Partida Rol por web

- No le di importancia, era tan obvio... pensé que tú también lo habías visto.- se rascó la cabeza, haciendo memoria.- No, nada más. ¡Oh! Espera. Anoche soñé con otros niños, habían bárbaros y también un ladrón con un mono. De alguna manera... todos estábamos unidos por un hilo muy fino... no fue el Oráculo pero, ¿cuenta?

-Si, cuenta.- dijo Breska interviniendo en la conversacion.- Morgul me dijo antes de irse que quirias hablar conmigo, Tiberio. Tu diras.

- Me gustaría formular una pregunta y luego consultar una cosa... -

- ... ¿Lo que vemos... no modificará el futuro... es decir si yo veo que caeré por un puente... no podría evitar no acercándome a un puente que ocurra? Quizá la pregunta sea muy estúpida pero... si conoces el futuro puedes cambiarlo... al menos a primera vista - despacio intentando expresar lo que pretendía

- Os explicare como funciona el futuro. Dijo sentandose en el suelo y sacando un monton de piedras del bolsillo que dejo en un monton. Despues puso una delante de otra en una fila, a la misma distancia una de otra.- Tiberio, viendo como estan estas piedras seguramente podrias colocar el resto de forma imaginaria y saber que la ultima terminaria en un determinado lugar en el suelo ¿Verdad? El oraculo actua de la misma forma. Sabe lo que a pasado y sabe que los acontecimientos seguiran marcados por un determinado patron, por lo cual os enseña el fin de esa linea temporal.

 Paro esperando que lo entendierais y despues amontono de nuevo las piedras. Esta vez coloco las dos primeras en fila antes de volver a hablar.- Pero el futuro es determinado por la voluntad y las elecciones.-dijo colocando una piedra fuera de su lugar, varios centimetros por encima de donde deberia.- Si tu decidieras ahora ser malvado y matar a Laurielle, naturalmente su futuro no se cumpliria y el destino se reconstruiria siguiendo otro camino. Entonces, si Tiberio mirase en el oraculo veria algo completamente distinto y seguramente peor, dado que las malas acciones solo pueden conducir a malos finales.

No es la explicación que esperaba... no obstante, valdrá...

- Ahora tal y como Morgul Rast me indicó... me gustaría consultaros... ¿por qué debería ir a la torre? ¿por qué debería quedarme con Rast? - esperando una respuesta

Dio un respingo al irrumpir Breska en la habitación. Pronto los interesados comenzaron a hablar y ella escuchaba en silencio las curiosas explicaciones sobre el futuro... todo el tiempo había pensado en él como un absoluto, pero la libertad de las posibilidades... ¡ah! qué confusión. Finalmente Tiberio planteó su pregunta, ladeó la cabeza en dirección a la sacerdotisa, interesada también por la respuesta.

- Los dos pensamos que eres importante para el futuro, para cualquier futuro posible y creo que tu tambien eres consciente de ello. Yo pienso que deberia enseñarte el mejor mago vivo que existe para que desarrollaras el maximo de tu potencial. Morgul piensa que ir a la torre te cambiaria, el aislamiento, no tener infancia, no relacionarte con otras personas... te podria convertir en un gran mago amargado.

Breska tomo aire y continuo dando argumentos.- Yo pienso que Morgul se equivoca en sus enseñanzas, que le a dado la espalda a los dioses y pese a quererle como un hermano, no me parece preparado para enseñar a alguien tan importante como tu. Morgul piensa que tu vida es tan importante como cualquier otra que pretenda salvar y le parece una condena injusta encerrarte en una torre durante años para que te pudras entre libros, sin disfrutar un solo dia de tu vida. Yo pienso que si nadie tuvo en su vision una imagen tuya en la torre es un buen motivo para ir, ya que sin duda eso haria desviar el rumbo del destino. Morgul piensa que puedo tener razon en eso pero pone en duda que ese cambio pueda ser positivo, ya que un cambio que hace sufrir a un niño no puede generar nada bueno.... y asi discutimos tres horas, Tiberio

- Sin ninguna conclusión... - aquello no dejaba nada claro y no le entusiasmaba la idea de tener que decidir

Las dos posibilidades parecen tener sentido...

- Umm... pero el futuro que yo vi no era malo.- intervino Laurielle- Quiero decir, ¡sí! Era malo, pero por causa ajena a nosotros; no habría modo de impedirlo se haga lo que se haga. Entonces, ¿qué tiene de malo que las cosas transcurran del modo más probable? O más posible, o más cercano, o más... más eso. ¿Por qué empeñarse en trastocarlo?

