Partida Rol por web

Con un plan trazado salís los cuatro del bar. Camináis juntos por un par de calles de camino al coche patrulla que se llevarán Duncan y Loretta. Al fin y al cabo el joyero está en el mismo barrio y será un corto paseo. La noche ya está entrada, y las luces de las farolas alumbran las calles por las que paseáis haciendo juguetonas sombras. 

Cuando giráis la esquina para ir al coche y despediros veis que apoyados en el mismo hay dos hombres hablando entre ellos y riendo. Cuando os acercáis os miran comienzan a caminar hacia vosotros. Para cuando os queréis dar cuenta otras dos personas más han aparecido detrás vuestro y enseguida os han rodeado.

- Buenos días - Dice uno de ellos mientras se pasa un palillo en su boca de un lado al otro de los labios. Se rasca el mentón y prosigue. - Verán, mi nombre es John, si, John. Y estos... Dice señalando a los otros tres hombres que ríen chulescamente. - ... estos son mis chicos. No nos gustan los rodeos, así que seré claro - Señala a Loretta, aunque sin dejar de mirar a Duncan y George - Venimos por ella. Realmente no queremos hacerle daño - Los hombres ríen y se miran - Solo queremos que tanto ella como, supongo que vosotros, dejéis de meter las narices donde no os llaman. - 

Mete su mano despacio en el interior de la chaqueta, y antes de sacar nada os mira y sonríe de nuevo. Tanto George como Duncan se dan cuenta de que no es probable que lleve un arma a la altura donde está llevando la mano. Al momento saca un sobre y se lo ofrece a George.

- Además, quizá podáis sacar algo de beneficio económico. Los negratas como tu en la pasma creo que no cobran demasiado, ¿verdad?- Ahora si que mira directamente a Duncan y se ríe en voz alta junto a los demás. - Vamos, la otra opción no os gustará demasiado...

Al final se habían puesto de acuerdo sobre como continuar con la investigación y salieron juntos a la calle, en busca del coche policial.

La sorpresa no fue pequeña, cuando descubrieron que un grupo de desconocidos había salido a su encuentro. Y tampoco fue menor, cuando el que parecía ser su jefe les expuso lo que buscaban.

– ¡Escucha, John! –Duncan dio un paso al frente y protegió en parte con su cuerpo a Loretta–. Me parece que tú y yo tenemos algo en común. Yo tampoco quiero que la hagáis daño a la señorita. Es más, preferiría que nadie tuviese que salir herido.

Al decir esto, McRae sacó su pistola reglamentaria de la cartuchera y, con ella en la mano, aunque apuntando al suelo, continuó.

– Algo me dice que tú sabes cosas que nos pueden interesar. Así que tú y tus amigos nos vais a acompañar ahora mismo a comisaria y allí vamos a hablar un buen rato.

Duncan miraba de reojo a su compañero, el agente Bushemeyer. No estaba seguro de que tipo de respuesta podía esperar de él en una situación así, pero quería estar preparado en el caso de que este hiciera una estupidez.

– En comisaría nos podéis contar todas esas cosas que nos ibais a proponer.

Salieron del bar dispuestos a seguir investigando el caso del señor Poole cuando un grupo de indeseables les rodeo y empezaron a lanzar lo que eran claramente amenazas para que dejasen de investigar. Eva nunca habia estado en ua situación así y se quedó paralizada por el terror mientras Duncan intentaba arreglar ese lio. 

Las cosas no habían salido como Loretta esperaba, pero aun así había evitado quedarse a solas con George ya que no confiaba en él.

Los cuatro salieron del bar y se dirigían al coche patrulla cuando vieron a un hombre esperandolos allí. Por el aspecto y la cara que ponía Loretta pudo ver que no tenía buenas intenciones.

