Partida Rol por web

La envidia es mala consejera

Segundo Capítulo: Una cena algo tensa y una noche igual.

Cargando editor
03/06/2010, 14:03
Director

Durante la cena, los ánimos están muy tensos. Miguel y Ramón se miran fijamnete mientras comen, el Vascón está constantemente sirviendo alimentos, yendo y trayendo nuevos manjares.

La cena es digna de príncipes, jamás habíais visto tanta comida junta y aprovecháis para comer cuanto podéis hasta quedar saciados.

En un momento dado Miguel no puede reprimirse.

Cargando editor
03/06/2010, 14:09
Miguel

¿ Está todo rico hermano ? dice con aire despectivo Espero que lo esté porque nunca se sabe cuando va a ser la última.

Suelta una carcajada malévola, Edorta a su espalda se mantiene inexpresivo.

- Además de tocarte toda la herencia y no querer compartir conmigo, ni siquiera lo que guarda la habitación de las dos cerraduras , te comes mi comida. Esa comida que yo he pagado, que proviene de mis huertos...

Cargando editor
03/06/2010, 14:11
Ramón

¿De tus huertos dices ? Pincha con el cuchillo un trozo de manzana y lo mezcla con la salsa del cordero. Querrás decir de LOS MIOS. Padre me ha dejado la Masía y sus huertos a mí.

Termina de tragar y hace una pausa.

- Verás que al ser todo mío, me estoy comiendo mi comida. Y por cierto el que se come la comida del otro eres tú.

Frunce el ceño mientras os señala.

Y no te atrevas a tocarme durante la noche, pues como bien ves, tengo protección. No hagas ninguna tontería. BRUJO!

Cargando editor
03/06/2010, 14:14
Miguel

Ante esta última afirmación Edorta avanza varios pasos y Miguel tiene que sujetarle del Jubón.

Quieto, no merece la pena. El vascón parece más calmado y vuelve a su posición. ¿ Ahora crees cuentos de vieja de pueblo ? , sabes que no soy nada de eso. Son sólo habladurías. Cenemos y vayamos a descansar, la noche será muy larga...

Al decir esto, se os ponen los pelos de punta.

A todo cerdo le llega su San Martín, hermano, a todo cerdo...

Cargando editor
03/06/2010, 14:16
Ramón

Súbitamente se calma y sigue comiendo, acabado su plato coge un trozo de pastel y se lo pone en su escudilla metálica.

Así es hermano. Amén que diría un cura de esos JAJA

parece no tener mucho cariño a la Santa Iglesia.

Cargando editor
03/06/2010, 14:18
Director

Parece que los ánimos se calman, como si los dos hermanos fuesen conscientes de que el otro no llegará vivo a la mañana siguiente.

Una vez acabada la cena, Miguel habla solemnemente.

Cargando editor
03/06/2010, 14:19
Miguel

He sido un maleducado con vosotros, no sé ni quienes sois ni de dónde venís. Porqué no habláis de vosotros y así amenizamos un poco está triste velada?

No hace falta que finja, ninguno de los dos hermanos está apenado por la reciente muerte de su padre.

Cargando editor
03/06/2010, 14:20
Fernando Heredia

Bueno... empezaré yo. Si os parece. Me llamo Fernando Heredia, Procedo de la ciudad castellana de Salamanca, mi padre era médico y desde muy joven siempre le ayudé en las tareas de la botica. Así fue como poco a poco fui aprendiendo el oficio familiar y llegué a dirigir mi propia botica en la villa.


Hace una pausa para beber un poco de su copa y tras secarse educadamente los labios prosigue:

Algún tiempo después decidí que debía conocer mundo, vivir mi propia vida alejado del seno paterno, así que emprendí rumbo al reino de Aragón y fui ofreciendo mis servicios de aquí para allá hasta que di con estos hombres cerca del Monasterio de Montserrat. Estuvimos apunto de hacer un encargo en el monasterio pero finalmente volvimos a la vida de taberna en taberna y así conocimos a su hermano. Que nos paga muy bien por guardarle las espaldas.

Al hacer esta última afirmación Ramón le mira con reproche.

Cargando editor
04/06/2010, 02:42
Mohammed Mohama

Escucho en silencio la historia del médico. O, tras oir la historia, del que se hace llamar así. Miro al resto. No parecen muy dispuestos a hablar, así que en pocas palabras, digo- No gustarme hablar de pasado. Yo ser curandero en mi tierra, pero Islam conquistar todo, y yo ya no poder practicar mis curas porque ir en contra de Islam. Yo venir aquí, para poder seguir curando. Aunque, en últimos años, yo descurar más que curar...

Una vez digo esto, cojo algo del vino de la cena, y bebo un pequeño sorbo para saborearlo. Después, cojo algo de comida, y empiezo a comer despacio, mirando al resto del grupo.

