Partida Rol por web

El camino entre la nieve es lento, pero finalmente llegáis al lugar. Os encontráis algo nerviosos, pero conseguís bajar del coche llevando a Crosswell a rastras. Nada más tocar el suelo, os dais cuenta de que habíais olvidado aquel terrible frío.

Las manos os duelen y empezáis a dejar de sentir las puntas de los dedos de los pies. Vuestras mejillas se ponen al rojo vivo, y notais como con cada respiro sale vaho de vuestras bocas. Salís con rapidez y os encaminais hacia el hospital.

En comparación con las pequeñas casas del pueblo de Davenham, y con los imponentes edificios de la Biblioteca y la Comisaría, el hospital es un edificio mucho menos impresionante, y con un aire más moderno.

Mientras ponian rumbo al hospita, el ranger trato de resistir el deseo de ver hacia atras, mirar una ultima vez esa casa del infierno. Pero no pudo, sentia la necesidad de hacerlo. Al darse la vuelta, noto esa aureola de oscuridad que la envolvia, como si fuera una foto negra y terrible metida en un paisaje comun. Sintio un escalosfrío. No queria volver nunca a un lugar asi.

Todo el camino se mantuvo pensativo, entre la somnoliencia y la vigilia. Miraba a Crosswell entre desconfianza y pena, quien sabe que tanto habia sufrido ese chico, pero aun asi no estaba dispuesto a dejarse llevar por ese sentimiento. Pues el chico podria saber mas de lo que les conto, estaba seguro.

Cuando al fin llegaron al hospital se encargo de levantar a Peter, lo alzo como a un muñeco, era terriblemente liviano.

-Necesitamos ayuda aqui- dijo en cuanto entro al hospital. Que los medicos se encargasen de él.

Un grupo de médicos acude entonces a vuestro encuentro. Cogiendo a Peter en brazos y llevándole a una camilla. Varias enfermeras empiezan a examinarle mientras otra llama un médico. En cuanto cuelga el teléfono, se acerca a vosotros.

- ¿Qué le ha ocurrido? - Dice preocupada.

Nada más sentarme en el asiento del coche me di cuenta lo cansada que estaba, era como si la tensión que habíamos vivido en aquella casa me hubiera mantenido despierta, pero ahora que por fin nos estábamos alejando de aquel maldito lugar los ojos se me empezaron a cerrar, aunque sabía que aquel ni era el momento ni el lugar más apropiado para poder dormir.

El joven Crosswell no había dado muestras de reaccionar en ningún momento y aquello ya empezaba a resultar bastante preocupante. Cuando por fin llegamos al hospital y le metimos dentro, una enfermera fue la encargada de recibirnos.

- No lo sabemos. Estábamos buscándole en su casa cuando de pronto lo encontramos echado en un sillón y en este estado. No ha reaccionado desde entonces.

Asiento a las palabras de mis compañeros; acostumbrado a hacer guardias nocturnas el sueño no es demasiado duro para mi, pero no cabe duda de que estoy muy cansado y herido a consecuencia de la caida. Me dirijo a la enfermera.-Esto...yo también he tenido un pequeño accidente-.Le digo enseñándole mis heridas,-además me duele todo el cuerpo; ha sido una caida la que me ha ocasionado esto-.

-Creemos que tuvo una gran impresion- dijo Roman con cautela-. Algo lo asusto, por eso esta asi. Pero no sabemos mucho de él...

Le hizo un gesto a Jeff, de seguro no lo veria hasta terminar con las pruebas y estudios, eran un par de golpes, pero de todos modos habia que ser precabido. Luego se acerco a Sarah, la hermosa joven mostraba unas ojeras bastante marcadas y la tension habia crispado sus manos.

-Porque no descansas, tomare algo de cafe y llamare a Ulrich... aunque no se que decirle- ni siquiera estaba seguro de lo que habian visto.

- No se preocupe Roman, estoy acostumbrada a trasnochar por mi trabajo, pero lo del café suena estupendamente. Podríamos ir a tomar uno y de paso comer algo mientras atienden a Jeff y al joven Crosswell, ¿le parece bien?

