Partida Rol por web

Llegas a la Biblioteca, el gran edificio impone, has estado allí alguna vez, para algunas investigaciones... Siempre te ponen trabas para todo. Suspiras, deseando tener suerte hoy. Y esperas en las escaleras de la entrada a que llegue tu acompañante, faltan 10 minutos para la hora de la cita. 

Ya es de día... La luz de la ventana te despierta. Por un momento te dan ganas de remolonear en la cama, pero las viejas cicatrices y el interés de la cita con la señorita Mitchell, te sacan de tu pereza. Es hora de levantarse. 

Al no ver a Gordon en las escaleras miré mi reloj impaciente, pero la culpa era mía por haber llegado antes de la hora. Todavía faltaban diez minutos así que me dispuse a esperarlo paseando de un lado a otro, golpeando mis pies contra el suelo para poder entrar en calor. El frío de la mañana se notaba y si me quedaba parada más de un minuto seguido me congelaría, o por lo menos eso me parecía a mí.

Espero no tener hoy problemas para que me den la información que yo quiero. Quizás al ir acompañada de Gordon me hagan más caso que otras veces. Volví a mirar de nuevo mi reloj para comprobar que las manecillas apenas habían avanzado. Con un suspiro resignado me fijé en la gente que, por culpa del frío, caminaba hacia sus destinos con paso rápido, y entre esos rostros me pareció ver el del músico que se acercaba a paso vivo.

- Señor Summer... -le grité mientras le hacía señas con mi mano.

Una tenue luz se filtraba entre las gruesas cortinas. Se acababa de despertar. Sin mirar el despertador se levantó de la cama y descorrió las cortinas de golpe. Fuera lucía un luminoso sol matutino.

"pero.. ¿Qué hora es?...". Se espabiló deprisa y miró su reloj.

"Tarde... Voy a llegar tarde y he quedado con una chica, aunque sea en una biblioteca". No pudo reprimir una sonrisa. Hacía meses que no charlaba tranquilamente con una mujer, aunque fuera del tiempo... Debía centrarse. tenía un trabajo y debía mostrarse profesional, aunque fuera un trabajo poco menos que ridículo.

Se arrastró por la casa, buscando sus cosas y la ropa. No era muy ordenado, aunque sí que le gustaba la limpieza. 

Mientras llenaba la bañera de agua, que iba templando con alguna ocasional olla hirviendo que añadía de vez en cuando, escogía corbata, traje y sombrero. Quería dar buena imagen.

Cuando hubo acabado miró el reloj. Las 9:40. Cogió un pequeño bloc de notas, un lápiz y una pequeña navaja, el paquete verde de Lucky Strike que siempre le acompañaba, su caja de cerillas, su cartera con algo de dinero y la documentación, el sombrero y descolgó su abrigo, para ponerselo. Notó inmediatamente el peso del pequeño revolver en el bolsillo del mismo. Lo extrajo y después de unos instantes de indecisión, lo volvió a introducir en el bolsillo interior del mismo. También comprobó que llevaba unas cuantas balas de más en el bolsillo exterior. 

Iba pensando en la impresión que causaría a la señorita Mitchell si se enteraba que llevaba una arma. Seguramente no sería muy positiva, pero la costumbre pesaba más que la prudencia y no quería volver a sentirse desvalido. Si con Malone hubiera llevado una arma, posiblemente hubiera muerto en el tiroteo, pero se habría llevado por delante a ese perro sarnoso.

Tras un breve trayecto de coche hasta la biblioteca, aparcó en las cercanías del edificio y se acercó rápidamente al mismo buscando ansiosamente la cara de Sarah entre el público. La localizó casi en el mismo instante que lo llamó. Se acercó a ella con una sonrisa y quitándose el sombrero, saludó. 

-Buenos días señorita Mitchell. Espero no haberla hecho esperar mucho... Si desea podemos ir entrando. El tiempo es oro.

Hizo un gesto cortés para que lo acompañara y se puso a su lado.

