Partida Rol por web

La gruta de Ibrahim Ibn Abu Ajib

En las calles de Granada - Escena de Juego

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16/10/2020, 10:33
Director

Y tal que así, que estuvísteis todo esa mañana y esa tarde charlando de las vicisituides de la vida, de cómo había ido recopilando esa biblioteca, y otras cuestiones de la ciudad de granada y su Emir, el cual pasaba una mala situación política. Te contó también que esos legajos le llegaron a él de casualidad, en un lote que hubo de comprar a unos comerciantes en la frontera, cuando nadie se preocupaba de salvaguardar libros ni papeles de ningún tipo.

Y por fin se hizo de noche y tras cenar lo debido salísteis del palacio en dirección al Generalife. Cruzásteis la ciudad, los barrios centrales, y atravesásteis la muralla interior. La Alhambra quedó a un lado, al este,  y al norte estaba la villa de los buenos señores. Pese a la invasión de soldados de guardia que había entre calle y calle y bajo cada arco o muralla, la presencia de Garur parecía "abrir todas las puertas" y propinar acceso sin preguntas aquí y allá. Marchábais solitarios, bajo el influjo de la luna en lo alto, Abid, Abd Amarrá y tú, encapuchados de arriba a abajo para evitar miradas indiscretas.

La villa del Generalife era un lugar amplio, lleno de callejuelas y viviendas, palacios, accesos aquí y allá y jardines, mucho jardines, con diversas plazuelas, fuentes y zonas de recreo muy bellas. Lástima en no verlo por la mañana, a la luz del sol, donde sí que debía ser un regalo para la vista. Entrásteis en una vivienda de planta cuadrada, que tenía un patio exterior, muy parecido al de Abd Amarrá. Después pasásteis a un jardín alargado, con jardines y agua en medio de aquellas formas arbóreas tan perfectas. Adentro, los pertinentes soldados os miraron pero no os dijeron nada, y en medio del patio, donde había una fuente, esperaba un tipo. Era el tal Omar, el criado de confianza de Garur, quien os saludó y os invitó a esperar unos segundos antes de avisar a su señor.

Notas de juego

Hay un post antes que éste en la última actualización (página anterior), que no se te pase ;)

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16/10/2020, 10:34
Abd Amarrá al Dawuk

El cadí Garur llegó poco después, acompañado de tres escoltas con sables colgados de sus fajas, y contempló a su amigo. Ambos se acercaron y estrecharon sus manos, un saludo, y unas palabras cordiales y protocolarias. Garur vestía de negro, turbante y prendas, y su aspecto era tranquilo, majestuoso e imponente. En su presencia, Omar ya no miraba hacia delante, sino que fijó su vista en el suelo constantemente. Abd Amarrá volvió entonces a tu lado.

Amigo Garur, aquí os traigo a alguien de confianza: Samuel ben Jacob, un estudioso de los libros fabuloso, entre otras gracias, de cuantos he llegado a conocer, cuyo conocimiento podrá serviros cuanto necesitéis. Es un dhimmi, si, pero en estos tiempos convulsos los aliados y amigos no siempre son los más cercanos -aclaró tu amigo-.

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16/10/2020, 10:35
Garur ibn al-Musalckan el Nazi

Garur te miró de abajo a arriba, muy serio, pero asintió ante la presentación de Abd Amarrá.

Bien, si Abd Amarrá confía en vos, yo también -dijo el cadí-, y más si amáis las letras y los libros; asi que vamos a la cuestión: estoy dispuesto a entregaros, Samuel, un valor por los esfuerzos que voy a explicaros por valor de doscientos cincuenta maravedíes, así como un salvoconducto para cuando queráis salir de Granada. El trabajo es simple: introducirse por la abertura en una cueva que yo os indicaré, situada en la falda de la colina donde se encuentra la Alhambra, y sacar de ella cierto libro que es de mi interés personal. Se trata de un libro es muy voluminoso, está encuadernado en piel negra, muy agradable al tacto, y lleva el nombre de Salomón escrito con caracteres hebreos en su cubierta, por lo cual no tardaréis vos en reconocer -decía, sabiendo ya tus orígenes hebreos-. Yo mismo iré contigo hasta la entrada de la cueva y os la enseñaré -Abd Amarrá se extrañó de ésto, pues no sabía nada de la intervención directa del cadí-, pues no hay otra manera de dar con ella... -añadió-. ¿Lo habéis entendido todo, Samuel? -te preguntó-.

