Llegáis a la habitación. Esta es una cálida habitación con literas triples a izquierda y derecha. Tiene una capacidad para 12 personas. Al fondo del pasillo que forman las literas hay una ventana con vistas al vacío que hay entre las torres y que tan sólo se ve interrumpido por algún puente solitario a estas horas de la noche.Una lámpara de aceite y su iluminación amarillenta da a la habitación un aire tranquilo y sereno que invita al sueño. De hecho estáis realmente cansados...
¿Podría regresar para conversar y ves qué le pasa?
A través de la bruma del sueño y el vino, apenas soy consciente de la marcha del sargento enano y las palabras de mis inquietos compañeros llegan a mi mente como un murmullo atenuado que en nada perturba mi descanso. Se está tan a gusto aquí junto al fuego...
Medio amodorrada, me dejo conducir por Neliandra hasta la habitación que nos han preparado y no tardo en caer profundamente dormida. Durante mi descanso me asaltan sueños en los que Dolom está forjando una espada a golpe de martillo y sus golpes son tan fuertes que rompen el yunque y atraen a una multitud de curiosos. Entre la muchedumbre descubro a la forjada que nos asaltó esta noche, corro tras ella pero no logro alcanzarla. Miro a mi alrededor y descubro que estoy totalmente perdida y un grupo de siniestras figuras embozadas se acercan a mí con aviesas intenciones, armadas con dagas y cuchillos.
Despierto empapada en sudor y con un espantoso dolor de cabeza cuando todavía apenas ha amanecido. Utilizo la jofaina de la habitación para lavarme la cara y refrescarme cuello y muñecas. Después, bajo al comedor temiendo que si me quedo por aquí acabaré despertando sin querer a alguno de mis compañeros.
El servicial Norman se muestra tan atento conmigo como la pasada noche y me proporciona un rico desayuno consistente en queso, zumo y pan de centeno. Para cuando el resto de mi grupo se une a mí y me informa de las últimas novedades, yo ya hace un rato que he terminado mi almuerzo.
―Bien, pues pongámonos en marcha ―anuncio, tras haber releído la nota por tercera vez y haberme recuperado de la sorpresa inicial―. Estoy decidida a llegar hasta el fondo del asunto.
Hago ver que duermo, mientras oigo al grupo entrar más o menos aturdidos por la bebida y se acuestan en sus catres. Al cabo de un rato oigo los sonidos ronquidos y las respiraciones acompasadas de todos, momento en el que aprovecho y me incorporo lentamente. Sin ponerme las botas, avanzo lo más sigilosamente que puedo y me acerco a donde se encuentra Neliandra y la sacudo con suavidad para despertarla.
Cuando abre los ojos y me ve, apoyo un dedo en mis labios en señal de silencio y le hago una indicación para dirigirnos fuera de la habitación donde poder abrir el maletín y comprobar su contenido.
Alhandra se ha adelantado, jejejeje, ¿empezamos a averiguar que tiene el maletín? Estoy intrigado.... Al final estará vacío, JO JO JO
Te asomas al corredor y ves que las escaleras aún tienen algo de luz. Parece ser que norman ha dejado algunas luces encendidas.
Si sigues avanzando llegas hasta la parte superior de la escalera. A través de los barrotes ves parte del salon. Junto a la barra se encuentra Neliandra. Parece que mira algo pero no sabrías decir que es.
¿Vas a acercarte más?
Me acerco más, sin intentar ser sigiloso ni nada, me acercaría de forma casual.
Neliandra.Escuchas a alguien bajar por las escaleras que llevan a la habitaciones.
Guardo de nuevo el libro dentro de la bolsa e intento reconocer por lo poco que he visto al tipo de la casa Canith (solo para cuando baje Therok que me salga más creíble lo que le diga xD)
Ves que Neliandra estaba haciendo algo apoyada sobre la barra. Al escucharte venir la has visto guardar algo.
Sellion desciende por las escaleras hacia el salón. Allí tan sólo se encuentra Neliandra y el gato naranja de Norman adormilado junto al fuego ¿Tal vez ninguno de los dos sea capaz de conciliar el sueño?
Podéis rolear entre vosotros aquello que os queráis decir.
Threkor, al acercarte a la cama en la que debería dormir Neliandra descubres que esta no está. Extrañado miras a tu alrededor y te das cuenta que tampoco encuentras a Sellion.
Qué curioso, Neliandra no estaba, así como el semielfo, pero Alhandra sí. dudo que Neliandra haya huido sin su compañera, protegida, o lo que sea. Además, ¿qué pinta el semielfo en esto?
Decidido, volví a mi catre en busca de las botas y las cogí. Salí de la habitación sin hacer ruido y una vez fuera me calcé las botas. Seguramente aun esten abajo, no recuerdo haber escuchado subir a todo el mundo, aunques eso es algo de lo que no estoy muy seguro.
Bajo las escaleras hasta la sala principal.
No tenía mucho que decidir, mi contrato verbal me obligaba y por ahora tenía mas sueño que preocupaciones. Me tumbo en una de las camas cercanas a la puerta de nuestra habitación y arrastro la cama hacia la entrada bloqueándola ligeramente. Nada entraría sin que me despertara antes.
Poco hago mas aparte de dormir
Threkor. Bajas las escaleras y llegas al salón donde habéis cenado hace tan solo un rato. La sala está pobremente iluminada por una lámpara de aceite y las brasas aún calientes del fuego. Ves que junto a la barra está Neliandra y que junto a la escalera está también Sellion quien parece haber bajado hace poco tiempo.
