Partida Rol por web

La Hoja de la Grulla

La torre de Aotoro

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10/11/2009, 23:53
Tamori Toji

La mirada que cruzan Toji-sama y el monje son significativas. Pareciera que tienen una conversación entre ellos sin palabras y el leve asentimiento de Morimasa causa un endurecimiento de los rasgos del joven que os ha dado el alto.

Lentamente os examina y baja el arco.

-Por favor, contadme que le ha pasado a Keiji-san.

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11/11/2009, 08:17
Asahina Yugure

Puesto que la Asahina ha sido la que ha empezado a hablar, y le ha dado la terrible noticia al samurai, sigue adelante con su respuesta, aunque su voz se empapa de algo que podría ser dolor, o, quizá, vergüenza.

-Tu hermano nos llevó hasta Kyuden Senaka, como quizá ya sabrás. Nuestra misión era saber qué ocurría allí, y hacer justicia. Juzgamos mal nuestro poder como Magistrados Esmeralda, porque aquellos que están en el Castillo no respetan al Emperador, ni a sus representantes. Nos atacaron, y nos rodearon. Pero la que ostentaba el mando, una samurai-ko altiva y desdeñosa, nos ofreció un trato que aceptamos... y perdimos.

La muchacha explica entonces a Toji toda la historia de lo sucedido, con amplia descripción de detalles para que éste viva en lo posible la escena por la que su hermano ha sido retenido en su propia casa.

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11/11/2009, 19:23
Ikoma Ryu

Observo los rasgos de nuestro atacante y luego vigilante echo un vistazo alrededor. - aunque sea buen luchador dudo que esté solo. - Alerta, dejo las presentaciones a la grulla.

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11/11/2009, 22:19
Kakita Emiko

Empiezo a ponerme nerviosa por permanecer quietos tanto tiempo... intento buscar la mirada de Yugure para transmitirle mi mensaje a través de los ojos, pero sin éxito...

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12/11/2009, 10:58
Ide Natsuki

Natsuki observa la escena tras ahberse adelantado un par de pasos, impulsivamente, ante la aparición del dragón. Mientars este y Yugure hablan, él observa, tenso como el arco, listo para descolgar este y disparar o sacar su espada tan pronto comiencen los problemas. El otrora tranquilo Ide parece ahora, por algún motivo, dispuesto a cualquier cosa, a pesar de que fue uno de los que más apoyó la idea de venir aquí a solicitar ayuda.

Notas de juego

¡De vuelta!

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15/11/2009, 23:32
Tamori Toji

La expresión seria de Toji-sama no desaparece durante el relato de Yugure-san, aunque de vez en cuando su mirada se posa en la del monje, tal vez esperando una muda confirmación, o su simple reacción ante las palabras de la samurai-ko. Después de que la última frase de la narración de lo acontecido se desvanezca en el aire pasan unos minutos en los que el joven permanece en un mutismo meditativo. Al final asiente levemente y os observa con atención.

-Os agradezco la ayuda prestada y el haber tratado de evitar tan funesto fin para mi hermano. Espero no os culpéis por el fracaso, al menos aún, pues hay que combatir aún la tempestad. Liberaremos a vuestros compañeros de su cautiverio, pero de momento tenemos que ocuparnos de nuestra supervivencia. Seguidme.

Echa a andar con seguridad por la espesura.

-Me gustaría saber si encontrásteis algo que relacionase a los agresores con el clan Grulla.

Notas de juego

Perdonand el retraso, escribí esto hace un par de días, pero parece ser que debió fallar el navegador porque no se registró.

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16/11/2009, 08:34
Asahina Yugure

-Sí hay algo, Tamori-sama. La samurai-ko que me venció en el duelo, Sayuki, porta una katana como ésta. -Y su mano se posa en la guarda de la espada en su obi. -Una Hoja Kakita, sin lugar a dudas...

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24/11/2009, 00:42
Kakita Emiko

-¿Podríamos terminar la conversación en el pueblo, por favor? Nuestras heridas aún no han curado del todo y estamos cansados. Pido a la vez que hago una referencia al Dragón.

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24/11/2009, 00:46
Ikoma Ryu

Miro los rostros de mis compañeros, el encuentro lejos de ser un momento alegre parece llevarnos de vuelta a los días pasados y la desolación hace mella en nuestro espíritu.

No es momento de hablar. Debemos llegar a un lugar seguro, reagruparnos y prepararnos para devolver el daño sufrido y rescatar a nuestros compañeros. - les digo con firme convicción. 

