Lyashi parpadeó, mirando a su alrededor y viendo cuerpos destrozados por doquier. Las caras de miedo y horror de sus compañeros, mirándola como si no la conocieran, le hicieron sentir un escalofrío de pies a cabeza. - No no no.....¿qué ha pasado? - Sintió como un escozor en varias partes de su cuerpo, pero no era algo importante - ¿verdad? -
Siguió a los demás, demasiado aturdida para tomar alguna decisión. Vio a la gente y los coches de vapor y recordó la carrera que había protagonizado antes de conocerlos a todos.
Sakura es la que toma la iniciativa guiando a los fugitivos a través de las zonas de la ciudad en las que los guardias no se les ocurrirá mirar. El camino es largo y las cada vez más frecuentes pausas para que Ohsumi pueda descansar lo hacen más largo aún. Sin embargo consiguen llegar a los andenes sin que nadie les dé el alto ni intente detenerlos.
Todo parece ir bien hasta el edificio de los andenes, custodiado por un numeroso contingente de soldados que custodian la entrada arrastrando consigo a varios kabane. A ambos lados del edificio principal se extiende un alto muro de piedra que separa las vías del resto de la estación. Detrás del muro están los diversos almacenes y apartaderos de los diversos servicios auxiliares para las hayajiro. Aquí los soldados son menos numerosos, patrullando en grupos de cuatro con dos kabane atrapados en los lazos...
Arisa y Lyashi han recuperado toda su Reserva de Esencia
Ku, ku, ku - se burla Korusu - Míralos. Todos tan guapos y valientes con sus enormes rifles y sus capas y sus engendros ¿Cuántas veces nos arrodillamos para que utilizaran nuestra boca como desahogo? ¿Y después nos dieron una paliza cuando les reclamamos nuestro dinero? Sólo porque podían. Porque nos estaban haciendo un "favor" al permitirles usar nuestro cuerpo como recipiente de su asqueroso semen. Ahora podríamos devolverles el favor. Ya sabes. Ellos son tan... débiles. Simplemente estiras la mano, los tocas y... se mueren. Luego los kabane se descontrolan y todos esos bravos guerreros dejarán de preocuparse por nosotras ¿Qué me dices?...
Mogami-sama - dice Izume - Si usted y sus tripulantes consiguen llegar a la Ryugujou estarán en su derecho de defenderse como mejor considere de cualquier ataque de Kaibuki. Puedo ocuparme de que le lleguen el agua y el combustible para que puedan moverse, pero necesitaré tiempo.
Su plan es un completo desastre, joven - jadea Ohsumi - Se le nota que está improvisando todo sobre la marcha. Así no se hacen las cosas.
Si alguien tiene un plan mejor que lo diga ya...
Esto cada vez iba peor, Lyashi parecía haberse calmado pero sabía muy bien lo fácil que era volver a caer ante la "bestia" que llevábamos dentro. Encima estábamos siendo guiados por la loca de los explosivos que solo era de fiar mientras su adorado capitán nos necesitara. Que hablando de él no podía estar más de acuerdo con el doctor.
- Por ahora me sirve si podemos llegar a ella y comprobar que todos están bien.- comento con tranquilidad.- Pero sinceramente estás condenando esta ciudad. Estoy seguro de que conoces mejor a Kaibuki que cualquiera de lo que estamos aquí. ¿Realmente crees que va abrir la puerta aunque amenacemos con disparar? Lo más probable es lo considere como un aumento de su propiedad kabane y haga un cerco alrededor de su fortaleza. Ni controlo de política ni se como sera la situación aquí pero si queremos salir de aquí tendremos que apropiarnos de la sala de control de la estación y abrir la puerta correspondiente cuando estemos listos para salir. Menos bajas inocentes misma conclusión.
Sí, lo creo - responde Izume con convicción - Kaibuki es un comerciante, no un general. No hay que darle tiempo a pensar en otra cosa que no sea su margen de beneficios - Reflexiona un momento sobre la propuesta de Hideo - No es mala idea pero si tened en cuenta que el interior del edificio también estará lleno de soldados...
Lyashi estaba acostumbrada a escuchar de vez en cuando una especie de discusión mental entre ella y ella misma, algo que había tomado como algo "normal", sin pensar mucho en ello. A veces pensaba que era como una especie de consejera mental para percatarse de ciertas cosas, pero no dudaba que era ella misma viéndolo desde otro punto de vista más egoísta y materialista.
Pero la intensidad con la que escuchaba ahora la voz le hacía estremecerse, dudar de todo lo dado por hecho anteriormente y pensar que algo raro sucedía. - ¿Me estoy volviendo loca? - pensó. No podía creerlo y a la vez, las pruebas estaban allí.