Si yo poder preguntar... ¿Cuál ser historia vuestra, Señor Miguel? -pregunto al hermano del rácano mercader

Cargando editor
04/06/2010, 10:50
Ramón Ausàs

 Ausás asiente levemente ante la pregunta de Mohammed y dirige su mirada a Miguel. Buena pregunta.

 Durante el conbite e ljoven soldado ha comido de todo un poco, pero no ha quedado demasiado lleno, pues esta noche tiene que estar a punto para lo que sea... le guste o no.

Cargando editor
04/06/2010, 11:47
Miguel

¿ Mi historia ?. El hombre da un largo trago a su copa. No hay mucho que contar, más bien poca cosa. Siempre he vivido aquí, en esta Masía que ahora mi hermano quiere quitarme. Lanza una mirada de odio a su hermano. Desde pequeño no quise seguir el negocio familiar, el comercio. Y me dedico básicamente al estudio de libros antiguos y también ayudaba a mi padre a la administración de las tierras familiares.
Lanza un suspiro. Aunque supongo que ahora ya nada de eso importa, y que muy pronto tendré que dedicarme a algo, excepto que mi hermano tenga la amabilidad de cederme el contenido de esa dichosa habitación , ¿ me cederás tu llave hermano ?. No supongo que no...

Ahora el hombre parece más bien triste.

Cargando editor
04/06/2010, 13:16
Mohammed Mohama

Y... ¿Saber que haber en habitación de 2 cerraduras?. Porque si no saber, quizás no haber nada, y entonces seguir igual... ¿No?

Cargando editor
04/06/2010, 13:45
Ramón

Antes de que Miguel pueda contestar, Ramón se le adelanta.

- ¿Para qué dos llaves entonces?. Frunce el ceño y saca su llave del pecho. A Miguel se le ponen los ojos como platos cuando la ve.

- Nuestro padre nos dio una cada uno cuando éramos niños, ahí guarda todas sus riquezas. No me cabe duda.

Miguel asiente con la cabeza.

Cargando editor
04/06/2010, 14:44
Fernando Heredia

¿Y no podríais compartir el contenido de dicha habitación? Seguramente sería lo que vuestro padre desearía. Veros reconciliados y compartiendo.

Digo mirando a ambos, esperando sus fulminantes miradas sobre mí.

Cargando editor
04/06/2010, 16:57
Leandro de la Torre

La cena no estaba sentando demasiado bien al bueno de Leandro, ya que con tanta discusión y amenaza de muerte tan mal disimulada, tenia la impresion de que no podia dejar la espada muy lejos.

Eso es señores. Tan dificil les resulta compartir, al fin y al cabo son hermanos y deberían querer lo mejor el uno para el otro.  Aunque no sean personas de fe, podian al menos intentar ser buenas personas... Si su padre se hubiera dedicado a darles una educacion religiosa en vez de solo a darles una fortuna por la que pelearse, ahora estarian en otra situacion seguramente... pero tampoco esta en mi el sermonearles. Mira al hermano mayor. Ramón, usted se dedica al comercio y le va de maravilla, ¿no es asi? Podría considerar dejar como encargado de esta finca a su hermano, que parece que lleva haciendo un buen trabajo desde hace muchos años. ¿Aceptaria usted recibir un sueldo de su hermano mayor, Miguel?

Cargando editor
07/06/2010, 01:21
Miguel

No, nunca! esta es mi casa.

El hombre enrojece de ira.

Cargando editor
07/06/2010, 01:22
Ramón

¿ Un sueldo por lo que es mío? JAMÁS!

Se levanta y os hace un gesto para que le acompañéis arriba. Miguel mira a Edorta y le hace un gesto para que os acompañe a vuestros aposentos.

Vámonos, es tarde. Y mañana será un día largo...

Cargando editor
07/06/2010, 01:24
Miguel

¡ Qué descanséis bien hermano!

Dice con una sonrisa de malicia en la cara.

Cargando editor
07/06/2010, 01:25
Director

Seguís a Ramón hasta el piso de arriba con Edorta detrás vuestra siempre vigilante, Ramón os conduce hasta un gran cuarto con seis cómodos jergones de paja. El cuarto tiene dos puertas, por la que habéis entrado y por otra que es por la que se mete Ramón, pensáis que será otro cuartito conectado al vuestro pero no podéis estar seguros.

Edorta cierra la puerta y baja nuevamente las escaleras. Ramón entra en su cuartito sin siquiera despedirse. Os encontráis nuevamente sólos.

Cargando editor
07/06/2010, 12:03
Ramón Ausàs

 Esta familia es un desastre mayor incluso que la mía. Están condenados a terminar de la peor de las maneras...

 Ausàs mira a sus compañeros mientras se sienta en uno de los jergones. Interrogándoles con la mirada.