El hombre empezó ha hablar a la vez que más hombres los rodeaban y les hizo al resto del grupo una propuesta que no presagiaba nada bueno para Loretta. Por suerte McRae se puso delante de ella a modo de protección mientras le respondía al "cabecilla" del grupo. Loretta aprovechó este gesto para fingir miedo y disimular como metía sus manos en el bolso. La reacción que había tenido McRae era la que ella esperaba de él pero miró de reojo a George para ver que decisión tomaba.

George miró el sobre, miró a Duncan, miró a la negrata de Loretta.

Y bajó la mano sacó su pistola, le hizo un gesto con la cabeza a Duncan

Id pasando muchachos, el agente McRae os sigue y os irá indicando el camino. Y levantando la pistola señala con ella como indicandoles que echen a andar.

Un chasquido de la boca de aquel tipo no auguraba nada bueno. Su gesto pasó de una sonrisa de confianza a uno mucho más serio. Podría haber dicho algo, quizá un comentario ingenioso, pero al ver las pistolas fuera de sus fundas no dudaron en reaccionar casi de inmediato.

Como cuatro gatos se abalanzaron cada uno sobre uno de vosotros. John ,el que parecía el cabecilla fue a por Duncan, tratando de golpearlo con fuerza con un puñetazo. Los otros se repartieron a George, Loretta y Eva de forma tan precisa que cualquiera con algo de perspicacia y experiencia en estas situaciones sabría que ya lo habían planeado.

Había esperado que aquel grupo de matones se echara atrás al ver que había sacado su arma. Normalmente era un medio de lo más efectivo para acobardar a gente como aquella, pero se había equivocado.

De manera imprevista para el policía, pero claramente premeditada, cada uno de aquellos chulos saltó hacia adelante en busca de un adversario al que atacar, incluidas las mujeres. Era evidente que habían tenido en cuenta el encontrarse con resistencia. Esto les dio de alguna manera el factor sorpresa y Duncan solo pudo reaccionar.

La pistola ya estaba en la mano y, casi como acto reflejo, McRae disparó con ella a aquel hombre que se abalanzaba sobre él. No quería dejarle malherido. Su propósito era asustarles lo suficiente para que abandonaran sus intenciones.

Eva estaba realmene asustada, ella no tenia nada que hacer contra unos matones de la calle, asi que cuando aquel hombre se lanzó hacia ella, lo unico que pudo hacer fue echarse a un lado justo a tiempo de que ese bruto la tocase

Todo se estaba torciendo, aunque por suerte la respuesta de George alivió algo de la tensión que tenía en ese momento. Aunque al parecer a John no le gustó su respuesta y ante un gesto del cabecilla el resto de hombres se lanzaron sobre ellos sin importarles que los dos policias tuviesen sus armas preparadas.

Loretta sin embargo se esperaba ese cambio de actitud por parte de los hombres que los habían cercado y pudo reaccionar a tiempo. Primero sacó la cámara de fotos y le hizo una fotografía a la cara del atacante que se le avalanzaba sobre ella cegándolo con el flash y a continuación extrajo su "Colt 1903" disparandole a la rodilla.

Tanto irlandés y tanto negro habían convertido esta ciudad en el maldito far west. Ahora hasta las negras cargaban arma y se liaban a tiros en medio de la calle. Había llegado el momento de actuar con decisión.

Dió un paso hacia atrás para hacerse una idea de la situación, levantó el arma, apunó con precisión y apretó el gatillo esperando que su bala impactase contra su objetivo.

Su objetivo era, obviamente, la jodida negra pistolera.

Vuestra rápida reacción ante el ataque hizo que las tornas pudieran tornarse a vuestro favor nada más comenzar. Duncan disparó con rapidez, aunque John ya se había movido y eso hizo que el disparo le diera en su hombro izquierdo en lugar de en el pecho. Maltrecho el hombre intentó golpear al policía produciendo un leve golpe, que aunque molesto no le causaría demasiados problemas.

