Partida Rol por web

Por fin! jodido cabrón! digo sin inmutarme, y aunque no dispare, la venganza estaba cumplida, al caer levanto suficiente nieve como para llenarme entero de arriba abajo y casi me tira para atrás , pero aguante, entonces me percate que voladores se cernían sobre nosotros y que teníamos varios heridos. Había estado cegado por ese enorme bicho sin darme cuenta de lo que ocurría a mi alrededor.
Pero eso cambiaría, mire a mi alrededor y un volador al sur, sopese la distancia y dispare la ráfaga que se me había quedado en la morita intentando si no lo mataba bloquear su movimiento asesino hacia alguno de los infantes que estábamos allí. Después volví a poner otro cargador para seguir matando Putos Bichos!

El Rippler logro esquivar la rafaga precipitada que habia disparado Bill al cielo. 

Quiza fuera por que se iba medio arrastrando. Quiza fuera porque le faltaba un ojo. Quiza la rafaga que le habia disparado Bill le habia ofendido. La cuestion es que el rippler decidio que puestos a atacar a alguien, atacaria a Bill.

Y en esas que se lanzo y le atraveso el torax con sus poderosas garras.

-Suputamadreeeeerrrgggghh

Cuando aquella enorme cosa cayó al suelo, un temblor los sacudió a todos, mientras la nieve y el hielo eran salpicados hacia todas partes, cubriendo a todos los que estaban cerca por igual. Al fin había muerto y la reacción más evidente por parte de las chinches fue el clásico "salir por patas"....al parecer, su jefe había caído y se batían en retirada.

Pero los gritos se seguían sucediendo en el canal.

"¡BILL!"

Ethan reconoció el nombre de su binomio en medio del maremagnum de gritos, órdenes y peticiones de auxilio. Al girarse hacia el norte, vió como uno de aquellos monstruos sobredesarrollados hacía una pasada muy cerca del suelo y un chorretón de sangre salpicaba la nieve proveniente de su compañero, que caía al suelo todo lo largo que era. El grito de dolor que pegó les confirmó que aún vivía, pero por poco tiempo si no le sacaban aquella chinche de encima.

Le llegó también la respuesta de Sam por radio, a lo que asintió sin darse cuenta que su asentimiento no podía ser captado por la médico, que corría desesperada hacia Hutchinson solicitando cobertura. Brocheta ya se había puesto a ello y el Sargento surcaba el cielo cual espíritu vengador dispuesto a cubrir a Sam.

"¡Te c...c.....cubro S...Sam!" fue toda respuesta a la mujer. Levantó su Hawkeye y tras apuntar un instante a ése bicho, apretó ligeramente el gatillo, haciendo un disparo de precisión. Bajó el arma y miró a Barón...."No t....t..te muevas amigo, la ay...yuda está en ca...c.a.....camino, no t..t..te dejaré...¿t...tienes fuerzas p..p...para des....des....encassquillar esto?", con un movimiento rápido, dejó caer su Morita al lado de Barón.

"¡AGRÚPENSE!" gritó de nuevo.

Al ver por fin caer al enorme ser, lanzo un suspiro que solo llega a mis oídos mientras suelto el morito y me doy la vuelta sobre la nieve, estirando los brazos.

El dolor continúa ahí, persistente, aunque mientras lo sienta quiere decir que todavía me queda un aliento de vida. Solo espero que el resto haya tenido más suerte y pueda disfrutar de esta victoria, porque sinceramente, creo que solo me quedan unas horas de vida. 

En estos segundos de espera, en la que solo oigo gritos del sargento y del resto de muchachos, solo me queda sonreír ante lo que aquí hemos logrado. No se si servirá de algo o no, pero no se podrá decir que la ECO vaciló para tomar la colina plagada de arácnidos en todas sus versiones, así como al enfrentarnos al que, quizás, sea el enemigo más poderoso con el que nadie de la federación se haya enfrentado jamás.

