Partida Rol por web

La delgada línea blanca

La Batalla de Drafeliv (Escena 2)

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21/02/2018, 23:54
Aiden Jelal

Mientras las tropas de refresco reforzaban la base y la preparaban para el inminente ataque del enemigo, pues sin duda este tednría lugar, aquellos que habían visto ya el combate de primera mano  disdrutaban de un desccanso bien merecido en el que recuperaban fuerzas que les harían falta para la próxima batalla. Aiden supervisó que su escuadra recibiera las raciones pertinentes y un pequeño extra, se lo habían ganado. Todos estaban allí excepto Mazar, que se había ofrecido a realizar los análisis y exámenes pertinentes a la prisionera y se encontraba trabajando en ello ahora mismo, pues no había tiempo que perder.

Aiden comía junto al resto, a unos pasos de distancia, dando cucharadas a una pasta que según el paquete era pasta con queso fundido, de sabor mejor dejémoslo en neutro, pero estaba ya tan acostumbrado a aquél tipo de raciones que cualquier otra comida seguramente se le anotjara extraña. Y al menos en la flota de Thrawn habia más variedad y calidad, ya que el Gran Almirante cuidaba de cada mínimo aspecto en lo que a sus soldados respectaba, sobretodo cuando afectaba directamente a su rendimiento.

Se acercó hacia el trío que habían formado Honaka, Lily y Yoyuc, que tras devorar su ración empezaba a hacerlo con las de la muchacha. Había dejado su casco más trás para poder comer con tranquilidad, por lo que su rostro medio desfigurado era plenamente visible para todos. Le había fastididado en su momento, pero como no le suponía impedimentos al servicio, lo había acabado aceptando como algo inherente a él, que lo acompañaría toda la vida. Y tenía que reconocer que muchas veces las cicatrices resultaban útiles para imponer respeto.

- El soldado Yoyuc tiene razón... Pero tan importante es no combatir con el estómago vacío como lo es hacerlo cuando este no está a rebosar. No llevamos mucho tiempo sirviendo juntos y su desempeño en combate ha sido notable, por lo que no lo refrendaré y asumiré que sabe donde tiene su límite. Pero que todas esas proteínas no lo vuelvan torpe luego - dijo, en un intento no demasiado bueno de broma

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22/02/2018, 12:15
Cipga Yoyuc

Hubo un breve silencio incomodo.

Yoyuc se aparto el bigote de la boca:

-¿Una barrita, sargento?-ofrecio estirando la mano hacia el sargento Jelal.

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22/02/2018, 23:19
Dux'iz

La transferencia mental era un uso de la fuerza que podía resultar extenuante en situaciones normales. Pero con la prisionera drogada correctamente, situada en una de aquellas sillas, y más contando con la afilada e inquisitiva inteligencia de Mara Jade, las puertas comenzaron a abrirse una a una.

Vio retazos de lo que parecía una infancia, del futuro que cabía esperar a la galaxia. Su propia raza, los Vong originales, sostuvo una guerra sin cuartel contra los robots que ellos mismos habían creado. ¿Un reflejo de las guerras clon? Tras ese periodo, se estableció el teorema de "la paz de los Vong". La sociedad se dividía en castas, y los menos aptos, los que no podían trabajar a destajo en las fábricas o los centros de producción agrícola, eran conectados a grandes máquinas, formando parte de una gran inteligencia colectiva que utilizaba sus cuerpos como baterías y combustible.

Ella fue educada en los valores de la casta guerrera, hasta que fue introducida a la padawan del maestro C'Baoth, a la que capturaron en una incursión en Drafeliv hacía décadas. Los jerarcas vong lavaron el cerebro de la antigua jedi, convirtiéndola en maestro para una pequeña generación de guerreros sensitivos en la fuerza. Sin embargo, algunos de ellos se mataron entre si, y la mente colmena supuso que se debía a la "influencia residual del pensamiento galáctico de su maestro". La jedi fue conectada a la máquina, y todos sus conocimientos pasaron a formar parte del Todo de los Vong. Sus alumnos, debiendo mostrar su lealtad, debían lanzarse a la conquista de lejanas estrellas y galaxias, pues los Vong ansían ante todo "llevar la palabra de su paz a través del Universo".

