Partida Rol por web

Antes de subir a la estancia, hechas un último vistazo a la taberna por si hubiera alguna cosa extraña, pero nada. Solamente quedáis vosotros y al fondo Ninaran que está a lo suyo, medio recostada en la silla con un pié apoyado en la mesa, pasando de vosotros y de todo lo que pase a su alrededor.

Pues a ver que te digo yo con la tirada que me has hecho......................

Tu sexto sentido está en off jejejejeee. Poco más. En todo caso, lo único que percibes, es la presencia desde el fondo de la taberna la silueta de la persona con la que Yllanys ha estado hablando, pero está pasando de todo lo que pasa a su alrededor y tranquilamente recostada en su silla acabando su bebida.

Por cierto, añadiros 50 de exp cada uno por haber resuelto más o menos bien el tema del borracho y el encuentro en la taberna.

 Te añades también 100 exp por el encuentro del templo

     Y vosotros os añadis otros 100 exp cada uno por el encuentro con Thair.

Viendo que el grupo se encontraba agotado luego de la larga jornada, y que nadie se había percatado de su equivocación, la pelirroja los siguió silenciosa hacia la habitación que les había provisto la anfitriona, no sin antes darle las buenas noches Muchas gracias Salvana por tan cómodos aposentos, que durmais bien y los dioses escuchen vuestras plegarias.

Cuando estuvo en la habitación, se quitó los arneses de guerra con calma, colocando la armadura, armas y equipaje al aldo del catre que le había tocado. Estuvo unos minutos revisando la quemadura en su brazo izquierdo, que aparentaba haber desaparecido casi por completo debido a las bondades espirituales de Jhanya. 

Finalmente se quitó la ropa quedándose con una remera suelta a modo de sostén y unos calzones cortos. Era claramente ropa de soldado y no de señorita, además, la muchacha no mostraba ningún pudor en compartir de esa manera la habitación con varios hombres, como si estuviese habituada a ello. Realizó unos rezos frente al blazón de su armadura y se tiró sobre el camastro Desncansad y dejad las armas a mano... nunca se sabe 

Cerró los ojos esmeralda y se hundió en un sueño plácido.

  No había pasado mucho tiempo desde que la cambiante abandono la posada y volvió al cabo de poco mas pasada una hora, una vez hubiera caído la noche.

  Olisqueo el lugar donde le dijeron que debía de dormir y observo como el resto de gente se despojaba de sus vestimentas para descansar mejor asi que les imito tirando al suelo un montón de pieles curtidas cosidas de forma tosca una con otra para conseguir la forma de algo similar a una camisa y una especie de pantalones cortos, dejo la lanza bajo la cama, no le solía dar uso ya que no era una cazadora pero era tradición en su tribu portarlas y no seria ella la que rompería una costumbre de los suyos.

  Cerro los ojos y dejo descansar el cuerpo para que su espíritu tuviera un recipiente idóneo en el que habitar.