Partida Rol por web

Con asco apartas tu mirada del ser del velo para fijarla en las criaturas deformes.- Profundos.- La palabra llega a tu cabeza directa de las páginas de uno de esos perturbadores libros que leíste en el barco que te trajo a este país.

Mitad hombres, mitad pez, esos seres son sirvientes de entes mucho mayores, entes cuya sola imaginación escapa de la capacidad humana para simplemente poder imaginárselos.
 

Detrás del Ser y las criaturas deformes hay un paisaje montañoso que sirve de fondo a la escena está reproducido con una minuciosi­dad asombrosa y que no ha sido borrado con los años. Tal vez el artista lo copiara de la realidad.

Si la ciudad representa Tartesos encontrar desde qué punto de las marismas pueden verse esas montañas os hará encontrar la ciudad.

Roderick se apartó con asco del relieve, un recuerdo en él hizo que se olvidara del lugar donde se encontraba y echara mano del tabaco... estaba volviendo a fumar demasiado, lo sabía, pero no podía evitarlo. Todo aquello le asqueaba sobremanera, entre otras cosas porque se sentía como un niño pequeño dando palos de ciego.

- Profundos...- murmuró con el cigarrillo en la boca tratando de encenderlo- profundos...- volvió a decir encendiéndolo por fin- esto ya lo hemos visto antes- señaló el relieve con una mano temblorosa- ¿no os acordáis? San Mateo... el sótano- rememeoró llevándose el cigarro a la boca dándole una honda calada

Tras volver de su paseo exterior sin encontrar nada relevante, Steffan observó en el bajorelieve de la ermita la figura del hombre del velo. Asintió extrañado a las palabras de Roderick.

- Efectivamente, amigo. Esto confirma nuestras sospechas. - No podía ser una coincidencia, ya eran demasiadas.- Encontramos algo parecido en San Mateo, en el sótano de la asociación, grabado en un altar con el mismo símbolo con el que estamos marcados nosotros.- La voz le iba fallando a medida que recordaba que no había tenido el valor para mirar esas columnas. no, algo le había impedido hacerlo. ¿Cómo podían estar relacionados lugares tan distantes? Ahora estaba seguro de haber hecho bien en venir a Bonanza.

¿En la asociación?¿En la casa de aquellos insectos? Matthew había abierto mucho los ojos, sin percatarse apenas de la presencia de sus más recientes compañeros de viaje. Bueno...Casi. Urdish estaba poniendo muy nervioso al piloto, que sospechaba del barbudo diletante. Estaba seguro de que sabía algo más de lo que admitía...e iba a descubrirlo. Pero no dentro de la iglesia. No era de buen cristiano hacer lo que tenía pensado hacer dentro de un lugar santo.
 

No le revientes la cabeza...aún no...Reserva los puños para cuando salgamos.

Mucho sabe de esta zona Urdish...¿Podría decirme si este dibujo puede ser Tartessos? Si es así sería fácil de localizar. ¿no cree? -en aquel momento, el cobarde capellan interrumpió los pensamientos de Matt- ¿Qué demonios es eso de profundos?
 

¿San Mateo?¿un sótano?¿profundos?

No acertaba a entender de qué hablaban. Pero todo eso no me interesaba tanto como la gran vista que acababa de demostrar el tal Urdish. No le había dado tiempo a ver el bajorrelieve pero, sin embargo, él sabía de qué trataba.

Me coloqué en la entrada de la ermita. No acaba de saber qué era pero algo en la situación me decía que debía estar cerca de la salida. Y mi instinto siempre acertaba. - Oiga Urdish. ¿Es la primera vez que ve ese bajorrelieve? - Pregunté con una mano cerca de mi revólver.

Sí, profundos, ese es su nombre, lo has leído en los libros que Claypole robo de la biblioteca de la asociación en San Mateo. Según ponía en el libro son seres mitad hombres, mitad pez, esos seres son sirvientes de entes mucho mayores, entes cuya sola imaginación escapa de la capacidad humana para simplemente poder imaginárselos. Entes extraplanetanos que deseas subyugar el planeta y todos sus habitantes.

Pero ahora que piensas en ello, también los has visto. Tú y todos tus compañeros, aunque en ese momento aún no sabías su nombre. Los viste en Nueva York, durante las visiones que se colaron en tu mente mientras secuestraban a los hijos de tus compañeros de armas.

Sí, claro, es la primera vez que estoy aquí.- Contesta el de Providence.- Pero como les dije en Sevilla soy un apasionado de la cultura Tartessa y algo había leído sobre el lugar.

Luego se acerca al bajorrelieve con ojo crítico y tras estudiarlo durante unos minutos dice.- No hay muchas referencias escritas sobre la ciudad, pero la verdad es que sí que podría ser, sí.

- ¿Profundos?-se preguntó más para sí que para sus compañeros el cabo. Sin duda sería de alguna otra aventura que habían vivido, pues esta era la primera vez que Abraham se unía a ellos en la búsqueda de información y localización de sus hijos.

-No tengo ni idea a lo que os referís, pero por lo que veo está relacionado con algo que encontrasteis. Bien, eso es algo... no sé sibueno o malo, pero algo- dijo con cierta tranquilidad por haber encontradoalgo que les sirviera, por fin.

Bueno, no parece que haya mucho más que hacer por aquí entonces ¿no? Será mejor que salgamos. En fin, ese cuadro es pertubardor...

Con calma se puso un cigarro en la oreja, para poder fumarlo más adelante pero, bajo esa aparente calma, había pequeños gestos como el leve movimiento del cuello que, quienes habían combatido con él sabían lo que significaba: estaba perdiendo la paciencia.