- Respira, tranquila...son los nervio... - pensó.
- ¿Qué dices? ¿Qué nervios? ¿Qué farfullas? ¿No los ves ahí, tan subiditos? Recuerda como apretaban tus senos con fuerza, haciéndote daño, corriéndose al verte gritar de dolor y fingir placer, porque lo fingías muy bien, zorrita.... Dame el mando, y yo les castigaré, les enseñaré quien manda aquí....korusu.... -
Lyashi abrió los ojos y se percató de una cosa. Antes, su otro "yo" siempre hablaba en plural...nosotras, que hacemos, que decimos....ahora mismo, ésa segunda voz que le ocupaba la cabeza hablaba como un ser independiente.
- No....sal...no te dejo, esos soldados no me han hecho nada...olvídalo. - contestó.
Sin darse cuenta, acababa de aceptar ante sí misma la existencia de otro "yo" en su interior. ¿Qué consecuencias tendría eso en el futuro?
Voy a seguirte el juego...XD
Llegar hasta allí les había supuesto correr sin parar por las calles de la ciudad, un lugar desconocido donde decenas de ciudadanos se cruzaban con ellos y se apartaban de su camino. Cogiendo de la mano a Arisa y conduciéndola por aquel lugar pensó que los soldados enemigos no tardarían mucho en seguirles la pista, y eso le dio fuerzas y piernas para continuar.
Pronto llegaron a un algo muro de piedra donde varios soldados, con unos kabane atrapados por esas invenciones suyas, esos lazos, andaban a un par de metros de ellos. Durante unos momentos cerró los ojos y pareció que dudaba, pero pronto se repuso y apretó la mano de Arisa suavemente como para darle confianza, aunque a la pelirrosa no le quedó muy claro si le estaba dando un apoyo moral o se lo estaba cogiendo.
Lyashi vio las capas y lamentó no tener el poder de la mujer que le acompañaba. Se le ocurrió una idea. Era cruel, pero no podían demorarse mucho tiempo allí...y no tenía dudas de lo que harían los soldados de cogerles. - Arisa....tenemos un muro delante y unos soldados cogiendo a unos kabane con esas pértigas al cuello. ¿Crees que podrías, ahora con algo más de tiempo, quitarles las capas y dejarlos expuestos? Por lo que nos ha explicado el Doctor Masanobu-san de su magnífico trabajo, esas capas ocultan ante los sentidos de los Kabane a los soldados. Si se las quitas...tendremos distracción asegurada y podremos pasar...además de que si las conseguimos nosotros, nos servirán de protección. ¿Quieres que te ayude? - le dijo lo suficientemente alto como para que le escucharan todos.
Cada vez más gente la lleva de la mano y Arisa no consigue entender a qué vienen tantas atenciones de pronto. Así que aprieta tanto la mano de Takeshi como la de Lyashi, intentando dejarles claro que sigue allí con ellos. Se queda escuchando el plan improvisado de Izume con los labios fruncidos y luego se gira hacia la psíquica, asintiendo lentamente.
- Podría hacerlo... Pero aunque nosotros las consigamos, si dejamos libres a esos kabanes, podrían escapar al interior de la ciudad... Y si Izume-san va a cumplir con su parte, tendría que pasar a través de todos los que vayamos a dejar sueltos. - su cabeza se mueve un poco hacia la dirección de Izume. Ni siquiera nos podemos fiar de que vaya a hacerlo y a no dejarnos tirados... Por un momento duda, y finalmente se gira hacia Hideo e Izume - Si sabéis cómo se abre la puerta para sacar la hayajiro y dónde está el lugar desde el que se activa, puedo hacerlo a distancia. O intentarlo, al menos. Pero si necesitamos esperar a que vuelva Izume-san, necesitaremos llegar a la Ryugujou sin que nos vean o resistir hasta que llegue. ¿Cuánto tardarás en poder reponer el agua y el combustible? - le pregunta a Izume.
Arisa-san tiene razón - dice Tomohiro - No podemos condenar a toda la estación por culpa de su señor. Tenemos que encontrar la forma de pasar sin que se descontrole esa horda de monstruos.
Me alegra mucho que penséis eso - responde Izume, a quien la idea de Lyashi no le resulta convincente - Arisa-san, el control de las vías y las puertas se encuentra ahí - señala la tercera planta del edificio principal de los andenes. Luego se fija en la venda que tapa los ojos de la joven - ¿Cómo hacen para señalarle una dirección?
Puede ver - le aclara Tomohiro - Sólo que no lo hace como nosotros.
