Partida Rol por web

- Eh... si las espadas que ya tenemos no nos puedan ayudar, quizás deberíamos separarnos y encontrarnos nuevamente en... no lo se, un par de horas?? - comenta Baern dubitativo - Siempre que podamos tener dos luces, sino deberemos elegir. O que la suerte decida - agrega tras sacar una daga y hacerla girar sobre su eje

Más allá que la punta de la daga señala al norte, permanece a la espera de la decisión de sus compañeros

Al escuchar a su compañero, Ingrid desenfunda a la franjiverde para comprobar si también puede servirles como la cantora.

Será mejor no separarnos. Las criaturas que nos comentó el mago pueden atacarnos en este plano.

Intentemos por uno de los pasillos y si no a por el otro. 

Aunque la idea de Baern parecía haber sido ingeniosa, lo cierto es que la franjiverde no tenía las mismas propiedades adivinatorias que la Dreamsinger. Ésta última brillaba de forma aleatoria, pero encontrarse en un plano distinto al material quizá mermaba sus capacidades.

Os encontrabais ante una encrucijada y debíais reaccionar con presteza pues el conjuro concluiría pronto.

Fenestir intenta observa los dos caminos por pudiese encontrar algo que le indique cual es el camino correcto ...

En la parte posterior de la comitiva, la druida y la loba se impacientaban por momentos.

Siguiendo las indicaciones de Helden, sugeridas por Baern, accedéis por el pasadizo del norte hasta una gran caverna. Las sombras de humanoides disminuye ampliamente. Sin embargo, la cantidad de criaturas monstruosas que debe haber en la caverna os apabulla.

No hay ninguna estructura que pueda parecer un obelisco por lo que debéis continuar buscando. 

Hay una sóla salida al norte.

Siguiendo las indicaciones de Helden, sugeridas por Baern, accedéis por el pasadizo del norte hasta una gran caverna. Las sombras de humanoides disminuye ampliamente. Sin embargo, la cantidad de criaturas monstruosas que debe haber en la caverna os apabulla.

No hay ninguna estructura que pueda parecer un obelisco por lo que debéis continuar buscando. 

Hay una sóla salida al norte.

- Habrá que continuar...

- Si, sigamos. Y esperemos encontrar esa espada antes de que se acabe este... esta... esto... - las palabras de Baern se desvanecen cuando es incapaz de encontrar la forma de definir el sitio donde se encuentran

Meneando la cabeza aferra su arco y mira a su alrededor, esperando que ninguna de las criaturas que se distinuen en la sombra sea capaz de "percibirlos" en el sitio donde están.

Ingrid sigue al grupo mientras trata de discernir de qué tipo de criaturas se trata.

-Tampoco es cosa de inmolarnos. Si vemos que no hallamos el obelisco, salimos de este pozo de perdición y volvemos mañana para probar la otra ruta--sugiere la druida al resto de bárbaros de la escarcha.

Si, mejor no arriesgarnos a perecer dentro de una roca. Sigamos y si no volvemos mañana.  Responde Helden a sus compañeros tras el primer pasadizo inspeccionado.

Si no vaya a ser que aparezcamos en medio de una orda de malditos pieles verdes. Dice la joven deseosa de encontrar el obelisco que estan buscando de una vez .

Durante el primer túnel os topáis con más sombras de criaturas humanoides, lo cuál os sorprende porque no había ocurrido hasta ahora. Al acceder a la siguiente caverna, también quedáis algo confusos por la cantidad de figuras que debe haber en el plano material para un espacio tan reducido.

Sin pensarlo dos veces, salís por el norte hacia otra gruta, esta vez deshabitada hasta parar a una caverna bastante más grande que la anterior. Un escalofrío os recorre el cuerpo. Desde vuestra posición parece vacía pero algo os dice que debe haber algo horrible al otro lado de las sombras. Casi podéis oír aullidos terroríficos y lamentos desesperados.

Una única salida al este se hace más apetecible a cada segundo que recorréis la siniestra caverna.

Durante el primer túnel os topáis con más sombras de criaturas humanoides, lo cuál os sorprende porque no había ocurrido hasta ahora. Al acceder a la siguiente caverna, también quedáis algo confusos por la cantidad de figuras que debe haber en el plano material para un espacio tan reducido.

Sin pensarlo dos veces, salís por el norte hacia otra gruta, esta vez deshabitada hasta parar a una caverna bastante más grande que la anterior. Un escalofrío os recorre el cuerpo. Desde vuestra posición parece vacía pero algo os dice que debe haber algo horrible al otro lado de las sombras. Casi podéis oír aullidos terroríficos y lamentos desesperados.

Una única salida al este se hace más apetecible a cada segundo que recorréis la siniestra caverna.

- No lo sé, donde se supone que está la espada esa? - pregunta Baern que se empieza a preocupar ante la infinidad de salas que recorren sin que sea posible encontrar su objetivo - Quizás debamos avanzar una caverna más, pero deberíamos empezar a pensar en salir de aquí - agrega - Hay demasiadas de esas "sombras" como para que me sienta tranquilo -

Este corredor parece interminable, por momento tenéis la sensación de que no llegará a ningún sitio o simplemente acabaréis saliendo del interior de las montañas. 

De pronto, toda vuestra incredulidad cae por su propio peso. Una vez accedéis a la caverna, la Dreamsinger^TM comienza a brillar con fuerza, como si su poder estuviera restablecido.

La sombra retorcida de un gigantesco obelisco os llama enseguida la atención, incluso se puede entrever un gigantesco y desdibujado ojo de piedra que parece estar cerrado. 

Otra gran estructura de piedra se alza a vuestra izquierda, con unas cincuenta sombras humanoides a su alreedor.

Este corredor parece interminable, por momento tenéis la sensación de que no llegará a ningún sitio o simplemente acabaréis saliendo del interior de las montañas. 

De pronto, toda vuestra incredulidad cae por su propio peso. Una vez accedéis a la caverna, la Dreamsinger^TM comienza a brillar con fuerza, como si su poder estuviera restablecido.

La sombra retorcida de un gigantesco obelisco os llama enseguida la atención, incluso se puede entrever un gigantesco y desdibujado ojo de piedra que parece estar cerrado. 

Otra gran estructura de piedra se alza a vuestra izquierda, con unas cincuenta sombras humanoides a su alrededor.