseñarles el corte, y juró que si lo hacía la tiraría al canal. Después se volvió hacia las dos mujeres, ya que los Infantiles no prestaban atención.

- Así que Cassia culpable… Pues ya podéis poneros a buscar pruebas.

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04/05/2010, 09:11
Leona

La sátiro, con la espada al cinto y bastante seria, asintió mirando de reojo a Griselda.

- No te preocupes, daremos con ellas. Y… si ves a Cassia, no la dejes marcharse de aquí. ¿No tenías que hablar con Silveria, Griselda?

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04/05/2010, 11:36
Griselda

- No, no... Justo estaba esperando a que llegases para ir. - Miró a Venace. - Quiero asegurarme y tener una confesión por escrito... Para poder presentarla frente a Cassia si la cosa se endereza. Así que si me disculpáis...

La Pooka apuró su café y salió de la cocina, acariciando los cabellos de los niños. Se dirigió a los calabozos.

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04/05/2010, 14:34
Director

Griselda se deslizó por los pasillos empedrados del feudo, y sus pasos resonaron con fuerza en el silencio. Nunca había sido un sitio demasiado habitado, pero aquel día parecía especialmente solitario y tenebroso. Las antorchas, por supuesto, se encendían a su paso alumbrándole el camino. Se cruzó a Fígaro cerca de la entrada, que iba buscando a Beroni. Pero la pooka no supo decirle dónde estaba así que se fue a la cocina por si Leona lo sabía. Griselda vio marchar al sátiro por el pasillo, y se dio cuenta de que llevaba una daga enfundada al cinto. No le veía cpaz de atacar, pero la verdad es que parecía sensato llevar algo con lo que defenderse. ¿En qué se había transformado aquella pequeña familia?

Cuando llegó abajo abrió el enorme portón que daba a las celdas con la llave que Venace le había dado. Encontró a Silveria fuera de la celda, sirviéndose un vaso de agua de la jarra que había allí abajo. Al verla sonrió con alivio y tras un trago de agua volvió donde debía estar pasando por entre los barrotes sin demasiada dificultad.

- Perdona. Tenía sed. - comentó.

Lo cierto es que encerrarla allí era un acto inútil. Solo se valían de la palabra de ella para asegurarse de que estaba allí, porque todos estaban demasiado cansados como para vigilarla constantemente. Se sentó en el banco que había dentro de su celda y la miró con amabilidad, esperando las nuevas.

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04/05/2010, 15:56
Griselda

Griselda se acercó y la abrazó.

- Silveria, lo siento muchísimo, de verdad, te lo prometo. - Le dio un beso en la mejilla. - Verás, tengo que contarte algo, pero tienes que guardar el secreto. Ayer hablé con Venace, y confió en mí para arreglar este entuerto. Te culpamos a tí para tener una cabeza de turco de momento, pero tranquila, que no te pasará nada. Sólo es para que el verdadero culpable se relaje, y lo descubramos. Ayer fuimos Leona y yo a hablar con Bocanegra, y... Bueno, te inculpó a tí. Le he mentido a Venace y le dije que él inculpó a Cassia, para darnos tiempo a descubrir quién fue. Pero necesito que me ayudes en esto. Por favor, Silveria, quiero que me seas totalmente sincera. Me es difícil decirte esto, pero... Quiero saber si de alguna manera estás relacionada con esto. Por favor, cuéntame la verdad, no tengas miedo. Si lo estás, yo misma te ayudaré a escapar, y estoy segura de que Leona también, porque ella también te quiere mucho. Pero para eso, tienes que serme totalmente sincera...

Notas de juego

Gasto FdV para no mentir esta escena.

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06/05/2010, 09:50
Silveria

La sluagh miró fijamente a su amiga y dudó durante largo rato. Se veía la tristeza en sus ojos marrones, una tristeza que danzaba entre la sorpresa y la desolación. Tal vez el desamparo de que su mejor amiga, aquella a la que admiraba mas que a nada en el mundo, estuviera allí presente pidiéndole aquello.

- Lo siento… - murmuró, pues no podría haber alzado la voz aunque quisiera. – Se que… que esperas con todo tu corazón que no sea así. Pero lo es.

Silveria agachó la cabeza acongojada y se apartó ligeramente de Griselda. La pooka supo casi al instante con plena certeza que ella, de alguna manera, estaba metida en todo aquello hasta el fondo. Lo supo porque sino Silveria jamás se habría apartado de su lado, y el corazón de la cantante solo podía pedir una explicación, algo razonable que aplacase el dolor que sentía, la traición. Ella, que había sido su mecenas y su consejera, su amiga y mentora, la que había asistido a todas y cada una de sus obras para animarla y apoyarla incondicionalmente, la que amaba mas que a nada en el mundo la voz de Griselda, acababa de asestarle un golpe mortal. Quizás después de todo no la conociera tanto como creía.

- No tiene nada que ver contigo, cielo. Es… es algo mucho mayor que tu o que yo. Si hubiera otra forma de hacerlo te prometo que sería así. Pero no la hay… - Silveria miró con temor a Griselda y le cogió las manos. – Necesito que nos ayudes. Por favor… Sabes que te adoro y que jamás te haría daño alguno. Te lo explicaré todo si quieres… pero tienes que prometerme que no dirás nada. ¿Vale?