Malos tratos, esclavitud a razas conquistadas, dolor y miseria. Solo unos pocos, los miembros de las castas productivas, llevaban una vida "normal" donde conceptos como la "felicidad" eran reemplazados por la racionalidad, la planificación y el orden social. Unos pocos, los jerarcas, vivían con ciertas comodidades, aunque en general era una sociedad espartana, educada y criada con un solo propósito: la conquista.

Dux'iz y la flotilla donde servía como comandante eran parte de aquella fuerza de exploración, que llevaba siglos saltando a través del espacio y el tiempo para evaluar cuando era el mejor momento para conquistar lo que ellos conocían como La Galaxia. En sus informes, insinuaba que debido a la guerra civil galáctica ese momento estaba cercano. Había arriesgado su reputación y su honor como militar vong asegurando que vencerían en Rishi y ésta sería la cabeza de puente para la invasión de la Galaxia. El Alto Consejo del Todo se mostraba escéptico, pero le dieron el mando de aquella flota. Antes del ataque, pidió refuerzos, y los refuerzos no tardarían en llegar. No solo naves base, cazas y el ejército que habían visto. Otra flota completa, donde había dos grandes naves, mayores que un destructor clase Ejecutor, las "Aniquiladoras", aguardaban para sumarse al combate.

La única forma de deternerlos era la que Thrawn había sospechado: acabando con su fuerza en aquella batalla, sin darles siquiera un respiro. Provocarles tantas bajas y en tan corto periodo de tiempo que el Alto Consejo pospusiera indefinidamente la invasión de la Galaxia... o al menos la pospusiera para continuar sondeando y re-evaluando los datos.

La Vong no sobrevivió a la lectura mental. Tal fue su intento de resistencia que, cuando Mara apartó las manos de su cabeza, gruesos hilos de sangre salían de sus fosas nasales. Mazar la escaneó rápidamente, pero poco pudo hacer: el cerebro había sido dañado de forma irreversible. La enemiga murió, pero con ella, los Vong habían perdido a uno de sus comandantes más prometedores.

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22/02/2018, 23:45
Lacsky Terrance

Los TIE estaban despegando, mientras la compañía B terminaba de comer y se disponía a peinar la zona, cumpliendo las órdenes de Dallin. La alférez entró en una de las barcazas, subiendo en el ascensor hasta la sala de mando del piloto, donde había un ordenador de abordo y una consola de comunicaciones, desocupada en ese momento.

Se sentó y abrió un canal cifrado con la flota.

-Aquí base avanzada, solicitamos Cortina de Fuego* sobre concentración de tropas enemigas en el planeta, cambio.

Notas de juego

*Nombre en clave del bombardeo orbital.

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22/02/2018, 23:49
Arden Lyn

Pellaeon estaba vigilando estrechamente el combate en órbita. De momento, parecían que tenían las de ganar. Dos naves base enemigas más habían sido destruidas, aunque a costa de que uno de sus destructores fuera gravemente dañado y que varios estuvieran recibiendo fuego concentrado. Más naves se sumaban al ataque saliendo del hiperespacio para atacar puntos clave. Estaban poniendo la carne en el asador, aunque todavía quedaba el Grupo Principal, con la Eclipse y los cruceros de ataque con fuego pesado de superdestructores, una carta que Thrawn se estaba reservando. Aunque estuviera lejos, seguía de cerca el combate a través de los informes en tiempo real y un canal abierto con su mano derecha.

La primer oficial se apartó de la consola para informar a su superior una vez más.

-Señor, una transmisión de la base avanzada. El enemigo está concentrando sus tropas en puntos de desembarco. Solicitan apoyo de la flota para un bombardeo orbital de precisión.