-¿Puedo llamarla Sarah? Tiene un apellido bonito, pero somos compañeros de trabajo y queda raro lo de "señorita" a todas horas... Además Sarah es más bonito. A mí puede llamarme Gordon.

Con una sonrisa y de manera desenfadada entraron en la biblioteca.

Recibí con una sonrisa al músico que parecía mucho más animado que el día anterior.

- Oh, sin ningún problema Sr. Summ.... Gordon -me di cuenta que el joven se había arreglado para la ocasión, pero no hice ningún comentario al respecto.- Sí por favor, entremos ya en la Biblioteca o sino me tendrán que sacar de la acera con un cincel.

Y entramos en la gran Biblioteca silenciosa.

- ¿Cómo crees que será mejor que nos repartamos el trabajo? -le pregunté mientras nos dirigíamos hacia el gran mostrador donde un empleado parece dormitar.

Al entrar el silencio del lugar contrasta. Una oleada de calor os invade, mientras las pequeñas luces del hall de la biblioteca os muestran las increíbles obras artísticas que adornan esta habitación. La majestuosidad del sitio os quita el aliento un segundo, interrumpiendo vuestra conversacion de manera momentanea. 

Ante vosotros hay dos puertas negras, a la derecha alguna más probablemente de mantenimiento (ya que el tamaño es más pequeño, y son menos llamativas), y a vuestra izquierda se abre un mostrador color caoba, donde un hombre calvo con un bigote blanco de los mas ridiculo, de unos 60 años con barriga prominente, duerme como un lirón. 

-¿Ha averiguado algo en el periódico? Podíamos empezar por los datos que tenemos, es decir nombres y localidad. Siendo una mujer rica, alguna noticia deberá aparecer en los periódicos locales. Además habrá esquela o noticia sobre su fallecimiento.... También están los padres del chico. Algo sobre su muerte debe poner en algún sitio....

Sonriendo delante del durmiente trabajador, no pudo evitar gastar una pequeña broma y soltó una palmada en el mostrador para sobresaltarlo.

"¿Y a este tipo le pagan?" 

- ¿En el periódico? -lancé un suspiro de resignación.- Absolutamente nada, pero no debería extrañarme, es lo que tiene tratar con hombres de la vieja escuela que no se acostumbran ni se acostumbrarán a ver trabajar a una mujer. Lo único que he conseguido ha sido este maravilloso consejo "señorita, seguro que encuentra toda la información que desea en la Biblioteca. Que tenga un buen día" -terminé las últimas palabras intentando imitar la voz del viejo redactor del periódico.

Nos encontrábamos delante del mostrador y, al ver la manera en que el músico despertaba al buello durmiente, le di un pequeño golpecito en el brazo.

- Gordon, no sea malo, pobre hombre -pero no pude evitar una risita sofocada al ver el respingo del bibliotecario.- Buenos días, señor. Necesitamos información sobre una familia de Davemham, los Crosswell... ¿Sería tan amable de decirnos por dónde podríamos empezar a buscar?

- Ya empezamos... -murmuro más para mí que para el resto de presentes.- Buscamos cualquier tipo de información, sobre todo noticias relacionadas con dicha familia que hayan aparecido en prensa, como por ejemplo nacimientos, defunciones, matrimonios, actos sociales a los que hayan acudido. Cosas de ese estilo...

- Deduzco pues... Que quiere usted buscar en la hemeroteca archivos relacionados con el apellido Crosswell... Es muy poco específico... Si busca un registro civil o de propiedad sería más en la policía, si lo que busca son solo archivos de periódico, aquí tenemos todas las publicaciones del Boston Globe, pero tendrá que indicarme la búsqueda por algunas fechas determinadas, ya que así se han archivado desde siempre los periódicos. Vamos hacia la hemeroteca.  - Se levanta cuidadoseamente, haciendo un gesto y os fijais en que se dirige casi exclusivamente a Gordon. 

Poniendo cara de niño bueno arrepentido, Grodon se disculpa ante el bibliotecario.

