Partida Rol por web

El conde:
- Bien, confío en que ustedes puedan ayudarme. Si necesitan cualquier cosa, podrán encontrarme en mi alcoba, que está arriba pasado el salón- Dicho lo cual se marcha escaleras arriba hasta su habitación. La casa queda en silencio, cada cual reposa en su habitación, a excepción de los dos centinelas que hacen guardia en el vestíbulo, y vosotros que os encontráis en la capilla, junto al cadáver del recaudador.

El botellín de líquido lechoso , hacía días que estaba preparado para una ocasión como aquella. Manecho quitó el taponcillo y le dió un trago. Acto seguído se agacho e hizo una primera evaluación del fallecido, examinándolo de arriba a abajo.

Tirada

-Deduzco que el "el judío" estaba en la letrina antes de que yo me fuera  en la cocina, si en buena lógica aquel bajó antes de que yo hablase con las "Señoras putas" (con perdón).

1º) Hablar con ellas otra vez, para confirmar el momento y motivo por el que se despidió de ellas.

2º)Hablar con el personal de la cocina o algún criado aver si vieron pasar a alguien en el pasillo de la planta de abajo camino de la letrina antes de que empezaran a repatir las últimas bandejas, en las que se portaba el alimento que se sirvió justo antes de las tortitas.

3º)Volver a la letrina e inspeccionar si hay ventanas , el suelo... y preguntar entre los concurrentes quien fue hacer "popó" en la fiesta y lo que había comido justo antes de salir del salón.

Vi a Roberto inspeccionar el cadáver et dejéle exponer sus ideas. Cuando terminó dixe:

Estoy de acuerdo en hablar con las damas que acompañaban al recaudador, es posible sean las últimas personas que lo vieron con vida. Hago una pausa, volteo el cadáver para mostrarle el costado del mesmo a mis compañeros. La comida non creo sea el problema, por el roto et la herida diría que la causa es daga o espada. Mas non creo esté de más fablar con los criados , alguien tiene que haberlo oido gritar. O ver algo.

 Calleme et salí un momento al pasillo a comprobar que nadie escuchaba, et volví con mis compañeros  lo que me escama es que el Conde haya reconocido tan abiertamente el tema de la suya deuda et del Conde de Tolosa. Lo que fazeme pensar dos cosas et ninguna buena.

Que el recaudador non accedía,dándole a los Condes un motivo para matarlo.

O que accedía, et alguien non estaba contento con el arreglo et intentaba evitar el acuerdo matando al recaudador et incriminando al Conde.

 Creo deberíamos fablar con la escolta del recaudador et ver que versión nos dan de lo aquí acaecido, et que decisión iba a tomar el recaudador respecto al aplazamiento.

 Dudo que el recaudador viniese sin escolta, et por el aspecto diría que se trataban de los caballeros armados que vimos en la fiesta.

Propongo pues lo siguiente, interrogar a las damas que le acompañaban, al servicio et a la escolta del recaudador. Después juntar todos los testimonios et ver si encontramos alguna pista o algo que nos lleve a algún lado. Después, con todo lo averiguado, interrogar al Conde de Tolosa et escuchar su versión del famoso aplazamiento. Et finalmente fablar con el Conde de Besain.

Creo debemos ser cautos en nuestras pesquisas pues estas nos pueden llevar por terreno escabroso, et el mesmo que ha matado al recaudador intentar matarnos o mandar a alguien que lo haga, que el asesino puede non faberse manchado las manos et faber contratado una espada de alquiler para el caso.

Examinas concienzudamente el cadáver. Descubres una herida abierta en el abdomen, un tajo hecho probablemente por un arma cortante (espada o daga), a la altura del hígado. Posiblemente el pobre infeliz murió enseguida por esa herida. Descubres también un chichón en la cabeza, debido a un porrazo con un objeto contundente, o bien a la caída contra el suelo tras quedar inconsciente.

Si, creo que deberíamos hablar con todos ellos -respondí a Alfonso-. Eso sí: lo que está claro es que el aplazamiento que don Jaime pedía al recaudador se ha efectuado... y con creces -sopesé las posibles personas-: dejadme que yo hable con esos hombres armados -propuse-. Soy alcaide de castillo y puede que me escuchen.

-Uloxio,te exhorto que le propongas al Conde dueño de esta de casa a que nos deje un de las habitaciones para poder hacer interrogatorios, por ejemplo la capilla. También que sean requisadas , de facto todas las dagas de los que aquí comparten techo. Los que no tengan , estarán automáticamente descartados. Más vale tener diez sospechosos que no tener ninguno y que de la orden de inmediato. Par ello debe convocar a todos los invitados en el salón , y una vez que esten fuera de sus alcobas que su guardia haga un registro (ho hace falta que sea exhaustivo) de las mismas.