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22/02/2018, 23:53
Gillad Pellaeon

Pellaeon hablaba con su oficial táctico sobre la mejor forma de atacar a la concentración de naves base, que en vista del ataque estaban formando un anillo para protegerse las unas a las otras. La solicitud le hizo girar la cabeza un momento, considerando los pros y contras de aquella solicitud. Normalmente, en un planeta amigo con gran densidad de población, la orden hubiera sido considerada una locura. Pero estaban evacuando Drafeliv y ésta estaba prácticamente deshabitada, incluyendo enormes zonas del planeta, como el ecuador, donde la base se encontraba.

-Contacte con el "Kraken". Dos cruceros portaaeronaves para escoltarlo con grupos de caza. Los bombarderos a criterio de su comandante, para apoyar acciones en tierra. Necesitamos recuperar la superioridad aérea en el planeta, en cuanto termine el bombardeo. Misk estará al mando de éste apoyo de fuego cercano, doy mi autorización.

Dijo ésto colocando uno de los cilindros de seguridad en la consola de mando, mientras ella tecleaba y tocaba en la pantalla para emitir las órdenes pertinentes.

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23/02/2018, 00:00
Vinryl Ackgan

El "Kraken" era un crucero clase Imperial IIb, con una configuración de turboláseres más pensadas para el ataque de precisión a planetas, lunas y asteroides que para un combate nave a nave. Es por eso que durante el combate se había mantenido en reserva, después de su espectacular aparición, donde formó parte del grupo de ataque y destruyó una nave base desde arriba con un fuego preciso y abrumador.

El comandante miraba el combate a través de la ventana en la cubierta de observación, mientras su oficial de tiro esperaba ansiosamente una nueva misión para la nave. Contaban 140 turboláseres y cañones láser, con una consola de cálculo de tiro avanzado para bombardeos de precisión. La mayoría de su poder de fuego se concentraba, al contrario de lo usual, en la parte quilla del buque y sus bandas de través, ya que su rol primario era apoyar a despliegues en tierra y participar en ataques como el que se acababa de solicitar.

-Señor -dijo, desde el foso de datos- La base avanzada solicita cortina de fuego contra concentración de tropas. Una escuadrilla de TIE está buscando objetivos.

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23/02/2018, 00:07
Turtix Misk

El devaroniano se dio la vuelta, con una sonrisa de oreja a oreja. Sus dientes afilados le daban un aspecto de depredador, lo que sumado a sus cuernos y su piel roja le hacían parecer el mismo diablo. Y eso era exactamente lo que ellos necesitaban en aquel momento.

-Condición uno en toda la nave.

La alarma sonó, mientras él accedía a la consola que parpadeaba, consultando las órdenes que acababan de ser emitidas y su nombramiento como comodoro en funciones de la fuerza de ataque.

-Nos escoltan dos cruceros. Démosles buen uso.

Señaló a su segundo, que asintió.

-Grupo de escolta de caza, mínimo. Nos agruparemos en caso de ataque de cazas enemigos. La fuerza principal deberá disputar el espacio aéreo al enemigo en cuanto termine el bombardeo.

El hombre asintió, girándose al resto de oficiales para cursar las órdenes y contactar con los destructores. El capitán se acercó a donde estaba su oficial de tiro.

-Ackgan, no hay por que esperar. Drones fuera y mapeo de la superficie en busca de hostiles. Timonel, sitúe la nave en posición de tiro. Todas las baterías preparadas para fuego de precisión en coordenadas actualizadas en tiempo real.

Dio una palmada, como animándoles.

-¡Entramos en batalla, señores!

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23/02/2018, 00:14
Valery Extran [Tte.de vuelo]

Ahora todo dependía de ellos. Las escuadrillas se separaron en busca de los blancos, en formaciones amplias y escaneando el terreno a su paso. El radar resultaba de utilidad, y más cuando comenzaron a llegar los primeros informes.