Notas de juego

Vamos a poner en práctica lo que se habló el otro día en la multi, vale?

Griselda está en un punto crucial en el que tiene que decidir hacia dónde tirar, y a partir de su decisión la partida irá a un lado o hacia otro. Piénsate con calma cómo es ella, cuánto valora su amistad con Silveria, cómo le sienta que no le haya dicho nada, que Dévona haya salido herida, qué intenciones pueden ser esas... Si quieres cuando estés en el messenger charlamos un poco para que te aclares, ¿ok?

¡Animo que vas muy bien!

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06/05/2010, 11:38
Griselda

Griselda se llevó las manos a la boca, en gesto sorprendido y con una gran carga dramática. Tuvo ganas de gritarle a la cara, de decirle lo idiota que había sido, que había dañado a Dévona y que la había decepcionado, pero justo, también se dio cuenta de lo que aquello pudiera significar: no verla más.

En su interior, un torbellino de sentimientos luchaban entre ellos para prevalecer en el corazón de la Pooka. Habia sido su mejor amiga, su mentora, la persona que más la había apoyado, y la que más había valorado lo que hacía. Entonces, ¿por qué lo había hecho? ¿O por qué no se lo había contado?

Griselda estaba herida de corazón y de alma. Se sentía traicionada. Silveria no había confiado en ella, y encima, había puesto el peligro a Dévona, que no tenía culpa de nada, más que de vivir su niñez como mejor sabía.

Pero sacudió la cabeza. La Pooka al fin y al cabo no sabía nada, y todo lo que estaba pensando eran teorías en su cabeza. Miró a la Sluagh con todo el dolor de su corazón, y los ojos a punto del llanto, y sólo atinó a decir.

- Explícamelo.

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06/05/2010, 12:13
Silveria

Silveria frunció los labios. No esperaba que la pooka lo comprendiera, pero ya que le había dado un voto de confianza, no iba a desaprovecharlo. Sabía que su amiga estaba dolida, pero iba a explicarle por qué lo había hecho. Tal vez así remediara el dolor un poco.

- Tu odias a los Luminosos tanto como yo y como Bocanegra. Los aceptamos porque, bueno, Venace en el fondo es demasiado bueno como para renegar de ellos y echarlos. Somos los únicos Oscuros, y todos sabemos que lo que intentan es arrebatarnos el feudo. Ahí has de darme toda la razón, porque tu mas que nadie aborreces a Cassia. Pero… hay maneras y maneras, y lograr incriminarles de algo tan cruel como el Hierro Frío es vital para echarlos de aquí. Yo no quería… que a Dévona le pasara nada. Fue una víctima colateral, pero alguien debía serlo. Esperaba que quizás fuera Fígaro o tal vez Leona, no la niña. Supongo que podía haberlo evitado, pero… Entonces se habría descubierto todo. Pero Venace se fía de Cassia casi tanto como de ti, así que dejé que me  inculpasen, me descubrí, para dar tiempo a modificar el plan y… buscar alternativas. Pero está siendo muy complicado… Berini y Oliver son demasiado inocentes como para que se les culpe. Y para colmo Fígaro los defiende con uñas y dientes.

La sluagh, acongojada y muy nerviosa, miró hacia la puerta por si venía alguien. Después fijó sus ojos en los de Griselda con tristeza.

- No te dije nada porque… no quería que te sintieras involucrada en algo tan… retorcido. Creí que no lo soportarías y me frenarías. Y ahora que lo sabes… te pido por favor que me ayudes. Me he equivocado, y lo sé. Pero necesito tu ayuda. Por favor…

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09/05/2010, 18:16
Griselda

Griselda frunció el ceño, contrariada, y mirando a Silveria a los ojos, unos segundos, pero luego relajó la expresión y suspiró.

- Voy a ayudarte, porque eres mi enemiga y te quiero, y porque quiero a los Luminosos dentro tanto como tú, pero no estoy de desacuerdo con los medios utilizados. Aún así, no te voy a dejar, y vamos a seguir adelante. A ver, déjame callar.

La Pooka se paseó pensando por la mazmorra.

- Vamos a hacer lo anterior: voy a ir a hablar con Bocablanca, y le diré que lo sé, que sé que está inculpado, y si hace falta, lo pretenderé. Me firmará una declaración callando que vio a Cassia hablando de Hierro Ardiente con Oliver. Los inculparemos a los dos. Por otro lado, diré que mañana tú estabas conmigo, con Beroni y Venace en la Ópera, con lo cual, eso te inculpa en cualquier ataque, ya que las fregonas estaban aquí después, y en todo momento no te despegaste de mí, así que es posible que hayas podido hacerlo. De esta forma, el único que tuvo acceso a las fregonas, y a afilarlas y cambiarlas por Hierro Ardiente, el único que tiene la torpeza de hacerlo, es Oliver.

Súbitamente levantó la ceja.

- ¿Y dónde demonios conseguisteis las fregonas? Puede ser vital a la hora de hacer una acusación...