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18/10/2020, 22:27
Samuel ben Jacob

En cuanto acepte Abd Amarrá me tomo la palabra y aviso enseguida al cadí como para no darme tiempo a poder arrepentirme. Se notaba que era muy importante para él que decidió acompañarme personalmente.

Hicimos tiempo hasta la noche conversando fluidamente. Intente sonsacarle si ya conocía el contenido de los legajos pero de lo único que me hablo fue de cómo habían llegado a su poder.

Y ya por la noche partimos hacia Generalife, embozados cual ladrones parecía un aviso de lo que venía más adelante.

El aspecto del cadí imponía respeto y una vez hechas las presentaciones sin darme tiempo a saludar pronto entro en materia explicando que era lo que tendría que hacer. Y nos sorprendió tanto a mí como a mi anfitrión que no esperaba que el propio cadí fuera a acompañarme y además era un libro judío el que tenía que sacar de la tumba.

- Es un honor conocerle - comencé a hablar intentando sonar lo más cortes posible - así dicho parece todo muy claro y sencillo -

- Más discúlpeme si me preocupo, como le dije a mi amigo Abd Amarrá, me gusta llevar las cosas planeadas y tener toda la información posible antes de hacer algo, así que me gustaría saber un poco más para poder prepararme adecuadamente -

- Entiendo que la cueva está escondida y protegida – dije esperando que no se sintiera ofendido por mi curiosidad - de ahí la necesidad de que vengáis personalmente, pero,  una vez dentro de la cueva, ¿qué puedo encontrarme?, no creo que el libro este a simple vista y es conocido que hay muchas culturas que ponen trampas en las tumbas para evitar a los saqueadores -

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19/10/2020, 11:33
Garur ibn al-Musalckan el Nazi

¿Que qué podéis encontrar? -preguntó Garur tras escuchar tus palabras-. ¿Habéis escuchado la historia del astrólogo "de la barba blanca"? -tu negaste con la cabeza*-. Bueno, responderé a tus dudas de camino, pues no es menester hacerlo aquí y así ganaremos tiempo.

Entonces dio un par de palmadas, y enseguida alguien llegó con un caballo sin blasón ninguno, negro y un buen ejemplas, en el que Garur se dispondría a marchar contigo. Y una vez que requeriste de lo necesario para la empresa**, salísteis de aquel jardín del Generalife.

Notas de juego

*Ésto es debido la tirada de cultura que hiciste antes.
**Puedes escribir, en la parte de Notas de tu siguiente post, aquello que quieras pedir a Garur (así será más fluido todo). Ahora bien, si uno pide no significa que todo se le conceda ;) 

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19/10/2020, 11:34
Abd Amarrá al Dawuk

Id con Alláh, señores -os dijo Abd Amarrá-, yo quedaré aquí aguardando vuestro regreso -anunció.

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19/10/2020, 11:35
Garur ibn al-Musalckan el Nazi

Y tal que así, que pertrechados y dispuestos, el cadí Garur y tú mismo salísteis por una de los accesos traseros de la villa de los emires, y pusísteis rumbo sureste, para tratar de rodear el monte donde la Alhambra. Atravesásteis una cuesta donde la oscuridad de la noche os albergaba, rodeada por árboles que ayudaban más a no diferenciaros. En ese tiempo, el cadí Garur te miró desde el caballo y comenzó a relatar una historia:

Vos contaré la historia de esa cueva, Samuel -te dijo Garur-. Veamos: hace siglos, cuando Granada se llamaba Elvira, gobernaba en ella un viejo rey llamado Aben-Habuz, el cual había sido en su juventud un feroz guerrero, pero que con el peso de los años sólo deseaba poder disfrutar tranquilamente de los territorios que había usurpado a sus vecinos, los cuales amenazaban con tomarse la revancha ahora que la lozanía y el ardor de su juventud ya lo habían abandonado. Así estaban las cosas cuando llegó a su ciudad un viejo astrólogo árabe, cuya barba blanca rozaba ya su cintura, y decía llamarse Ibrahirn ibn Abu Ajib, y ser hijo del mítico Abu Ajib, compañero del Profeta en sus últimos días. Pese a ser tan extraordinariamente viejo, había hecho el viaje desde Egipto hasta la Península a pie, sin otra ayuda que su báculo, cubierto de jeroglíficos ¿Acaso no es increíble? -Garur parecía disfrutar contándote el relato. Paró y continuó-. De niño había seguido al ejército conquistador de Amrou hasta Egipto, país donde había habitado muchos años, estudiando la ciencia secreta de los sacerdotes. Allí descubrió el secreto de la vida eterna, habiendo superado ya los dos siglos de edad. Ibrahim explicó a Aben-Habuz que en Egipto había conseguido hacerse con el mítico Libro de la Sabiduría, que contiene todos los secretos de las artes mágicas. Ese libro le fue entregado a Adán tras su caída, y se fue heredando de generación en generación hasta llegar a manos del rey Salomón, el cual pudo así construir su templo y dominar a los demonios.

Con la magia de Ibrahirn, Aben-Habuz consiguió dominar a sus belicosos vecinos y vivir en paz, según se dice. Como pago de ello, el viejo astrólogo pidió que se le proporcionasen los medios para hacer habitable una gruta que había elegido como vivienda, y que se encontraba en... ¿lo adivináis? -te preguntó aún sonriente-: la falda de una colina que dominaba la ciudad. El rey dispuso que así fuera, y la gruta se convirtió en un suntuoso palacio subterráneo. Samuel, ya llegamos, es ahí mismo -el cadí señaló una colina en la que se veía la muralla norte de la gran alcazaba, y algunas de sus torres más arriba aún-. Vamos allá...

Entonces comenzásteis a subir la colina. Llevábais con vosotros la única compañía de un candil. La alcazaba granadina cada vez se divisaba más cerca, y éstabais ya muy cerca del cerco noreste de la misma, aunque rondaba a muchas varas por encima e vuestras cabezas. Tras unos diez minutos de subida en zig zag, llegásteis a una pared vertical y rocosa. Garur se detuvo y se bajó del caballo.

¿Sabéis cómo acaba esta historia? -te preguntó sin dejar de mirar a la pared, que parecía una simple pared rocosa-. Os la diré: la alianza del rey y el astrólogo, sin embargo, fue destruída por los ardides de una princesa cristiana, que los enamoró a ambos y los hizo enemistarse. Ibrahirn se la llevó al interior de su morada subterránea, donde ella lo embrujó, según dice la leyenda, con los mágicos sones de una lira de plata que llevaba consigo. Aben-Habuz, por su parte, vió como su reino era invadido simultáneamente por sus enemigos, y murió destronado. Y según dicen, el astrólogo y la princesa se encuentran todavía bajo la colina que domina Granada. A mí me dan igual las leyendas, pero quiero saber si ese libro de La Sabiduría sigue bajo el palacio del Emir, en esta cueva...

Entonces, Garur sacó de entre sus ropas una pequeña vela negra, la cual encendió con el candil y colocó en la oquedad en una oquedad de la vertical rocosa. Acto seguido, mientras ardía, el cadí comenzó, para tu sorpresa, a entonar un extraño cántico. Al cabo de poco, y con un crujido, la pared de roca se abrió delante de tus narices poco a poco, rebelando finalmente una pequeña abertura, estrecha pero suficiente para que pase un hombre. 

Ya podéis entrar -dijo Garur, ahora más serio de lo que había estado hasta ahora, y con un tono mucho más duro-.

Notas de juego

Haz una tirada de IRR. Si la fallas, ganarás 2 puntos en IRR (y los perderás en RAC).

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23/10/2020, 16:34
Samuel ben Jacob

Las cosas se movieron demasiado rápido para mi gusto al llegar a la reunión. Yo pensando que esto sería una reunión preparatoria y debería haber escuchado a Abd Amarrá cuando me dijo que le pidiese lo que necesitase antes.

Casi sin hablar y apenas pudiendo solicitar algunas cosas y sin saber a qué me enfrentaba realmente, me encontré de camino a la cueva con Garur contándome una leyenda que cambiaba todo lo que podía encontrarme. Ya no hablábamos de una tumba sino de un palacio subterráneo donde podía encontrarse el secreto de la vida eterna y el libro de la sabiduría, que había oído mentar a algunos de mis colegas.  

