Partida Rol por web

Sales del gimnasio, y fuera te encuentras un caos... La gente mira hacia un mismo punto.
Ves dos coches de los mossos y una ambuláncia mal aparcada. Una furgoneta Mercedes se encuentra también allí, a un lado, medio subida sobre la acera. Te acercas a uno de los agentes, y este te hace un gesto de que te apartes. Por favor... Quedese allí. Te dice señalándote donde se encuentra el resto de gente, allí, mirando morbosamente qué ha ocurrido. Estiras un poco el cuello, antes de apartarte y ves en el suelo un cuerpo, que han tapado cuidadosamente. Giras la mirada, extrañado... Quién será? te preguntas cuando ves a Pilar, la chica con la que hablaste en el gimnasio. La ves allí, con lágrimas en los ojos. Parece en estado de shock, como si no pudiese reaccionar.

Enry observó a la chica del gimnasio y la vió llorar desconsoladamente,  algo  en su interior se había roto y enry creía saber la causa, estaba claro que ella conocía al que yacía en el suelo.

Avanzó hacia ella, se sacó un paquete de cleanex del bolsillo y se lo tendió.-Ven conmigo, necesitas sentarte un momento- le dijo.

Asiento de manera fugaz a los chavales a modo de saludo y sigo a lo mío. Intento limpiar todo lo posible los arañazos y tras eso me visto y salgo del vestuario hasta la puerta exterior del mismo.

- Creo que hasta que todo esto no termine... nunca dejarán de ocurrir accidentes...
Intenta situar en que lugar se encuentra cada uno de los que antes habían vivido la escena deñ fantasma.

Observas al padre de la niña, detrás de la puerta del vestuario de chicas, esperando. Puedes ver como anda bastante nervioso de arriba abajo... Va mirando todo el rato a los lados, con temor de lo que pueda aparecer...

En la pequeña sala que se encuentra en la planta de arriba, puedes ver a la chica japonesa, y al extrangero de pie. Como esperando alguna cosa... El otro chico joven no lo ves por ningún lado...

La chica te mira entre las lágrimas, con una sonrisa de agradecimiento te coge el kleenex. La ves con la mirada confusa, mirando a uno y otro lado...

Disculpa, ten... Tendría que ir a cerrar el gimnasio... O Dios... Pobre Cristof... Atina a decir con la voz rota mientras se lleva las manos a la cara y vuelve a estallar en sollozos...

Takako y Hans se encontraban solos en la sala. Sin mirarse siquiera... Takako esperaba que los niños salieran de sus respectivos vestuarios, mientras Hans, todavía extrañado por los acontecimientos acaecidos, intenta pensar alguna explicación coherente... Su mente fría y calculadora no para de trabajar, casi sin ser consciente de la presencia de la chica. Escuchais unos pasos y podeis ver a Roberto asomandose en la sala... Os mira en silencio, sin decir nada y se aleja...

Si nos quedamos así como pasmarotes no voy a sacar nada en claro...

Hans se dirigió a la oriental tratando de parecer lo menos intimidatorio posible, a pesar de que no se le daba muy bien tratar con los críos decidió que la mejor manera de solucionar aquello era tratarla como a una adulta, al menos hasta que le diese motivos de tratarla de otro modo... Además entre el padre histérico y su hija, el gigantón de las hormonas y el chaval que había bajado las escaleras ella era la mejor opción de sacar algo en claro.

¿Takako verdad?, tienes razón creo que deberíamos quedar todos los que hemos visto eso -dijo entre susurros para que los demás niños no lo escuchasen- ¿Conoces algún sitio cerca de aquí al que podamos ir todos?

Roberto deja a los niños que hagan lo que tuvieran que hacer en los aseos y una vez terminado de lavarse y sanearse el rostro vuelve a salir a la habitación donde se encontraban la gran mayoría. Era cierto lo que había escuchado del rubio, había cosas que quizás hablando entre todos podrían esclarecerse.

Roberto inspira profundamente, se cruza de brazos y contrae el rostro ligeramente cuando empieza a hablar, no le gustaba la idea de juntarse con nadie.

- Este tio quizas tenga razon... Dice mascullando las palabras.

Aún así, Roberto permanece en pie aun con los brazos cruzados sobre el pecho, permaneciendo en un tercer lugar.

Observa como los niños y niñas entran al vestuario... cuando Hans le pregunta por su nombre, un escalofrío recorre toooda su espalda, de arriba abajo y de abajo arriba, pero se calma al ver que le habla en un tono de voz normal, casi como a una adulta. Se podría decir que se sorprende y todo... lo que no se esperaba es que Roberto también hiciera acta de presencia y dijera la suya.

Bu-bueno... - mira a ambos - Hay la cafetería del gimnasio... y si no... pues enfrente también hay una, y a la esquina...

Vamos entonces, aquí estamos perdiendo el tiempo, Takako librate de los críos y nos veremos en el bar ese. Yo le diré al otro chaval que venga con nosotros. Habla tu con el padre y la cría vale, supongo que te tienen más confianza.

