Partida Rol por web

Mientras habláis entre vosotros y volvéis al trabajo os percatáis enseguida de algo que os llama la atención y es que de nuevo hay pisadas de gato en el suelo del sótano pese a que ayer limpiasteis el suelo tras ordenar los objetos, al menos la parte de objetos de la colección del viejo señor Bousquet que ordenasteis. Pero no hay más marcas de actividad animal en el sótano, al menos vuestro trabajo de ayer no se ha echado a perder.

Sin embargo no es eso lo que más os preocupa ya que una fuerte racha de viento parece agitar la vieja mansión. Asustados por el ruido salís fuera solo para ver como un fuerte vendaval se ha despertado a vuestro alrededor. Lamentablemente cheng no podrá salir de la casa con este temporal aunque os informa que no hay problema porque la casa tiene víveres suficientes como para alimentaros.
En el comedor podéis ver como el joven matrimonio Bousquet observa el temporal desde la seguridad de la ventana.

Jamás en la vida había visto la tramontana tan agresiva

Salgo a ver que es lo que sucede y me encuentro al matrimonio contemplando el suceso por la ventana con tranquilidad pasmosa, en aquel momento me fijé en la figura de bousquet, que blanquito de piel, debía salir poco a la calle. Miraba por la ventana y suspiraba, había estado en mil lugares, pero pocos me habían inquietado tanto como aquella mansión.

Al tiempo que observaba con los demás mis pensamientos volaban."Bueno, de todos modos tenemos el coche averiado, así que si quisieramos irnos no ibamos a poder de todos modos. ¿Cuando irá alguien a echarle un vistazo?.-Me preguntaba preocupado, todos aquellos incidentes en aquel siniestro lugar estaban comenzando a desquiziarme.

Tras carraspear un poco le dije al Señor Bousquet.-Vaya, parece que el viento desata su ira por estos parajes. Confio en que pase pronto, volveré al trabajo.-Tras lo cual me encaminé de nuevo al sótano.

"Malditos gatos, ¿por donde entrarán al sótano?"-Me preguntaba intrigado.

El arqueólogo inglés observa las huellas de gato. Suspira un poco, con tanto minino por allí, era solo cuestión de tiempo antes de que alguna de esas piezas apareciera rota a causa de alguno de los sigilosos huéspedes.

Benjamin sale de último. Recibe la noticia un poco de mala gana. -Vaya, entonces las reparaciones del auto van a tomar más tiempo...- comenta preocupado -...esperemos que mañana el clima le deje enviar ese telegrama Cheng- dice Benjamin mientras camina y observa a distancia prudencial del matrimonio, aquel viento fuerte.

-Quizás sea solo algo pasajero, estaba haciendo tan buen clima esta mañana- dice mientras se acerca un poco.

-Usted disculpe Señor Bousquet, tengo una pregunta que me inquieta... ¿cuántos gatos tiene usted aquí?- dice tratando de esbozar una sonrisa amable y por supuesto, de distraer la atención de la tensión incómoda del inclemente clima allá afuera.

 Huellas de gato, y estamos buscando un gato de jade, piensa Pierre.

Pero aún no hemos visto ningún minino de carne y hueso, reflexiona. Curioso.

Aunque Tian parece estar asustada es Paul quien la abraza con ternura mientras observan el temporal. Al percatarse de vuestra presencia se vuelve sonriente hacía vosotros y os habla con voz sosegada y tranquila.

No os preocupéis estaremos a salvo aquí dentro. Pero de todas formas... ¡CHENG! Por favor, comprueba que todas las ventanas esten bien cerradas no vayamos a llevarnos una sorpresa.

Tras esto se vuelve hacía Benjamin Bennet y la pregunta que este le ha hecho sobre los gatos.
Me temo que gatos en propiedad ninguno es mío aunque mi esposa acostumbra a darles de comer a toda la tropa que ronda la casa. A mi me gustaron siempre más los perros...

William sube las escaleras precipitadamente pero se tranquiliza al comprobar que la situación esta controlada y que no corren peligro... de momento.

Oh, vaya, por un momento pensé que nos estaban bombardeando como en la batalla de Guangdong. ¡Menos mal que solo es un fuerte vendaval!