-Naves de desembarco enemigas a catorce clicks de la base, fuerzas a nivel de regimiento -dijo el ala 1.
-Fuerzas avanzadas del enemigo moviéndose hacia el asentamiento abandonado, a nivel de compañía...
-Blanco despreciable, Negro 7, prosiga la búsqueda.
-Aquí negro 3, la flota nos informa de una gran concentración de señales de radar al nordeste, a ciento cuarenta clicks de la base.
-Altitud de reconocimiento fotográfico, vamos a hacer una pasada.

Los motores de los TIE rugieron, en dirección a aquel lugar. Temían en cualquier momento la aparición de drones o aeronaves enemigas, pero pudieron hacer la primera pasada sin ser molestados. La visión era dantesca: grandes naves aterrizando, máquinas de guerra altas como los más poderosos andadores del imperio, transportes y una enorme cantidad de soldados. Aquel era, ciertamente, un ejército poderoso, formado por miles de hombres, quizá decenas de miles. Sencillamente, la base no podía repeler un ataque de aquella magnitud.

-Transmitid las coordenadas a la flota, chicos. Hemos encontrado el premio gordo.
-¡Cazas enemigos a las ocho!
-En formación de combate, retirada hasta zona segura, allí devolveremos el fuego. Ala 1, reuniros con nosotros en éstas coordenadas... les daremos una sorpresa a los perseguidores.

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23/02/2018, 00:23
Director

Los drones imperiales salieron de sus cápsulas a una altitud elevada sobre las coordenadas emitidas. Los drones de aquella nave eran de dos modelos: el scout, usual a ras de suelo, y el marauder, semejante a una aeronave con capacidad de vuelo orbital. Despejado momentáneamente el cielo de cazas enemigos, en persecución de los TIE a máxima velocidad, los informes de campo comenzaban a dar los datos necesarios.

Los artilleros y las consolas comenzaron a introducir los cálculos de solución de tiro, estableciendo el patrón "concentración de fuego en anillo concéntrico", que barría al enemigo de fuera hacia adentro, creando gran conmoción en fuerza de desembarco.

De repente, grandes explosiones fueron visibles en el horizonte. El fuego de un turboláser pesado, de los que el Kraken tenía cincuenta, equivalía a la explosión de millones de kilos de baradio. Levantaba una enorme polvadera, seguida de columnas de humo, fuego y polvo, algunas de ellas con forma de hongo, que a pesar de la distancia eran visible a simple vista desde la base avanzada. El rumor de los haces láser penetrando la atmósfera (y quemando las nubes en las capas altas de la misma) fue audible en la distancia, sumada al temblor transmitido por el suelo en la superficie del planeta. Era un espectáculo dantesco. ¿Quien podía sobrevivir a aquella potencia de fuego? Esperaban que no el enemigo.

Mara Jade estaba al lado de Dallin, y éste no se había dado cuenta, con los brazos en jarras. Los soldados guardaron unos minutos de silencio, hasta que el violento bombardeo cesó, al menos de momento, en busca de nuevos objetivos. Ellos tenían sus propias preocupaciones: las fuerzas avanzadas del enemigo, que habían pasado por el asentamiento abandonado, avanzaban hacia su posición para probar sus defensas. El radar chillaba, mostrando que las tropas, posiblemente mecanizadas, avanzaban con rapidez. Con los cazas entretenidos al norte, carecían en aquel momento de apoyo aéreo. De momento, no eran muy numerosas, aunque si superiores a las suyas. Ellos contarían con el factor defensivo: un asaltante que quiere asaltar una plaza fortificada, debe contar con fuerzas superiores en número, o su asalto estará condenado al fracaso. ¿Estaría condenado aquel ataque?

Los soldados estaban nerviosos. Y el nerviosismo solo se cura, aunque en parte, con órdenes concretas. Por su parte, Mara recibió una llamada en el comunicador de la HoloRed. Era Thrawn, quizá en busca de un informe. Tenía que contestar a la llamada.