Bueno, otro que tampoco puede dormir, jejeje. Aquí os dejo por si queréis rolear entre vosotros.
La noche transcurre con normalidad. Os despertáis aún con las imágenes de la confusa noche que vivisteis ayer. Tal vez algunos de vosotros bebiese demasiado en cuyo caso siente una gran pesadez de cabeza. Aún así la bebida de esta taberna es de buena calidad por lo que no debéis preocuparos por ningún tipo de resaca.
Os reunís en el comedor. Norman os ha preparado un desayuno suculento. Sobre una mesa preparada para seis veis varios tipos de queso, pan, vino,mantequilla, miel, fruta y varias jarras de leche e infusiones preparadas para vosotros. Parece que el tabernero lo ha preparado con absoluto conocimiento de vuestras necesidades de hoy pero también con absoluta discreción.
-Por favor, tomen asiento y coman cuando deseen- os dice retirando algunas sillas ,especialmente para las damas, a modo de invitación-. Tengo también algunas raciones para llevar por si las necesitasen. Siempre preparon unas cuantas por si algún huésped he de marcharse sin tiempo de desayunar.
La sala está vacía. Tan sólo el gato naranja de Norman se mueve entre las patas de las sillas y , con lastimeros maullidos, os suplica algo de lo que estáis comiendo.
Terminado de desayunar recogéis vuestras cosas y termináis de pagar (los que no lo hayáis hecho ya) vuestra cuenta a Norman. Cuando salís de la taberna os golpea en aire fresco de la ciudad al amanecer. El aire trae olores de lluvia y los sonidos propios de la ciudad. Algunas personas se mueven transportando carretillaspor el callejón por donde accedisteis anoche a la taberna.
Cruzando el callejón aparecéis en uno de los laterales de la torre que ocupáis. Una balconada progresa a vuestra izquierda por una calle que rodea el muro y a vuestra derecha por unas escaleras que descienden. Frente a vosotros hay un pequeño amarradero en el que veis detenida una aerocalesa. Su "gondolero", un tipo alto de nariz aguileña, está de pie en la balconada frente a su embarcación. Lleva un sombrero de tres picos y una gruesa capa de color oscuro. Al veros deja de comer guardándose lo que estuviese comiendo en el interior de sus pantalones y se dirige a vosotros.
-¿Buscan transporte caballeros?- dice descubriéndose e inclinando algo la cabeza-.Este es un servicio especial para seis clientes. Si ustedes son aquellos para los que me han contratado tan sólo deberán decirme el destino al que quiren ir para certificarlo...
Si queréis hablar algo en el desayuno podéis hacerlo ( o cualquiera otra acción, tiradas...)
¿Alguno no desea subir a la aerocalesa?
Vaya - digo sonriente - veo que no soy el único que no puede dormir. - miro al semieflo - ¿Buscando historias de madrugada para tus libros?
-Ahora estaba más interesado en otros asuntos, y bueno, seguramente también le interese siendo que al parecer somos los únicos extraños en el grupo.- Concluyó mirando a la clériga mientras tomaba asiento en el salón. Era algo que Sellion prefería hacer solo, pero no podía hacer nada ahora que Threkor también se había presentado.
-Como vera Neliandra, ya en suficiente desventaja me siento ante toda esta situación como para no reaccionar al notar que se me oculta cierta información que a todos nos interesa.- El semielfo dirigió su mirada hacia los ropajes de la clériga. -¿Podría compartir con nosotros las pertenencias que tomó de nuestro difunto contacto?- Preguntó de forma calma.
Miro entre sorprendida y encantada de que no todos en el grupo no sean unos incompetentes -Precisamente en eso estaba pensando- digo mirando a mis dos acompañantes. Ahora miro solo al escritor -Y tal vez seas el único capacitado en hallar la forma de leer esto- y les acerco el libro por la barra -No me lo tengas en cuenta, soy clériga Therkor pero tuve una infancia difícil y algo aprendí en las calles antes de entrar al servicio de Olladra- tal vez no debí intentar leerlo sola, pero la curiosidad era mayor que la paciencia en mi.
Edito: Este pequeño diario, de apenas 6''x3'' y 1'' de grosor, posee una cubierta de oscuro cuero negro con hilos de mithril cosidos para formar un esquema extraño. No lleva ningún título, sólo el símbolo tejido en mithril en su portada. Dentro, todas las páginas están en blanco, pero las hojas tienen un tacto extraño: no parecen ser de papel ni cuero, sino algo que no identificas por el momento.
Threkor, no miento, es lo único que había, pero si, mi intención de abrirlo sin ti era quedarme lo que hubiera que no fuera estrictamente información necesaria.
Miro a uno y a otro y encojo los hombros - Ya que estamos aquí... Y bien, semielfo, ¿serás capaz de leer el libro?
Miro a Neliandra - ¿Era todo lo que había en el maletín?
¿Qué tiro para saber si miente Neliandra cuando conteste?
La facilidad con la que Neliandra mostró el material sorprendió por momentos al semielfo. Este pensaba que la clériga se negaría en primera instancia, que querría conservar aquella pista para su amiga de noble casa y su guardaespaldas. -Eh, gracias.- Es lo único que pudo decir al percatarse de lo mal pensado que había sido.
Tomó el material, y ya un poco más centrado, se dispuso a iniciar el estudio del mismo. -Pues veamos qué nos tenía guardado el viejo Bonal.- Expresó sonriente.
Director, ¿Qué es lo que recibo? ¿Alguna tirada?