Partida Rol por web

Tom llego a New York, al día siguiente tenía que ir a ver al príncipe de la ciudad, aun no sabía por que había sido llamado, pero allí estaba, esperando para poder ir al día siguiente a ver al príncipe. Ahora podía aprovechar para ver a sus contactos, y ver si podía descubrir algo mas.

Tom acababa de llegar a las cloacas de Nueva York. No era la primera vez que estaba en la ciudad, aunque nunca había sido mucho de su agrado. El olor pestilente de los desechos que los millones de ciudadanos vertían diariamente a las cloacas era inmundo. Aunque Tom como buen nosferatu estaba más que habituado a ello. Lo peor que le podía pasar era caer enfermo, pero hacía muchos siglos que eso era algo imposible para él.

Con cuidado pasó entre montañas de electrodomésticos viejos y se adentró por los túneles en busca de alguno de los de su clan. Estaban enterados de su llegada y quería saludarles antes de tener que visitar al Príncipe.

Ése era otro de los temas que preocupaban a Tom. Normalmente le dejaban en paz, no le molestaban, pero este Príncipe le había llamado. ¿Qué querría? ¿Habría descubierto algo acerca de su verdadera identidad? Normalmente estos pensamientos no perturbaban a Tom puesto que había asumido como suya la identidad de su sire, y prácticamente había pasado a ser su propia personalidad. Él era Tom

Tras un rato desplazándote por las cloacas acabas escuchando unas voces, podrías ser nosferatus, aunque nunca se sabe, a saber quien se ha colado en las cloacas.

Acercándote con cuidado llegas a ver que sí, que como era lógico eran Nosferatus, conversaban tranquilamente, no alcazabas a oír lo que decían.

Me ofusco y me acerco con mucho cuidado y sigilo, lo suficiente como para escuchar sin ser detectado...

En función de lo que oiga ya veré si retrocedo un poco y me desofusco para entrar y saludar normalmente, o si tomo otras medidas.

Podrían ser espías sabbat o algo peor. Tom se ha caracterizado siempre por su carácter paranoico y conspirativo... es difícil pillarle por sorpresa.

Tom se acerca despacio, sin ser escuchado, ninguno de los dos nosferatus se da cuenta de su presencia, siguen hablando como si nada.

- Parece ser que si, el príncipe ha llamado a unos cuantos antiguos a la ciudad, parece que quiere mandarles una misión. -Uno de los nosferatus le estaba explicando al otro la información que había conseguido, era algo que parecía valioso, el príncipe no llamaba a vampiros sin motivo alguno. – No puedo decirte mas, como comprenderás la misión solo la conocen los más allegados al príncipe.

El otro nosferatu suelta una risita nerviosa, lo que acababa de oír era una información que podía venirle bien con algunas personas. – Había oído algunos rumores, la verdad es que tu confirmación me puede ser útil. – El nosferatu sonríe, eso hace que su cara sea aun más fea si es posible. – También he oído que han llamado al vampiro ese loco, el que vive en esta ciudad y nadie se acerca a él… pero parece que ha atacado al hombre que fue a informarlo… no sé cómo se lo tomara el príncipe, no sé en que estará pensando… podría también llamar a todos los vampiros problemáticos de la ciudad y mandarlos lejos… así nos dejarían a todos mas libertad… - El nosferatu que no estaba hablando afirma con la cabeza, mira hacia todos los lados y después corta al otro nosferatu.

- Sera mejor que nos vayamos de aquí, y sobre todo que nadie sepa de lo que hemos hablado, es una información muy interesante que no todo el mundo merece tener. – El nosferatu que habla se marcha, casi te golpea, pero has sido capaz de quitarte de en medio.

El otro no se marcha, se queda ahí parado sin moverse ni hacer nada, parece que está intentando escuchar algo.

Me quedo quieto escuchando yo también... quizá haya alguien más en la sala y ni yo me he percatado de su presencia...

Intento detectar cualquier cosa anómala... sonidos extraños, ausencia de sonidos, animalillos correteando (ratas o lo que sea)

Puede que este nosferatu haya escuchado algo, o creído escuchar algo... puede que me haya escuchado a mí, pero si me quedo totalmente quieto no me detectará.

Y si no soy yo quiero saber quién más hay.