Pero mi merecido descanso se ve interrumpido por unas palabras que parece que me llegan desde muy lejos. Con gran dificultad, comienzo a abrir los ojos, viendo una figura que se va formando frente a mí, hablando y haciendo gestos. Tras unos largos segundos, reconozco a Ethan y no puedo evitar sonreir recordando la aventura en el fuerte. Ahí solo era un fusilero novato y, tras esa batalla se ganó el derecho a entrar en la infantería móvil. Fue allí donde tanto él, como Sam y Brocheta me salvaron, y parece que, otra vez, están aqui para ayudarme.

Gracias a dios que estás bien. De momento respiro, aunque no se por cuánto tiempo digo moviendo un poco la cabeza y comenzando a incorporarme un poco. Luego, cuando deja caer el morita, asiento A ver si puedo hacer algo lo recojo y comienzo a mirar y tocar el rifle para lograr desencasquillarlo, aunque mis moviemiento son torpes y no tengo claro que logre conseguirlo.

De vuelta a la acción y con el causante de mis miedos aniquilado por la lluvia de balas que le llovieron hasta dejarlo quieto. - ¡Si maldita sea! - Exclamo lleno de energía por el logro de los guardianes de Sirius. - ¡CUBRIENDO EL NORTE! - Grito por el micrófono con más euforia que criterio y cuando aprieto el gatillo las balas salen para cualquier lado.

Pedazo de idiota. Me recrimino cuando veo lo mal que apunté a una amenaza que nos podría matar más compañeros.

Por lo que parecía el bicho enorme que estaba causado tantos estragos entre nuestras tropas por fin había sido abatido, pero claro desde el suelo solo podía intuir esas cosas. Ahora tendría que esperar a que mis compañeros terminaran con los bichos voladores y que nuestra médico pudiera venir a tratar las heridas que los guerreros arácnidos me habían causado.

- ¡Sanitario!, aun estoy vivo.

Tras ver como las manos de Barón intentan agarrar el arma pero se le cae una y otra vez, Ethan decide apartarla con un suave pero decidido empujón de su alcance..."Mejor déjela, s...s....soldado...no vaaa..va..vayamos a hacernos d...d....daño...¿ok?", le guiñó un ojo mientras ponía una de sus manos en el pecho de aquel hombre, al que ya habían tenido que ayudar a sacar en el fuerte helado...parecía que su sino estaba conectado de algún modo. "Otra vez en las mismas, amigo..." pensó el cabo primerizo Ethan, mientras seguía con la mirada la progresión de Sam y rezaba para que llegara a tiempo.

Con la reincorporación paulatina de los infantes pesados y ligeros que apoyaban en el combate a los escuadrones Eco y Gatling, sobre todo en lo que refería a la entrada de nuevo en combate de los vehículos pesados, los infantes pudieron ver por fin la victoria, aunque la vista no era tan bella como habían soñado cuando iniciará aquella cruenta batalla. Los cielos yacían despejados, los vehículos pesados se habían encargado de rematar a aquellos Ripplers rezagados de los que los infantes aun no habían dado cuenta. Ya solo a lo lejos y con una muy buena vista se podía ver a los últimos insectos alados alejarse presurosamente de la colina.

El silencio se hizo sobre la colina, no había mas disparos, no había mas gritos de batalla, no había mas el rugir de vehículos e inmensos bichos aplastando la dura tierra. Ahora solo quedaba el suave viento que golpeaba sus dolorosas heridas y el sonido de los infantes caídos que en un suspiro que escapa del alma, luchaban aun por tomar una ultima bocanada de aire antes de que la vida se les fuera con ello. Como música de fondo, se podía escuchar el fragor de batallas lejanas y si ponían atención, se podían ver esporádicos estallidos en la zona de batalla B que para aquellos momentos debería estar cerca de ser tomada.

Para aquellos solitarios infantes en aquella sangrienta colina olvidada, no había nada mas que esperar. Esperar a que los bichos regresaran, y es que su misión había sido tomar y defenderla, hasta ahora solo habían hecho la mitad del trabajo y les había costado demasiado.