Si Izume tiene algún comentario para eso prefiere guardárselo - Bien. Respondiendo a su pregunta: una vez llegue con lo que necesitamos tardaremos un par de horas en cargarlo todo. Menos si tenéis a una maquinista competente. Y si ya tomáis la sala de control lo tendremos todo prácticamente hecho.
Pffff - se burla Ohsumi - ¿Y cómo vamos a llegar hasta allí? ¿Volando?
Tenemos a dos maquinistas muy competentes - Tomohiro ignora al científico - Izume-san, contamos con usted.
Buena suerte. Siento haberles metido a todos en este lío - Izume echa a correr..
Tras escuchar en silencio Sakura echa a correr tras Izume.Ella tiene capa,él no.No va a dejar que se ocupe de la diversión él solo así que sonriente se pone a su altura
No añado nada más mientras terminan de hablar el resto. Al parecer mi idea había calado pero con ella venía una nueva lista de problemas. Una vez Izume y su subalterna se alejan decido centrarme en como podemos entrar.
- Quizás podríamos saltar el muro si nos libramos de alguna de las patrullas de forma silenciosa para no atraer al resto. Furuhashi-san, ¿puedes neutralizar a los dos soldados desde lejos sin que den la alarma? Si es así yo podría encargarme del kabane sin demasiados problemas...aunque voy a necesitar un arma. Una vez dentro debería ser más fácil llegar a la sala de control pues nos esperan desde fuera.- realmente eso aunque necesario me era secundario. Lo primero era comprobar como estaba la gente de dentro y tenerlos tan cerca y a la vez tan lejos me estaba matando por dentro.
Yûki sentía como algo se rompía un poquito más dentro de ella. Iban a abandonar la ciudad que la vio crecer y madurar. La iban a dejar a su suerte en manos de aquel gordo cabrón avaricioso.
- Espero que no vuelvas a traicionarme o juro que te sacaré los ojos - le dijo al aire con voz pausada mientras Izume se alejaba con Sakura. Luego se volvió hacia Hideo mientras desenvainaba su katana de acero kabane y se la tendia.
- Es un legado familiar - dijo escueta sabiendo que quedaba claro que le haria si llegaba a perderla - Nosotros iremos a la Ryugujou y seguramente atraeremos la atención hacia nosotros. Aprovéchalo para poder alcanzar tu objetivo. Si al señor de Yûki le parece bien - en ese momento se volvió hacia Tomohiro esperando la confirmación o negación.
Arisa frunce los labios ante la pregunta absurda de Izume pero no llega a decir nada. Por suerte para él, Tomohiro ha respondido por ella. Pero los demás... ¿También lo saben, no? Un poco avergonzada por la situación, suelta las manos de los dos que la llevaban y casi se le escapa una sonrisa al oír el comentario de Ohsumi. No lo va a entender aunque se lo explique... Se gira entonces hacia el mecánico y asiente, algo dudosa.
- Creo que sí... ¿Pero a qué te refieres con neutralizarlos? Puedo dejarles inconscientes, pero no... - No quiero matarlos.
Arisa había visto lo que había hecho Lyashi y Sachiko y recordaba la satisfacción de haber acabado con ese hombre en Mibu. También había visto el gesto de Takeshi al ver lo que había hecho la otra psíquica y no quería que la viera así de ninguna forma. Por un momento cierra el puño, deseando haber seguido con su mano allí. Tiene que haber otra forma. En ese momento abre la boca y se queda pensativa, señalando a todos con un leve gesto y haciendo cálculos mientras ladea cabeza. Finalmente asiente con una suave sonrisa.
- El doctor tenía razón. Podemos ir volando... más o menos. - señala a Yûki - Koizumi-san sabe que puedo hacerlo. No se les ocurrirá mirar arriba... Además, tenemos prisa, ¿no? Sólo hace falta aterrizar bien.
Al ver su duda ante como neutralizarlos me dispongo a calmarla cuando sale con otro plan. Si se veía capaz de ello la verdad es que sería lo más sencillo.
- Es otra opción, lánzame a mí primero y así puedo ayudar a que el resto tenga unos aterrizajes más seguro aparte de comprobar que el otro lado es seguro y siendo ese el caso además no creo que necesite tu arma, Kouzomi-san.- le digo a la guardaespaldas declinando su oferta.
Con gesto de evidente alivio suelto la mano de la vidente. Si resulta que puede orientarse ya no es necesario que nadie la guíe, y me estaba poniendo nervioso e incómodo el correr agarraditos de la mano como si fuéramos críos pequeños.
Que el capitán se disculpe me da igual hasta límites insospechados, ya que eso no va a solucionar absolutamente nada, seguimos estando fastidiados. Nosotros, los que están en la hayajiro y el Lucero del Alba. Frunzo el ceño ante las palabras de la pelirrosa.
