Partida Rol por web

El capitan escupe ordenes como si de una morita se tratara, parece que la operación es de gran tamaño y hay muchos equipos involucrados. Rápidamente cojo algunas municiones de los cajones mientras sigo al resto de la unidad al extremo este. Más vale que no tengamos que permanecer mucho tiempo en esa colina, la idea de conseguirla y estar allí a merced de un contraataque me pone los pelos de punta. Sin tiempo para más ajusto las correas de mi equipo para evitar que nada se caiga en el fragor de la batalla.

Me junto a Garth hacia muestro destino y le respondo:- Creo recordar de alguna película vieja de mi abuelo algo sobre una batalla en una colina de la Hamburguesa, esta sera la colina del queso gruyer, espero que nos lo comamos con pan y le demos por culo al ratón, o en este caso a los bichos. Venga, vamos a montar ya en el Geko.
Dicho lo cual incrementa el paso para llegar antes a su destino y tener tiempo de encontrar su camión para indicarselo a sus compañeros.

Miller se quedó como estaba tras las explicaciones del Capitán, no mejoraba la situación y pintaban bastos. Miró preocupado a la Sargento Odonell, quién últimamente parecía demasiado ausente y la hizo un gesto de incredulidad alzando los hombros, luego se giró hacia su escuadra y les apremió.

Muy bien micos, está claro, vamos a jugar al Rey de la Montaña y no será fácil. ¡Coger la puñetera munición y moved el culo! quiero a todas las sardinas dentro de la lata, equipados y dispuestos en menos de cinco minutos.

Casi con descuido selecciono la municiones que tan amablemente nos ha proporcionado nuestro amado ejército. Mientras selecciono, escucho las últimas instrucciones, que nunca mejor dicho podrían ser las últimas. Sin haber ningún comentario sonrío ante la ironía de mis propios pensamientos, pues no puedo evitar pensar en donde nos vamos a meter y que, posiblemente sea necesaria mi aportación, aunque con tanto ingeniero posiblemente mi labor sea mas como si de un fusilero se tratara que como la de técnico, a pesar de no ser uno,de mis puntos fuertes. Quizás este último pensamiento fue lo que me impulso a tomar dos cargadores mas para mi morita.

Pertrechados mas o menos y listos tanto como podíamos estar, era momento de acomodarnos en los Gecko y mentalizarnos para realizar la misión.

- A sus ordenes Cabo. Vamos Eco a conquistar otro punto perdido de este planeta....Rodriguez espero que esta vez hayas cogido unas cervezas.

Había que mantenerse un poco animado si queríamos llegar a sobrevivir. Era raro que la sargento no estuviera arengando a las tropas para que metiéramos rápidamente nuestros culos en los transportes.....Seguro que esta poniendo a alguien a caldo.... Me dirijo a paso ligero hasta el transporte asignado.

Me giro y desde la distancia le grito:- Cain!, lo siento, a pesar que tenemos hielo por doquier, no he encontrado nada para beber, tendremos que esperar a volver a las naves, por lo que si quieres volver a probar el sabroso néctar en tu garganta, mas te vale apretar el gatillo y agachar la cabeza. y sigo avanzando rápidamente hacia el Geko que nos han asignado.

El humor sigue a tope y no quiero ser menos. - Aquí tengo algo que debe valer un buen par de cervezas. ¿Quién lo quiere? - Y muestro el cargador de morita que me quedó boyando dado que no utilizo dicha arma.

El Cabo nos marca el destino y el tiempo para llegar al Gecko y para que andar desobedeciéndo, con la misma prisa que el resto chequeo que cargué todo correctamente y subo al vehículo esperando con ansias entrar en acción, con la idea de que nosotros torceremos esta batalla y así no se perderán más vidas en esta fría roca.

Bill a la que pasa por el lado de Dante engancha el cargador que el explorador tan alegremente ofrece.

-Gracias tio, andaba escaso de municion.

Le dice con una sonrisa, la primera desde que descendieran al planeta. Lo cierto es que Bill tras las experiencias vividas, se estaba endureciendo, su optimismo se iba consumiendo por la frustracion y la dureza de las situaciones que habia ido viviendo y su animo se habia ido volviendo mas laconico a la que pasaba el tiempo.

Sin embargo su equipo era su familia y para ellos siempre tendria una sonrisa.

El dolor de cabeza había ido remitiendo aunque la mayor parte de la información le sonaba a "runrrunrrun".

-Tengo resaca, dejadme por escrito las cosas importantes que deba saber, cuando me despeje... A VER, LERDOS, QUE TENGO QUE COGER PROVISIONES PARA MI INVIERNO - Aahhh... aún no me ha dejado de doler lo suficiente como para pegar gritos... Fuera como fuese se hizo un hueco entre el orden de "reaprovisionamiento"-cuando salgamos de aquí voy a pedir que me hagan una bandolera de ganchillo, como los tapetes de mi abuela-rezongó reorganizando el equipo- cuando me reencarne en otra vida me pido ser una jodida cigarra en vez de la hormiga trabajadora, coñe.