Notas de juego

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23/02/2018, 14:23
James Dallin

La tensa calma, la tranquilidad antes de la tormenta era palpable en el ambiente. Las defensas estaban preparadas y los hombres esperaban ansiosos la hora de la contienda. Los TIE emergieron de la la base rumbo a lo desconocido, Dallin permanecía en la sala de control a la escucha de los informes parecía que la flota atendería su requerimiento.

La jugada estaba planificada y ahora tan solo tocaba mover las fichas en el tablero, los informes de la escuadra aérea comenzaron a llegar, identificando diferentes objetivos pero uno de ellos parecía realmente importante... el informe del piloto hablaba de numerosas máquinas de combate y miles de hombres. Dallin pudo ver como algunos de los presentes en la sala tragaba saliva al escuchar aquello. La base esta bien pertrechada y las defensas preparadas pero apenas eran unos 400 hombres para defenderla.

Las coordenadas estaban dadas y Dallin comenzó a contar en su pensamiento, 1,2,3... sabía sobradamente los protocolos y los tiempos de respuesta de la flota 10, 11, 12... el teniente contuvo el aliento por unos instantes pues sin duda aquel era un momento clave, 18, 19, 20... no hicieron falta más informes, los vasos en la mesa comenzaron a temblar timidamente augruando lo que estaba por venir, los impactos en el planeta pudieron notarser en las instalaciones como un pequeño terremoto.

Dallin expulso el aire contenido cuando recibió la confirmación del piloto, mientras las tropas apostadas vitoreaban gritos imperiales.

Bien señores es nuestro turno.

Dijo el teniente sin que un atisbo de victoria se viera ni en su rostro ni en su voz... estaba seguro de que aquel animal herido estaba lejos de ser derrotado.

Teniente Valery, repliegue sus TIE hacía la base y descarguen sobre el armamento pesado del enemigo y cualquier cosa que pueda dañar las murallas.

El oficial iba modificando la vista del complejo, haciendo zoom en las zonas de las que quería mayor detalle...

Teniente Taldor, prepárense no tardarán en tener contacto visual. Recuerden el plan de repliegue para generar un embudo los lanzallamas de la escuadra C prenderán el bosque para conducir los pasos del grueso del enemigo.

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25/02/2018, 14:35
Aiden Jelal

Aiden observó la barrita energética que le tendía el soldado Yoyuc, un tanto cohibido. Que los oficiales no se relacionaran con la tropa era algo normal y bien visto, pero él solo era Sargento, había combatido a su lado y pasaría las mismas penurias que ellos mientras sirviesen en la misma unidad, por lo que atribuyó la incomodidad de sus soldados al hecho de que todavía llevaban demasiado poco tiempo juntos.

Estuvo a punto de aceptar el ofrecimiento e intentar confraternizar un poco con los miembros de su escuadra, cuando de repente el cielo empezó a arder en la lejanía. Y pronto le siguió el temblor de las explosiones producidas por los turboláseres de las naves en órbita, calcinando todo a su paso en una lluvia letal a la que ningún enemigo que no se encontrara protegido por un escudo como el que disponían en la base sería capaz de sobrevivir. Como se alegraba en aquellos momentos de que fueran ellos y no el enemigo el que contara con el control y la superioridad sobre la óribta del planeta, o la escena bien podría repetirse a la inversa.

Se mantuvo unos segundos mirando el espectáculo, como los rayos de color verde eléctrico caían sin cesar sobre la superfície del planeta, casi de manera hipnótica. Casi sería bonito si uno no pensaba en los pobres desgraciados que estaban siendo calcinados hasta los huesos por el fuego imperial. O que coño, también era bonito, esos cabrones azules habían atacado sin previo aviso y cometido atrocidades más allá de las leyes de la guerra. En Drafeliv, ahora mismo valía todo con tal de ganar sobre el otro.