Extrañado me refugio en el trabajo concienzudamente, pues es el mismo, el cual me hace evadirme de mis dudas, problemas y responsabilidades así que sin darle mas importancia al tema de los gatos prosigo catalogando.

-Chino, no chino, chino, chino, chino, chino, no chino...-Decía mientras seguía pasando las obras en los preliminares antes de ser mas conciso en su catalogación.

"Malditos gatos, acabarán por destrozar las obras-Pensaba, aquellos pequeños intrusos me sacaban de mis casillas.-Será mejor dar parte al señorito Bousquet, no podemos consentir que un minino pueda ocasionar daños a estas propiedades de gran valor.-Dije mientras dejaba caer mi monóculo escandalizado, afortunadamente lo llevaba con correa.

-Ya lo ha oído usted Mr. Wei, son gatos de la zona, no son propiedad de Mr. Bousquet- dice uniéndose desde la retaguardia al grupo, su tono es menos afable que al principio del día, casi seco. -Podríamos pedirle a Mrs. Bousquet que evitase darles comida, pero no creo que funcione... estos gatos son silvestres, creo que lo que debemos hacer es buscar posibles entradas alternas al sótano, por las que hasta un ratón pudiese entrar, y tapiarlas adecuadamente- dice comentándole a todo el grupo.

-Estoy de acuerdo, aunque estas piezas no tienen un gran valor individual, la colección que mi buen amigo Andrée ha ido recolectando a través de los años- comenta altivo -Y no quisiera que ni una sola se perdiera por culpa de estos mininos inquietos- espeta.

 Bien, contesta afablemente Pierre.

Podemos aprovechar que movemos los objetos para marcar cualquier posible gatera que veamos en las paredes del sótano. También podemos poner polvo de tiza en los lugares de más paso, para que se manchen las patas y poder seguir el rastro.

William escuchó a sus compañeros y rió abiertamente.- Me acuerdo de una vez,caundo entré en el ejército, estábamos destinados en el campamento de entrenaiento "Lincold", cerca de Carradine, Carolina del Norte. Resulta que teníamos "perdidas" de comida y como no solió el culpable nos castigaron a toda la compañía con trabjo extra y racionamiento de la comida. A mi lo de trabajar más me daba igual, pero o de la comida... Así, decidimos capturar al que y para ello situamos en cada una de las puert que salian de nuestro barracón recipientes con tinta y cascabeles, para que el ladrón quedara marcado y se ayera cuando cometía el acto. Al final la alarma sonó y cogimos a un collote famélico que merodeaba por allí.- Wiliam rio a carcajada limpia.- No hubo más problemas desde entonces.- concluyo el capitán.

- Podríamos hacer lo mismo, pero no tan alarmante ni pringoso como la tinta y los cascabeles, a ver si con la tinta manchámos las obras de arte.- Dijo William mientras pensaba.- pero sí que podemos usar la tiza o ver las entradas y taparlas... no sé.- terminó diciendo, rascándose a cabeza.

Volvéis al frío sótano mientras la lluvia y el vendaval os mantiene inquietos por lo que hacéis acopio de más luces en forma de velas al volver al trabajo.
Vuestras propuestas sobre como atrapar al causante de las pisadas van subiendo en complejidad cuando no en humor haciendo cada vez propuestas más disparatadas mientras pasa el tiempo ahí abajo, trabajando.

- ¡Ya lo tengo! Atrapemos una rata con una ratonera y luego usemosla de cebo para atrapar al gato, ja ja. Oh, ¿Vaya que es esto? - dice Percival volviéndose hacía el resto de los presentes con una caja de cartón en las manos.

Os acercáis intrigados hacía vuestro compañeros con bastante curiosidad por saber que habrá dentro de la caja y al abrirla os sorprendéis ante el hallazgo pues dentro hay varias fotografias antiguas en las que se ve al viejo profesor Bousquets con varios grupitos de científicos en diversas excavaciones. Incluso alguno de vosotros puede distinguirse en varias de esas instantáneas. Toda esa serie de imágenes cubren practicamente toda su vida como científico.

Además también encontráis dentro algunas hojas arrancadas de una libreta de notas de lo que parece ser el cuadreno personal de Bousquet junto cuna una pluma de oro en la que esta escrito (en francés): "Te quiero, André: Tu Cielo".

 Sacré Bleu!, exclama Pierre, santiguándose.

Esto es... inesperado, acierta a articular.