-Por supuesto, despues de tan tenebrosa noche estar en compañia de una belleza sera lo ideal- dice con su tono de seductor. Habia estado tan enfrascado en esa investigacion que casi se habia olvidado de su faceta de Don Juan, suponia que todos habian estado igual, con el corazon en un puño, tratando de digerir lo que estaban viviendo. Pero yo habia terminado... ¿O no?-. ¿Que desearia comer? Estoy abierto a sugerencias, no hemos comido ni dormido nada, debemos reponer fuerzas..- estaba por agregar "para gastarlas luego" pero decidio guardarse sus comentarios. Un paso por vez.

- Oh, sin lugar a dudas eres un caballero Roman, pero mi aspecto debe ser lamentable después de toda la noche sin dormir. -Le contesté mientras me atusaba el pelo coqueta.- Cualquier cosa que nos puedan preparar tan temprano estará bien, pero sobre todo lo que necesito es un café y un cigarro.

-Si, menuda noche- murmuro pensativo. Luego la miro a su alrededor, de seguro tendrian algun bufet dentro del hospital, asi estarian cerca cuando surgieran novedades. Dejaron a Gordon sumido en sus pensamientos, quizas el tambien necesite algo de asistencia medica-. ¿Crees que estara bien? No parece estar en esta realidad...- le pregunta a Sarah ladeando la cabeza hacia el musico. Justo ve pasar a una enfermera asi que la detiene y con su mejor sonrisa pregunta-. Disculpeme, pero mi amigo, el que esta alli, esta bastante nervioso, ¿No se podria hacer algo por él? A sufrido una fuerte impresion y creo que solo se mantiene por su fuerza de voluntad...- Esperaba sonar convencedor, asi la mujer le diera algun calmante o algo asi.

Una vez realizado esto, se dispone a irse con Sarah, un cafe y algo para comer sonaba increiblemente bien para sus maltrechos cuerpos.

Se llevaron a joven Peter en cuestión de segundos a una habitación acomodada. La enfermera se giró entonces hacia Jeff, que comenzó a recibir atención médica, mientras Roman y Sarah tomaban un café.

- Vaya... Debió de ser un duro golpe. - Dijo la enfermera comenzando a atenderle. - Necesito sus datos y los de su amigo, si me los puede facilitar. ¿Es de por aquí?

Gordon llevaba callado casi todo el tiempo después del impacto de aquel extraño humo, pero una vez en el hospital se decidió a hacer lo que ya llevaba un tiempo deseando: Echarse atrás.

- Si me disculpáis chicos... creo que cogeré un tren a casa... Para mí ha sido demasiada aventura estos días... Necesito pensar, descubrir qué es lo que encontramos... Lo siento, compañeros, pero debo marcharme, quédense con la recompensa.

Y sin más, se marchó a grandes zancadas hacia la estación.

Jeff se marchó a curarse las heridas, y no tardasteis en quedar solos caminando hacia algún café. Había sido un día largo, y aún teníais mucho que averiguar. Aquella extraña hoja llena de símbolos estaba todavía en el bolsillo de Roman, y aquel humo negro que apareció no dejaba de causaros cierto pavor. Además estábais cansados...

-¿Estas seguro de que estaras bien?- alcanzo a preguntar Roman antes de que Jeff saliera con rapidez del lugar. El ranger torcio la boca, no estaba seguro si era buena idea dejarlo ir solo, pero a veces era mejor reflexionar sobre las cosas en soledad-. Suerte- murmuro a modo de saludo. Miro a Sarah, mientras sus dedos acarisiaban la hoja de papel...sentia que tenia un arma cargada y peligrosa en su bolsillo-. Vamos a por el cafe y hablemos. De lo que quieras, tanto de la investigacion como de otra cosa- queria llegar al fondo de ese misterio, pero tambien evadirse, olvidarlo para siempre y undirlo en lo mas profundo de su memoria..

