Partida Rol por web

El proyectil arcano impacta en el blanco, matándolo en el acto. El cuerpo del explorador se desploma inerte y ruidosamente contra el suelo.

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La drow volvio a cargar la vara con el arcano poder que le corria por las venas. Algunosde sus compañeros parecian dar el encuentro por perdido pues apenas si se movian. Pero ella no perdia la esperanza tenian que salir de alli con vida y no solo eso, castigar al mal que cometia tales actos.

-Vamos amigos, están cayendo bajo nuestro poder, cuanto mas dificil es algo mas fuerte debemos volvernos un ultimo esfuerzo.

El proyectil de caos salio disparo contra el malvado enano, esta vez el hechizo llevaba acumulada toda su furia, pensar en tanto sufrimiento hacia que la sangre de la drow ardiese en sus venas.

Nhyria causa otra baja con el hechizo que tan buen rendimiento estaba sacando, pero su alegría tras matar al duergar dura muy poco. El diablo de las cadenas ya estaba formando parte de la lucha y era un rival temible. Las cadenas no solo se movían por su destreza, sino porque formaban parte de él y era capaz de controlarlas como si fueran los tentáculos de un pulpo. Una vez mas el diablo ataca con diestra y siniestra. Tanto Shamara como Dorn reciben un golpe en la cabeza que los deja inconscientes y desangrándose. Con solo dos movimientos había dejado al grupo de héroes sin defensores.

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Ahora los dos defensores libraban una lucha contra la muerte mientras que el grupo se enfrentaba a la peliaguda situación. El duergar explorador ya no era el blanco de Shamara y se sentía mas capaz ahora que habían acabado con los mas resistentes del grupo.

-¡Ha! Esto os pasa por desafiar al gran Asmodeo ¡Pronto os reuniréis con vuestros compañeros! -Amenaza mientras le asesta un golpe de martillo a la eladrín del grupo (-4pg).

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Si llego a quedarme más tiempo aquí, no viviré para contarlo. Lo siento compañeros, ya volveré por ustedes. Eso fue lo que pensé mientras retrocedía lentamente un par de pasos [G11] mirando siempre al adversario que tenía cerca, pendiente a cualquier movimiento que hiciera. Cuando estuve lejos de él, seguí retrocediendo hasta situarme a la derecha de Nhyria [H12]. Con un poco de espacio entre mis enemigos y yo, pude concentrarme en seguir atacando con mi magia. El ser lleno de cadenas era mi mayor preocupación: con sus tentáculos de metal podría golpearnos a los tres que seguíamos de pie. Concentré un ataque sobre él, lanzando otro rayo de fuerza, igual que él anterior, al tiempo que gritaba a mis compañeros:

- ¡Ataquen al pequeño que yo distraigo al grande!

El disparo de la maga pasa de largo de su objetivo debido quizás a la presión que estaba soportando o por el temor de herir a la victima que el diablo tenia sujeta.

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Isthar al ver el estado de su hermana, se desplaza rapidamente entre sus compañeros para socorrerla(10-f), el enano parece sufrir la misma suerte, pero por razones obvias, lo primero es la familia, la unica familia que le queda, se arrodilla a su lado, dejando sus utensilios a mano y empieza a socorrerla, intentando tapar las heridas que sufre esta- Hermana, vamos aguanta, ya falta poco... tan solo un suspiro mas...- las lagrimas se le escapaban por los rojizos ojos.

Los esfuerzos de Isthar por salvar a su hermana parecía en vano. La presión del momento no dejaba que el tiflin pudiera concentrarse como era debido y solo podía ver como la sangre y la vida abandonaban el cuerpo de Shamara por momentos.

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La drow trago saliva, jamás espero que irse de aventuras fuera tan escalofriante. El grupo estaba demasiado verde en todos los sentidos y las pruebas eran mas que evidentes, con dos miembros inconscientes. Isthar y Albafica eran valientes pero ahora necesitaban la mente fría y tomar decisiones que podían resultar dolorosas, pero necesarias.

-Isthar se que es tu hermana. Por mucho que te duela verla así concéntrate en que sigamos en pie lo que quedamos o estaremos todos muertos, tenemos que acabar con ellos.

Luego observo a la maga, se había ofrecido a entretener al diablo, pero su poder estaba lejos de compararse con el de la hechicera en dañino al menos.

-No, yo me encargare del grande, vosotros encargaros del enano.

Dicho esto, se aventuro introduciéndose en el interior de la sala, quizás desviase la atención del enemigo lo suficiente si le atacaba desde otro lugar (C,7). Sabia que el limite del todos se acercaba, y al parecer su propia energía también.  Su vara se cargo con energía psíquica y un orbe salio despedido, era al menos 3 veces mas grande que los que había disparado hasta ahora y avanzo hacia el diablo de las cadenas.
Y justo después como si fuese un eco del gran poder otro proyectil de menor envergadura salio disparado contra el malvado enano seguidor de Asmodeo, y curiosamente el aura psíquica que desprendía el pequeño proyectil también intento alcanzar al diablo.

Realmente la magia de la hechicera parecía obedecer sus instintos e intereses, mas que ser hechizos aprendidos y estudiados, parecía algo mucho mas pasional.

La muerte parecía aferrar con sus huesudos dedos al grupo. Algunos ya se estaban entregando al sueño eterno, cubriéndose con su manto y listo para partir con la Reina Cuervo mientras que otros, menos afortunados, esperaban angustiados el mismo fin.

El grupo, joven e inexperto, había subestimado a su rival y estaban pagando las consecuencias. Un ataque mal planteado, un movimiento temerario, falta de compañerismo y sincronización... La suma de todos esos errores habían puesto en peligro la misión y al grupo entero. El individuo no era nadie por si solo, debía ser un todo con sus camaradas y ahora, que era demasiado tarde, lo comprendían.

Asmodeo, el señor de los diablos, no dejaría que encontrarán la paz tras la muerte, aquellas almas serían arrebatas del fluir espectral que desembocaba en el Páramo Sombrío, los dominios de la Reina Cuervo, para ser juzgados por la vida que hubieran llevado. Sin importarle sus virtudes o defectos todos serian torturados eternamente en los Nueve Infiernos.

Ese era el destino del grupo pero entonces ocurrió algo. Quizás por una promesa o quizás simplemente por la adrenalina de la aventura, Nhyria desprende una portentosa energía que solo estaba al alcance de unos pocos dotados en el arcano arte. Como si el propio Caos se hubiera colado por una grieta espacio temporal, acaba con los enemigos, con todos ellos. El mal herido duergar es desintegrado y el diablo, quien no había recibido un solo rasguño, muere sin saber quien era aquella mujer drow.

Gracias Bahamut por brindarnos ésta oportunidad de seguir adelante. Ese fue el primer pensamiento que tuve mientras veía cómo Nhyria destruía a nuestros contrincantes con su magia. Cuando ya estuvieron muertos el ser rodeado de cadenas y su acompañante enano, lentamente me moví hasta donde se encontraba Dorn, yaciendo en el suelo, completamente inconsciente, a punte de partir al más allá. Cómo pude me arrodille a su lado y aplique mis conocimientos de salud sobre él. Pero por más que lo intenté, mis esfuerzos fueron en vano: las heridas no cerraban y su fluido vital se extendía segundo a segundo por el suelo de piedra.