Eva por su parte logró zafarse del ataque de su agresor apartándose, probablemente al flash de Loretta[1] no solo cegaría a quien iba dirigido, sino que llamó la atención del de Eva. Justo después del fogonazo, la periodista disparo su arma con inesperada precisión, produciendo que este cayera de inmediato gritando de dolor.

En ese momento, y sin saber muy bien de donde, un fuerte dolor atravesó el costado de Loretta, que cayó al suelo. Al girarse pudo ver como el arma de George apuntaba directamente.

- Jajaja, el hijo de la adúltera parece que tiene pelotas - El que iba a golpear a Bushemeyer se detuvo y comenzó a reír al ver la reacción de George, aunque no tardo en callar al ver como su compañero caía gravemente herido al suelo...

Todo sucedió muy rápido, demasiado, y tomó un color nada agradable para el policía negro. Escuchó dos disparos además del suyo y gritar de dolor a Loretta. Aquellos hombres no llevaban pistolas consigo y, por lo tanto, la periodista solo podía haber sido herida por George. Podía estar equivocado, pero las dudas acerca de su compañero le asaltaron con tanta fuerza, que decidió protegerse y evitar convertirse en una victima de una bala mal direccionada.

Sujeto al hombre llamado John con fuerza del brazo, a la altura por donde había penetrado el proyectil, e hizo presión para que un agudo dolor recorriera el cuerpo del matón. Giró luego la extremidad con un rápido movimiento, colocándose tras él para usarlo de escudo y mirar directamente hacia el agente Bushemeyer.

Disparó su revolver al hombre que acababa de reírse y se encontraba al lado de George y pregunto a su compañero que es lo que estaba sucediendo.

– ¿Qué coño ha pasado? ¿Quién cojones ha disparado a la señorita Young?

Mientras se zafaba de su agresor entre la confusión Eva oyó varios disparos, y casi al instante la señorita Young caía al suelo desplomada. Rápidamente y sin pensar demasiado Eva se lanzó hacia ella para buscar la herida e intentar taponarla.

Después de que el agresor cayese por el disparo en la rodilla otro disparo sonó. Loretta notó entonces un fuerte dolor en el costado, las piernas le flojearon y no pudieron aguantar el peso del cuerpo. Dejó la cámara en el suelo y se llevó la mano donde sentía el dolor pero no tardó en retirarla al notarla mojada. Temblorosa se miró la mano llena de sangre y fue cuando vió a George apuntandole con su arma.

George al ver lo sucedido se escudó con el cabezilla a la vez que apuntaba a George, y Eva salió corriendo a socorrerla tras verla en el suelo.

- Desgraciado, eres uno de ellos. - Logró decir con esfuerzo. - Eres escoria George y nadie de aquí se va a creer tus escusas. -

Loretta estaba indefensa, pero aunque tenía el arma en la mano no se veía capaz de poder apuntarle y menos aun dispararle, tenía la vista nublada y le costaba respirar por culpa del dolor. Tenía la esperanza de que George no quisiese herir a Eva así que intentó cobijarse detrás de Eva. Loretta no deseaba que Eva recibiese un disparo por ella, pero no estaba dispuesta a morir sin hacer lo posible por evitarlo. Por desgrácia sus brazos perdieron la poca fuerza que la mantenían haciendo que se quedase tirada en el suelo con Eva presionando su herida.

Loretta dejó el arma frente a Eva. - Si también va a por vosotros defiendete. -

George mira a Eva y sacude la cabeza, no van a causar ningún daño a mujer blanca. Es por protegerlas a ellas de las depredaciones de negros y mulatos que hay que ensuciarse las manos. Le dió un puntapié a la pistola de la negra para alejarla de la escena y volvió apuntar a la figura yaciente de la misma.

Suelta el arma Duncan dijo al policía que le miraba suelta inmediatamente el arma o el siguiente baño que fregará tu zorrita será el de Satanás.