-Mi amigo se llama Peter Croswell, y mis datos son estos-.Le digo mientras saco de mi bolsillo mi cartera, en ella hay una cédula de identificación donde pone todos acerca de mi.-Venimos de la casa de los Croswell, hace tiempo que nadie vive allí está destrozada, al andar por el piso de arriba el techo cedió, esa es la causa de mis heridas. ¿Es usted del pueblo, conoció a la familia Croswell?, espero no importunarla con mi pregunta pero es que no tengo ni idea de donde localizar a los familiares de mi amigo.-Le digo con una ligera sonrisa a la enfermera.

Antes del salir del lugar, veis que la cafetería del hospital está señalada subiendo las escaleras.

La enfermera niega con la cabeza.

- No... No me suena, aunque he llegado hace poco así que... supongo que es normal. - Dice encogiéndose de hombros. - Dame un segundo, si tu amigo Peter es de aquí, debo tener su historial por alguna parte.

Se marcha de la habitación, y vuelve pasados unos segundos con una carpeta. 

- Pone familia Crosswell, no debe haber más de una este pueblo. - Dice riéndose la gracia. - Veamos... Oh, dios mío...

Cierra el historial pasados unos segundos.

- Vaya... No sabía que había tenido un pasado tan difícil... - Dice mirando hacia abajo unos instantes. - Sin embargo, no nos ayuda mucho para saber lo que le ocurre. Esperemos a ver qué dice el doctor.

Seguidamente vuelve a curarte las heridas, tapando algunos rasguños, y colocándote alguna venda.

- Oh, Gordon... que te vaya bien .-Quedé sorprendida ante la despedida del músico, no creía que le hubiera afectado tanto. Me volví hacia Roman y seguí caminando junto a él buscando la cafetería.- Ha sido demasiado para él. Y no te preocupes por Jeff que está en buenas manos. Mira... por aquí se va a la cafetería.

Subimos las escaleras y entramos en el local que a aquellas horas apenas tenía gente.

- Vaya, ahora que me siento me doy cuenta lo cansadísima que estoy. Creo que voy a pedir el café más grande que tengan. -Le dediqué a Roman una sonrisa un tanto cansada, estaba resultando un gran apoyo para mí en esos momentos y sabía que podía contar, no sólo con él, sino con cualquiera de ellos, aquellos malos momentos vividos nos estaban acercando mucho convirtiéndonos en buenos amigos.

-Yo tambien, si pudiera le pondria algo de Bourbond, pero me conformo con el cafe negro- le sonrio mientras caminaban, charlando, esquivando con premeditacion cualquier mencion de la susodicha casa, de Crosswell, de la sombra que parecian tener aun sobre ellos.

Busco una mesa alejada, donde nadie molestara ni escuchara, antes de sentarse le aparto la silla a Sarah como todo un caballero. Una vez sentado, se dio cuenta que no sabia que decirle, por primera vez en su vida estaba frente a una hermosa dama y solo pensaba en la casa semi-derruida de la que acababan de escapar. Sonrio suspirando.

-Dime Sarah...¿Eres soltera?- bien Roman, sales de una casa embrujada y quieres ligar. Dile la verdad, sientes miedo y por eso finges estar despreocupado-. Pasamos por mucho y apenas nos conocemos- eso es verdad, ahora vas mejor terco ranger....

Quizas deberia hablar mas francamente con ella, pero él no era asi, siempre habia sido alguien practico y todo lo vivido solo habia desbaratado sus simientos, como si lo que creia fueran puras mentiras.

Me sorprendí y no pude evitar sonrojarme ante la pregunta tan directa del ranger.

- Sí, la verdad es que apenas sabemos nada de los demás. -Sonreí intentando disimular mi turbación.- Soy soltera, todavía no he encontrado un hombre que sea capaz de seguir mi ritmo de vida o que no se muestre atacado por mi independencia. -Esperé a que el camarero que nos traía el café se fuera.- Jajajaja... ahora voy a ser yo la directa,  que me dices de ti ¿hay alguna señora Praice rodeada de pequeños esperándote?