- Así que también puedes volar...-Cierro la boca antes de decir la terrible animalada que me está pasando por la mente, pero deberían ejercer mucho más control sobre ésta gente.- Muy divertido, Hime-sama. Espero que tengas controlado esa nimiedad del aterrizaje o vamos a tener un problema...pero me parece mejor plan que patear el avispero en el suelo. Y más rápido para llegar a la hayajiro, y cuánto antes lleguemos mejor.- Señalo con el dedo al mecánico.- He ahí tu primer conejillo de indias, no lo estampes que nos hace falta...
Arisa alza las cejas algo sorprendida porque sea Hideo el que se ofrece a ser lanzado el primero. Se gira a Takeshi y asiente con una sonrisa.
- ¡Sí! Aunque nunca lo he intentado conmigo misma... Lo haré lo mejor que pueda. - dice, algo dudosa, girándose hacia Hideo - No te muevas...
La psíquica extiende las manos hacia él y frunce los labios. Sólo necesito levantarlo con cuidado y lanzarlo... Aunque no las puede ver, sabe que las miradas de todos están posadas, expectantes, sobre ella. El cuerpo del kabaneri comienza a alzarse apenas unos centímetros del suelo, de forma tambaleante y lenta. Sólo necesito hacerlo bien ahora... Arisa frunce más los labios y empieza a notar las mejillas acaloradas hasta que la presión puede con ella y se tapa la cara con las manos, a pesar de que de por sí no pueda ver nada.
- L-lo siento... - murmura.
Motivo: Levantar Hideo
Tirada: 1
Se repite la tirada: 6
Resultado: 1+4+4 -2 = 7
Fracaso
Izume y Sakura caminan deprisa por las calles paralelas al muro de los andenes hasta una tienda con un cartel de "Cerrado" en la puerta. Sin embargo el capitán ignora el aviso y hace pasar rápidamente a Sakura.
¡ESTÁ CERRADO, IMBÉCIL! - brama una voz desde el mostrador.
¿Qué forma es ésa de tratar a los amigos, Ryoma-gunso? (1) - pregunta Izume
El hombre que sale de detrás del mostrador es un gigante pelirrojo y de ojos dorados que le saca una cabeza al fornido capitán vestido con un grueso kimono oscuro.
¡IZUME-TAI-SA! (2) - Dice dándole una fuerte palmada en el hombro - ¿Qué haces aquí? ¿Y quién es esta chica tan guapa? ¡Ya pensaba que no ibas a levantar cabeza tras el plantón de esa Koizumi!
Sakura ya había oído hablar de la relación entre la guardaespaldas de Mogami Tomohiro e Izume, pero es la primera vez que alguien menciona un "planton"
No... no es momento de hablar de eso - responde Izume con incomodidad.
¡Venga ya! Hace semanas que no vienes a ver a tu viejo sargento. Además, parece una chica dura. Creo que sabrá encajar que no es tu primer amor - Coge una botella de sake que hay bajo el mostrador y tiende unos platillos a sus invitados - Bueno ¿Qué os trae por aquí?...
En cuanto los pies de Hideo tocan el suelo Takeshi sale despedido hasta la ventana del segundo piso. El cristal se rompe en pedazos cuando el ingeniero la atraviesa con la fuerza de una bala de cañón.
¿Qué ha sido eso? - gritan los soldados, confusos y mirando hacia la ventana destrozada.
¡Arisa, haz algo! - la apremia Tomohiro...
Tirada oculta
Motivo: ¿Quién sale volando?
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Tras atravesar la ventana Takeshi se encuentra mareado, dolorido y cubierto de trozos de cristal. A su alrededor los operarios lo miran con ojos aterrados. Algo se mueve bajo el trasero de Takeshi: había un soldado con capa gris y su kabane controlando a los operarios y el ingeniero ha aterrizado justo encima de ellos.
Mientras el kabane lucha con el lazo de su cuello para morder a Takeshi sin conseguirlo el soldado hace rodar al ingeniero hacia un lado con un fuerte empujón...
Objetivo: ¡Alunizaje!
Tirada 1d8: 5
Resultado:(5)x4 = 20
Motivo: Iniciativa (Takeshi)
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+5)=11
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa (Kabane)
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+2)=12
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa (Soldado)
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+3)=12
Tirada oculta
Motivo: Mordisco (Kabane)
Tirada: 2
Resultado: 2+2+2 -4 = 2
Fracaso
Tirada oculta
Motivo: Levantar a Takeshi (Soldado)
Tirada: 10
Se repite la tirada: 1
Resultado: 10+3+4 -4 = 13
Éxito
Orden de acciones para el combate:
Takeshi ha perdido 20 Puntos de Vida tras atravesar volando la ventana.