-Pues tomemos la colina Queso Gruyer -dijo McAllen mientras intentaba no reír y anotaba las posibilidades de alterar el funcionamiento del apoyo aéreo en caso de que el Command Carrier fuera dañado- Cabo, creo que es una mezcla del Rey de la Montaña y Proteger al VIP si queremos mantener el apoyo aéreo, que aunque lo protejan los ligeros, no vendría mal que le mantuviéramos a la vista, por si acaso, pero si hay que correr se corre.

-Cabo, ¿no podemos ser boquerones? Están más ricos -ya era la hora de las tonterías con tal de aplacar los nervios.

Tras coger los dos cargadores, las granadas y otros dos cargadores más que había conseguido con los dichosos papelitos, se fue detrás del resto...colocándose al lado de Miller mientras iban hacia el Gecko.

"C...C...Cabo....¿Ve viable q...que al llegar, yo y Maynard nos subamos al t...t...t...techo del C.C. y desde ahí cubramos con nuu...nuestras armas? Tenemos mmm..más alcance, señor. Sería una forma de tener d..d..dos p..p...pesados cubriendo el C.C. y los demás podrían co..co..concentrarse en los bicho-bola sin t..t..tener que mirar atrás." le dijo, mostrando algo de humor tras estar últimamente muy lacónico.

"Si es tan importante por el apoyo aéreo, hay que preocuparse de cubrirlo..." pero una vez más, lo que él pensara, no importaba. Si por él fuera, se largaban de ésa bola de nieve y la hacían explotar desde el espacio.

Miller se detuvo unos instantes valorando la sugerencia de Ethan y miró al soldado.

White, el Comand Carrier no estará cerca de la Eco. Estará seguramente centrado, en la retaguardia, desde donde se pueda controlar toda la batalla. Si el Teniente necesitase dos niñeras lo habría ordenado y a la Eco no le sobran soldados para tomar ese flanco de la colina. Si cae el Comand Carrier caerá el Teniente y la poca organización que nos quede, así que se irá todo al carajo.

Dijo con taimada resignación, reanudó de nuevo el paso y añadió:

Pero si Maynard y tú queréis ir subidos en el techo de nuestro Armored Gecko o disparando desde sus escotillas, me parece bien. Pero si llega un momento donde el Gecko no nos puede seguir, seguiréis a patita con toda la escuadra, sois exploradores, no francotiradores y dependemos de vuestros ojos para evitar las emboscadas de los bichos.

"A la o...orden Señor." 

Los pasos de Ethan se marcaron más en la nieve, siguiendo a sus compañeros. "¿Que no soy francotirador? Ya te lo demostraré, barbitas...." pensó el explorador, mirando al Cabo Miller con mirada torva. "¿No se dan cuenta que si cae el C.C. nos quedamos sin apoyo aéreo, y sin apoyo aéreo seremos carne de cañón?". 

Una vez más, lo que pensara él, no valía para nada, los que mandaban, eran otros. "¡Qué ganas tengo de poner una chinche entre mi mirilla y yo!". 

Ése fue su último pensamiento mientras entraba en el Gecko, se abrochaba correajes, comprobaba que todo estaba en su sitio y miraba el culo de Sam al pasar. "Al menos una buena vista antes de palmar....no va mal."

supongo que seguimos siendo binomio le dice a su compañero mientras espera los rugidos del cabo, subir a un vehículo y a cazar bichos, todo un safari espacial jejeje contaba las 15 balas que le sobraban de su ultima gira, no va a sobrar ni una bala en esta maldita mision piensa y guarda el cargador en uno de sus bolsillos.

se incorpora listo señor, a su orden le dice al cabo, mientras espera a su compañero de binomio para partir a los transportes.

Asiento palmeando la espalda Vincent así es amigo mío, así es. Otra vez en la ruta y otra vez en el camión, con el propósito de matar bichos.

subo tras mi compañero al gecko

La junta había terminado tan súbitamente como había iniciado. Las ultimas palabras dirigidas por el capitán Tsumina a las tropas bajo su mando, se centraban en desearles suerte, realmente todo lo que estaba en sus manos para ayudarles, ya lo había hecho. Ahora todo dependía de su eficiencia como miembros de la infantería móvil, y de la suerte.

Uno a uno los infantes fueron abandonando la tienda de campaña donde se había llevado a cabo la junta. Con su equipamiento en mano, salieron a enfrentarse con el caos que se gestaba en el exterior. Grandes contingentes de tropas se movilizaban en todas direcciones con la mayor prisa posible. Muchos vehículos estaban siendo preparados y muchos otros descendían ahora desde los cielos para ser usados en la nueva batalla. Entre todo aquel caos, los infantes se movilizaron sin muchos problemas, gracias a que el gran contingente que formaban avanzaba sin problemas guiado por los técnicos quienes ya sabían donde estaban sus vehículos.