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25/11/2009, 23:14
Tamori Toji

Toji-sama parece por unos instantes preocupado por vuestra impaciencia, pero parece que decide acallar sus dudas pues echa a andar hacia la espesura.

-Seguidme, nos encontramos bastante cerca de nuestra fortaleza.

Tras cruzar un corto trecho de bosque de coníferas tomáis un sendero que parece haber sido abandonado hace algún tiempo. Raíces intrincadas lo cruzan y está lleno de baches ocasionados por la nieve y el deshielo. Peor sin embargo debe haber sido transitado en los últimos días frecuéntemente pues la nieve está deshecha en charcos embarrados. Entre los árboles, por fin divisáis en la cima de la colina que se asienta sobre la falda de la montaña, un pequeña torre, solitaria y algo maltratada por el tiempo, pero con la estructura intacta y el tejado entero.

Entre los árboles véis algunos soldados del clan Dragón, que os ven pasar y saludan a Toji-sama con respeto, pero no preguntan por vuestra presencia, simplemente se conforman con observaros con sus impenetrables miradas.

Antes de llegar a la torre, os encontráis con una aldea abandonada, pero no por el conflicto actual, si no hace algo más de tiempo.

Entre las ruinosas casas y cabañas véis a una muchacha, bien abrigada y protegida de la nieve por una capa de paja, agachada, como buscando algo tras un patio. Toji-sama sale del camino un momento acercándose a la niña.

-¡Seo-chan! ¿Qué haces fuera de la fortaleza?

La niña os mira con sus grandes ojos brillantes.

-Perdí mi muñeca, primo. Tenía que buscarla.

Notas de juego

Tirada de Percepción/Investigación todos, especialización Observar para el que la tenga.

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03/12/2009, 10:57
Director

Entre las raíces chamuscadas de un árbol vislumbráis la muñeca a la que se debe referir la niña. Es un trapo atado con cintas de seda que han visto tiempos mejores, de color crema y pardo tiene los ojos pintados y una sonrisa descolorida.

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03/12/2009, 10:59
Director

Te fijas, desde lejos, que las raíces están verdaderamente calcinadas, como si hubiese habido allí una pequeña explosión, ya que el resto del terreno está cubierto de nieve e intacto.

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03/12/2009, 16:02
Kakita Emiko

Si puedo me acerco a donde he visto la muñeca y la recojo, a continuación me dirijo hacia la niña y se la entrego delicadamente.

Notas de juego

supongo que la vemos todos si no dices nada más.

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03/12/2009, 18:20
Director

Notas de juego

Fíjate que en el mensaje sólo estáis marcados Natsuki y tú, será porque el resto no la había visto.

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05/12/2009, 20:43
Ide Natsuki

-Espera, Emiko-san.- el tono de voz de Natsuki, dando un par de pasos para adelantarse a la grulla y frenar su avance hacia la muñeca, es sereno pero firme. De hecho y sin dejar de hablar, saca una flecha y la coloca en el arco, tensándolo sólo un poco y apuntando al juguete de trapo. -Esos son los restos de una explosión. inspira y dispara, apuntando al suelo justo debajo de la muñeca.

Notas de juego

si el árbitro estima que me da tiempo, claro.

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06/12/2009, 23:28
Tamori Toji

Natsuki se adelanta a los pasos de Emiko, y sacando una flecha de su carcaj le corta el paso, mientras el resto de testigos miran atónitos la escena. El samurai Unicornio advierte de que, en efecto, hay restos de lo que parece un fuego o una explosión y apunta hacia la muñeca que estaba buscando la niña, que reposa entre las raíces de un árbol, en una zona sin nieve. Sin que él se dé cuenta la niña echa a correr, pero la flecha vuela antes y se clava justo a los pies del objeto de trapo con un sonido amortiguado. La niña coge la muñeca y mira a Natsuki-san con el ceño fruncido, aunque no dice nada. Se abraza fuertemente a una muñeca deslustrada hecha de trapo y seda, con las facciones pintadas desdibujándose por los años.

-¿Os encontráis bien, Ide-san?

La pregunta viene de Toji, que parece intrigado por el comportamiento del improvisado arquero.

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07/12/2009, 08:08
Ide Natsuki

-Hai- dice el unicornio, aún serio -Como he dicho, parecen los restos de una explosión. Una muñeca como esa podría cargarse con el polvo negro de los fuegos artificiales. No sé cómo funcionan, pero toda precaución es poca. En cualquier caso, ¿sabéis el motivo de que haya una marca así, Toji-sama?-

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07/12/2009, 11:59
Asahina Yugure

-Lo que dices es extraño, pero... posible. Aunque nunca se me habría ocurrido por mí misma, lo admito.

