Partida Rol por web

Travok realiza un barrido mortal que acaba con la vida de ambos lobos. 

- Aarrg, mis súbditos. Mis fieles guardianes. Habéis acabado con todos - La nube de oscuridad se desvanece dejando ver al último goblin de la torre, bastante más corpulento que los demás - Os arrancaré la piel a tiras! - grita encolerizado. 

Clevor observó con los ojos inyectados en sangre como los enemigos que lo rodeaban yacían muertos a sus pies. Podía sentir el olor a victoria en el aire, el mismo aroma que parecía disipar la nube oscura que escondía a sus enemigos.

-Por fin te muestras...- saboreó mostrando los dientes como un lobo furioso.

Saltó sobre los cuerpos cánidos empapados en visceras y se lanzó a la carrera.

-¡A la carga, por Torm!- empujándolo con el escudo y ensartádole una rápida estocada en el costado; -¡Rematadlo!- ordenó al instante.

El goblin sonríe malévolo al ver cómo Clevor carga contra él. Podéis escuchar un chasquido cuando Clevor avanza y el suelo bajo sus pies se abre repentinamente!

Por suerte en el último momento consigue aferrarse al borde y evita una caída que podría haber sido muy dolorosa.

- Jejeje! Estúpidos humanos, siempre tan predecibles! - el goblin se acerca al altar, se agacha y comienza a rebuscar algo en un pequeño compartimento.

las palabras del monstruo fueron una maldita afrenta a lo que este responde con altanería por suerte contamos con un elfo capaz y con fieros enanos cazadores de tu inmunda raza, el elfo que se percato del groso error que cometieron al subestimar el campo de batalla, pero no podían dejarse amedrentar de este bastardo, se mueve justo a donde estaba su compañero (clevor).

al fin puede ver a su adversario y con celeridad dispara una de sus flechas que como un relampago impacta en una de las piernas el despreciable ser, esta casi da una voltereta completa antes de caer derribando al en medio de un sonoro PLAZZZ contra el suelo de la desgastada torre, con cuidado traten de usar las lozas que el uso para moverse apremia el elfo que sacaba otra flecha de su carcaj.

A donde te crees que vas, sucia rata verde. Tras asegurarse de que Clevor se encuetra bien, avanza unos piez hacia el goblin

Fargrim chasquea la lengua, no tiene tiempo ni ganas de dar un rodeo. Con gran agilidad para un enano de su edad, da un salto empujándose con la esquina de la escalera para llegar a la parte superior de la pared con sus manos y con un estirón llegar a la parte superior.

-Creo que no nos hemos presentado.- El enano carga hacia el goblin a grandes zancadas mientras enarbola su martillo de guerra. -Soy el que te va a hacer una odontología nueva.-

A tiempo había reaccionado en plena carrera. El chasquido lo había alertado sobre el suelo que se abría y en menos de un segundo se había detenido, tropezado, quedando sujero del borde.

Gruñó por lo bajo mientras recuperaba pie y se lanzaba saltando el pozo detrás del viejo enano que ya hacía cantar su martillo sobre el último enemigo.

EH, dejarme algo. Aun con la sangre de los grandes canes en su hacha, el enano corre para saltar la trampa.
Las poderosas piernas del enano lo impulsa por encima la trampilla y llega al otro lado. Elarbola el hacha y cae en la pierna de la criatura.

El goblin se revuelca en el suelo intentando evitar los golpes que, uno a uno, no paran de llover sin que pueda hacer nada, quedando magullado y sangrando copiosamente.

Podéis ver, ahora que estáis a escasos centímetros de él, que lo que estaba rebuscando en el altar eran dos orbes. El goblin porta ambos orbes en sus manos. Uno es rojo y el otro azul.

Tirado en el suelo, escupe a vuestros pies mientras murmura una maldición - Si esta torre no ser mía, no ser de nadie! - grita al tiempo que lanza el orbe rojo contra el círculo mágico del mismo color. El orbe se hace añicos al chocar con el suelo y una luz carmesí empieza a brillar, cada vez con más intensidad. El suelo bajo vuestros pies empieza a temblar, haciendo que empiecen a caer cascotes del techo y surjan grietas en el suelo alrededor del círculo. En un último arranque de cobardía goblin, vuestro enemigo utiliza el orbe azul para desaparecer ante vuestros ojos, no sin antes despedirse con una risa malvada.

esto tiene que ser un puto chiste piensa el elfo mientras ve impotente como cuatro aventureros no logran matar a un triste goblin, las carcajadas del maldito monstruo lo cabreo en serio, pero su instinto de preservación le hacen tomar las escaleras con una velocidad sobrehumana, el mundo como lo conocía comienza a tomar dimensiones fuera de lo común, en parte por la manera tan violenta como se estaba destruyendo la torre, las paredes se desquebrajaban y rocas volaban en todas direcciones, el elfo prácticamente corre por las paredes esquivando los escombros pero sin detenerse ni un segundo, salta por encima del osgo que sin vida encontrara una tumba en los escombros de la ya bastante afectada edificación.

antes de darse cuenta un abismo resultado de la trampa que el mismo activo Dagor se llena de valor y aprovechando la velocidad de su carrera se propulsa saltando de un lado de la plataforma a las escaleras que conectaban con el primer piso, su salto tenia la gracia de un halcón peregrino, rapido, rapido debo ser rapido era lo unico que pasaba por su mente, baja por las escaleras de 5 en 5, el suelo se tambaleaba y lo unico qu escuchaba eran sus paso, atraviesa la sala esquivando enormes bloques de roca que caen desde el techo, encaminándose a la salida grita MIDOR CORRE POR TU VIDA AHORAAA, dando un salto épico hacia lo que significaba el escape de aquella maldita trampa mortal el elfo solo siente como se desvanece el mundo...