Partida Rol por web

Jorgael hace caso omiso de la profunda herida que acaba de recibir ya que estaba preparado para defender su posición estoicamente. Levanta su maza sin vacilar y la descarga fuertemente contra la jalea ocre, impactandole de lleno.

-Una gelatina viviente no va a hacerrme caerr!!

La jalea ocre parece acusar el terrible golpetazo, pero no da señales de cesar en su intento asesino.

Caradal, observa aterrado como la extraña jalea se acerca repentinamente y arremete furiosamente contra jorgael, provocándole una fea herida. El mago sopesa ente los adversarios restantes a cual atacar primero, pero dada la distancia que los separa, opta por centrar su ataque sobre la jalea, asi que comienza a murmurar su arcano canto, dejando que la energia fluya por su cuerpo, mientras centra si mirada en su objetivo, olvidándose de cualquier otra cosa. Pasados unos segundos, su mano comienza a brillar hasta que de súbito un chisporroteo y una luz azulada salen despedidas hasta la Jalea.

- Bahamut, ayuda a este enano, pues lucha honorablement y por una causa justa - Jorgael se ve rodeado por luz divina, mientras el paladín se lanza al frente tratando de ganar unos segundos para que el guerrero se reponga.

La jalea ocre se duele del impacto del proyectil mágico de Cadaral, pero resiste.

A continuación llega Shamash, impactando también en la bestia, que no parece demasiado dañada.

Incluso en la penumbra de la caverna, los ojos de Ander se abren como platos, mientras ve como una bamboleante y tremula masa informe se arrastra hacia ellos... La lengua del mediano traiciona sus pensamientos y escupe a pleno pulmón:

"Avandra misericordiosa... ¡¡Es como las gelatinas de mi abuela!!"

El chillodo de una rata que corretea en torno al flan viviente, saca de su ensimismamiento al joven bribón, que escucha los alaridos del enano y las plegarias tanto del paaldin como del clerigo. Rapidamente, los dedos de ander vuelan a la empuñadura de sus dagas, sacandola de su vaina y arrojando una de ellas, con un movimiento fluido y serpenteante.

"¡ZAS! ¡Te pille...!

Aplicando a la perfección la máxima de que lo urgente no nos debe hacer perder de vista lo importante, Ander despacha una de las ratas que quedan con un certero impacto de daga.

La sonrisa malevola de Ander se desvanece cuando ve como la bambolenate masa amarillenta que se arrastra hacia ellos pasa por encima del cadaver de la rata que acaba de matar y... ¡¡deshace el cuerpo del roedor con un silbido siseante!!

"Mierda"

Las palabras del mediano brotan libremente, cuando se da cuenta de que su daga, tambien desaparece bajo el cuerpo amorfo del cieno, desahciendose con toda seguridad bajo el ataque del acido corrosivo. El alarido de dolor de Jorgael, afectado por un lametazo que le ha "afeitado" parte de las cuidadas barbas, resuena en la caverna, haciendo que el voluntarioso joven, retroceda un par de pasos.

Momentaneamente alejado del peligro mas inmediato, Ander hace bailotear una afilada daga en su mano izquierda y la arroja con sequedad, cuando, por el rabillo del ojo, percibe la amenaza de otro roedor, que se acerca sobrepticiamente al clerigo del grupo...

Arryen invoca lanza de fe contra el monstruo y falla.

La jalea ocre cambia de objetivo ante la llegada de Shamash y ataca al dracónido, acertando: 9 pg y 5 de daño continuado por ácido.

Ander elimina el último esbirro que quedaba, permitiendo que el grupo se concentre en el temible enemigo que tiene delante.

Jorgael levanta su maza para intentar frenar el ataque de la gelatina en cuanto ve que va a atacar a su compañero.

-Cuidado Shamash!!

Ahora que las alimañas estan todas muertas, Jorgael puede centrarse bien en la Jalea ocre y hacer sus golpes más precisos. Cosa que no tarda en poner a prueba segundos, después del intento de frenarla, con un fuerte movimiento de sus brazos en la dirección opuesta a la realizada instantes antes. Este golpe más potentes parece surtir mayor efecto que el anterior y el orgullo de Jorgael va creciendo. (Vas a pagar por todos los goblins a los que he fallado hoy!)

Jorgael falla su ataque de interrupción ante el ataque de la jalea a Shamash, pero su siguiente ataque la impacta de lleno. Tanto es así que parece partirla en dos.

No, esperad: el ataque realmente ha partido en dos a la jalea, y ambas mitades continúan con vida y atacando.

Caradal observa como la Jalea se parte en dod, y cada una de los mitades, continuan moviéndose de manera independiente, de hecho tal es la sorpresa, que el mago retrocede unos pasos mientras se intenta concentrar, pero en el último momento trastabilla con una piedra y siente como la energía abandona su cuerpo sin mas.

El paladín sorprendido, falla el ataque. Creía que el golpe del enano que la había partido en dos había acabado con la criatura, pero esta bestia sigue luchando - Caradal, ¿cuantas veces la hemos de cortar para acabar con ella? - pregunta el paladín inseguro ante este enemigo.

En cualquier caso, atosiga a su oponente, dejando la otra mitad en las manos del guerrero.

Al ver que mi lanza de Fe no ha tenido efecto alguno sobre aquella masa gelatinosa y viscosa que tanto me repugnaba, imploré a Bahamut para que me permitiese emplear otra estratagema divina con la que vencer a tan poderoso rival. Quizás mi Llama Sagrada pudiera servir... No lo sabía, pero había de intentarlo. No obstante, veía a mis compañeros algo maltrechos, así que de fallar, la próxima vez trataría de reponerles energías en vez de atacar. No quería ver caer a ninguno de mis amigos ante tan indigno y repulsivo ser.

-Jorgael, ¿cómo andas? ¿Necesitas mi ayuda?- exclamo, tras ver cómo el enano recibía un poderosísimo golpe de aquella sustancia informe. Acto seguido, cierro mis ojos y lanzo una plegaria a Bahamut. Al instante se ve cómo la luz sagrada que mi Dios me ha concedido desciende de la nada, tratando de alcanzar a la primera mitad viscosa que se mostraba ante mí.