Lo escuche atentamente sin interrumpir mientras me contaba la leyenda, intentando recordar si había oído mencionar a alguno de los personajes. Esta es la información que me hubiese gustado tener antes para poder buscar sobre ello. Y cuando más escuchaba  más me preocupaba la intención del cadí. Si realmente no era una tumba y tal como decía la leyenda podía encontrarse encerrado al astrologo en su interior ¿qué le impedía entrar a él? ¿lo consideraba demasiado peligroso o cual era el motivo? De todos modos, si de verdad se podía encontrar dentro de la tumba el secreto de la vida eterna, mi curiosidad me impelía a entrar en ella y buscarlo, sólo que no me gustaba la idea de entrar solo a lo desconocido.

Cuando el cadí empezó a recitar un ensalmo vi que estaba versado en los caminos de la magia. Entendía entonces que su interés por el libro no era mera curiosidad y no pude evitar preguntarle antes de entrar

- ¿No soy el primero que lo intenta?, si ya has enviado a alguien antes que a mi quizás debieras darme más información si deseas que tenga éxito

Tenía la sensación de que el cadí ya lo había intentado previamente con alguna de su gente de confianza que no lo había conseguido y por ello ahora buscaba extraños que pudiesen completar la tarea.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bueno por pedir que no quede XD.

Primero, ¿entiendo que puedo llevar todas mis pertenencias?, sino pediria un cuchillo por si acaso.

Luego, pediria algo de luz, bien una antorcha o un candil y si puede ser yesca y pedernal (por no andar a oscuras)

Y por último, es la primera vez que juego con un alquimista y no me di cuenta que las pociones y los unguentos tendría que haberlos preparado antes. ¿hay alguna posibilidad de que pueda llevar conmigo el de Vitriolo Salvaje y el de Manto de Salamandra?

Eso es todo lo que se me ocurre, a saber lo que luego echare en falta je je

 

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23/10/2020, 18:10
Garur ibn al-Musalckan el Nazi

Garur te miró entre extrañado y cansado de tantas formalidades, pues esperaba que una vez visto aquel prodigio de la roca, te introdujeras sin más. Pero entendió que no era fácil digerir que una pared se abriera de la nada.

Eres el primero, de eso puedes estar seguro -confirmó el cadí-, al menos por mi parte. Que yo sepa, ningún musulmán se ha internado aquí, y los cristianos no han pisado esta zona , con la Alhambra ahí arriba, sin que se sepa. Andad con todo lo vuestro*, y estad atento a cuanto encontréis ahí. No tengáis prisa en recorrer lo que encontréis, pues luego me gustaría todo detalle que podáis darme de este interior. Y no olvidéis el libro. Con él, estaré muy agradecido de vuestro buen hacer.

Notas de juego

*: Sí, llevas todas tus pertenencias, por eso no hay problema.

Podemos considerar que llevas antorchas, candiles con aceite, etc. (lo que tu prefieras). Por lógica habrías de llevarlo, asíque se te han dado, por ejemplo, en la villa del Generalife.

Por otro lado, el temas de la preparación queda salvado. Quién sabe si los has podido preparar en ese tiempo de estancia en el palacio de Garur, antes de que se presentase. Por eso no tengo problemas (en el tema de la magia no tengo muy en cuenta la preparación ni las caducidades de los hechizos, a no ser que quiera llevar una partida muy "realista", cosa que no suelo hacer). Es más, te concedo que lleves todos listos.

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24/10/2020, 15:27
Samuel ben Jacob

Al final parece que estaba siendo suspicaz de más. El cadí se mostró sorprendido pero no ofendido por mi pregunta y me respondió sin dudar que yo era su primera opción.

- Vamos allá entonces a ver si puedo encontrar el libro – dije

Sin poder conseguir más información no dude más, encendí el candil que llevaba y me adentre con cuidado en la grieta, avanzando despacio para no encontrarme ninguna sorpresa nada más entrar.