Una vez os parece que habéis encontrado lo que el profesor Zarramenov vino a buscar a esa ermita, estáis de acuerdo en salir de ella y volver al pueblo, puesto que aunque el párroco dijo que intentaría acudir aún no lo ha hecho y tenéis que devolver las llaves.

Una vez fuera, el profesor Cabo, cierra con llave.

Fuera de un lugar sagrado, Matt miró de reojo primero a sus compañeros y luego a Ernest Urdish. Tratando de parecer tranquilo encendió el cigarro que había llevado en la oreja, dio una profunda calada y, sin previo aviso agarró al americano por las solapas y lo empujó contra un árbol.

Muy bien Urdish. Más vale que empiece a hablar antes de que le rompa los dientes —dijo amenazante mientras los músculos quedaban resaltados por la tensión ejercida sobre el aparentemente, enclenque, hombrecillo— Nos va a decir ahora mismo cuánto sabe de este lugar, cómo lo sabe y como es que "casualmente" se encontró en el tren con los Cabo. No soy ningún niño y no creo ni en Santa Claus ni en las casualidades. Así que hable ahoroa mismo. No soy un tipo paciente, y la guerra enseña mucho ¿sabe?

Steffan había percibido los gestos que denotaban que Matthew estaba poniéndose nervioso. Al salir de la ermita con menos información de la que había esperado Matthew habló claro.  A Steffan no le gustaban aquellas actitudes de matón pero podía entender el nerviosismo que podía sentir un padre cuyos hijos habían sido secuestrados y continuaban desaparecidos. Decidió interpretar el papel de "bueno" del  grupo aunque acabaría apoyando a su compañero tomara la decisión que tomara. 

-Vamos Matt, ¿que ocurre aquí?- Le dijo tomándole del brazo para a continuación dirigirse al desconocido.- Si tiene algo que decir hágalo y rápido. 

Los interrogatorios policiales y los zarandeos amenazantes no eran el fuerte de Roderick, el ante todo era un hombre pacífico prefería la diplomacia, pero era comprensible que sus compañeros el señor Greywood estuviese tan ansioso de encontrar respuestas, por suerte el señor Craven no era el único que pensaba que un poco de mano izquierda venía bien de vez en cuando, así que se ahorró tener que hacer de poli bueno.

- Yo que usted hablaría señor Urdish... hemos cruzado un charco muy grande. Somos americanos y estamos locos, por su bien debería de colaborar un poco más- aconsejó en tono conciliador mientras sacaba un nuevo cigarrillo y lo encendía.

¡¡Sueltame Wood!!Mi hijo está perdido, dios sabe donde, y si este saco de mierda no me responde ahora mismo, le voy a reventar la boca antes de mandarle de una patada a esa charca que es Providence Matt se había dado cuenta de las intenciones de Wood, pero no había soltado al hombrecillo, por miedo a que se escapase. En honor a la verdad había que decir que no estaban jugando a poli bueno-poli malo, ya que si Urdish no hablaba, el americano no tendría ningún problema en cumplir sus amenazas.

Ab se mantuvo al margen dispuesto a intervenir cuando fuera menester. Pero sabía que su sangre caliente le jugaría una mala pasada, pues para él el malo era malo y había que arrancarle las palabras como debía hacerse en la guerra, con dolor.

Pero también le habían enseñado en la guerra a ser diligente con sus compañeros y superiores, cosa que le había valido para aguantar estoicamente a que llegara su turno o simplemente a mirar desde la barrera.

Así, apretando los dientes el cabo miró el espectáculo mientras vigilaba que nadie pudiera estar cerca viendo todo ese numerito.

Nada ni nadie parece perturbar vuestra conversación con el de Providence.

Cuando el diletante deja de ser zarandeado y amenazado por Matthew responde con un soplido.- No lo entenderíais.- para después fijar sus saltones ojos en el piloto. Durante segundos los dos hombres mantienen sus miradas conectadas evaluándose silenciosamente. Al final el de Provicen baja la vista y claudica, dándose cuenta de que las amenazas que le han dedicado pueden convertirse en realidad en cualquier momento.

Durante milenios de esplendor la ciudad de Tarsis perteneció a mi pueblo, a mi gente.- Comienza su relato.- Pero lo que una vez fue iluminación, fuerza y sabiduría languideció hasta que fue menos de una sombra de lo que había sido antaño y las luchas fraticidas hicieron que todos sus habitantes murieran dejando la ciudad vacía y perdida para nosotros.

Llevamos buscándola desde entonces, más aún desde que los malnacidos hongos la ocuparon, pero ha permanecido oculta hasta ahora.- Urdish sigue hablando sin importarle las caras de asombro que ve en vosotros.- Supimos de las investigaciones de Zarramenov, por eso me enviaron aquí, por eso coincidí con los hermanos cabo en el tren, para encontrar la ciudad perdida y limpiarla de la perniciosa presencia de sus actuales ocupantes.

Y aquí es donde estamos, nuestros caminos discurren paralelos, vosotros queréis a Zarramenov y yo necesito entrar en la ciudad.

Al final Matthew parecía tener razón. Steffan escuchaba con estupefacción al desconocido. ¿De dónde había salido?

Aja, contactó con los Cabo durante su viaje aquí.

Pero lo que más sorprendió a Steffan fue la mención de los hongos. 

¿Ha dicho hongos?- Durante su estancia loca en Europa, antes de pertenecer al ejército, Wood había probado algunos hongos alucinógenos e incluso trabajado con ellos.- ¿De qué está hablando?¿Quiénes son esos inquilinos a lso que llama "hongos"? ¿Qué relación tiene usted con La Puerta y la Llave?

Las preguntas de Wood eran correctas y estaban bien dirigidas pero...

¿Tu gente? ¿Qué diablos quieres decir con tu gente?