Varios minutos después ya estaban allí, justo donde un gran cartel de cartón anunciaba a la Colina A. Allí, ya solo era cosa de preguntar por sus respectivos Armored Geckos y abordar, lo cual fue aun mas sencillo. Tal como el capitán Tsumina les anunciara momentos atrás, en los Geckos tanto del escuadrón Gatling como del escuadrón Eco, ya se encontraban dos tripulantes, el conductor y el artillero. Según se había dicho en los últimos momentos, el papel de los artilleros de todos los Geckos sería mantener una lluvia de fuego supresivo contra los bichos a gran altura con el fin de impedir que descendiesen para apoyar el combate en tierra. Eso les quitaba poder de fuego a los infantes durante su avance, pero también les quitaba la preocupación de que un Hooper les cayera encima desde gran altura.

No pasó mucho tiempo antes de que tras abordar, los vehículos encendieran motores y se pusieran en marcha. Con ello, la misión por la colina iniciaba, y aunque quisieran evitarlo, eso empezaba a subir los nervios de muchos. A su alrededor el rugir de todos los motores los dejaba algo ensordecidos, aunque la incomodidad bien valía la pena al ver el despliegue de poder que presenciaban. El Comand Carrier viajaba al centro de todos escoltado por 4 armored Geckos con la infantería móvil, seguidos del devastador Gecko MLRS con su lanzador de múltiples misiles Blizzard. Mientras, a los costados viajaba la infantería móvil en los otros 4 armored Geckos acompañados por los imponentes Heavy Geckos con sus inmensos Tunderstrike Cannons.

Lo malo en todo aquello, era que ellos mismos en sus Geckos, tenían que cargar con el combustible de reserva para todos los vehículos así como la munición extra. Así, tanto en el Gecko del escuadrón Eco como en el del Gatling, había un total de tres grandes cajas de proyectiles para el Tunderstrike. Con lo cual, así algo poderoso les impactaba y penetraba la armadura del Gecko, todos saltarían por los aires en pedazos.

El zumbido de proyectiles sobres sus cabezas y posterior estallido, les dio la señal de que el combate estaba empezando. Tal como se había pactado, las fuerzas de artillería estaban lanzando una densa cortinada de proyectiles sobre la colina para diezmar a los enemigos, seguida de una cortina de humo para cubrir el avance de las tropas en tierra.

El cañón automático Twin-fifty empezó a disparar repentinamente hacia los cielos, señal no solo de que estaban cerca, si no de que ya eran atacados desde los cielos. Por las escotillas, a su alrededor, también se precipitaba el combate, varios bichos dispersos iban quedando entre sus filas, y por orden del teniente Hammer, había que acabar con ellos para evitar que se reagruparan y les atacaran por la espalda.

El Geko comenzó a moverse traqueteando sobre la nieve y a Miller se le vino a la cabeza la reciente experiencia con uno de esos trastos, solo que ahora estaban rodeados de munición explosiva. No podía parar de mirar esas cajas rellenas de serrín para amortiguar los golpes y proyectiles letales, en la tapa habían colocado una pegatina sobre cada caja con una calavera pintada a spray una explosión en forma de hongo.

No es suficiente con que me hagan llevar cargas de demolición, sino que nos ponen cajas de munición bajo el culo.

De pronto las armas rugieron y la artillería comenzó el bombardeo, se podían escuchar las detonaciones amortiguadas. El artillero hizo lo propio y la fiesta quedó inagurada.

¡Eco a las escotillas! mantened disciplina de fuego sobre los bichos que sobrevivan a la artillería. Precisión y calma.

Desechó emplear la ametralladora pesada con als pequeñas troneras de las escotillas, así que cogió su morita y a la orden de la Sargento comenzó a disparar a los bichos que se ponían a su altura.
 

quien necesitaba estabilidad para disparara desde un automotor, macreidi apunto lo mejor que pudo en medio de la nieve, la velocidad y los malditos baches, suelta una rafaga para ver saltar por los aires alegres chorros de nieve sin ningún bicho en medio, a que son esquivos estos malditos bichos afirma para tratar de esconder su fracaso.

Los cartelitos de cartón nos marcan como si fuéramos turistas a que Gecko tenemos que subir y por donde ir, siempre los comienzos son auspiciosos hasta que el combate se desata. Si en algo hay que confiar es que uno nunca puede confiar en la "inteligencia". Pero bueno, si ellos con sus grandes cabecitas no pueden decidir que es mejor no creo que nosotros podamos hacer algo muy distinto.

Subo y espero como todos impaciente por el primer disparo que marque el comienzo de quizás la última batalla sobre esta dura y fría roca. El traqueteo del vehículo lo acompaso con los pies aun cuando no tiene ritmo pero eso poco me importa ahora. De golpe se sienten los disparos de las Twin y el Cabo rugiendo órdenes que sigo como marca, cambio el visor a visión nocturna y asomo por el costado el arma pero a diferencia de antes buscando un blanco en específico, lo mío va para otro lado, hacia un Tiger solitario o un duro Warrior. Busco y busco hasta que finalmente veo uno bicho que llama mi atención y disparo.