Partida Rol por web

Nuevamente me lanzo a por la Vampiro. Este jueguecito me está cansando.

El ataque del Licantropo vuelve a ser demasiado flojo como para hacer daño a la vampiresa, la cual ataca con su puñal al lobo. Anabeth consigue hacer un pequeño corte a Sergei, aunque no es demasiado grave.

El corte que me produce la chupasangre nuevamente no consigue traspasar el grueso pelaje.

Cansado de tanta tontería decido poner fin a esta parodia de combate y me lanzo hacia delante con ambas garras para terminar de destrozar a la sanguijuela esa.

Anabeth no pudo hacer nada contra el ataque del lobo, recibió los dos zarpazos, uno desfigurando su bello rostro, y el otro destrozando su cuerpo. El combate había sido interesante, el licántropo nunca había obtenido tanta resistencia contra un vampiro, pero este había  sabido vencer igualmente sin recibir ningún rasguño.

Finalmente el combate había acabado. La muy zorra había ofrecido más resistencia incluso que el Ravnos y el de las Garras. Y eso que se acababa de convertir en Sanguijuela.

- Bien luchado Sanguijuela. - digo mirándola inerte en el suelo.

Luego miro a Eric.

- Te creíste más listo que yo. - digo mirándolo fijamente. Ya no volverás a subestimarme. - añado escupiendo sobre su cuerpo.

Tras esto agarro ambos cuerpos por la cabeza y los saco afuera para que la luz del sol haga su trabajo con estos malditos vampiros.

Los cuerpos fueron quemados por el sol sin demasiado esfuerzo, los cuerpos ya estaban muertos, y ahora habían sido quemados y extinguidos, ya no quedaba muestra de que alguna vez hubieran existido. El lobo por fin había cumplido su venganza.

Sergei una vez acabado con su eterno rival miró al cielo y tras transformarse nuevamente en Humano volvió al Pueblo de Lesotho a pasar la noche.

Al día siguiente simplemente se encaminó hacia el Aeropuerto ya que no había nada que lo retuviera en ese sitio. Una vez allí cogió el primer avión que salió hacia Estados Unidos para una vez allí dirigirse en forma Lupus a Alaska de donde eran sus antepasados. Por fín podía formar parte de una manada así que al cruzar la Frontera simplemente se encamino hacia uno de los Túmulos que sabía que estaban ocupados por miembros de los Utkena.

Al principio estuvieron recelosos pero tras escuchar el relato del Garou lo acogieron como uno más de la manada. Siempre es bueno contar con gente que sabe defenderse sola y Sergei Buscador-del-Alba había demostrado con creces que era capaz de ello tanto que al poco tiempo fué nombrado Guardián del Túmulo tras haber vencido en combate singular al anterior Guardián tal y como manda la Tradición.