Hans bajó las escaleras contento de poder hacer algo de una vez.

 Hans se detuvo a unos pasos de la escalera. Se quedó pensativo y le costó reconocer que dolido. El mundo era una jodida mierda, en eso estaba de acuerdo pero un puto coche se tenía que cargar a su hermano? ¿Así terminaba todo? Quedó pensativo reflexionando sobre si debía hablar o no con su padre pero ¿Que le iba a decir? "Hola papa, soy el hijo del que hace decadas no sabes nada, llamaba para decirte que a tu otro hijo lo ha reventado un coche.

Mala idea, primero resolvamos esto...

Jürgen bajó las escaleras restregandose las manos, la sangre seca costaba mucho de limpiar, y la que tenía en sus manos dudaba que algún día se fuera completamente.

Permítame que la ayude, parece nerviosa por lo que ha ocurrido  .-Dijo mirandola de forma amable.

Ha sido un dia muy raro, todabía me cuesta creer todo lo que ha pasado

Hans bajo las escaleras pasando por el lado de Roberto y éste, en silencio, se quedó contemplándolo, estudiandolo mientras meditaba algo para sí. Tras eso volvió a centrar su atención en la asiática y permaneció en el sitio sin decir nada más. Aún de brazos cruzados.

Imaginaba que se referían a los chicos que antes habían entrado en el vestuario, y fue entonces cuando se le ocurrió. ¿Llamaban sensei a la china esta? pero si nunca la había visto antes en el gimnasio... en fin, estaba visto que a su alrededor siempre ocurrían muchas cosas que ignoraba y de las que no se percataba; aunque era lógico, aunque el estuviera ofuscado en la venganza por la muerte de su hermano e ignorara el mundo que le rodeaba, éste sin embargo seguía moviéndose como no iba a ser de otra forma.

De cualquier manera, aún tenía que decidir que hacer con esa chiquilla y si esta gente le convenía o era un atajo de inútiles, estaba acostumbrado a solucionar las cosas a su manera, aunque toda esa escena sobrenatural, todo ese extraño suceso, requería de más habilidades que su violencia para buscarle solución y explicación; y Roberto no era bueno en ninguna de esas dos cosas.

Inmóvil, aunque cambiándose el pie de apoyo mientras permanecía apoyado en la pared, se quedó en el piso de arriba, mientras los demás actuaban.

 Hans bajó las escaleras buscando al chaval que tambien estaba metido en aquél lío.

Eh? La chica parece volver a la realidad, te mira confundida, como preguntándose quién eres... No, no se preocupe, estoy bien, solo que... No termina de hablar ya que se lleva una mano a la frente, parece perder por un breve instante la estavilidad, recuperándola casi inmediatamente... Vuelve a levantar la mirada y observa a la gente de alrededor. Sí, voy a cerrar el gimnasio, por aquí ya veo varios de los padres que han venido a buscar a sus hijos... Se da la vuelta encaminándose casi como en un sueño hacia la puerta. En ese momento ves salir al hombre rubio, el que dirías que es extrangero, que se aparta un momento para dejar pasar a Pilar y buscando con la mirada parece acabar fijándola en ti. Se acerca directamente....

Sales a la puerta del gimnasio. Fuera ves como unos cuantos policías mantienen alejados a un grupo bastante numeroso de curiosos. Ves a Pilar, la otra monitora como se aparta del chico que estás buscando y parece que se dirige haci ti... Observas como la chica camina algo desestabilizada. Sus ojos empañados parecen que no miren nada en concreto. Pasa por tu lado casi rozándote y por sus labios sale un escueto, disculpe. Internándose en el interior del gimansio. El chico se queda parado, mirando como se aleja con un gesto de preocupación...

Os quedais los dos, un poco confusos... De fuera os llegan unas voces. Bien, cariño, ya estás? Venga, vámonos de aquí... Parece el hombre que estaba tan preocupado por la seguridad de su hija... Papá... Papá, ahora que ya la conoces dejas que Abigail se quede a dormir en casa? De repente se escucha un silencio bastante tenso... Abigail? Dice el hombre casi escupiendo ese nombre... Si papi, mi amiga... Recuerdas que te la nombré? Va diciendo la niña mientras sus pasos se van alejando... Poco a poco las voces se van perdiendo y no llegais a escuchar la respuesta...

Cuando descubrió que se había quedado a solas con el musculitos, un nuevo escalofrío la recorrió de arriba abajo...

Mierda... yo... yo me largo...

Se mira y se le enciende una bombilla en la cabeza.

¡Qué despistada que soy! - exclama con una falsa risa, intentando disimular completamente... - ¡Yo también voy aun con el yukata...! ¡Voy... voy a cambiarme!

Y antes de que el tío pueda responder o hacer cualquier gesto, Takako se ha perdido en los vestuarios femeninos... dejando tras de sí una nube de polvo.

Enry vió como Pilar se alejaba para ir a cerrar el Gymnasio, cuando en ese momento vio como el tipo rubio salía del mismo, y parecía que se había fijado en el. Enry levanto la mano. - Eyy.-Dijo mientras se acercaba a el