- Bueno, ahí tenemos el bombardeo orbital de Dallín... Lo que siginifca que la acción no tardará también en llegar a nosotros - terminó el paquete de pasta, lo dobló para arrojarlo a la basura y se puso el casco de nuevo - Escuadra, ¡Todos listos en dos minutos y preparados para ocupar las posiciones asignadas en el interior de la base! ¡Ahora  tenemos la ventaja, y si antes no han podido con nosotros, mucho menos serán capaces ahora! ¡Por el Imperio!

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25/02/2018, 15:38
Taldor Jag Silky

- Otra vez. - Creo recordar teniente, que el mando de las tropas de tierra no es suyo. Le quería espetar con desprecio, pero no era le momento de hacer que los soldados dudasen del mando ni de por disensiones internas, ni por asco. Ya habría tiempo de solucionar esto después. Estaba seguro.

- No necesito que me digan cual es mi trabajo, más aún, cuando ya está hecho. Miró con desprecio al tipo desde su posición de fuego. Por suerte para Dallín, su casco amortiguaba las miradas, si no ... estará muerto. No contestó. Entonces se concentró:

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25/02/2018, 15:41
Taldor Jag Silky

- mi señora, si no me quita al tipo este de encima, tras terminar la batalla, lo mataré yo, y si el enemigo se me ha adelantado, buscaré la manera de resucitarlo para poder matarlo yo.

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25/02/2018, 23:23
Mara Jade

mi señora, si no me quita al tipo este de encima, tras terminar la batalla, lo mataré yo, y si el enemigo se me ha adelantado, buscaré la manera de resucitarlo para poder matarlo yo.

La sonrisa de Mara se ensancho ante la llegada de semejante mensaje, pensando cuan curioso era Silky. Ambos habían conectado en el instante que sus “miradas” se había cruzado en el hangar, no era de extrañar encontrar sensibles a la fuerza entre las filas del imperio, aunque si lo era el hecho que no lo ocultara y eso le gustaba.

No te sulfures Silky y sigue con tu trabajo

En realidad ahora era cosa suya, había delegado en Dallin como debía hacer, ahora volvería a someter al recién ascendido teniente a presión de su presencia.

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25/02/2018, 23:44
Mara Jade

La mente de la enfermiza mujer se abrió ante ella con gran facilidad, no dejando hueco sin revelar ante a pelirroja. Atenta a los paralelismos que le mostraba la historia de los Vong, como su especia trataba a aquellos que no era útiles para e trabajo, sintiéndose entre asqueada y curiosa ante aquella “mente” colmena que usaba sus cuerpos como meros utensilios.

Decían defender la paz,queriendo “llevar la palabra de su paz a través del Universo” pero habían crecido ante la guerra y la opresión, eran guerreros y pese a lo que pretendieran promover o tratar de hacerle ver, no eran mas que escoria que arrasaban con todo a su paso.

Aunque admiraba su paciencia y perseverancia a a hora de llevar a cabo sus planes. Ahora sus planes le habían sido revelados. La sith sintió como la vida de la Vong abandonaba su cuerpo, apartando la manos de su cabeza y mirando con despreció el, ahora, cadaver de la mujer. Escuchando como los instrumentos de Mazar, confirmaban lo que ella ya sabía.

Mazar – pronunció son suavidad, mientras cubría sus manos, en un gesto indiferente y elegante, con los guantes de cuero – conserve el cuerpo para su estudio, si así lo desea y vaya a comer algo, no creo que vaya a tener ocasión de ello dentro de poco

Y dicho eso, alzo la vista al techo de la sala, cuando el bombardeo sobre el planeta hizo temblar todo a su alrededor. La mano del emperador salio rauda, mientras toda la base se mantenía en expectante silencio ante aquel atronador despliegue de poder, seguida por sus sombras llego sin ser detectada a puesto de mando. Junto a Dallin, se mantuvo en silencio hasta que todo ceso.

