Partida Rol por web

-¡Por fin!--exclama Ingrid aliviada--Ahí lo tenemos.

La mujer de los bosques se queda observando el brillo del arma de Sabrala mientras deja que sean sus compañeros los que se aproximen a examinar el monolito.

- Podemos acceder al filo desde este plano? - pregunta dubitativo Baern - O debemos salir de las sombras y combatir contra eso? - completa señalando con su arco las sombras de la cincuentena de criaturas.

Casi sin darse se cuelga el arco al hombro y empuña su espada bastarda - que bueno sería que pudieramos acabar con ellas antes de que se dieran cuenta que estamos aquí -

- Lo primero debería ser encontrar el arma antes de salir de este plano. "Aparecernos" justo al lado. Hay que tener en cuenta también que luego no podemos volver por donde hemos venido, o aguardamos escondidos hasta la mañana siguiente para que los magos puedan conjurar de nuevo, o hay que abrirse camino a la salida, y visto lo que hemos visto, no creo que podamos... La idea era buena, pero... buff.

¿Podriamos provocar un derrumbe en el túnel y así evitar que entren y en cuanto puedan volver a sacarnos por este camino? , pregunta la joven a la que la traiciona el ansia por combatir contra los orcos.

Helden ve el brillo de la espada buscada y parece coger fuerzas perdidas en la oscuridad mágica. ¿Karasten que opciones tenemos desde este plano?

Me temo que no será tan fácil - contesta el anciano con cierto pesar -. Desde aquí somo inmunes a lo que pase en el plano material... y viceversa. Hemos de elaborar un plan para volver a su plano y así poder tomar la espada.

El mago hace una pausa, pensativo.

Pero antes que nada debemos buscar el filo. Estamos cerca pero... yo sólo veo relucir a la Dreamsinger, no hay más pistas sobre la tercera espada.

Mallon toma la palabra de su maestro que parece algo cansado.

Sabias palabras Sabrala - dijo el semielfo -. Tendremos que "salir" de nuestro escondite para conseguir la espada y eso es peligroso. Por lo poco que hemos podido intuir desde aquí, podría haber cientos de miles de orcos al otro lado y nuestra única opción es en definitiva el subterfugio.

El mago empieza a mirar la construcción más grande de la caverna.

Deberíamos internarnos ahí, puede que sea el lugar dónde se encuentre la espada. Quizá desde dentro podamos actuar con sigilo.

Conforme Mallon apunta al retorcido edificio, sus puertas se abren rápidamente. Al mago se le hace un nudo en la garganta y mantiene su mirada fija en la puerta.

De ella, emerge un orco al que podéis ver de forma nítida. No es un orco convencional pues sus ropajes ceremoniales os hacen intuir que se trata de algún usuario de la magia pero lo más alarmante es que... ¡está en el plano de las sombras! 

Vuestras miradas se cruzan y el orco, casi tan sorprendido como vosotros os señala con el dedo.

¿¡Qué estáis haciendo aquí, intrusos!? ¡No daréis un paso más!

Entonces empieza a conjurar.

- Y este de donde salió - pregunta Baern mientras aferra con más fuerzas su espada bastarda - No era que aquí nadie nos podía percibir - insiste sorprendido pero listo para lanzarse al combate

Desde luego Sabrala se sorprendió sobremanera al encontrar un orco, real, en el plano de las sombras.

-Debe ser un practicante del Arte--deduce Ingrid con preocupación--Hay que acabar con él de forma rápida para que no dé la voz de alarma.

La sorpresa de ver un orco en su plano deja a la joven unos momentos parada , no reaccionando tan rápido como acostumbra .
De donde diablos ha salido ese , murmura

Mientras sus compañeros se preparan para el combate, Baern se desplaza velozmente acercándose al extraño orco y , cuando siente que está lo suficientemente cerca efectúa un enorme salto mientras mueve su arma, que empuña a dos manos

- Tu no tienes que estar aquí - exclama el bárbaro mientras su arma busca cortar al orco desde el hombro hasta el abdomen - Se supone que solo debemos estar nosotros - completa sin que sus palabras tengan demasiado sentido

Helden saca su espada y se prepara para el combate.

Baern se lanza rápidamente al ataque para propinar un tremendo tajo con su espada al orco. Éste sorprendido, empieza a sangrar profusamente y comienza a replantearse la situación.