La samurai-ko se acerca a la muchacha y a su muñeca, se arrodilla frente a ella, sonriéndole, y habla, al parecer, a la muñeca:

-¿Te has asustado, pequeña? No deberías, este arquero es muy hábil, y no te ha apuntado a ti, ¿sabes? sino al suelo, por si algo peligroso acechaba en él... -sus ojos, sin embargo, lanzan miradas de refilón a la niña, como buscando su ayuda. Después se levanta, y ahora sí se dirige directamente a la portadora de la muñeca.

-Ya está más tranquila, ¿ves?. Es muy guapa! Y tú también lo eres... ¿Seo-san es pues tu nombre, muchacha...? Es arriesgado pasear sola en estos tiempos, debes obedecer a tu primo...

Mientras habla  Yugure aprovecha para observar el lugar con más atención, comprobando esos restos que pudieran parecer de una explosión, y lo que les rodea. Pero sigue atenta a la respuesta que pueda darle el Dragón a Natsuki-san...

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14/12/2009, 09:59
Tamori Toji

Toji-sama se acerca a examinar lo que indica Natsuki y parece reflexionar durante unos minutos. Mientras, Seo-san hace muecas de que se le está pasando el susto y el enfado ante las palabras de Yugure, aunque aún mantiene el labio torcido cuando mira hacia el arquero y aprieta aún más fuerte la muñeca contra su pecho.

-Ayer descubrimos por el pueblo algunos exploradores de nuestros invasores -habla por fin Toji-sama-, y entre ellos había shugenjas, es muy posible que alguien invocase a los kamis del fuego. La muñeca podría haber llegado después allí. Mi prima es muy despistada y la va perdiendo por todos lados.

Un ahogado "No es verdad" sale de los labios de la pequeña, pero su primo mayor parece ignorarlo por completo.

-Vamos todos hacia la torre, no es seguro quedarse aquí, luego si lo desean podrán investigar las marcas de la batalla.

Echa andar hacia la torre, poniendo una mano en el hombro de Seo y obligándola a caminar por delante de él.

-Os tengo que poner al día sobre la situación, me parece. Somos treinta refugiados en la torre, el resto de los habitantes de Kyuden Senaka que sobrevivieron al ataque, heimin en su mayoría, fueron dirigidos por mi hermana pequeña cruzando las montañas fuera del valle. Desconozco su suerte. Mi padre, el daimyo, está enfermo, sufre fiebres y pesadillas. Y la mayoría de los shugenjas estamos empezando a sufrir del mismo mal. De hecho soy el único que queda capaz de formular en condiciones una plegaria a los kamis. Creemos que puede ser algun tipo de veneno que les dacilitó el asalto a Kyuden Senaka.

Se para un momento para tomar aire y prosigue con su informe.

-Justo antes del ataque había llegado una delegación de tierras Escorpión, para hacer los preparativos del matrimonio que voy a contraer con una mujer de ese clan. Es una suerte pues nuestro capitán murió en el ataque y la samurai-ko que vino como encargada de los preparativos nos ayudó a preparar las defensas aquí, en Aotoro. Su nombre es Shosuro Miyako.

Hace una pausa por si tenéis alguna duda.

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18/12/2009, 09:25
Director

Proseguís el camino y pronto se alza ante vosotros la torre. Tras una docena de metros de escaleras protegidas con barricadas, una puerta doble de hierro y metal da acceso a una torre de tres pisos. Desde las troneras hay gente que os observa lista para cualquier movimiento en falso.

Al paso, mientras subís las escaleras, os sale una samurai-ko vestida con los colores del Escorpión. Su rostro cubierto por una máscara parece asustar a la pequeña prima de Toji-sama, quien se escurre por la entrada del castillo hacia el interior. La bushi hace una profunda reverencia, a la que responde vuestro guía con una menos pronunciada.

-Miyako-san, ésta es la ayuda que fue a buscar mi hermano pequeño a Yasamura. Debo volver a la espesura, atiéndeles y dales toda la información y libertades que requieran. Actúan como los ojos y la mano del Magistrado Esmeralda.

Se dirige a vosotros con un reverencia.

-Espero que tengáis acierto donde nosotros hemos fracasado. He de volver a vigilar los terrenos para que no nos ataquen por sorpresa de nuevo. Que las Fortunas os sonrían.

Se da media vuelta y desciende por las escaleras, desapareciendo en el bosque.