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29/10/2020, 22:20
Director

Resoplaste una última vez, y te introdujiste en la grieta con candiles en la mano, y tus pertenencias sobre tí. La negrura, entonces, te invadió cuando pusiste el pie en el interior, pero con cierta confianza entraste allí y caminaste unos pasos. En pocos segundos viste un vestíbulo rectangular tallado en la roca, con paredes laterales... ¡Aquello era una construcción bajo la montaña! El caso es que en tales paredes, viste iluminadas por el fuego del candil una mano y una llave. Caminaste un poco más y al final del vestíbulo, en el fondo había una puerta de color azul, formada por pequeñas cerámicas de tal color que hacia un efecto liso impresionante.

No había humedad en aquella habitación, y había bastante quietud para ser una cripta, que recordabas que era de un astrólogo árabe, según ya te narró Abd Amarrá... porque aquello era una cripta, ¿no?

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01/11/2020, 21:52
Samuel ben Jacob

Nada más entrar se podía apreciar que esto era un trabajo hecho por la mano del hombre y no una simple cueva. Parecía más la entrada de un palacio como decía la leyenda que el cadí me había contado que una tumba.

Mire con detenimiento a mi alrededor, había una puerta y una mano con una llave, parecía obvio coger la llave e intentar abrir la puerta con ella. Sin embargo, también se veía demasiado sencillo, así que antes de tocar nada examine la puerta en detalle y luego me dirigí a la llave, ¿sería seguro cogerla? No sabía si estaba siendo demasiado precavido pero prefería no arriesgarme.

Notas de juego

No tengo claro si en este caso para saber más debería tirar por descubir o por alguno de los conocimientos.

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02/11/2020, 11:11
Director

Notas de juego

La mano y la llave están talladas en la pared, veo que lo expresé mal. Es decir, allí no hay ninguna llave física. Di quieres, puedes hacer una tirada de Leyendas o CUL con el d100. Lo que mas tengas. Luego dime también qué haces 

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03/11/2020, 19:23
Samuel ben Jacob

Me acerque al relieve de la llave y lo toque, comprobando que era de piedra y no había nada escondido allí. Luego volvi a dirigirme a la puerta, sino tenía una llave de alguna manera debía poder abrirse.

Mire la puerta detenidamente buscando algo diferente en alguno de los relievs de ceramica.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uy, pues lei mal, entendi que estaba alli puesta encima. Ya se me hacia sospechoso que fuese tan facil XD.

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03/11/2020, 22:59
Director

Aquella mano y aquella llave, talladas en la piedra del lateral, no te reportaron ninguna información. Debía ser algún tipo de inscripción musulmana, pues no hebrea (o la hubieras reconocido enseguida). Sin embargo, te faltaba mucho tiempo permaneciendo en Granada como para saber ciertas cosas de su cultura. Lo que sí habías oído en la calles y también antes de llegar a la ciudad es que a veces los musulmanes solían utilizar símbolos de protección para diversas cosas. Tal vez esa mano y esa llave fuera algo así, pero no podías certificarlo.

El caso es que al acercarte a la puerta de color azul, el candil iluminó bien la rendija que había entre ésta y el marco... ¡Estaba abierta! Sólo hubiste de empujarla y ésta se abrió de par en par. Pudiste, entonces, ver aún más el interior de la gruta del astrólogo Ibrahim: allí adentro había una una sala de forma octogonal, y en cada una de cuyas paredes había una puerta de diferente color: Azul, (por la que estabas asomado, y que podía considerarse la entrada al lugar), verde, blanca, roja, marrón, amarilla, oro y negra. Además, el el suelo de la sala estaba cubierto por gruesas alfombras y mullidos cojines, que parecen invitar a tenderse en ellos.

En el techo había, además una ancha abertura circular, parecida a un pozo, por donde podían verse las estrellas, y las paredes de la sala están cubiertas de jeroglíficos o símbolos extraños. También venías más cosas: en un rincón de la estancia había una mesilla baja, en la cual descansaba un extraño tubo de metal con un cristal en cada extremo.

Por último, la sala octogonal estaba iluminada por infinidad de lámparas de plata y cristal, que proporcionaban una luz de resplandor tan dulce como la templada luz del mediodía. Ardía en ellas un aceite aromático de dulce olor. No podías creer todo lo que estabas viendo allí.

Notas de juego

Con tu próxima intervención puedes, si quieres, lanzar por Astrología y Conoc. Mágico, ambas con el d100.