Sus ojos centelleaban observando las pantallas, pero estos iban mucho más lejos dejándose inundar por la fuerza viva que le mostraba el dolor del planeta y de las vidas de sus enemigos cayendo. Se disponía a calmar el nerviosismos de los hombres tras aquel eterno silencio cuando recibió aquel aviso. No le hizo falta darle ninguna orden a Dallin cuando este ya se había puesto en marcha, sus ojos se estrecharon mirando al teniente unos instantes, comenzaba a darle la razón al explorador.

No haga ninguna estupidez en mi ausencia Dallin  – dijo sin más girando sobre si misma para responder la llamada en privado, haciendo una seña a sus deathtroopers para que no la siguieran.

Notas de juego

Que conste Dallin lo hace bien pero Mara es borde simplemente porque esta de malas XD

 

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26/02/2018, 08:56
Menen Mazar

Asistí estupefacto a la intervención de Mara Jade con la prisionera. Era habitual imaginar a un usuario de la Fuerza como un formidable guerrero, haciendo volar cosas de aquí para allá y blandiendo un sable láser.

Pero en esa ocasión pude ver cómo usaba la Fuerza de otro modo, mucho más intimo, mucho más quirurjico. Claro que solo ví la cáscara de fuera, pero creí entender, por las palabras de Jade y sus expresiones, que estaba realizando algún tipo de interrogatorio o control mental. Era inquietante, a la par que intrigante.

Súbitamente las constantes vitales de la Vong cayeron en picado. Intenté detectar cuál era el problema en las gráficas de la consola pero nada parecía estar mal. Tan sólo los niveles de estrés y la actividad mental estaban por las nubes, sin causa física aparente. No podía hacer nada. Ví como su vida se apagaba ante mis lentes.

Con el pitido contínuo del monitor médico, me giré hacia Jade en silencio.

Cita:

Mazar, conserve el cuerpo para su estudio, si así lo desea y vaya a comer algo, no creo que vaya a tener ocasión de ello dentro de poco

-Si, señora.

Alcé la vista cuando todo empezó a temblar. Habían iniciado el bombardeo orbital. Mi compañía no tardaría en salir, así que me encargué de disponer el cuerpo sin vida de la Vong en la pequeña morgue de la base, convenientemente situada aledaña a la sala en la que estábamos. Vapor criogénico y un silbido neumático acompañaron al cierre del arcón donde quedaría el cuerpo de la prisionera para posterior análisis por parte del Cuerpo de Ciencia Imperial.

Después me acerqué a un surtidor de barritas energéticas de camino al patio y saqué dos. Una de ellas empecé a comerla bajo la máscara, lo cual me resultó algo complicado ya que me tenía que meter grandes trozos bajo el casco para que me protegiera del ambiente tóxico rico en oxígeno. Todo esto corriendo bajo los temblores, con mi mochila y mis armas, para encontrarme con mis compañeros de batalla.

Al salir aún se percibía el resplandor del bombardeo orbital en el horizonte. Toda la compñía estaba ya formando y terminando de pertrecharse. Llegué hasta ellos saludadno con la mano, masticando aún lo que quedaba de la primera barrita.

Que hay, compañeros. Me dirigí a todos, luego me giré al Sargento poniéndome firme ante él. Señor, cuando tengamos un rato me gustaría compartir algo de información interesante sobre la anatomía de los Vong, Señor.

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26/02/2018, 12:12
Cipga Yoyuc

​-Mierda-​resoplo Yoyuc tirando las barritas al suelo.

Se incorporo de un salto y se puso su casco con un gesto fluido. Era un modelo no estandar, una reliquia de los viejos tiempos de la Doctrina Sijanus: actualmente estaba quedandose obsolete y tenia que parchear cada blindaje que le daban para conseguir que encajara con la juntura del cuello pero no se sentia comodo con otro casco. Manias de minero.

A continuacion, levanto el lanzallamas para echarselo a la espalda. Habia tenido tiempo de limpiarlo, recargarlo y revisarlo pero dio de todas formas un ultimo vistazo a los contadores.