-Disculpe por haberle despertado de manera tan inoportuna, señor. En ningún momento fue mi intención, ni el de mi compañera, el ofenderle de ninguna manera.

Metiéndose la mano en el bolsillo, extrae un billete de 10 dólares y continúa hablando.

-Sabemos que su tiempo es oro, pero le agradeceríamos de corazón con una pequeña propina, si lo cree pertinente, que nos echara una mano con nuestra pequeña investigación para una biografía que estamos escribiendo. Sabemos que la familia Crosswelll es natural de Davenham, muy cerca de Boston, y que uno de sus miembros falleció hace mes y medio, por lo que creo que deberíamos buscar periódicos de esas fechas, posiblemente unas semanas antes también. Desconocemos si esta localidad dispone de periódico regular, y si lo reciben en esta biblioteca, pero si es así nos gustaría también leer ejemplares del mismo de esas fechas. También nos interesarían los periódicos de hace 18/26 años. Revisaríamos todo lo relacionado con la familia Crosswell y el pueblo de Davenham en notas de sociedad, sucesos, curiosidades y esquelas, básicamente. 

- Bueno, parece que a ti te hace más caso... -le susurré a Gordon mientras seguíamos al bibliotecario hasta la hemeroteca.- A veces me siento tan frustrada... -me callé al ver la cara de enfado del hombre.

El hombre enarca una ceja y suelta una carcajada. 

- Quédese con la propina. Este es mi trabajo, y disfruto con él, aunque no lo parezca. Síganme. 

Os lleva hasta la zona de la hemeroteca, donde empieza a buscar entra varios archivadores, mientras habla: 

- No hay ningún periódico pequeño en Devenham, pero puede haber publicado algo sobre el pueblo en el Boston Globe. Aquí guardamos todas sus publicaciones... A ver... A ver... 

Empieza a revolotear, y va sacando varios periódicos sobre una mesa.  Al cabo de unos cinco minutos, se dirige a vosotros, habrá dejado unos 20 o 30 periódicos con sumo cuidado creando un montón. 

- Estos son los periódicos del últimos mes. No hay manera de hacer una discriminación mayor, solo se pueden ir mirando uno a uno. Pero los fallecimientos suelen venir en las esquelas de la parte de atrás, y las noticias importantes en portada. Fiaros un poco de eso. También hay una sección externa donde se habla de las noticias de los pueblos, si hay algo poco importante que haya ocurrido en ese pueblo saldrá allí. 

Luego se dirige hacia una de las estanterías que contiene varios archivadores. Te la señala y te indica:

- Esta es la estantería de hace 18 años, aunque la información es menor porque había menos publicaciones entonces... Ya sabe... La guerra mundial y todo eso, hizo mucho daño. No sé si podrá buscar algo en ella. 

Seguidamente se aparta y os mira, esperando que le deis alguna indicación sobre si necesitas su ayuda para algo más o puede retirarse. 

- Muchas gracias, creo que por ahora no le molestaremos más.

Observo como el hombre se aleja antes de prestar atención a mi compañero.

- Bueno, habrá que ponerse manos a la obra... -dejo mi abrigo encima de una silla y me dirijo a mirar los periódicos amontonados.- ¿Cómo nos repartimos el trabajo? Yo puedo buscar en las esquelas mientras tú investigas en la información antigua ¿te parece bien?

-Perfecto Sarah, me parece correcto. Tu buscas en las noticias de ahora cualquier cosa que sea rara y yo miraré los periódicos viejo. Manos a la obra.

Con una sonrisa comenzó a llevar escrupulosamente periódicos viejos a la mesa. Mientras su amiga revisaba noticias, sucesos y esquelas mortuorias, Gordon comenzó a repasar los periódicos desde principios de siglo, finales del anterior, que viene a ser la fecha de nacimiento del señor Crosswell. Atentamente y con mirada escrutadora, se concentraba en los viejos diarios que efectivamente, son más delgados y más escasos que los actuales.