Partida Rol por web

Naga avanzó a zancadas hacia el ysoki, al tiempo que aprestaba su rifle y se disponía a disparar a una de las criaturas. Sin embargo, una rápida ojeada por la mirilla le hizo comprender que estaban demasiado lejos como para tenerlas a tiro. Hizo acopio de su memoria para tratar de identificarlas. 

Justo en ese momento, la luz de su comunicador parpadeó en su campo de visión. Leyó el mensaje, pero no había tiempo de contestar. No terminaba de confiar en aquel ysoki, como no terminaba de confiar en nadie desde Asha, pero por el momento parecía que había dicho la verdad. En esos momentos, la prioridad era que ninguno de esos gusanos los matase.

Naga avanzó a zancadas hacia el ysoki, al tiempo que aprestaba su rifle y se disponía a disparar a una de las criaturas. Una rápida ojeada por la mirilla le reveló que estaban a tiro, y fijando el blanco, disparó contra una de ellas.

Hizo acopio de su memoria para tratar de identificarlas. 

La porra del ysoki se estrella contra la fea mandíbula del electróvoro, casi reventándole uno de los cuatro ojos que posee. El animal chilla y emite chasquidos de dolor, y su compañero ataca con la cola, demasiado rápido como para que pueda esquivarlo. El hueso de la cola le golpea en la espalda, sin hacerle verdadero daño, pero aun así es un golpe doloroso. 

El segundo, enfadado por el golpe, chasquea las mandíbulas y arcos voltaicos comienzan a generarse por su garganta hasta sus dientes. 

En ese momento, el disparo de Naga silba por la sala y roza a uno de ellos, haciéndole una quemadura ante la que chilla. 

Los electróvoros son desagradables criaturas que se alimentan de electricidad. En su planeta natal se alimentaban de anguilas eléctricas, pero desde entonces se han extendido por toda la galaxia alimentándose de cables, baterías, motores... y de la electricidad contenida en los seres vivos. Son ágiles y rápidos, aunque no particularmente resistentes, y son inmunes a la electricidad. 

El ysoki se revuelve esquivando los arcos de energía que salían de la boca de aquella criatura. No pudo dejar de admirar la facilidad que tenía para recopilar y manejar la electricidad de su sistema nervioso. Era un ejemplar maravilloso. Dispuesto a noquearlo para poder capturarlo con vida, el ysoki volvió a fintar antes de lanzar otro ataque contra el mismo objetivo. Fallo por centímetros, quizá sería mejor si se retiraba y usaba su lanza impulsos... Pero primero tendría que esquivar las arremetidas del enemigo. 

Naga se colocó a buena distancia, dispuesta a cubrir al ysoki. Las planchas del suelo no le inspiraban mucha confianza, pero en aquellos momentos su prioridad era otra bien distinta. Apuntó y disparó. 

Un disparo láser, esta vez mucho más certero que antes, cruza la estancia tan cerca de Muffin que el ysoki puede notar su calor en el pelo de la cabeza. Uno de los electróvoros chilla y chasquea las mandíbulas, dirigiéndose rápidamente volando a por Naga, exponiéndose ante un ataque del pequeño ysoki con su porra. 

El otro golpea con su cola a Muffin, haciéndole daño a pesar de la segunda piel. Al otro lado de la estancia, la androide no acierta tampoco a esquivar el coletazo del gusano volador. 

Muffin volvió a recibir un mordisco por parte de aquellas criaturas. Cansado de jugar con la porra, se escurrió de entre las fauces del que se había quedado contra él al tiempo que sacaba su pistola. Seguramente no sirviese de gran cosa contra aquellas criaturas eléctricas, pero tenía que intentarlo. 

El golpe de la criatura provocó a Naga un absceso de tos del que se recuperó lo suficientemente rápido como para dejar su rifle a un lado y echar mano de su pistola. A esa distancia era imposible errar el tiro. 

Muffin salta hacia atrás, tratando de alcanzar sin éxito al electróvoro que va hacia Naga. La porra silba en el aire, rozando su cola. El otro gusano se dispone a atacar, pero Muffin saca su táser y dispara ocultándola bajo el brazo, de forma que el arco eléctrico impacta de lleno en el electóvoro. Como si propio nombre indica, este se limita a abrir las mandíbulas y engullir el rayo como si de una deliciosa comida se tratase. No solo parece intacto, sino revitalizado por la comida, y ataca a Muffin con energías renovadas. Por suerte para él, la segunda piel detiene el impacto de su cola. 

Muerto su rival, Naga acude rauda en ayuda de Muffin, disparando al gusano restante con su semiautomática.

El disparo de la pistola de impulsos no servía de nada contra aquellas criaturas. Menudo idiota, la anguila eléctrica era inmune a la electricidad. Genio. Volvió a buscar una forma de distraer a la criatura mientras intentaba alcanzarle con el bastón pero aquella criatura era más escurridiza de lo que el ysoki esperaba y su ataque volvió a errar. 

El electróvoro restante ha visto a su compañero caer, está aturdido y herido. Iba a atacar al ysoki con su cola, pero en ese momento Naga aparece tras él y en un certero disparo impacta en su abdomen, abriendo una gran herida de la que mana sangre azul. El electróvoro chilla y casi pierde el equilibrio en el aire. Asustado, ya no intenta cazar, ahora intenta huir. 

Las chispas chasquean en su mandíbula y el aire se carga de electricidad un segundo antes de que suceda la explosión eléctrica, un intento de cubrir su retirada.