Te quedas muy quieto e intentas escuchar, pero parece que no oyes nada extraño, el otro nosferatu sigue parado, sin decir nada, al poco murmura algo que alcanzas a oír. – Debe de ser alguna alucinación mía… - Después de ello empieza a andar en la dirección contraria por la que ha ido el otro nosferatu, al poco le pierdes de vista al llegar a la esquina, aunque aun oyes sus pasos alejándose poco a poco.

Avanzo por donde se fue el primer nosferatu (el que no me oyó). Voy rapido pues intento alcanzarle.

Si me cruzo con él u otro nosferatu no iré ofuscado, es hora de presentarse y preguntar por dónde y cómo contactar con el Príncipe.

Mientras saco mi móvil y mando un sms al comisario jefe de la policía de Nueva York (mi único contacto en esta ciudad):

"Infórmame de los sucesos extraños acaecidos la noche pasada. Algún asalto, robo o atraco, y sobretodo dame datos de si hubo algún informe de alguien aquejado de un acceso repentino de locura: paranoia, alucinaciones, etc..."

Mientras caminas no escuchas nada, no hay rastro de ningún nosferatu, parece como si el otro hubiera desaparecido, o que había salido de las cloacas, por que no es que te llevara demasiada ventaja como para que no lo encontraras, no parece que haya nadie por donde te estas moviendo. Mientras caminas recibes un mensaje, el ruido del mensaje se escucha por toda la cloaca, haciendo eco por toda la zona.

“Asique has venido a la ciudad eh? Ya podías avisar con más tiempo. La respuesta a tu pregunta es si, en el barrio de Bronks hay muchos problemas, gente que desaparece, o gente que sale traumatizada o loca, no hemos podido investigarlo, lo tenemos prohibido… lo único que te aconsejo es que no te acerques al lugar.”

Leo el mensaje rapidamente. Pongo el movil en silencio y me lo vuelvo a guardar.

Espero un minuto totalmente quieto mientras aguzo el oído. Si me han escuchado es posible que estén viniendo hacia mí. Deberían recibir con los brazos abiertos a otro nosferatu, y más aún teniendo en cuenta que estaban avisados de mi llegada.

Si no escucho nada o no detecto a nadie acercándose sigo caminando mientras silbo una melodía tranquilamente...

Después de estar un rato escuchando por si algún vampiro anda cerca o te ha oído deduces que no, no escuchas ningún sonido. Empiezas a caminar silbando tranquilamente como si nada pasase, pero entonces escuchas un ruido detrás de ti, antes de darte tiempo a darte la vuelta escuchas una voz. – No deberías ir tan pancho por aquí, sobretodo después de oír una conversación que no era de tu incumbencia. – La voz te resulta familiar, es de uno de los nosferatu que antes estuvo hablando, es el que se había ido en la dirección contraria.

Interrumpo el silbido y contesto al nosferatu: - ¿Así es como se recibe a un compañero de clan en estos tiempos? - me giró despacio y miro a mi interlocutor.

- Lo que yo escuche o deje de escuchar en un sitio totalmente público es asunto mío. Pero podemos intercambiar información si te interesa. - le examino de arriba a abajo como si estuviera estudiando sus capacidades.

- Si no puedo andar tranquilamente por los territorios de los míos... ¿por dónde entonces? - inquiero tranquilamente. - Mi nombre es Tom, creo que estábais esperando mi llegada. - y tiendo la mano a mi interlocutor.

Has tardado en llegar… pensé que ya no vendrías la verdad. – Señala a las alcantarillas. – Nuestra casa es tu casa, perdón por no saber quien eras, no soy adivino. Aun así que sepas que hay cosas que no debes escuchar, la gente se puede mosquear.

- No pretendía molestar. Llegué al final de vuestra conversación y hablábais de mí. Mañana tengo que ver al Príncipe. Esperaba que me pusiérais un poco al día de todo lo que se cuece en esta ciudad, o con qué cosas tengo que tener cuidado. - comento a mi nuevo compañero. - Sobretodo si tenéis alguna idea de por qué me convoca el Príncipe. -

No sabemos por que os reúne, solo sabemos que es por algo gordo… es muy importante la verdad... pero no sabemos los detalles. Otra cosa que si puedo decirte sobre la ciudad es que no te acerques a la parte de Bronks, hay un hombre muy problemático, hoy ataco a uno de los chiquillos del príncipe, y lo más sorprendente es que no lo mato, le dejo irse…

- ¿A uno de los chiquillos? hay que estar loco... quizá después de que hable con el Príncipe mañana pueda acercarme al bronx a ver que averiguo.