Todo en orden.

Todo en orden.

-​iTodo en orden!

​El enemigo ya podia venir. Les estaria esperando.

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26/02/2018, 13:45
Sarah A. Crow

Sarah llegó a la sala de interrogatorios y se quedó a un lado, a escasos dos metros de la prisionera, con las manos  aferrando los magos de sus látigos de energía por si tuviera que usarlos. Si bien no había mucho espacio, eran muy útiles si tenía que usarlos para reducir a alguien. Además contaba con el apoyo de Antinnis por el otro lado.

Si moverse ni un ápice, la deathtrooper observaba como Mara hacía su trabajo. No había duda que todo en aquella mujer era espectacular, hasta la forma de hacerlo. Una sonrisa apareció en los labios de Angelica para luego fruncirlos recordando el incidente con la Vorg.

Cuando todo terminó y la Vorg murió, Sarah apartó sus manos de los látigos y se puso al lado de la puerta para escoltar a Mara a su nuevo destino. En ese momento sintió las vibraciones en el suelo. El bombardeo había comenzado. Eso le decía muchas cosas a Sarah, pero la que más le gustaba era que iba a haber acción de nuevo.

Al llegar al puesto de mando, todo cesó. Mara miraba los ordenadores pero parecía que sus sentidos iban mucho más allá. Al momento pareció recibir una llamada. Haciéndoles un leve movimiento con la mano les indicó que no la acompañaran. Era momento para comer y beber algo y así se lo hizo saber a Antinnis. Haciéndole a éste una señal para que la siguiera, se situaron a un lado en el que pudieran observar todo y no molestar.

-Descansa, come y bebe algo. Mara vendrá enseguida y volveremos a la acción.

Tras esto Sarah se quitó el casco y sacó una barrita de comida y comenzó a masticar. Varios mechones de su pelo negro como el carbón corto y liso cayó sobre sus hombros. Con un leve movimiento de su mano se quitó el pelo de la cara dejando ver un atractivo rostro femenino.

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27/02/2018, 13:15
Lily

Seguíamos comiendo, aunque yo ya me sentía saciada, había comido lo que necesitaba, en cambio el hambre de Yoyuc no parecía tener fin, lo cual llamaba la atención y quería pensar que no solo a mí. Entonces los haces láser que atravesaban la atmósfera se vieron en la lejanía. Impactaban contra el planeta y levantaban una enorme polvareda que ocultaba por momentos la luz y el fuego que producía el ataque orbital.

Mis ojos se habían quedado abiertos como platos, el espectáculo era algo singular y llamativo, pero la destrucción que estaba provocando en la superficie planetaria me causaba cierto malestar, esperaba que el enemigo fuera el mayor afectado, ya que el impacto estaba lejos de aquí, pero sabía que en esa zona la vida salvaje también se habría acabado. Cuando me estaba incorporando para ver mejor, pude sentir el temblor que casi me tira al suelo, tal era la fuerza del ataque que había sacudido el planeta como si este no fuera nada. Era la fuerza del Imperio, la fuerza que usaba para proteger la Galaxia.

Confiaba en los mandos, mucho más preparados, habían hecho lo que se debía hacer.

Las órdenes llegaron casi al momento, teníamos que… movernos, defender esto… Estaba demasiado nerviosa, era la primera vez que veía algo así, al menos sabía que eso provenía de una nave, pero aun así el corazón me latía tan intensamente que parecía que iba a salir de mi pecho.

Cogí mi casco y me lo puse algo temblorosa, lo que me causó alguna dificultad, la mayoría de los que estaban conmigo fueron mucho más rápidos. Al menos mis protecciones estaban bastante sucias de barro, eso me iría mejor, encontraba que el color blanco destacaba demasiado en la jungla.

Preparé lo más rápido que pude mi bláster y seguí a mis compañeros, pensando que ellos sabrían mejor como colocarse, yo estaba tan inquieta que no podía pensar con claridad.