Es una decision dura, Tiberio, Morgul intento evitartela pero tu insististes en saber. Solo tu puedes decidir tu destino pero has saber que si entras en la torre y aceptas estudiar en ella no podras salir hasta que tu maestro decida que estas preparado. La torre esta protegida por un velo como el que protege este lugar y solo el gran mago que la habita puede permitir su paso de uno a otro lado. Es un hombre severo, uraño, aconstumbrado a la soledad... nadie le ha visto en los ultimos 50 años... Aprenderias mucho de su saber pero Morgul tiene razon al pensar que el sacrificio seria muy alto.- dijo Breska mirando a Tiberio con esos ojos inquietantes.

Despues su mirada paso a la niña.- Ahora que conoceis el futuro os osforzareis mas que antes, eso en si ya implica un cambio...Sereis mejores cuando llege el momento, estareis preparados y Morgul confia en que eso sera una gran ventaja. Por desgracia no se puede consultar el oraculo dos veces seguidas para saber como va a afectar eso al nuevo futuro que ya estais trazando.

- Gracias Breska... mi maestro tardará en regresar... debo meditar mi decisión pues me la pedirá al llegar... estaré en las termas si alguien me necesita - algo sombrío hizo un saludo con la cabeza y comenzó a caminar hacia las termas

La puerta se cerró suavemente tras Tiberio, sin violencia, dejando a las dos mujeres solas en la habitación.

- Gracias, Breska, por mostrarnos... por permitirnos entrar...- se calló.- Gracias.- dijo simplemente.

Permaneció un rato meditabunda, pensando en el giro que había dado su vida en los últimos días. Y comprendió que ahora que sabía qué podía esperar del futuro regresar con su familia a labrar los campos y trabajar el cuero ya no sería lo mismo. Ahora...

- Yo no quiero que se marche, Breska. Ahora me han dado un sentido, un sentido que me gusta. No puede...- le confió a la sacerdotisa.- Sin embargo, eso sólo depende de él, ¿verdad?

Su decision es suya... pero no puede tomarla solo. Siente el peso de la responsabilidad aplastandole... si tuviera una amiga con quien compartirlo se sentiria mejor. Tu has visto un grupo de elegidos, hablale de ellos, dile que no estara solo.- sugirio.- Te necesita mucho, el no lo sabes pero eres importante en su futuro, tanto como el lo es para todos nosotros.

- ¿Pero cómo no estar solo en esa torre? Si somos tan importantes, ¿por qué entonces...?- dejó la frase inacabada, prologándose un tiempo en el silencio, meditando.

- De nuevo gracias, Breska.- le dijo a la mujer al tiempo que se ponía de pie, despidiéndose con una sonrisa apagada acompañada de un ademán de cabeza. Salió de la cabaña y se concedió unos minutos de descanso apoyada contra el poste al pie de la escalera antes de emprender el camino a las termas.

Se escuchó el crujir de la hierba bajo los leves pasos de Laurielle mientras se acercaba a las cálidas aguas. El tenue vaho que despedían las hacían fácilmente reconocibles en la distancia, y sobre ellas paseó su vista hasta dar con la figura de quien buscaba.

Pronto la niña tomaba asiento al lado de donde Tiberio se encontraba; le miró largamente sin decir una palabra, aguardando.

- Imagino que no has venido a tragar agua... - sonríe un segundo antes de volver la cara de preocupación

Le devolvio la sonrisa- No, no precisamente... ¿cómo estás?- preguntó con sencillez.

- Teniendo en cuenta que debo decidir entre encerrarme en una torre durante un número desconocido de años o quedarme contigo y Morgul Rast, esa decisión decidirá mi educación y con ella me enfrentaré al mal para salvar el mundo... un poco presionado - algo triste

- ¿Qué es más importante? ¿Acaso está bien abandonaros? ... - pensando en voz alta

- No se trata de si esté bien o no... sino de lo que quieres tú. Si te sirve de algo... a mí me gustaría que te quedases con nosotros.- le dijo seria.

- Y tampoco estarás sólo a la hora de enfrentarte a ese mal. Seremos más, varios más... lo sé. Ya te los referí antes. Sobre todo recuerdo al ladrón y a los dos bárbaros... ¿será que viajaremos al norte? ¡Y el mono! ¿Te imaginas? Nunca he visto uno.- Su discurso pareció divagar por su mente y agitó la cabeza centrándose, apoyó su mano en el brazo del muchacho y le dio un suave apretón.- De todas formas, no pienses que sólo tú llevarás el destino del mundo porque no es cierto. No sé cómo... pero de algún modo el destino nos unirá a todos.

- El destino del mundo...- pareció volver a divagar. Agitó nuevamente la cabeza pensando en lo prepotente y vanidoso que sonaba. Sonrió.- ¿Y qué es lo que querías contarme antes?

- Por desgracia no es todo lo que uno quiere... así me educaron, lo que uno debe hacer... - parecía lejos recordando

- ¿Contarte? - parecía algo confuso