-Primero interrogar a los hombres de armas,a fin de cuentas "ellos las usan". En el interrogatorio deberíamos estar   , Uloxio y yo. Al que tenga mejor suerte, o una tirada de descubrir buena, que esté presto , durante el interrogatorio,  por ejemplo, Alfonso o Crispin, (no quiero parecer mandón, sólo es una estrategia) a ir a dónde yo le indique (no lodigo por no tentar al master a metarolear en función de lo planificado).

-Segundo , interrogar a  las "damas de compañía".

-Alonso, si tuvieras un "buen porcentaje en descubrir" iría otra vez a la letrina y a las habitaciones de abajo a ver si hay alguna trampilla, puerta o acceso a la casa que pudiera habérsenos pasado por alto.

- Se me ocurre mandar a Crispin a vigilar un "poquito" al pie de las ventanas, no sea que algún listo se le ocurra tirar la daga por una ventana., que puestos a imaginar...

Uloxio, paresceme bien que seas tu el que fable con los omnes armados, sin duda te escucharan et puede se expliquen más abiertamente a ti que a cualquiera de nos.

 Roberto, pienso que sería mejor llevar la investigación de un modo más informal al principio. Et luego con lo averiguado cerrar el cerco et investigar o interrogar a los sospechosos et non perdernos en interrogatorios agotadores et molestar lo menos posible a los invitados. Sobre quien tiene o non daga tampoco sería concluyente, ni descartaría ni incriminaría a nadie.......además que non me fio de las pruebas que nos den los omnes de armas del Conde .Hice una pausa et sopesé que a lo mejor mi opción non era la más acertada para el grupo Mas si a todos os parescen las mejores opciónes, non seré yo quien se oponga.

Sobre los baños mostré una sonrisa cansada. Non me veo rebuscando entre la mierda una entrada secreta, mas cuando es muy fácil entrar por la puerta principal, acuchillar a la víctima et salir disimuladamente por donde se ha entrado faziendose el borracho et volver a la fiesta. Hice una pausa Si realmente lo ves importante ve tu mesmo o manda al buen Crispín.Disje un poco enfadado, que uno sería frater et todo eso,pero también caballero et algo de orgullo tenía.

Agora me puse más serio et mostreme contundente Caso de interrogar a nadie, niegome de firme a que sea en la capilla. Ese es lugar de recogimiento et para fablar con el Creador, et non para mostrarle las miserias de los mortales.

 Si os paresce bien yo fablaré con las Damas que acompañaban al recaudador. Non soy muy bueno en esa lid, pero algo me enseñó Concha de musjeres et puede que se abran a alguien que non les resulte amenazador. Disje un poco con resignación, recordando mis votos et el tiempo que llevaba sin estar con musjer alguna. Et muy a mi pesar acordeme de Concha.

Consultáis a los centinelas de la puerta sobre cuantos soldados hay en la casa, de quien reciben órdenes, y en específico quienes son los guardias del recaudador.

- El recaudador no trajo escolta, viajamos todos juntos desde Beasain en el valle, con los soldados de don Jaime, y del Marqués de Tolosa. Sin contar sirvientes, hombres de armas éramos por parte de don Jaime, 4 soldados, nosotros dos, más dos más que descansan en la despensa, por parte del Marqués de Tolosa, dos soldados, aparte su hijo Txomin que también es hombre de armas, aunque de alto rango. Los 2 soldados del Marqués descansan también en la despensa, junto a los sirvientes.

Vuelves a examinar el cadáver. Tiene la túnica rota a la altura del abdomen donde se encuentra la herida, sin duda le debieron acuchillar, o clavarle una espada. En la cabeza un chichón, por el lado de la frente.

Me acerco al vestíbulo y pregunto a los centinelas:

- Disculpen caballeros, ¿serían tan amables de dejarme salir a fuera, quiero ver si alguien arrojó algo desde las ventanas?

- Ni lo sueñes, el Conde dio orden de que no dejáramos salir a nadie.- Responde un centinela.

¿Non trajo escolta? respondo sorprendido.  Entonces, los caballeros sentados en la fiesta ¿quienes eran? y es que aquesto realmente me intrigaba.

Un centinela:

- Los 4 caballeros ariscos de la cota de malla no son soldados del conde, ni del marqués. Ellos llegaron aquí después que nosotros. Nada más llegar, le mostraron un pergamino a don Jaime, y este tras leerlo accedió a darles alojamiento. Creo que venían recomendados por alguien importante.

Durante el banquete estuviste casi todo el rato vigilando a aquellos 4 caballeros, y dirías que ninguno de ellos dejó el salón antes de que se descubriera el cadáver del recaudador.

¿Savedes vos si alguien vió o escucho algo antes del fatídico suceso? Pregunto al guardia, pensando que tal vez nos puedan poner sobre una pista , ya sea falsa o non.