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07/11/2020, 19:16
Samuel ben Jacob

Al acercarme a estudiar la puerta me encontré con que estaba abierta, simplemente tuve que empujarla para poder acceder a la siguiente sala.

La habitación estaba iluminada como si alguien acabase de prepararla para una visita, definitivamente esto no era una tumba.

Mire a mi alrededor, las diferentes puertas de colores, puede que también estuvieran abiertas pero preferí observar el resto de la habitación antes de acercarme a ellas y decidir por cual debería continuar. El lugar parecía hecho a medida de un astrologo, cómodo para tumbarse y observar las estrellas tranquilamente.

Revise los símbolos de la pared para ver si era capaz de reconocerlos y luego me dirigí a la mesa  a examinar el tubo de metal que estaba encima.

- Tiradas (2)
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08/11/2020, 12:39
Director

Te fijaste un poco más, y los extraños símbolos de las paredes no te parecieron sino, efectivamente y sin duda, signos cabalísticos (por un lado), y constelaciones por otra. En tu larga vida habías oído y sobre todo leído que la Cábala, el estudio de los números y otros aspectos de la vida albergaba demasiados secretos para el hombre, tales como la magia. Y en cuanto a las estrellas, desde la antigüedad la Alquimia y la astrología habían estado muy vinculadas entre sí, al menos de una manera teórica. Desde luego, aquello parecía la decoración perfecta de la mano de un astrólogo, y en tu pensamiento quedó la duda si aquel lugar, más que ser una tumba, era una especie de palacio o residencia habitual. 

Al acercarte a la mesa baja del rincón comprobaste que sobre ella el tubo de de metal tenía dos cristalitos o gemas transparentes, muy redondas, en cada extremo. Invitaba como a mirar por ella, pero te diste cuenta también de que por ambas gemas sobresalía cierta haz de luz, muy débil.

Las llamas de la infinidad de lamparas daban luz constante en la sala octogonal.

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11/11/2020, 21:07
Samuel ben Jacob

Cogí el tubo de metal y viendo que emitía un resplandor tape un extremo para comprobar si solo reflejaba la luz de la sala o emitía luz. Parecía que podía ver a su través, pero no quería quedarme ciego si luego era una fuente de luz.

Al comprobar que solo estaba reflejando la luz de la sala, mire a través del tubo, teniendo cuidado de no enfocar a las lámparas.

Luego me acerque a las diferentes puertas comprobando si estaban abiertas o cerradas como la puerta azul que había atravesado al entrar. El que tuvieran colores diferentes me iba a ayudar a no perderme.

Notas de juego

Supongo que es un telescopio, sino lo es dime y edito el post.

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11/11/2020, 22:21
Director

Tomaste entre tus manos el tubo de metal, pero las luces se debilitaron. Parecía como si la luz de las antorchas y candiles que había por las paredes golpeara en las puertas, y el extraño instrumento hubiera absorbido tal luz y la reflejaba. Al mirar por él, comprobaste el color de las puertas, y éstas mismas, mucho más aumentado, ¿sería aquello un invento del demonio*?

Después caminaste a cada una de las puertas de colores. Estabas todas cerradas, pero cada una podía ser empujada y acceder a ella sin problema, según comprobastes. No había impedimento alguno en explorarlas.

Notas de juego

*Si, es lo que viene siendo un catalejo. Para tiradas de Descubrir (a cierta distancia) te dará un bonus del +50% (en el caso de que te lo lleves contigo).

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13/11/2020, 20:25
Samuel ben Jacob

Menudo invento era el tubo de metal, parecía que permitía ver más cerca las cosas que estaban lejos. No sabía muy bien para que pudiera utilizarse, pero me lo llevaría por si acaso y lo guarde entre mis cosas.

Comprobé que las puertas se podían abrir, así que era momento de decidir por donde seguía investigando. Era probable que los colores significaran algo, pero no estaba seguro de que podía ser. Lo único que se me ocurría es ir abriéndolas una por una y ver lo que había detrás antes de decidir por dónde ir. Como no tenía mayor preferencia de cual abrir primero, empecé por la verde y la abrí con cuidado mirando a ver que me encontraba.

Notas de juego

Si, me llevo el catalejo por si acaso. Voy abriendolas en el orden que pusiste: verde, blanca, roja, marrón, amarilla, oro y negra